Una invitación al contacto directo con Dios
Hay un registro en la Biblia judío-cristiana (El Libro de la Ley) , donde Dios se presentó a Moisés en lo alto de una Montaña, y se materializó ante sus ojos como un fuego sobre un arbusto que aun que ardía no se quemaba ni consumía ,y una voz dijo: Yo Soy el que Soy. Esto para una mente no entrenada constituye un absurdo, pues lo que se afirma que sólo tiene un sentido vago, impreciso y esto puede ser asociado con una entidad de cualquier tipo, es como si una madre pregunta ¿Quién anda ahí? Y el pequeño hijo contesta: Soy yo mama; a esto la madre infiere, y deduce que es Juanito su hijo, y la mamá entiende que no es Pedrito su otro hijo, u otro niño, Juanito pudo haber contestado, mil cosas como: soy un ser humano, mamífero , cuyo nombre es Juan Pérez, tengo 8 años, soy mexicano, soy del sexo masculino, soy hijo de la señora Martha Olvera de Pérez etcétera, pero Juanito contesta soy Yo mama, esto le da a su madre todas las respuestas posibles y certeras . En su estado natural, sin la debida instrucción, el hombre tiene poca, o ninguna capacidad de lidiar con algo tan abstracto como Dios, pensemos en que en el Universo hay trillones y trillones de galaxias cuyas dimensiones rebasan tamaños inimaginables para el cerebro humano, y a esto en conjunto Dios es aún más grande que todas las galaxias juntas, además que Dios es el Arquitecto de todas estas galaxias. Pero por condicionamiento mental el Moisés bíblico tuvo la necesidad de convertir la información de Dios que le llegó en símbolos, nombres y dimensiones. Todo ser humano tiene la tendencia natural a nombrar todo lo que encuentra a su alrededor, para todo hay necesidad de crear un símbolo y darle un nombre. Y el masón sabe muy bien cuánto valor tienen los símbolos y que importantes resultan para el proceso cognitivo. Si buscamos en un diccionario la palabra "Dios", dios no es nombre propio, es sustantivo masculino común, por eso está escrito en letras minúsculas; Sólo utilizando mayúsculas cuando sea el nombre propio, pero por más definiciones que busquemos de Dios, Dios no es definible, aún el concepto Gran Arquitecto del Universo es un antropomorfismo inútil e inadecuado para definirlo. De ahí el Dios del cristiano puede ser representado por: Dios, creador, el todopoderoso, el padre, el padre eterno, el omnipotente, el altísimo, y otros; Hasta el mismo Jesucristo es confundido como si fuera el Dios de los israelitas y Cristianos. Para el judío y sus expertos cabalistas, dios tiene un nombre que puede ser vertido como Yahvé, Elohím, Adonay, Jah, y otros 72 nombres incluso. En lengua castellana es común encontrarse el nombre de Jehová, ya vimos en "Grupo Masonería de Facebook, cientos de comentarios al respecto del nombre de Dios y su pronunciación . Pero, ni todos los nombres, ni todas las definiciones del mundo, nos darán cuenta de Dios, y menos un contacto con ese Dios; es más ni siquiera a alguien que nunca ha visto ni degustado una naranja en su vida, si le vertimos miles de definiciones y conceptos de la fruta naranja le darán una naranja. Por lo tanto el Moisés bíblico tuvo un contacto con Dios, y este lo trasmitió en palabras, en conceptos como arbusto, montaña, fuego, nombre, y por eso dijo: Dios es una zarza ardiente en la montaña que me dijo : Yo soy el que soy. ¿Qué nos dice todo esto? Mucho y nada. Sólo nos invita a navegar por la imaginación y a desear un contacto directo con Dios tal y como lo tuvo Moisés. Con lo que yo me quedo del relato Bíblico es con el concepto de Contacto directo con Dios. Alcoseri