Cirugía para el Alma, texto de Sufismo Islámico ______-El Sufismo es la Masonería del mundo del Islam - El Gran Sheik Idries Shah alguna vez cuando aún vivía había venido a México, a Nuevo Laredo Tamaulipas México en concreto, aún mi memoria está fresca, era el año de 1978, era verano, yo acompañaría a mi mentor, sabíamos Idries Shah venía de una gira por Texas, visitando a sus discípulos recuerdo nos dijo. Mi mentor no tenía pasaporte mexicano, ni menos visa norteamericana, y por ellos Idries Shah cursó el Rio Bravo para entrevistarse, no precisamente conmigo sino con mi mentor, del que omito su apellido pero su nombre era Manuel, omito su apellido porque su apellido lo llevan afamados personajes de Nuevo León, México. Mi Maestro Manuel fue un masón, y también un Rosacruz, las cosas en Nuevo León México, no giran en el mismo sentido que en el resto del Mundo, esotéricamente hablando lo digo; y la culpa de ello en parte la tiene mi Maestro Manuel, el a su vez fue discípulo de un Francmasón Cubano que radicó en Monterrey, él cual tenía el apellido Fabregat. Recuerdo Manuel, como maestro esotérico me exigía mucha disciplina, y entre ellas era el escribir textos, tomando en cuenta la correcta transmisión de una idea esotérica, algo difícil en este mundo, puesto que la gente tiene por esotérico a la charlatanería, y a los timadores de carpas, programas de televisión y de la radio ; aun así no nos interesaba nos entendiera el grueso de la gente, sino más bien nos entendiera quien debería entendernos, y punto. Volviendo a Idries Shah, bueno, para ir a conocerle, tomamos un autobús muy temprano, nos dirigimos a Nuevo Laredo, para así conocer a el afamado escritor de bestseller esotéricos islámicos Sufíes, al mismo promotor del Gran Mulla Nasrudin, del Gran Rumi, y de muchos otros escritores del Sufismo Islámico. Yo era un jovencito de 16 o 17 años apenas, pero ya tenía un VW Caribe de lujo, queríamos ir en el VW Caribe, pero a mi madre le pareció peligroso, y por ello mejor fuimos mi Maestro y yo en Autobús a Nuevo Laredo, otros más de Monterrey fueron en sus coches, luego supe que Idries Shah tiempo después se enfrascó como Muyahidín en la Guerra Santa que libraba Afganistán contra los invasores socialistas rusos. Mi Maestro Manuel conocía bien Nuevo Laredo, pues había trabajado como administrador general de los negocios de un riquísima familia por muchos años, era la poderosa familia Longoria de Laredo, esos magnates del Algodón de Tamaulipas, y por ello nos hospedamos en una muy lujosa mansión de la Familia y ahí conoceríamos a Idries Shah. Ahora pienso que Idries accedió a entrevistarse con nosotros porque mediaba esa rica familia, en aquel entonces existía incluso la Banca Longoria y aun vivía don Octaviano Librado Longoria, a Manuel mi Maestro nunca le gustó manejar autos, siempre odio eso me decía. Y le gustaba viajar en autobús y en tren por todo México. Bueno, nos saltaremos de cómo fue el emotivo encuentro de Idries con nosotros, mi Maestro Manuel Sabia perfectamente el idioma inglés e Idries parecía hablarlo con un fuerte acento oriental, al que tenía uno que acostumbrarse, pero pasados unos minutos todo era claro ya. Yo no era el único joven que acompañaba al Maestro Manuel, había más discípulos, pero por alguna razón yo siempre andaba en el centro de todo, bien ahora vamos a lo que nos dijo en esa ocasión Idries Shah. ----------
