¿QUÉ ES LO QUE BUSCAMOS COMO MASONES?
¿Qué es lo que busca la mayoría de nosotros en la Masonería? ¿Qué es lo que cada uno de nosotros como masones quiere? Sobre todo al venir todos de un mundo profano de zozobra, en el que todos procuran hallar cierto género de felicidad no muy claro, buscamos alguna clase de paz, un refugio, superación, camadería resulta sin duda importante averiguarlo ‑¿no es así Qda:.Hermanas QQ:.Hermanos y?- qué es lo que intentamos encontrar, qué es lo que tratamos de descubrir en Masonería. Es probable que la mayoría de nosotros busque alguna especie de felicidad superior o algún tipo de poder, alguna clase de paz profunda; en un mundo sacudido por disturbios económicos, guerras contra el narco, contiendas electorales, luchas religiosas, deseamos hacer de la Orden Masónica un refugio donde pueda haber algo de paz verdadera. Creo que eso es lo que casi todos deseamos como masones. Y así proseguimos, yendo de un dirigente masónico a otro, de una propuesta a otra, de una tenida a otra, de un blog o foro masónico de internet a otro. Tenemos claro que lo que invirtamos en masonería será lo que obtengamos, si invertimos fraternidad sacaremos fraternidad, si depositamos odios y rencores en Logia sacaremos eso mismo odios y rencores de los hermanos, y así todo por ese estilo.
Ahora bien en Logia: ¿andamos en busca de la felicidad autentica, o lo que buscamos es alguna clase de satisfacción mórbida de la que esperamos derivar felicidad egoísta? Pero hay una diferencia en Masonería, por cierto, entre felicidad y satisfacción. ¿Podemos bien buscar la felicidad? Tal vez podemos hallar satisfacción; pero, ciertamente, no podéis encontrar la felicidad. La felicidad, sin duda, es un derivado de algo superior en la consciencia; es un producto derivado de alguna cosa sublime. Antes, de consagrarnos masónicamente a algo requiere gran dosis de seriedad, de atención; pero qué es lo que buscamos: si es felicidad o satisfacción. Temo que todos nosotros busquemos algún tipo satisfacción personal en algún momento. Deseamos estar satisfechos, deseamos hallar una sensación de plenitud al final de nuestra búsqueda. Buscamos en la Orden Masónica algo a lo cual podamos adherirnos, algo que nos dé certeza, una expectativa, un entusiasmo duradero, una constante seguridad, porque si en nosotros mismos nos sentimos inseguros. No nos conocemos a nosotros mismos, no sabemos ni lo que queremos. Muchos sabemos en cuanto a hechos: lo que han dicho los libros masónicos; pero no lo sabemos por nosotros mismos, no tenemos una vivencia directa de lo que es o lo que no es masónico. Queremos algo que perdure eternamente, que nos satisfaga. Si nos despojamos de palabras y frases profanas, y vamos al fondo de las cosas, eso es lo que queremos. Queremos placer, perpetua satisfacción egoísta; y a ello le damos el nombre de verdad, Dios o lo que sea.
Y bien, queremos un mórbido placer, al mantenernos entre elogios mutuos en Logia, condecoraciones masónicas y reconocimientos de papel entregados entre columnas. Tal vez estas expresiones sean muy crudas, pero eso es realmente lo que queremos: acumulación de grados masónicos de oropel, pero sin conocimientos que nos den una certeza masónica autentica, grados pero sin una experiencia en Logia que nos dé Luz, reconocimientos sin una satisfacción espiritual, un algo que no se marchite el día de mañana. Y, habiendo experimentado diversas vanas satisfacciones, todas ellas se han desvanecido al otro día por la mañana al ver la realidad de lo que somos; y ahora esperamos encontrar una satisfacción permanente en la realidad Masónica, en Dios “El Gran Arquitecto del Universo”. Eso, por cierto, es lo que todos buscamos: los dogmáticos religiosos y los necios teóricos en las universidades, el especulador comercial y el político que lucha por satisfacerse personalmente. ¿Pero existe satisfacción permanente? ¿Existe algo que haya de perdurar? Y es cuando pensamos que debemos crear en nosotros algo concreto, sólido como una dura roca, algo que ni el tiempo ni lo mundano marchiten, eso es crear una Alma inmortal, esa alma del que habla tanto la masonería, ESO ES LO QUE BUSCAMOS LOS MASONES.