Aleister
Crowley, Una de las páginas tenebrosas de la francmasonería mexicana .
Era
febrero, y corría el año de 1900, y yo me encontraba en el Puerto de Veracruz,
México, para recibir a un magnate cervecero británico llamado Edward Alexander
Crowley, me decían era un personaje excéntrico y un tanto siniestro, bueno, se
preguntarán quién soy mi nombre es Jesús Medina, y siendo masón, fui
encomendado por el mismo Don Porfirio Díaz presidente de México, para ver de
que verdaderamente trataba el asunto de este británico en territorio mexicano, ya que la situación en México apuntaba a ser
inestable, políticamente y socialmente inestable.
Así,
estaba en el embarcadero de Veracruz , y mirando al horizonte alcance a divisar
el buque que trasladaba a este súbdito
de la corona inglesa, llamado Mister Crowley, mi alma por alguna razón se sobre
cogió al mirar a este hombre desembarcando en México, yo había aprendido ingles
cuando estuve en Nueva Orleans, en mi juventud, así que no fue difícil conversar
con él, ya en contacto con este hombre me pareció ser una persona educada y
refinada, pero algo en el me pareció maléfico, tal vez su mirada penetrante y
sombría.
Subimos a
unos carruajes tiradas por caballos , una
cantidad enorme de maletines, valijas , y cajas de madera a unos carruajes que
nos trasportarían a la Cd de México y posteriormente a la Cd de Toluca Estado
de México.
En el
largo trayecto de Veracruz a Toluca, el Señor Crowley , me comentó deseaba
conocer el lado Mágico de México , y escalar sus altas montañas, sobre todo el
Nevado de Toluca, fue inevitable no hablar de ocultismo en el viaje, la verdad
creo nos hicimos muy buenos amigos. Llegando a
la Ciudad de México llegamos a un Banco, al Banco de Londres
y México, ahí cambio un giro emitido de
libras esterlinas y cambio una cantidad ingente esta moneda británica a moneda mexicana, contratamos unos guardias y
lo envié un reporte telegráfico al señor presidente de México Don Porfirio Díaz también masón, comentándole
de la situación.
Nos
alojamos en la Ciudad de México en el Hotel Gillow, en el mismo centro de esa
ciudad, y fue durante la cena que ya relajados , es que comentamos de la Masonería, al comentar esto al Señor
Crowley se vio entusiasmado , y me comentó que deseaba ser iniciado masón , un
brillo extraño inundó sus ojos.- Luego comentamos de numerología cábala, pero
fue en un instante que en un salón privado del Mismo Hotel, donde cenábamos,
que un algo extraño se sintió presente, uno hombre que nos acompañaba esa noche
llamado Francisco Pilar, un recién llegado a México luego de estudiar en alguna
universidad extranjera, y que habíamos conocido justo en el Hotel, Francisco
Pilar se puso en trance , y por su boca
habló en ingles un ente o un espíritu, y
nos comunicó de lo determinante a nivel histórico que sería si Crowley, se iniciaba masón. Crowley y yo lo tomamos como una señal, le
preguntamos ya pasado esto a Francisco Pilar si era médium espiritista y nos
dijo que no, y que no recordaba nada,
cuando le comentamos de que él nos había dicho sobre ese asunto. Crowley sonrió y nos intercambiamos miradas,
en cuanto llegamos a la Ciudad de Toluca , nos abocamos a iniciar a el Señor
Crowley, estando ahí, pasados un año nos comunican de la muerte de la reina
victoria en enero de 1901 , y él lo tomó en sorna de burla, evidentemente el
odiaba a la reina por alguna razón, que luego
me dijo que era una monarquía represiva la de la era victoriana.
Pero el centro
de la visita del Señor Crowley a nustras tierras mexicanas fue la fundación de la Orden
Secreta de la Lámpara de la Luz Invisible [Sacred Order of the Lamp of the
Invisible Light], de la cual el mismo
señor Crowley me nombró máximo
sacerdote, devolviendo así la " mis cortesías" que de mi había
recibido, según me contó . El objetivo
de dicha orden secreta era restaurar el bagaje de magia ritual que la
francmasonería había perdido , según ellos, olvidado.
Pasados
los años , es que escribo esto, como registro histórico , de alguien que luego
se convirtió el Famoso Mago Negro Aleister Crowley.
Luego
comentaré más , ya que quien escribe esto, fue discípulo, de un discípulo , de
un discípulo, del Maestro Aleister Crowley de cuando estuvo en México.
–
Alcoseri.