El Maestro Sufí Idries Shah proponía una cura contra los males del Alma que comienza, según decía , a ser bien acogida en Medio Oriente. ______-Idries Shah, que se sentía orgulloso de un origen Afgano y regio, de sangre Real, de Sangre Azul, pues se decía que era descendiente del mismo profeta Mohammed, era un hombre jovial, pero de una seriedad concentrada como no había visto nunca hasta ese momento, hasta cuando reía lo hacía con seriedad, me parecía. Su cara color de plomo con vagos reflejos luminosos, en ese momento se halla dominada por una barba vigorosa y hosca, que la tenía en forma de candado y su mirada era penetrante que le asemejaba a dos faros de luz neón que son difíciles de soportar al mirarlos hasta cuando uno se acostumbra. Se le descubrían los ojos, nunca escondidos que te analizaban y sus movimientos eran armoniosos , como si danzara una danza ritual derviche, una forma de moverse muy controlada. Hablando con él se tenía la impresión de hablar por teléfono con un persona a la que le tenias tiempo de no escuchar, pero a la que habías conocido muy bien años atrás, si su voz sonaba familiar al extremo, cuando hable con él tocaba mi pecho con el envés de su mano, dando fuertes palmadas, me daba la impresión que pretendía despertar algo en mí, era como hacer énfasis en alguna frase que me quería transmitir y que la sintiera; en un momento me decía Idries Shah, quería comer Tacos, y me decía cómo se pedían en Español, yo le decía, usted sólo diga: Quiero Tacos, luego reíamos como decía Jierotacus, luego Idries Explotó de Risa, de ahí nos decía que la risa era la cura del Alma, el lubricante de la Vida, que nunca debíamos dejar de reír, pero como los decía hasta su risa me parecía seria, y sus carcajadas aunque libres, parecían ser respetuosas, como pretendiendo no herir a nadie . ______- -Luego nos sentamos en una banca circular, y comenzó a decir: No sé -ha dicho- si nuestro amigo Manuel les ha dado una idea de mi nueva terapéutica del Alma. El origen de esta cura es sencillísimo. Durante mis estudios en el Sufismo me sentí impresionado por dos hechos: que nadie es capaz, ni el demasiado elogiado Freud, de curar los disturbios mentales sin no se cura el Alma y, por otra parte, que la medicina moderna es bastante menos eficaz, como cura determinante para los males reales del Ser Humano, que la cirugía del Alma. Mi descubrimiento consiste en haber introducido la cirugía espiritual en el tratamiento de las enfermedades del espíritu. Yo soy, si quiere una definición, el primer cirujano del alma. ______- Ya algunos cirujanos han intentado intervenir en la cura de enfermedades propiamente en el cerebro y que así se ha tratado de curar la epilepsia interviniendo en las capsulas suprarrenales, y la demencia, con los injertos endocrinos. Pero nos hallamos ante operaciones físicas contra males psíquicos. Yo, en cambio nos decía Idries Shah, opero directamente sobre el espíritu con operaciones similares. Son partes de nuestra alma que se consumen, se pudren, que se gangrenan, quedan heridas sin poder nunca sanar, que crecen como células cancerígenas demasiado en perjuicio de otras, terminado enfermando al cuerpo físico. Luego Idries Saha añadía que Hay cánceres de moralidad, negros tumores intelectuales, apendicitis del odio y del rencor, que terminan en peritonitis. Idries Shah el Maestro Sufí Islámico seguía diciendo: Yo puedo, a voluntad de Allah , dar la amputación radical de su órgano o zona del alma que le perjudica. Yo he extirpado, a algunos de mis discípulos , a éste la pereza, a aquél el egoísmo. a otro el espíritu de todo intelectualizarlo, a otro la avaricia por no darse a los demás , o les extirpo la infidelidad a sus propios principios. Si el terror de la muerte le turba ve a los cementerios , si le afecta la indigestión de la excesiva cultura ingerida observa a la gente que se cree culta, si la ambición del poder político no le deja en paz, entrevístense con un político exitoso y verán lo mal que la pasan en realidad. Mis operaciones son rápidas, pero no sin dolor- nos decía así Idries Shah. No le obligo a hacer confesiones como hace los sacerdotes, no recurro al hipnotismo, no le hago contar sus sueños nocturnos, Ni muchísimo menos con bisturí corto y abro sus carnes. ______- Alguien del grupo preguntó entonces-¿No me puede dar algunos detalles sobre su manera de operar el Alma ? ______- -Si lo explicara nadie los podría comprender, simplemente lo hago, ustedes también pueden operar su propia alma, luego que lo hagan podrán operar y curar el alma de otros. ______- Luego Idries Shah nos seguía diciendo: Mi secreto procede, como muchos de los secretos que yo poseo, del Sufismo Islámico y no se puede revelar fácilmente en términos occidentales. Pero los enfermos curados son muy felices y son mucho más evidentes y claros que las teorías. Someterse a una cirugía del alma, a mi cura en base al sufismo y le libertaré de lo que tanto le molesta, pero las cirugías del alma son dolorosas, duele mucho dejar apegos, pero hay una anestesia y es tu decisión firme de liberarte .______- »Proseguía Idries Shah con unas palabras que aún resuenan muy dentro de mí, Y tengan usted en cuenta que no opero solamente lo que para ustedes son las malas cualidades, es decir, lo que los moralistas llaman "culpa" o los alienistas "locura". Si le molesta también opero lo que ustedes llaman virtudes en ocasiones sin serlas, por ejemplo, un inmoderado amor al prójimo o una manía religiosa, intelectual o filosófica que pongan en peligro su bienestar, estoy dispuesto a intervenir en las mismas condiciones, para extirparles lo que antes ustedes consideraban útiles en ustedes sin serlo. Son virtudes mucho más dolorosas, a veces, que los pecados, y que los mantienen en un autentico infierno. ______- »Piense en la trasformación que sufrirá humanidad cuando mi cirugía del alma se haya difundido por todas partes. Todos podrán poseer, finalmente, esa alma firme que necesitan, y no la que les impusieron a la fuerza luego de nacer. La extirpación metódica de los falsos remordimientos y de los temores infundados dará al Ser Humano al fin aquella paz que hasta ahora ha buscado en vano en la sociedad o en la fe religiosa. Ya es un hecho Científicamente comprobado (Añadía Idries Shah) que las enfermedades del cuerpo se derivan del espíritu; por tanto, cuando se haya curado éste, disfrutará igualmente de una perfecta salud física. Pruebe. ¿Le molestan la avidez de dinero, el miedo a ser pobre, la superstición, el odio, la envidia, los celos? La extirpación es sencillísima. Le advierto que no se consigue con una sola vez. Para cada una de las molestias que le he citado son necesarios al menos en varios meses. Tiempo mínimo si piensa en las interminables años de curas de los psiquiatras, que al final de cuentas no le curan nada. Debo, advertirle lealmente que si puedo quitar alguna mala cosa a su alma, no puedo añadirle nada. Soy un taumaturgo del alma, pero no soy Allah (Dios), pero sin duda esa alma brillante que le otorgó Allah, ya libre de esas duras capas oscuras brillará intensamente. ______- »El coste de cada operación varía según las dificultades. Mis precios oscilan entre que usted tiene que ayudar a otros más, al comenzar la cura, esa es parte de la terapia .______- Alguien del grupo de Monterrey pegunta -¿Y podría usted amputar toda el alma si el alma entera es infecta?______- -Nunca ha pasado esto, hasta ahora –contestó Idries Shah, alisándose la barba de candado-, agregó hasta ahora nadie en la historia tiene toda su alma podrida, pero eso sí, del éxito o fracaso de esta operación del alma depende de la voluntad del infectado a ser curado. Ya concluida la plática, se despidió de todos, cuando llego conmigo hizo un gesto silencioso, para ir aparte, me dijo pusiera mis manos en forma de recibir algo, el hizo el gesto de llevarse sus manos al pecho como para sacar algo invisible de su corazón, y me lo entregó en mis manos, inmediatamente eso invisible que aprecie tenia volumen y peso, lo lleve a mi corazón en ese gesto como de introducirlo en mi pecho, su rostro se ilumino en una sonrisa contagiosa, y me dijo: te entrego de mi Baraka. Vicente Alcoseri.
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Fraternalmente Vicente Alcoseri