Los Secretos del Gnosticismo
http://groups.google.com/group/secreto-masonico/browse_thread/thread/2a78a725f8fd17b4 Desde el primer siglo, los Gnósticos predican su Cristianismo al margen y muchas veces en oposición a la predicación de la naciente Iglesia Católica. – La doctrina gnóstica deja una gran parte a la interpretación personal y las sectas gnósticas son innumerables. – Existen Tres categorías de fieles gnósticos: los hílicos, las psíquicos, y los neumáticos. -- La tradición gnóstica a pesar de las feroces persecuciones que la Iglesia Católica le hace, atraviesa la Edad Media, no sin ser profundamente deformada. La educación personal del gnóstico. Símbolo de la piedra en bruto que debe llegar a ser la piedra tallada.. Papel del martillo (voluntad) y del cincel (juicio). --Contrariamente a la iglesia católica, los gnósticos han conservado hasta nuestros días la tradición de los misterios y de las pruebas. - -Misterios iluminadores y Misterios purificadores. -Purificación corporal por el Agua, el Fuego y el Aire. El Misterio inefable (Eucaristía) y el Misterio del Gran Nombre. La suprema iniciación se concede con el Misterio de las Acciones neumáticas. La Gnosis, cuyo nombre griego significa conocimiento, tuvo desde sus primeras manifestaciones, la intención de presentarse como la ciencia de Dios y de penetrar todos los misterios para revelarlos a sus adeptos. Hizo llamamiento a las tradiciones más antiguas de la Humanidad, de las cuales afirma ser la síntesis. Creyendo a los gnósticos, ser los únicos herederos de la ciencia mística, base de todas las religiones. ¿Puede admitirse esta idea? ¿Puede suponerse que la Gnosis, por el Contrario, fuese una mezcla ecléctica, muchas veces confusa, de ideas y de símbolos sacados de todas las regiones procedentes del antiguo Egipto, lo mismo que de Caldea, Persia, India, Grecia y de la Judea de Moisés y de Jesús . No necesitaremos aclarar este punto que en nada cambia la importancia de la doctrina: Cierto es que, en la base de todas las religiones, se halla un fondo evidentemente común de enseñanzas. Según los gnósticos, la Gnosis da el secreto del universo, el secreto de la Evolución, pero las teorías oficiales de los maestros han sido modificadas frecuentemente, ya que al lado de la enseñanza gnóstica, una gran parte se ha dejado a la interpretación personal que debe ser tomada en consideración. En estas condiciones, la unidad del fundamento gnóstico no ha resistido y la tradición, que se supuso inmutable cambio siguiendo las inspiraciones de cada uno, pero la básica idea gnóstica queda hoy resguardada en algunas exclusivas Logias Masónicas. A pesar de esto, todos los gnósticos afirman, poseer los secretos de las antiguas iniciaciones y de una tradición invariable que procede'' en línea recta de las palabras secretas que Jesús el Cristo dijo a sus Apóstoles y a algunos discípulos, pero que nos han sido trasmitidas - muy Veladamente-- por el Evangelio de San Juan. Tan difícil es negar como afirmar la realidad de esta pretensión. Durante el curso de los primeros siglos, la enseñanza cristiana fue principalmente oral; nada nos queda de la enseñanza secreta cristiana. San Basilio, uno de los primeros Padres de la Iglesia dice: "Recibimos las enseñanzas que nos han sido trasmitidos por escrito y los que proceden de los Apóstoles bajo el velo y el misterio de la tradición oral. Lo que está prohibido a los no iniciados contemplar ¿sería conveniente escribirlo y difundirlo entre el público? Es por este motivo que muchas cosas se han trasmitido sin escritura, por miedo de que el mundo profano familiarizándose demasiado con nuestras enseñanzas, conciba desprecio hacia ellos." Desde el primer siglo, los gnósticos predican un Cristianismo al margen y: muchas veces en oposición con la predicación de los Apóstoles. Simón el mago, Menandro y Dosifico están considerados como los fundadores de esta doctrina. En aquel momento era una mezcla de las enseñanzas de Cristo y de las sutilezas de los judíos helenizados de Alejandría; presenta un gran interés documental, como característica de una época atormentada por la necesidad de una nueva fe. La doctrina gnóstica: hacía tan hermosa la parte de interpretación personal que permitía a cualquier inspirado- un poco elocuente, convertirse en centro de un grupo disidente. Las Sectas gnósticas son innumerables. Vemos en Egipto Basilides, Valentín después los Ofitas que tenían a la serpiente por principal símbolo, hasta el punto de que dejaban creer a los profanos que la adoraban, En Siria, Saturnino de Antioquía, Tatiano y Bardesano de Éfeso llevaron sus miras personales. Bardesano quería el reparto de los bienes : los ademitas afirman que si el Verbo se hizo carne, ésta se convirtió en santa y ordenan la desnudez. A pesar de tantos designios quiméricos, los gnósticos sentían especialmente como objeto, la perfección del ser y en esa concepción se inspiraron en los Misterios Egipcios y Griegos. Profesaron abiertamente la teoría de las reencarnaciones. Según ellos, el alma desligada del pleroma divino debe descender en la materia para volver a su procedencia, debe atravesar las 7 esferas planetarias pidiendo paso a los genios - de estos planetas, que son considerados como sus guardianes. Después de haber vivido en estos mundos, sufriendo las pruebas y purificaciones necesarias, el alma tiene el derecho de volver al pleroma para unirse a la divinidad. El culto gnóstico, en la mayoría de las sectas, dividía a sus fieles en tres categorías, siguiendo las respectivas, posibilidades. 1. -los hilicos o materiales, incapaces de comprender más que la letra de la ley y el rito exterior del culto; 2. - los psíquicos, cuya sensibilidad era más despierta, fueron capaces de efusión, pero no de ciencia, son iniciados de grado inferior ; 3. los neumáticos, únicos que tenían derecho a la revelación, ya que estaban en estado de salir, de la materia y elevarse en el mundo del Espíritu en que la revelación personal, la iluminación, completaban la obra del espíritu. Solamente los neumáticos podían esperar el fin de su evolución. Se ha estudiado detenidamente esta curiosa época esotérica, y se dan los siguientes datos : "Según los extractos de Theodoto, reproductores de la tradición Valentiniana de Oriente, los neumáticos irán en la agdoada o Ogdóda a Celebrar un banquete eterno que recuerda al de Platón". Además "los neumáticos, habiendo despojado el alma psíquica, recibirán como esposos a los ángeles... ; entrarán en la habitación nupcial, del ogdoado en presencia del espíritu; llegarán a ser EONS inteligentes; participarán en las bodas espirituales y eternas". (GNOSTICISMO EGIPCIO). Según puede observarse es, materializada algo para la comprensión de -todos, la idea de la unión de Dios que forma parte de godos los esoterismos. El peligro del gnosticismo en ciertas almas exaltadas --especialmente los espíritus que influyen con fuerza, sobre el pueblo- es que, para los que han recibido la iluminación divina, las leyes humanas y hasta las fórmulas religiosas no tienen la menor importancia. Los códigos y biblias poco representan para el que se relaciona directamente con la divinidad y tiene amistades con los ángeles, sus instructores. La gnosis, ya fuese enseñada por un maestro„ ya fuese directamente inspirada, era suficiente para asegurar la salvación desligaba de cualquier enseñanza y ley religiosa, o moral. Otras sectas eran más formalistas, y consideraban ciertos sacramentos necesarios para la evolución del alma.. La mayoría de los sacramentos era renovada de los misterios, egipcios o griegos y hasta los de origen cristiano eran extremadamente modificados por los instructores gnósticos, en la forma o en la interpretación. El Bautismo, antiguamente prueba del agua en la iniciación de los Misterios de Isis, se practicó a veces por la total inmersión del cuerpo y a veces por una simple efusión en la frente como lo conocemos actualmente. La Cena constituyó a la vez el recuerdo perpetuado de la última comida de Jesús con sus Apóstoles y la unión en Dios, del iniciado con una potencia superior. Su forma cambió con frecuencia en aquellas iglesias. Antes de recibir el bautismo, el neófito hacía el juramento de no dar a conocer nunca los Misterios que se le revelaran después de su iniciación. Siguiendo las sectas, además del bautismo