La Masonería es diferente a cualquier otra organización o cuerpo de conocimientos que haya existido en el Tierra hasta ahora. Como se sabe, la palabra Masonería que simplemente significa albañiles (obreros de la construcción), pero ¿Qué intentamos construir? Construimos mejores sociedades humanas. Así la meta de la Masonería sería construir un mundo mejor, seres humanos más bondadosos y fraternos. Los masones tropezamos con grandes dificultades al describir a la Masonería a los otros, debido a que tratan de encajarla dentro de un marco de referencia con otros “conocimientos” y dicen: Ah, entonces deben de ser como esto o lo otro, pero la verdad no ha existido, ni existe otra organización como la Masonería. En la Tierra, en lo que al intento básico se refiere, sólo ha existido una organización que ha tenido una meta similar – la Libertad Total, el poder escapar de la trampa que constituye la confusión, el poder incluso de hacer cambios en la psique interior del colectivo humano y hacer una reparación efectiva a donde surgen los problemas humanos que es la Psique profunda. Esa otra Orden Iniciática es el Sufismo. Desafortunadamente, el Sufismo no es comprendido por la mayoría de los musulmanes, ya que son pocos en el mundo islámico los que tienen la clave para comprenderlo adecuadamente, y así debemos comprender que estamos abordando algo que prácticamente no ha sido abordado en Occidente, salvo por unos cuantos míticos cristianos, y claro por algunos más francmasones. Esto no quiere decir que el Sufismo es imposible de comprender, la verdad es que es tan sencillo, pero aunque sencillo tiene implicaciones muy profundas. Francmasonería y Sufismo ambos intentan seleccionar las cosas más importantes, una selección ecléctica de las importancias de la mítica humana y llenar, mediante observaciones exactas, ese vacío existencial que existe en el Ser Humano. Tanto la Masonería como el Sufismo son filosofías prácticas, de todos los días, una precisa tecnología del espíritu humano. Mediante estas filosofías que podíamos decir son una misma, el ser humano tiene los medios para mejorarse a sí mismo y a la sociedad, en lo particular para aumentar sus habilidades e incrementar su capacidad espiritual y de le brinda las herramientas para acercarse más a Dios. La Masonería se dirige al Ser Humano como Espíritu, no como máquina. Al dirigirnos al Espíritu humano, al devolverle al individuo la confianza y la fe en Dios y en sí mismo, este mejora, se vuelve mucho más lúcido, aumenta su capacidad de discernimiento espiritual, tiene más confianza en Dios, aumenta así su capacidad de amar a los demás, se vuelve más poderoso al ser más altruista, se hace persistente, más bondadoso y compasivo, se convierte en más tolerante y tiende a criticar menos. Si comenzamos a reprimir el Espíritu en el Ser Humano, reprimimos a Dios, y así los hombres y las mujeres comenzarán a zozobrar en la tempestad de la Vida. A través de la Historia, las personas han recibido tan poco reconocimiento, que los malvados empezaron a reprimirlos y a matarlos incluso, ya que un cuerpo sin alma puede golpear o disparar un arma. ¿Qué remordimiento puede sentir un cuerpo? Y, así fue disminuyendo el sentimiento fraterno y la responsabilidad moral. Si nosotros no dirigimos acciones y pensamientos hacia una filosofía fraternal y a una tecnología espiritual práctica, y si no avivamos algún sentimiento de amor al prójimo, si no logramos la superación y la decencia, este planeta quedará a merced de los malvados De pronto, a los masones se nos ha ocurrido el hecho de que entre la humanidad hay personas “Seguro que Muchas” que están dispuestas a que este Mundo sea un lugar mejor y más fraterno. |