Una competencia a quién es mejor masón
Dos masones
sentían se aborrecían mutuamente debido a una alocada carrera por demostrarle
uno a otro quien era mejor masón , y aunque la masonería no es propiamente una
competencia de ver quien es mejor que el otro, así lo veían estos dos masones.
Ambos así se enfrascaron en una carrera competitiva por años. Y llegó a tanto
su rivalidad que nombraron a un hermano masón como juez, al principio este no quiso
seguirles el juego, pero creyendo incluso sería divertido accedió a ser juez de
cuál de los dos masones era mejor masón
que el otro. Este nombrado Juez masón se llamaba Serapio. Serapio dedujo que a
final de cuentas nadie podría decir quién es mejor o peor masón. Pero pensó
sería divertido a la vez que sería , algo de cuestión didáctica y de
instrucción masónica para los demás masones, tan estéril rivalidad entre
masones.
Para encender
las los ánimos el Francmasón Serapio comenzó a esparcir rumores ofensivos acerca de los dos masones, como si
uno dijera algo del otro y viceversa. Después de algún tiempo, escucho dimes y
diretes venenosos acera de ellos por todas las Logias, los dos masones se
sintieron atacados y no falto luego quienes hicieran equipo con uno u otro
masón. Después de un tiempo ambos rivales, supieron que el francmasón Serapio
era quien había esparcido rumores ofensivos contra ellos, como si uno dijera algo de otro, y fue cuando los dos se
reconciliaron y, unieron su ira contra el Francmasón Serapio, fueron a verle
llenos de indignación. Descargaron su cólera contra el Francmasón Serapio,
olvidando completamente todos las enseñanzas masónicas de tolerancia y
fraternidad que habían escuchado en la Masonería.
-¿Sabes
por qué hemos venido a verte, maldito francmasón Serapio? Gritaron al ver al
francmasón Serapio en pasos perdidos.
-Si lo sé
– contestó el Francmasón Serapio, ustedes han venido:
Primero,
porqué yo soy el que los ha traído hasta mí, y no ustedes han vendido por
motivo propio, ustedes me nombraron juez, y está en un documento masónico
firmado por ustedes y por testigos. Y con esto he demostrado que ambos son
superficiales , indignos de llamarse masones , y menos de ser uno mejor que el
otro. Esta es la competencia a la que los he puesto a prueba. O ¿cómo querían que
los evaluara? ¿Con un test por escrito?
- incluso no eran legítimas sus motivaciones de ser mejor masones
ayudando a la humanidad, o a la comunidad masónica, eran nada más ni nada menos
que sus egos enfrascados en quien de ustedes tenía el más alto cargo en Logia o
quien tenía más grados o quien tenía más poder de convocatoria al unir a otros
tantos masones más en sus equipos de unos contra otros; así dividieron a la
logia.
Segundo,
fue necesario que demostraran sus sentimientos falsos , y que fácilmente yo
pude manipularles para hacerles venir aquí , con sus egos inflados y ahora
frente a mi totalmente desinflados, ustedes han venido aquí no movidos por su voluntad de masones , sino por sus dañados
egos.
Tercero,
son desobedientes a los postulados masónicos, pues la masonería no es una
cancha deportiva donde pongan a competir sus falsos egos.
Cuarto, están
aquí para que otros masones aprendan de ustedes , y ustedes puedan ser maestros
inconscientes en esta vergonzosa situación.
Quinto,
ustedes están aquí , porque ustedes no son diferentes al resto de los masones
que se unieron a sus bandos rivales, yo tuve la necesidad de iniciar dos pequeños
e insignificantes rumores en Logia contra ustedes , pero la suspicacia y
deleitada gente en logias que no se puede decir que sean masones , se dedicó a esparcir y en agrandar y multiplicar los rumores, y esos dos
pequeños rumores eran certeros y uno de ellos fue de lo hinchados de sus egos y
el otro que eran incapaces de reconocer humildemente que uno fuera mejor que otro.
Sexto, están
aquí porque ahora dadas las circunstancias y el documento masónico firmado por
ustedes , y por testigos, donde se baten en una competencia, ahora es cuando
comienza y ustedes tendrán que demostrarse uno al otro y a toda la comunidad
masónica que son los mejores masones , y tendrán que trabajar duro por el bien
de la orden masónica y de la humanidad.
Y no seré
yo quien los juzgue a final de cuentas sino Dios , el
Gran Arquitecto del Universo.
Alcoseri.