y de la cena, se efectuaba la imposición de manos, renovante de la transmisión de los poderes iniciáticos, la marca, por medio de un sello, la unción, la recitación de fórmulas místicas de varios sentidos, como la mayoría de las fórmulas iniciáticas, la comunicación de objetos sagrados y la interpretación de su simbolismo muchas veces oscuro y entregado al azar de la inspiración de cada cual. A través de la Edad Media y a pesar de las persecuciones, el gnosticismo sobrevivió y todas las herejías albigenses se inspiraron en su doctrina; después cayeron en los ambientes en que el odio y la ignorancia debían imponerle sus deformaciones. La gnosis se encontró mezclada a la peor magia negra. En nuestros días, un grupo de intelectuales se ha encargado de vivificar esta enseñanza difamada; siempre, a causa de la interpretación personal, muy pronto existieron tantas sectas como personas. A pesar de todo, estos múltiples grupos coinciden en líneas generales. Nos basaremos en su enseñanza. Las ideas comunes a todos los grupos, son el origen del hombre, la necesidad de revelarlo a los que merecen ser instruidos y guiados hacia el Fin que es Dios. El aspirante debe cambiar Completamente su personalidad; debe despojarse del hombre antiguo y después, desnudo de lo que constituyó su pecado, debe revestir el blanco traje de la boda, el vestido de luz de los elegidos. En las enseñanzas secretas de la gnosis Simón Theófano nos enseña las bases de esta educación personal. Primeramente el ser existe en las tinieblas; aspira a la claridad. Desde el punto de vista, cosmogónico representa el caos informe cuyo símbolo es la, piedra en bruto antes de la transformación. Desde el punto de vista metafísico, es la impotencia de la acción como consecuencia de la ignorancia en que se encuentra el ser, en relación con la Actividad o Causa primera y su símbolo iniciático es el color negro. Desde el punto de vista de la Humanidad es la misma inconsciencia del agnosticismo y su símbolo es una antorcha vuelta hacia abajo. En lo concerniente al individuo, es el estado en que se encontró antes de su primer deseo de buscar la luz y en el simbolismo místico, este estado de espíritu del adepto, antes que cualquier pensamiento divino, corresponde a la desnudez. La iniciación gnóstica tiene por objeto encaminar al que busca la luz, utilizando su iniciación para su evolución, lo cual constituye el verdadero objeto de todas las iniciaciones. Para esto, la piedra en bruto debe llegar a ser la piedra tallada, para que pueda formar parte de la rítmica arquitectura del que creó los mundos. Para que la piedra en bruto se convierta en la piedra tallada, deberá emplearse el martillo, la voluntad, y el cincel, el juicio. El martillo representa la fuerza inconsciente, la voluntad brutal y maciza que, como el martillo, debe tenerse bien sujeta por el espíritu, único capaz de dirigir esta potencia casi animal. Por el contrario, el cincel represente el juicio, la fuerza organizadora del espíritu. El espíritu debe suprimir del ciego deseo, todo lo que podría perjudicar el plan preconcebido, aunque la materia y la sensibilidad sufrieran. El discernimiento del espíritu debe aplicar las tijeras en los puntos necesarios. Como en todas las iniciaciones, observamos que las impulsividades humanas están sometidas a la dirección del espíritu que las conduce, sirviéndose de ellas en beneficio del interés colectivo y del bien común. A pesar de su perfecta precisión, el cincel no puede herir sino bajo el choque del martillo. Es un símbolo, muy bello, de la impotencia de la ciencia sin un animismo bien dirigido que le proporcione el impulso y su fuerza. Se dijo que los grandes pensamientos proceden del corazón y las grandes acciones también. El que domase completamente sus sentimientos, no sufriendo ninguno, podría coleccionar las ideas científicas como distracción personal; si el deseo de ser útil no le impulsaba a ponerlas en acción, nada útil produciría para la felicidad o evolución de la Humanidad. En la Francmasonería encontramos los dos símbolos bajo la misma interpretación. El martillo y las tijeras son el emblema del primer grado de iniciación