Saludos Fraternos Q:.H:. Roberto Augusto Flores Garza El Petroleo Mexicano, El Oro Mexicano; en si los bienes todos de la Nación están hipotecados en las bancas extranjeras, hordas de delincuentes tienen tomado el país, no creo la verdad un inversionista extranjero en su sano juicio se vaya a interesar en PEMEX. En cuanto sale una Pipa de Gasolina de una refineria es interceptada por una banda de ladrones menores de 18 años, metralleta en mano. Otra petro-ductos perforados para por ahi robar combustible , un sindicato tomado por extranjeros, un ejercito extranjeros infiltrados en Pemex controlando las computadoras. Yo conocí ríos repletos de peces. Yo todos los días tengo pesadillas, y en una de ellas veía un rio caudaloso y cristalino, ese mismo que veía de niño, pero sin peces, en la pesadilla recordé la razón, ese río pasa a lado de una Refinería
Roberto Augusto Flores Garzapublicó enVicente Alcoseri
Hace 2 horas cerca de Monterrey
EL PETROLEO.
Corrían los años de 1938. A los trabajadores extranjeros principalmente gringos e ingleses les pagaban, por hacer los mismo, dos veces más que a los trabajadores mexicanos. Se vino la demanda laboral y después de que las compañías petroleras se defendieron como pudieron, perdieron y la Suprema Corte emitió un Laudo Inapelable donde se condenaba a las compañías extranjeras a nivelar los salarios en todas formas y circunstancias. Pero la soberbia gringa siempre ha sido y será infame. Dijeron: NO, No lo aceptamos en ninguna forma. El Presidente Lázaro Cárdenas del Río : La esfinge ( así como a Don Benito Juárez García le decían “ El Impasible”), los mandó a llamar al Palacio Nacional . llegaron con toda su soberbia por delante. Cárdenas les dijo con toda calma: Señores, tienen Ustedes que cumplir con lo ordenado por la Suprema Corte de la Nación. Los soberbios—como si fueran curas o el papa- dijeron que NO. El Presidente Cárdenas trató de convencerlos en todas formas y muy diplomáticamente. Los Soberbios representados por Donald R. Richberg,dijeron: NO. El Presidente les respondió: señores está en juego el prestigio y la Soberanía de México. De repente el representante dijo: Y si aceptamos quien nos garantiza la seguridad y la tranquilidad en nuestras plantas. Contestó Don Lázaro: Yo, El Presidente de México. Y el mismo soberbio dijo: ¿ Y quien más? .Ya me imagino la adrenalina que corrió por todo el cuerpo de Don Lázaro. Cerró la carpeta de negociaciones y dijo serio: Gracias señores; no hay más que hablar.
A los dos días decretó la expropiación de las instalaciones y equipos petroleros de las compañías. Estas se rieron y le mandaron decir en su soberbia que en 30 días lo verían llegar hincado a pedirles perdón porque no habría más gasolina ya que los ingenieros mexicanos no conocían la fórmula del tetraetilo de plomo, detonante del combustible llamado gasolina. Que le exigirían entregarles todo Veracruz y Tamaulipas a cambio. Cárdenas no sabía esto y se preocupo. Llamo de inmediato a los ingenieros petroleros los que le dijeron que realmente no la conocían pero que pondrían todo su esfuerzo y conocimiento para hacerla. Lo más rápido posible se hicieron instalaciones en Zacatecas. Los ingenieros se pusieron a trabajar y ya cuando tenían en éxito en sus manos, la planta, increíblemente explotó matándolos a todos. (Piensa mal y acertarás).Tengo la seguridad que Cárdenas tembló, pero llegaron hasta él de inmediato los estudiantes de química petrolera y le dijeron que si les daba instalaciones ellos, con lo aprendido de sus maestros muertos, la harían. Cárdenas confió y en menos de quince días los estudiantes (¿Cuáles fueron los nombres de estos héroes?) le llevaron un frasco y le dijeron: Sr. Presidente, este es el tetraetilo de plomo. Podemos hacer gasolina. La esfinge sonrió e inmediatamente se la mando al soberbio Donald R. Richberg para que se la tomara con unos tamalitos veracruzanos llamados Zacahuiles.
