Magia sexual, Francmasonería y el secreto redimidor de María Magdalena
Estos conocimientos representan un valor extraordinario en el estudio del Misterio de la Serpiente Ígnea del Génesis, uno de los misterios más secretos, y mejor guardados porque contiene en sí también el secreto de la Vida eterna y la inmortalidad del alma, pero al mismo tiempo la Muerte, y el sufrimiento eterno, es como un Cielo y un Infierno, en una extraña dualidad. Los conocimientos del fuego serpentino son de una trascendencia muchísimo mayor de lo que la mayoría de los estudiantes de la Ciencia esotérica se imaginaria. Todos los estudiantes del esoterismo francmasónico saben que existen ciertas fuerzas o energías que corresponden a los siete principios humanos, cada una de las cuales está polarizada separadamente sobre el plano especial de su actividad. Aun en un cuerpo humano, tomado separadamente, una mitad es positiva, la otra negativa; las arterias y los nervios motores son positivos, las venas y los nervios sensibles son negativos. Si los líquidos separados por un tabique poroso, son de naturaleza química distinta, generan electricidad; así también en el organismo la endósmosis genera corrientes de distintas clases. Todo ello centrado en la base de la columna vertebral, en el hueso sacro, exactamente entre el ano y la vagina, o bien entre el ano y el pene. El hombre es positivo en el mundo material y sensible, siendo negativo en la esfera de lo intelectual, mientras que la mujer, por el contrario, es femenina y negativa en la esfera material y sensible, mientras que es positiva en la esfera de lo intelectual. La línea de polaridad que va del cerebro a los órganos generadores, tiene, sin embargo, un punto medio neutro , que en ciencia espiritual se denomina a veces el Sendero del Medio , y ese punto medio neutro está a la altura del plexo solar, siendo el punto de fusión que consagra la identidad de toda la raza humana, a pesar de sus diferencias sexuales o de otra índole. Existen tres centros activos en el ser humano — como en realidad en todos los seres animados o inanimados — constituidos por el cerebro, el plexo solar y los órganos generadores, centros respectivamente del pensamiento, del sentimiento y de la voluntad. El hombre tiene un cerebro femenino y un órgano sexual masculino; la mujer tiene el cerebro masculino o positivo y el órgano sexual femenino o negativo. El plexo solar constituye en ambos el punto neutro, en que se equilibran ambos polos, y en el cual se encuentra el Sendero del Medio o el Árbol de la Vida, que según el Génesis, estaba situado “en el medio” del Jardín del Edén. Ahora bien, nos preguntamos, ¿Qué es un órgano masculino?. Es el que produce la simiente, esto es, el germen rudimentario, la iniciativa, que el órgano femenino recoge, reacciona, concibe, gesta, nutre, desarrolla y elabora un tiempo mayor o menor, al final del cual, ese órgano da a luz un nuevo ser perfecto, es decir, transformado en acto, en realidad objetiva, en tanto que el germen fecundante o iniciativa, no contenía ese ser más que en potencia. Y aunque sea evidente que físicamente el falo masculina es activo y positivo, esto es, un instrumento de fecundación, y el clítoris femenino es pasivo y negativo, esto es, un instrumento de recepción, gestación, concepción y elaboración, no es menos cierto que los polos opuestos del hombre y la mujer, esto es, sus respectivos cerebros, son similarmente negativa y femenino en lo tocante al primero y positivo y masculino en lo tocante a la segunda. Es el cerebro masculino y positivo de la mujer el que emite los gérmenes de las ideas u otros mentales. Pero sólo da esos gérmenes, una especie de esperma mental, el movimiento inicial primitivo y fecundante, siendo el que fecunda el cerebro femenino y negativo del hombre, teniendo el cerebro de la mujer, con respecto al del hombre, las mismas propiedades en otro plano que el falo masculino con relación al clítoris femenino. En cuanto al punto neutro, localizado en el plexo solar es el centro del Amor y, por lo tanto, de la regeneración. En él se resumen