masónica, o sea el de aprendiz. Las enseñanzas de Simón-Theofano nos proporciona muchos detalles sobre la acción del martillo y de las tijeras, pero ya hemos visto la idea general; el hombre debe dominar sus impulsos y hacer firme su voluntad, a semejanza de un metal afinado, de manera que sus impulsividades, hábilmente canalizadas, puedan en un caso determinado, herir con energía y justeza cumpliendo el acto deseado con toda la fuerza y precisión posibles. http://groups.google.com/group/secreto-masonico Contrariamente a la Iglesia Católica, los gnósticos han conservado la tradición de los misterios y de las pruebas. Por esto encontramos en un Catecismo Gnóstico, puesto recientemente al día por Sophronius, un estudio detallado sobre los "Misterios iluminadores" y los "Misterios purificadores". Según este autor, los "Misterios iluminadores", son más bien una explicación esotérica de la gnosis y preparaban al fiel para recibir la comunicación divina, para discernir en las revelaciones interiores los pensamientos que proceden de Dios y los que pueden emanar del tentador. Estos misterios tienen, como finalidad, el conocimiento de Dios, en cuanto se permite al espíritu del hombre. Dios está representado en ellos como Uno simple, infinito y absoluto; un ser sin forma ni límite que no podremos comprender hasta que estemos libres de la mortaja de la carne, aunque ahora podamos entreverlo en los éxtasis de la perfecta iluminación. Los Misterios purificadores ordenan naturalmente abandonar la vida sensual por la espiritual. El espíritu debe desnudarse de lo que sea demasiado carnal para presentarse al Padre celeste. Cuando el adepto ha sufrido la purificación contempla, ama, se siente transportado, adora y está en éxtasis. En el éxtasis se encuentra inundado de vivas y puras alegrías. El goce en que está sumergido no se parece a ninguna de las felicidades humanas que no pueden proporcionar más que una grosera idea, porque ce adepto se une a Dios; encuentra unión la perfección personal, el término de la perfección. Las purificaciones personales se hacen como en Egipto, por medio del Agua, del Aire y del Fuego. Los Misterios del Agua, como lo expone el Catecismo de la iglesia gnóstica, no se dan sino en el tercer grado de la iniciación. Antes el aspirante no es iniciado, sino candidato a la iniciación y está admitido solamente a las instrucciones preparatorias. Después del bautismo, el aspirante no es todavía un iniciado completo, no es más que adherente o asociado al culto gnóstico. De todas maneras es aún candidato, no a la iglesia gnóstica, sino a la completa iniciación para la cual será o no escogido. Lo mismo que el agua bendita de las iglesias, la que sirve para el bautismo gnóstico está consagrada, es decir, magnetizada por un rito especial, cuyo objeto es darle fuerza purificadora. El bautismo iniciático no debe administrarse jamás a un menor de edad. Desde el punto de vista gnóstico-racional, ya que la palabra gnóstico quiere decir conocimiento, el bautizado debe ser capaz de conocer y comprender el acto que cumple; para que el bautismo responda a su verdadera finalidad, es necesario que el nuevo adepto pueda arrepentirse de sus faltas y penetrarse del objeto perseguido por sus iniciadores. El bautismo concebido de esta manera, corresponde a la primera comunión de la Iglesia católica romana como fecha en la vida del niño. Según Sophronius, el bautismo de agua lava las manchas interiores del alma del pecador; produce, cierta, modificación en el psicolón, modificación que por otra parte deja siempre signos; apoya, la resolución del sujeto y le proporciona los medios de despojarse del hombre viejo y llegar a ser un hombre nuevo, un cristiano, un hijo de Dios. A continuación da las primicias del santo Espíritu, pero no la plenitud de sus dones." Para obtener la plenitud del Espíritu es necesario que el adepto se someta a los Misterios del Fuego y del Aire (o viento). Este misterio está destinado a hacer del cristiano, un perfecto hijo de Dios y por esto no se da, sirio en el quinto o sexto grado de la iniciación gnóstica. Después de esta ceremonia se llega a ser un verdadero iniciado. El bautismo del