Extraños asesinatos.
Algo
muy extraño estaba sucediendo, varios monjes del monasterio habían sido
asesinados, los monjes a esto habían llamado a la Policía, y describían, al
asesino como un ser que no se podría describir como con rasgos que encuadraran
con algo humano, era grande y tenía unas pequeñas alas a la espalda, y en lugar
de ojos tenía dos ardientes brazas rojas, muchas
personas cercanas al Monasterio lo habían visto merodear por las calles poco
iluminadas, y le descripción era la misma, solo que decían ese ser siniestro no
tocaba el suelo al desplasarse, la policía
desplego un operativo alrededor del Monasterio , pero, no podían detenerle y seguía
asesinando a monjes, poco a poco el terror se apodero de los monjes, ya nadie quería tan siquiera comentar del
caso, muchos policías comenzaron a especular que se debía a un Maleficio o
alguna Maldición.
Jacinto
era un joven monje de ese maldito monasterio, quien había decidido hacer una
visita a su hermana, solo llevaba lo necesario y viajaba solo, era muy amable y
decente. En unas de sus paradas de autobús para desayunar, vio a una linda
joven con un morral al hombro , que también parecía estar de paso, a Jacinto le
llamo mucho la atención la chica , así que fue a hablarle para presentarse. La
chica se llamaba Sofía, también era una linda persona, y enseguida se hicieron
buenos amigos, ella también se dirigía en la misma ciudad, y le pareció que Jacinto
era un buen chico, así que luego de desayunar, se fueron juntos en el autobús.
Ya
en camino, habían hablado de muchas cosas, parecían ser el uno para el otro, conversaron tanto y amenamente que pasaron las horas inadvertidas, y pronto
llegaba la noche, en ese momento, Jacinto le hablo a Sofía que era un Monje del monasterio de las Luces ,
Sofía se sorprendió, y preguntó ¿Eres Monje? A lo que Jacinto dijo tranquila no
es un Monasterio Religioso, sin un Monasterio del Saber, nada tiene que ver con el celibato, ni con
cosas de esas. Sofía se tranquilizó pues veía en Jacinto un buen prospecto de
Marido. Y fue cuando Jacinto le comentó
de los asesinatos dentro del Templo. A lo que Sofía, le comentó si, si he leído
de esto en Internet, y lo han comentado varias amigas del Colegio.
-Sofía,
¿qué piensas de lo que está pasando con tantos monjes asesinados?
-Ay
Jacinto , la verdad es que todo eso me da terror, y te confieso que el motivo
por el cual acepte sentarme junto a ti en el autobús , es porque no quería
estar por aquí sola, y aunque recomiendan no tratar con extraños, tú me das
confianza, y me siento segura, más ahora que pasan tantas cosas malas, en
cuento a los asesinatos del Monasterio la verdad
es extraño, que no sepan como ese asesino mata a monjes, y nadie sabe ni como lo hace., además dicen que
tal vez no sea un asesino, sino muchos,
otros creen que puede ser algún demonio,
o algo sobrenatural…….respondió Sofia.
-Ja!
eso si no creo, no creo en demonios ni espíritus, ni en maleficios , ni
Maldiciones como muchos creen, yo estoy seguro de que se trata de un asesino,
de alguien que le encanta asesinar, además , yo soy un monje de ese monasterio
y no tengo miedo a eso, aun si fuera un demonio………dijo Jacinto muy altanero.
El
tema continuo, y se generó una pequeña discusión dentro del autobús, a lo que
el chofer pidió bajaran la voz pues muchos pasajeros dormían , en eso bajaron
la voz y en la que Jacinto aseguraba que
era algo humano, y Sofía que era sobrenatural, hasta que llegó un momento en
que el ambiente estaba tenso, y Jacinto , estaba muy silencioso, con la vista
fija a la ventanilla del autobús, igual que Sofía, pero algo cambio entre ellos.
- El autobús llegó a la ciudad indicada,
bajaron del autobús y se dirijan por los pasillos de la Central da Autobuses,
y dijo Jacinto: Sabes Sofía eres una chica muy dulce, y me ha
gustado mucho conocerte, pero hay algo que debo confesarte, un secreto que
tengo; en ese momento Sofía vio que Jacinto detenerse en el pasillo, antes de
tomar las maletas.
-Voy
a demostrarte porque estoy seguro que todas las muertes en el Monasterio son
causadas por un asesino, en eso el rostro de Jacinto cambio, sus ojos se transformaron
en dos brazas ardientes, y sus dietes blancos y afilados, eso duro apenas unos
segundos pero suficientes para que Sofía se diera cuenta de que Jacinto no era
propiamente un ser humano, pero Sofía extrañamente se mostró tranquila, algo
dentro de ella sabía que el Monje Jacinto no le haría daño.
-Pero
¿Por qué lo haces?, ¿por qué haces eso?, preguntó Sofía
Simple
contestó Jacinto, la respuesta es simple, yo alimento con ello a Mi Diosa
Madre, y con ello , se paga el precio por la transformación
-
En eso Sofía, comienza a transformase también en algo parecido a Jacinto y
….preguntó
Jacinto ¿Qué pasa?
-¿Sabes
Jacinto?, tú no eres el único con un secreto, y ahora yo voy a demostrarte el mío,
me pregunto quién habrá sido el más afortunado de los dos al no obedecer las
normas de seguridad de no tratar con extraños en un viaje por autobús , ¿yo por
acceder invitación, o tu por dejarme acompañarte?…..le preguntó Sofía,…… y
mientras lo hacía, abrió su morral , en el cual tenía huesos, algunos collares,
sal, y varios artefactos de brujería, los cuales puso alrededor del cuerpo de
Jacinto, sin que Jacinto se incomodara, la gente alrededor ahí en la Central de
Autobuses no podía mirarlos, eran invisibles para el reto del Mundo, , Sofía decía
unas palabras que no se podían entender, una especie de rezo, mientras Jacinto
sonería.
-Al
final Jacinto , parece que los dos teníamos razón, las personas mueren victimas
de un asesino humano, y por un demonio….dijo Sofía, y es que tú eres mitad
humano y mitad demonio. Y Yo soy tu hermana.
Lentamente
Sofía se alejó de Jacinto, mostrando una tenue sonría , mientras decía: felices
coincidencias de hermanos , al menos viajamos juntos unas cuantas horas en este trayecto de la Vida
Jacinto
en ese momento le dice a Sofía su hermana: Nos encontramos vos y yo En la
Escuadra
Y
Sofía le responde a Jacinto: si mi
hermano y nos Separamos a Nivel. Sigue en lo tuyo alimentando a la Viuda.
Alcoseri