todos los positivos y los negativos, lo masculino y lo femenino, para constituir una sola energía regenerada: Amor Fraternal Universal, la esencia del ser mismo. No hay que confundir, sin embargo este verdadero amor fraternal e impersonal, regenerado, con el amor pasional y egoísta que es el que suelen conocer la mayoría de los seres humanos en su estado actual de la evolución. El Amor Fraternal e Impersonal, enseñado en la Francmasonería se convierte así en el agente que puede reintegrar al ser humano a su completa plenitud espiritual, concediéndole la Vida inmortal y haciéndolo igual a los Dioses, como se habla en el Génesis al referirse al Árbol de la Vida. Como bien lo declara Eliphas Levi, sólo pueden transmitirse — y esto en forma muy fragmentaria y desordenada los misterios del Binario. El Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, cuyos frutos producen la Muerte, es la imagen del secreto hierático del Binario. Pero el Gran Arcano no es éste, aunque el secreto del Binario conduce al Cuaternario dos polos contra dos polos y procede y se resuelve por el Ternario (el Árbol de la Vida que encontrándose en el medio confiere la Inmortalidad), el cual contiene la palabra enigmática de la Esfinge (ÆL), la cual hay que encontrar a cualquier precio, si es que se quiere salvar la Vida, expiar el crimen involuntario y asegurar el reinado de Edipo. Finalmente, agregaremos que las corrientes de los fuegos vitales en el hombre ascienden de los órganos sexuales al cerebro, mientras que en la mujer descienden del cerebro a los órganos sexuales. Los gérmenes de la civilización y del progreso surgen siempre de la Mujer, siendo el hombre quien los concibe, los gesta y los da a luz posteriormente. A la luz de los fragmentarios conocimientos expuestos así en forma trunca — hecho expresamente por dictados superiores, pues no es posible hacer revelaciones a los no iniciados masones — es posible comprender muchos misterios y problemas que nos rodean actualmente. La degradación de las personas, entregadas a todos los vicios e irregularidades sexuales ( tiene un costo alto para la sociedad) pues produce calamidades, muertes masivas, pestes “porque la energía sexual no es para crear se utiliza par destruir. Las mujeresde sociedad especialmente- las prostitutas , que son las que están en más estrecha relación con los políticos y los dirigentes de los pueblos, que se entregan a la bebida, al tabaco, a la sensualidad más olvidada de todo espíritu, es la causa directa de la situación en que el mundo se debate en la actualidad, y a menos que se produzca un milagro y que Ella sea regenerada y sus pies coronados de rosas aplasten la cabeza de la Serpiente (como sucedió con María Magdalena), no hay esperanza de salvación para la humanidad actual que puebla la Tierra de monstruos horrendos- este es el simbolismo oculto en la transformación de María Magdalena, en los evangelios. Ahora comprenderán por qué se ha dicho “que lo que la Mujer quiere, Dios lo quiere” Esto quiere decir que La mujer es un poderoso, elemento de transformación social- una piedra de toque que transmuta el mundo, puesto que todo cuanto existe ha sido creado por la acción misteriosa del combinado poder del Binario Humano.Si no hubiera existido en los evangelios una María Magdalena, la redención del mundo no hubiera existido, de ahí su importancia.
Escultura romana de Cleopatra con una diadema real, de mediados del siglo i a. C. (época de sus visitas a Roma en 46-44 a. C.) encontrada en una villa italiana en la Vía Apia, actualmente expuesta en el Altes Museum.123n 1
En 58 a. C. presuntamente acompañó a su padre, Ptolomeo XII, durante su exilio en Roma tras una revuelta en Egipto (para entonces un Estado cliente de Roma), lo que permitió que su hermana mayor, Berenice IV, reclamara el trono de Ptolomeo. Berenice murió en batalla en 55 a. C., cuando su padre volvió a Egipto con ayuda militar romana. Cuando Ptolomeo murió en 51 a. C., Cleopatra y su hermano menor, Ptolomeo XIII, accedieron al trono como corregentes, pero la ruptura entre ambos desató una guerra civil.
