ESTAMOS EN PODER DEL “YO” FANTASÍA La fantasía puede satisfacer todos los cinco centros de la máquina, de tal modo que el ser humano queda satisfecho con lo que fantasea en lugar de lo real. Sin embargo, por lo general pasa mucho tiempo antes de que una persona en el Trabajo empiece a observar su fantasía. ¿Por qué somos tan incapaz a de registrar los hechos acerca de nosotros mismos? Una de las razones es que nuestra fantasía lo impide. De modo que no podemos ver nada real, ningún hecho real acerca de nosotros mismos, excepto de un modo muy borroso. Nuestra fantasía —o estado de hipnosis— impide toda observación real, directa. Creemos que somos, por así decirlo, gentes respetables y agradables, y no podemos ver a través de la bruma de la auto-fantasía que no lo somos en absoluto. El Trabajo nos enseña que estamos en poder del "Yo" fantasía, y que este es el origen de todos nuestros sufrimientos. Este "Yo", o sentimiento o idea de sí, está compuesto de fantasía. No se les ocurra pensar que la fantasía no es nada —"pura fantasía"— como dice el proverbio. El Trabajo dice acerca de la fantasía: Es la fuerza más poderosa que actúa sobre la humanidad. Es una cosa definida y terrible, no un "mero nada". Decir que una persona sufre de fantasía es decir que esta persona está bajo el poder de una fuerza muy poderosa y peligrosa. El poder de la fantasía puede ser destruido si reflexionamos: ¿Qué "Yoes" me controlan? ¿Qué "Yoes" gobiernan mi vida? ¿A qué "Yoes" cedo? ¿Puedo dividirme en diferentes "Yoes" y examinar lo que dicen y hacen y lo que piensan y sienten? Así podemos registrar los hechos Recuerden cómo se describe nuestro estado de sueño ordinario en el Génesis hebraico: "Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz". ¿Qué es la luz? La Conciencia, las ideas de este Trabajo. Cuando un hombre que tiene un centro magnético apropiado conoce por primera vez las ideas del Trabajo, éste es "la tierra que estaba vacía y las tinieblas". La observación de sí que se hace sinceramente según el conocimiento de las ideas del Trabajo deja entrar la luz en las tinieblas interiores, en el caos interior de uno mismo. Así se define la observación de sí en el Trabajo, porque dice que la observación de sí "deja entrar la luz" en uno mismo y agrega que muchas cosas suelen tener lugar en la oscuridad, del mismo modo que ciertos procesos químicos no se pueden producir en presencia de la luz. La luz es la Conciencia. Este es el comienzo de esta posible transformación interior del ser humano que toda la enseñanza esotérica, incluso los Evangelios y este Trabajo, siempre repite a lo largo de los siglos.
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