El Tiempo es Respiración.
En respuesta a la pregunta de Ouspensky: "¿Qué es el Tiempo?" Gurdjieff replicó: "El Tiempo es respiración". ¿Cuál es el significado posible de esto? Empero, si reflexionamos comprenderemos que las cosas vivientes no tienen el mismo ritmo de respiración. No podemos imaginar, por ejemplo, que un organismo minúsculo, tal como una ameba, una diminuta célula viviente, necesita tres segundos para inspirar y expirar el aire. Ahora bien, la respiración del Hombre transcurre en unos tres segundos. Respira dentro y fuera —esto es, su ciclo completo de respiración se produce generalmente veinte veces en un minuto—. En la neumonía, cuando la admisión de aire es imposibilitada por las partes duras de los pulmones, es preciso respirar más rápidamente, porque se requiere más oxígeno. Empero, su "tiempo promedio de respiración" es de tres segundos. El señor Ouspensky estableció, por sugerencia de Gurdjieff, una "Tabla del Tiempo" que se vinculaba con esa idea —a saber, que el Tiempo es Respiración—. Pero es preciso comprender ante todo que cuando Gurdjieff dijo: "El Tiempo es Respiración", mostraba que la suerte de Tiempo en que vive el Hombre significa en realidad su relación con el Tiempo. Ya hemos visto que el Tiempo es diferente en los diferentes centros. Mahoma vio una jarra llena de agua que caía de la mesa. Entró en trance y estuvo en el Paraíso por mucho tiempo. Cuando se durmió otra vez, cuando emergió a nuestro Tiempo ordinario —el agua aún no había llegado al piso—. Así estuvo en un orden de Tiempo diferente. Ahora bien, desde el punto de vista del Trabajo la Tierra es una cosa viviente y su Tiempo es diferente de nuestro Tiempo. Es preciso comprender otra vez que el Tiempo es diferente no sólo para los diferentes centros, sino para las diferentes clases de seres. El Tiempo, digamos, de una célula, es diferente de nuestro Tiempo. Una célula vive según nuestro modo de ver un tiempo brevísimo. Empero por si misma vive tanto como nosotros. Veamos brevemente cómo la "Tabla de Tiempo" explica esta difícil idea. En esta Tabla vemos ante todo la idea de que el Hombre sólo puede recibir una impresión que dura cierto tiempo —en este caso, por lo general, un diez-milésimo de segundo—. Una chispa eléctrica, un destello de luz, que dura un diezmilésimo de segundo tiene justo el tiempo de producir un efecto sobre el ojo —esto es, sobre la retina—. Si es mucho más rápido, no producirá efecto alguno. No afectará la maquinaria del ojo, por ser demasiado rápida. Ocurre lo mismo con el oído, que sólo puede recibir vibraciones sonoras hasta cierto punto. La próxima idea es el Tiempo es Respiración. En el caso del Hombre, como se dijo, es generalmente de tres segundos. Presentamos ahora una curiosa idea —llamada "Tiempo de Despertar y Dormir"—. Todos los organismos, diminutos o grandes, tienen un tiempo de estar dormidos, un tiempo de estar despiertos, y estos tiempos son totalmente diferentes para las diferentes clases de Seres. Finalmente tenemos el "Tiempo de Vida" —que en el caso del Hombre es de unos 80 años—. Entiendan que estas cifras son aproximadas. Ahora bien, si prestan atención, la relación entre cada grado es aproximadamente de 30.000. Esto es, 30.000 veces un diezmilésimo de segundo —el "tiempo de la más rápida recepción de impresiones" en el Hombre— es tres segundos, que es el tiempo de la respiración del Hombre. 30.000 veces tres segundos es aproximadamente su tiempo de estar despierto y estar dormido —a saber, 24 horas— o, el día y la noche. Y 30.000 veces el día y la noche es aproximadamente 80 años —el tiempo de su vida. Ahora bien, esta noche no nos extenderemos más, salvo para decir que el mundo que está debajo del Hombre —el mundo o cosmos de las células— con el cual el Hombre está construido —tiene un "tiempo" diferente, y el mundo o Cosmos donde el Hombre vive— a saber, la Vida Orgánica —tiene otro "tiempo" si lo comparamos con el del Hombre—. El Hombre está compuesto de células —miríadas de células—. El Hombre vive en la Vida Orgánica sobre la Tierra: Una célula comparada con el Hombre es como comparar el cero con la infinitud. Un hombre con respecto a toda la Vida Orgánica que vive en la Tierra —plantas, peces, aves, animales, etc.— es nuevamente un mero punto —y así es como comparar el cero con la infinitud—. Luego, nos extenderemos más sobre este tema. Baste advertir que para la Vida Orgánica el Hombre carece de importancia y que una sola célula de su cuerpo carece de importancia para el Hombre. Ahora bien, cabe preguntar: "¿Para qué sirve todo esto —es pura complicación—?" Lo importante es que padecemos un sentimiento equivocado de "Yo". Ahora bien, este Trabajo se refiere sobre todo a alcanzar un diferente sentimiento de "Yo". Una manera de lograrlo es comprender que, por lo general y desde nuestra comprensión interior y no desde la Falsa Personalidad con su fingida modestia, somos una parte muy pequeña en la Totalidad de las cosas. Esta percepción emocional purifica el Centro Emocional. ¿Por qué? Ah, pues bien, piensen —reflexionen— por sí mismos. El Trabajo dice: "Es preciso comprender la propia nadidad". Sí, no artificialmente, sino en su sentido verdadero. Esto limpia al Centro Emocional de las auto-emociones y así lo abre a otro orden de influencias —a saber, los Centros Superiores— que están por completo formados y obran en nosotros continuamente — pero no podemos oír lo que dicen— por ser como somos. Estos grandes diagramas cósmicos pueden ayudarnos a comprender nuestra posición en esta Tierra y nuestro estado de Ser.
De: MAURICE NICOLL
COMENTARIOS PSICOLOGICOS
SOBRE LAS ENSENANZAS DE
GURDJIEFF Y OUSPENSKY
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