Tras la derrota sufrida en 48 a. C. en la batalla de Farsalia por parte de su rival Julio César durante la segunda guerra civil romana, el estadista romano Pompeyo el Grande huyó a Egipto. Pompeyo había sido aliado político del padre de Cleopatra, pero a sugerencia de los eunucos de su corte, Ptolomeo XIII ordenó emboscar y asesinar a Pompeyo mientras César ocupaba Alejandría en persecución de su enemigo. Como cónsul de la República romana, César trató de reconciliar a Ptolomeo XIII con su hermana Cleopatra, pero Potino el Eunuco, consejero principal del monarca egipcio, creía que los términos que proponía el cónsul beneficiaban a Cleopatra, por lo que sus fuerzas sitiaron a César y Cleopatra en Alejandría. El asedio se levantó gracias a la llegada de aliados de César a comienzos de 47 a. C. y Ptolomeo XIII murió poco después en la batalla del Nilo. Arsínoe IV, media hermana de Cleopatra que había liderado el asedio, se exilió en Éfeso. César, ya elegido dictador, declaró a Cleopatra y a su hermano menor Ptolomeo XIV cogobernantes de Egipto. Sin embargo, el general romano inició una relación sentimental privada con Cleopatra de la que nació Cesarión. Cleopatra viajó a Roma en 46 y 44 a. C. como reina vasalla y se alojó en la villa de César. Cuando este fue asesinado en 44 a. C., Cleopatra intentó que su hijo fuera designado heredero, pero no pudo debido al ascenso al poder de Octavio (posteriormente conocido como Augusto y que sería el primer emperador de Roma en 27 a. C.). Entonces, Cleopatra ordenó asesinar a su hermano Ptolomeo XIV y elevó a su hijo Cesarión como corregente de Egipto, con el nombre de Ptolomeo XV.
Durante la tercera guerra civil de la República romana (43-42 a. C.), Cleopatra se alió con el Segundo Triunvirato, formado por Octavio (sobrino nieto y heredero de César), Marco Antonio y Lépido. Tras su encuentro en Tarso en 41 a. C., la gobernante egipcia inició una relación con Marco Antonio de la que nacieron tres hijos: Alejandro Helios, Cleopatra Selene II y Ptolomeo Filadelfo. Antonio usó su autoridad como triunviro para ejecutar a Arsínoe IV, cumpliendo el deseo de Cleopatra, y se apoyó cada vez más en la reina egipcia tanto para obtener financiación como ayuda militar durante sus invasiones del imperio parto y del Reino de Armenia. En las Donaciones de Alejandría, los hijos de Cleopatra con Marco Antonio fueron nombrados gobernantes sobre varios territorios bajo la autoridad de Antonio. Este hecho, unido al matrimonio de Marco Antonio con Cleopatra después de su divorcio de Octavia la Menor, hermana de Octavio, desató la cuarta guerra civil de la República romana. Después de iniciar una guerra de propaganda, Octavio forzó a huir a los aliados de Antonio en el senado romano y le declaró la guerra a Cleopatra en 32 a. C. La flota de guerra de Marco Antonio y Cleopatra fue derrotada por la de Octavio, bajo el mando de su general Agripa, en la batalla de Accio en 31 a. C., tras lo cual las tropas romanas de Octavio invadieron Egipto en 30 a. C. y derrotaron a las de Antonio, tras lo cual éste se suicidó. Cuando Cleopatra se enteró de que Octavio pretendía llevarla a Roma para exhibirla durante su procesión de triunfo, también se suicidó tomando veneno, si bien popularmente se cree que lo hizo dejándose morder por una áspide.
La forma latina de Cleopatra proviene del griego antiguoKleopátrā (en griego: Κλεοπᾰ́τρᾱ), que significa «gloria de su padre» en la forma femenina.8 Este se deriva de kléos (κλέος) ‘gloria’ y patḗr (πᾰτήρ) ‘padre’, utilizando el genitivopatros (πατρός).9 La forma masculina se habría escrito como Kleópatros (Κλεόπᾰτρος) o Pátroklos (Πάτροκλος).9
En cuanto a la acentuación, la bibliografía en español utiliza las formas Filopator, Filópator y Filopátor, optándose a lo largo de este artículo por la última, de acuerdo con la transcripción al español de los nombres propios griegos en Galiano (1969, p. 81).