Estar Presente, ese Poderoso Estado.
Si buscáramos una palabra que transmita la verdadera idea masónica y sufí; esta sería la palabra “Presencia”. La presencia es el estado poco común en el cual “nosotros” estamos dentro de “nosotros mismos”. La mayoría de las veces estamos ausentes, y en ese estado de ausencia poco o nada podemos captar acerca de Dios, o incluso captar algo de nosotros mismos. Generalmente siempre estamos volcados hacia afuera, criticando y mirando lo que los demás hacen, ó no hacen. En un estado de ausencia total podemos fisiológicamente operar, incluso vivir mundanamente, pero para vivir en un estado superior de consciencia es necesario e inexcusable estar Presentes.-
Podemos hablar del “Mi Mismo” sin el “Yo Real” incluso sin la presencia de Dios, un simple cuerpo de huesos y carne, unos recuerdos y nada más. Entonces evocar o invocar esa Presencia Divina es lo más adecuado. Si miráramos a nuestro cuerpo como en una habitación, nuestra propia habitación, debemos decir sin lugar a equivocarnos que muy pocas veces estamos en nuestra habitación. Sin un estado de presencia no hay Islam, no hay Sufismo, no hay Masonería, no hay Cristianismo. En estado de ausencia pueden haber cosas mundanas como: negocios, estudios académicos, política, cosas de familia, religiones profanas, convivencias amistosas etc. Pero No, Nunca en un estado de Ausencia habrá algo superior.-
Siempre esperamos de nosotros mismos y de los demás un comportamiento adecuado, que implicarán una vida sin incidentes, una vida tal y cual la desearíamos, pero pronto constatamos que no somos amos ni de las circunstancias y mucho menos amos de nosotros mismos. Y es cuando comenzamos a percatarnos que ni la ciencia, ni la religión nos ayudan mucho en estos asuntos.-
Reaccionamos automáticamente a los estímulos: con miedo, ansiedad, amor o simpatía, pero simplemente somos manipulados caprichosamente por el medio, haciéndonos presas de pasiones o peor intelectualizándolo todo sin tener consciencia de lo que hacemos.-
Una vez que hayamos captado la distinción entre: presencia y ausencia, habremos dado un gran paso en la comprensión del Sufismo, y muy pronto nos será obvio que estamos muy poco en nuestra habitación mental o corporal. Esto les atrapará y desearán estar presentes en ustedes mismos, una vez que usted este atrapado por este deseo difícilmente podrá escapar, y peor si una vez siente el fantástico sabor del “Estar Presente”, usted buscará sin tregua hacerse de ese estado de “presencia” más continuamente, así hasta hacer este estado de forma permanente. Y es que nada es semejante a estar Presentes, y odiaran cuando estén Ausentes.-
No puedo explicar con palabras qué es exactamente el estado de “Presencia” pero puedo decir que no es algo mental. Está ligado a la existencia misma, al Ser, un estar en cuerpo en el aquí y el ahora, pero estar presente es independiente de todo lo conocido. Es estar dándonos cuenta de mí, de Dios y del Mundo, es parecido a la unión entre Dios, el cuerpo y lo que nos entorna. Y es cuando hacemos que las cosas ocurran y se efectúen. -Alcoseri
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