Masonería. Orígenes. Historia. Simbología (34ª Parte).

Por René Alberto Langlois.:

LOS VAIVENES DEL SIGLO XIX.

(Lo que pensaba compartir la próxima semana, mejor lo hago hoy, ya que durante la vacación no creo que me acerque a mi Pc, salvo para leer noticias y revisar mi cuenta de FB).

En España, -que contaba a principios de siglo con una incipiente presencia de masones adscritos al sistema inglés entre los aristócratas, políticos e intelectuales-, la masonería se implantó realmente con la entrada de los franceses enviados por Napoleón. (En 1809 se había suprimido la Inquisición y con ella el interdicto que pesaba sobre sí, ya ignorado, de hecho, por casi todos). Una vez puesto en el trono su hermano José, comenzaron a proliferar logias, abiertas por el Ejército francés, bajo la obediencia del Gran Oriente de Francia. Junto a los militares extranjeros, se integraban también simpatizantes o afrancesados, redoblando la animosidad de los pocos masones dependientes de la logia inglesa que luchaban por librarse de sus invasores.

Una vez restaurado Fernando VII, la masonería vuelve a desaparecer y las 34 logias francesas diseminadas por el territorio español, como “EL TRIUNFO DE LA AMISTAD” o “LOS AMIGOS FIELES DE NAPOLEÓN” se clausuran, dispersando a los masones españoles que han confraternizado con los franceses, los cuales tienen que ocultarse o huir por razones obvias. (Estas logias en realidad son un instrumento de la política de Napoleón y estaban integradas en su mayoría por militares franceses). Cuando termina el reinado absolutista y se abre el Trienio Liberal o Constitucional) (Fernando VII es obligado a jurar la Constitución española) , algunos masones españoles piden el apoyo del Gran Oriente de Francia para obtener reconocimiento a su logia barcelonesa “LA SABIDURÍA” y para la implantación en Asturias de la llamada “LOS AMIGOS DE LA NATURALEZA Y LA HUMANIDAD”, que levantan obreros franceses, belgas y españoles. Durante ese período de tiempo se van abriendo logias en España y muchos masones forman parte del poder, pero de nuevo cambia el sistema de gobierno y a mediados de siglo se impone, regresa Fernando II anula toda la labor política y legislativa de las Cortes de Cádiz al abolir la Constitución de 1812 y restablecer todas las instituciones del antiguo régimen por el decreto dado en Valencia el 4 de mayo de 1814, y se prohíbe nuevamente la masonería por la clara presencia de sus miembros en los medios políticos, conspirando y defendiendo posturas liberales o proyectos revolucionarios.

En aquella alternancia de gobiernos que caen y se imponen sucesivamente, las prohibiciones y conmutas, lejos de debilitar a la masonería, propician su resistencia colaborando en los bandos de la oposición. En las tres últimas décadas del siglo alcanza su fortalecimiento definitivo. Auspiciadas por el Gran Oriente de Francia, comienzan a abrirse logias en diversos puntos de España, en Cádiz las de “PIRÁMIDES”, “ABNEGACIÓN” y “AUGUSTO GADITANA”; en Málaga “LA VIRTUD” en Sevilla “ESPAÑA”; en La Palma “FRATERNIDAD”; en Madrid “LA VETÓNICA”; todas trabajando con los tres Orientes españoles ya establecidos: el Gran Oriente Nacional, el Gran Oriente de España y el Gran Oriente Español. Junto a sus equivalentes belgas y portugueses acabarían dando lugar a la llamada MASONERÍA ADOGMÁTICA, provocando la desvinculación con las Obediencias inglesas. Durante la 1ª República, políticos, militares, intelectuales, artistas, periodistas y pedagogos masones intervinieron de forma activa en el intento de suprimir la monarquía parlamentaria; entre algunas de aquellas personalidades se encontraban Muñón de Lara, Lerroux, Campanys, Albornoz, López Ochoa, Ortega y Gasset, Benilliure, Gómez de la Serna o Fernando de los Ríos.

Para concluir traigo a cuento que la masonería experimentó una gran expansión durante el llamando Sexenio Democrático o Sexenio Revolucionario (1868-1874: aprovechó la libertad proclamada por la “REVOLUCIÓN GLORIOSA” de 1868, que consistió principalmente en el derrocamiento de Jacobo II, las logias proliferaron aunque también surgieron conflictos entre las dos obediencias, el Gran Oriente Nacional de España y el Gran Oriente de España. Esta última era más democrática y contaba como Gran Maestre a Manuel Ruiz Zorrilla uno de los políticos más destacados del Sexenio y que fue presidente del gobierno en 1872-1873 durante el reinado de Amadeo I —en 1876 le sustituyó Práxedes Mateo Sagasta, otro político prominente de la época y uno de los pilares, junto con Cánovas del Castillo, de la Restauración borbónica en España; ese mismo año de 1876 el senador marqués de Seoane pasaba a dirigir la más conservadora Gran Oriente Nacional de España-.

Durante este período los masones pudieron darse a conocer y expresar públicamente sus opiniones. El 1 de mayo de 1871 comenzó a publicarse el “BOLETÍN OFICIAL DEL GRAN ORIENTE DE ESPAÑA” y al año siguiente veía la luz el “DICCIONARIO MASÓNICO DE BOLSILLO”, de Pertusa. En esta última obra se decía que la francmasonería es: “una asociación de hombres libres y de buenas costumbres, que tiene por único y exclusivo objetivo el mejoramiento social de la humanidad”.

(Los veo en unos 10 días aproximadamente, René).