El pago de la expropiación se hizo hasta con joyas y dinero que damas patriotas le llevaron a Palacio Nacional.Puedes verlo todavía en you tube. Todavía había patriotismo. No existían los lideres ladrones sindicales y soberbios como los actuales. México se salvó y los soberbios se tuvieron que tragar su tetraetilo.Me pongo de pie ante esos héroes anónimos y ante todos los patriotas que entregaron sus bienes para pagar la expropiación de las instalaciones y equipos petroleros, Y, ahora, los deschamps y sus hijitos brillan del oro hasta por las nalgas. Surgió el Instituto Politécnico Nacional a raíz de esto. Amén.
Roberto Augusto Flores Garzapublicó enVicente Alcoseri
Hace 2 horas cerca de Monterrey
EL PETROLEO.
Corrían los años de 1938. A los trabajadores extranjeros principalmente gringos e ingleses les pagaban, por hacer los mismo, dos veces más que a los trabajadores mexicanos. Se vino la demanda laboral y después de que las compañías petroleras se defendieron como pudieron, perdieron y la Suprema Corte emitió un Laudo Inapelable donde se condenaba a las compañías extranjeras a nivelar los salarios en todas formas y circunstancias. Pero la soberbia gringa siempre ha sido y será infame. Dijeron: NO, No lo aceptamos en ninguna forma. El Presidente Lázaro Cárdenas del Río : La esfinge ( así como a Don Benito Juárez García le decían “ El Impasible”), los mandó a llamar al Palacio Nacional . llegaron con toda su soberbia por delante. Cárdenas les dijo con toda calma: Señores, tienen Ustedes que cumplir con lo ordenado por la Suprema Corte de la Nación. Los soberbios—como si fueran curas o el papa- dijeron que NO. El Presidente Cárdenas trató de convencerlos en todas formas y muy diplomáticamente. Los Soberbios representados por Donald R. Richberg,dijeron: NO. El Presidente les respondió: señores está en juego el prestigio y la Soberanía de México. De repente el representante dijo: Y si aceptamos quien nos garantiza la seguridad y la tranquilidad en nuestras plantas. Contestó Don Lázaro: Yo, El Presidente de México. Y el mismo soberbio dijo: ¿ Y quien más? .Ya me imagino la adrenalina que corrió por todo el cuerpo de Don Lázaro. Cerró la carpeta de negociaciones y dijo serio: Gracias señores; no hay más que hablar.
A los dos días decretó la expropiación de las instalaciones y equipos petroleros de las compañías. Estas se rieron y le mandaron decir en su soberbia que en 30 días lo verían llegar hincado a pedirles perdón porque no habría más gasolina ya que los ingenieros mexicanos no conocían la fórmula del tetraetilo de plomo, detonante del combustible llamado gasolina. Que le exigirían entregarles todo Veracruz y Tamaulipas a cambio. Cárdenas no sabía esto y se preocupo. Llamo de inmediato a los ingenieros petroleros los que le dijeron que realmente no la conocían pero que pondrían todo su esfuerzo y conocimiento para hacerla. Lo más rápido posible se hicieron instalaciones en Zacatecas. Los ingenieros se pusieron a trabajar y ya cuando tenían en éxito en sus manos, la planta, increíblemente explotó matándolos a todos. (Piensa mal y acertarás).Tengo la seguridad que Cárdenas tembló, pero llegaron hasta él de inmediato los estudiantes de química petrolera y le dijeron que si les daba instalaciones ellos, con lo aprendido de sus maestros muertos, la harían. Cárdenas confió y en menos de quince días los estudiantes (¿Cuáles fueron los nombres de estos héroes?) le llevaron un frasco y le dijeron: Sr. Presidente, este es el tetraetilo de plomo. Podemos hacer gasolina. La esfinge sonrió e inmediatamente se la mando al soberbio Donald R. Richberg para que se la tomara con unos tamalitos veracruzanos llamados Zacahuiles.
El pago de la expropiación se hizo hasta con joyas y dinero que damas patriotas le llevaron a Palacio Nacional.Puedes verlo todavía en you tube. Todavía había patriotismo. No existían los lideres ladrones sindicales y soberbios como los actuales. México se salvó y los soberbios se tuvieron que tragar su tetraetilo.Me pongo de pie ante esos héroes anónimos y ante todos los patriotas que entregaron sus bienes para pagar la expropiación de las instalaciones y equipos petroleros, Y, ahora, los deschamps y sus hijitos brillan del oro hasta por las nalgas. Surgió el Instituto Politécnico Nacional a raíz de esto. Amén.