La Palabra que Vuelve a la Vida
En cierta ocasión unos obreros le pidieron a Hiram Abiff “El Maestre Constructor del Templo de Dios en Jerusalén”, que les revelase la Palabra Secreta con la cual podrían resucitar a un muerto.
Hiram les dijo: Si os lo digo, abusaréis de él
Los Obreros Albañiles insistieron diciendo: Estamos listos y bien preparados para tal conocimiento secreto; además con ello podríamos aliviar el dolor de los deudos de aquel hombre muerto, que ha dejado una mujer viuda y con hijos.
No sabéis lo que pedís, respondió Hiram, pero les dijo la Palabra Secreta.
Al tiempo, estos obreros albañiles se hallaban en camino a Damasco, pensando en Resucitar a aquel hombre muerto, y así socorrer a los hijos de aquella Viuda; fue así que vieron un montón de huesos blancos. Y se dijeron entre sí. Es momento de poner a prueba la Palabra; y así lo hicieron, pronunciaron la Palabra que vuelve a la vida a los muertos.
Así, tan pronto como pronunciaron la Palabra, los huesos se comenzaron a mover, recobrando la carne que los había cubierto y se transformo en una impresionante bestia que los devoró.
Aquellos masones dotados de discernimiento comprenderán esta alegría. Aquellos que aún no la tienen, podrán adquirir algún tipo de discernimiento meditando sobre este relato.
http://groups.google.com/group/secreto-masonico