Fuego procede de las iniciaciones más antiguas: de ello hace alusión el Evangelio de la iglesia romana lo reemplaza por los gestos simbólicos de la confirmación. En la iglesia gnóstica la ceremonia es muy imponente: el ministro del culto pasea por tres veces alrededor del bautizado una gran llama diciendo: En nombre del Cristo Salvador, que el Espíritu Santo, disuelva y consuma todas las manchas. Así plazca al Padre Todopoderoso. Para el bautismo del Aire o viento, el ministro del culto toma con la mano derecha el harnero místico de los misterios de Eleusis y lo agita en las espaldas y cabeza del individuo como para separar de sus pensamientos cualquier idea vana; lo mismo procede el harnero que separa el grano de su corteza. El ministro del culto dice: En nombre del Cristo Salvador, que el Soplo divino eche todas las impurezas de tu alma y devuelva la limpidez a tu espíritu. Así plazca al Padre Todopoderoso. Después de estas dos consagraciones viene un tercer misterio; el Misterio inefable (la Eucaristía), la recepción del pan y del vino consagrados. En este punto especial la comunión gnóstica difiere profundamente dula católica. Los gnósticos reciben en la comunión pan y vino, mientras que los católicos laicos no reciben más que el pan. Este simbolismo no es indiferente. El pan simboliza la letra y la explicación exotérica (externa), mientras que el vino reservado a los iniciados indica la revelación integral, el esoterismo. Los gnósticos, cualquiera que sea su rango y profesión, reciben el pan y el vino, símbolos del esoterismo que se concede a todos hasta, casi sin el consentimiento del sacerdote, por medio de la iluminación directa. Esta admisión a la comunión del vino es el símbolo del libre examen y de la libertad religiosa. Se comprende que este rito sea muy importante en la religión gnóstica. Sin embargo, existe otro que sobrepasa en importancia a esta Eucaristía y es el Misterio del Gran Nombre (La Palabra Perdida) que cumple el perfecto iniciado. Este misterio concede, al que es admitido, el poder sacerdotal ya sea que las cualidades que es necesario demostrar sean innatas en el recipiendario, ya sea que las haya adquirido por un laborioso adiestramiento, las mujeres NO ESTAN EXCLUIDAS DEL SACERDOCIO en la comunidad gnóstica; han conservado el tardío acceso en la primitiva iglesia, griega, de la cual afirman descender los gnósticos. http://groups.google.com/group/secreto-masonico/browse_thread/thread/2a78a725f8fd17b4 El gnóstico que recibe el Misterio del Gran Nombre, puede llenar todas las funciones religiosas, distribuir los Sacramentos, y celebrar los Misterios. La suprema iniciación se concede con el Misterio de las Acciones neumáticas. Las funciones resultantes de este grado son más bien de orden psíquico; permiten al adepto dirigir su psiquismo para, operar curaciones, ya por la imposición de manos, por el aliento o unciones de aceite consagrado. Los procedimientos de adiestramiento son tales, que los que son tratados de esta manera, pueden recobrar la salud aunque esté muy agotada. La potencia sacerdotal recibida también por el Misterio de las Acciones neumáticas proporciona el don de profecía, desarrolla la clarividencia y la taumaturgia. Naturalmente, y si creemos a los gnósticos modernos, los grandes Misterios no se conceden a la ligera y no se atribuyen más que a personas dotadas de cualidades completamente superiores. Las cualidades morales exigidas del perfecto iniciado lo designan entre los hombres como capaz de proceder útilmente sobre la multitud de fieles confiados a su dirección. Es necesario que el sacerdote sea sobrio, casto, desinteresado, impenetrable, inaccesible a cualquier prejuicio o terror, impasible y capaz de soportar sin vacilar en su fe, todas las contradicciones y penas. Debe ser digno,y reservado pero suave con todo el mundo, y aunque deje aparecer benevolencia sobre sus relaciones sociales, no debe nunca dejarse absorber. Físicamente, aunque no se exija la belleza, es necesario que el sacerdote no sea deforme y que sobre su cuerpo, lo mismo que sobre su ropa, brille la más perfecta limpieza.
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