Un Enseñanza  Secreta proveniente de una Estrella.

Hace miles de años bajo a la tierra un Hijo de la Estrella Sirio, era sabio y bondadoso, en el tiempo que estuvo en el planeta dejó un legado. Durante el curso de su estancia, pues estaba de paso dejo sus enseñanzas en manos de unos escogidos, diciendo que volvería en un periodo para él muy corto, para nosotros los terrícolas muy largo.

Una de las características de estos escogidos era la de ser demasiado olvidadizos. Olvidaron, totalmente, la razón por la cual custodiaban esas extrañas y secretas enseñanzas;  de modo que realizaban los rituales dictados por las enseñanzas de forma mecánica. Otras veces, pensaban  que deberían hacer los rituales de modo diferente  del prescripto en las enseñanzas  que les habían sido  legados.  Esto se debía a que habían olvidado totalmente que los rituales producirían una Luz para la Humidad, y que sin ella el Humanidad se sumergiría en las Sombras.

Una vez, tras otra  luego de que el Hijo de la Estrella Sirio se marchó, surgieron nuevas generaciones que heredaron las secretas enseñanzas de cómo fabricar la sustancia de la Luz, pensaron  que realmente ellos  eran los descubridores de las enseñanzas.  Luego de unos cientos de años la idea original se perdió y sólo quedaba una pálida remembranza de lo que en realidad era originalmente. Algunos de los sucesores del legado de la Gran Luz, comenzaron a percatarse de que algo andaba mal y comenzaron a corregir el rumbo, pero eran pocos,  estaban limitados por su duro ambiente, y dedujeron que estaban en una situación paradójica.  Por ejemplo, a veces hicieron revoluciones sangrientas, otros hicieron inquisiciones pensando que esto solucionaría las cosas, pero no, las cosas seguían igual.  En otras oportunidades llegaron emisarios desde lejos de las estrellas tratando de corregir el rumbo, pero pocos resultados obtenían,  los custodios de las enseñanzas pensaron que eran locos, y de ninguna manera agentes genuinos.

Luego de pocos años, los custodios de las enseñanzas se dividieron: unos crearon religiones, otros más inventaron ciencias, otros se convirtieron en políticos tiranos, –hasta perros mercantiles; y así comenzó más la decadencia. La paradoja también se manifestaba en el hecho  de que de cuando en cuando, continua y misteriosamente llegaban nuevos suministros de energía, y la humanidad seguía adelante; y esto no se ajustaba a la suposición de que los custodios  de las enseñanzas eran los verdaderos dueños del sistema, como ellos suponían. Era como si un Gran Ojo Providente estuviera atento al  desarrollo de las cosas aquí en la Tierra.

Instrucciones sobre cómo producir la Gran Luz, fueron dejadas en los Libros Sagrados  dictados  por el Hijo de la Estrella Sirio  en varios lugares de la Tierra, que servían para refrescarles la memoria. Y así débiles destellos de Luz aparecían de cuando en cuando. Pero,  después estos dictados no se lograban entender,  el Secreto de interpretar los Ritos y la función de las Pirámides se perdió, considerándolos luego como un misterio impenetrable. Algunos, incluso, sostuvieron  que no existía motivo para seguir con los Ritos, ni con la Construcción de Templos y Catedrales. Así, sin embargo, pronto era otra  la explicación que  le daban a la existencia de Enseñanzas,  Ritos y Templos,  monumentos decorativos, Ritos sin sentido y enseñanzas obsoletas.

Pero, como siempre en estos relatos, hubo quienes entendiendo del Sentido Real de las Enseñanzas Francmasónicas, y se dedicaron a retomar el rumbo  Verdadero de la enseñanza. Y así comenzó de Nuevo a Producirse la Gran Luz, para bien de toda la Humanidad.

Alcoseri