Una Logia masónica Al Revés o al Derecho
No hace mucho tiempo, Harim el masón
y Jacinto Pérez fueron a visitar una extraña Logia Masónica en un muy Lejano
Oriente en el País de los Entendimientos, pero pronto se percataron que al abrir los trabajos propios de un Taller
masónico de Tallistas de piedras, todo era diferente a cuanto ellos conocían,
incluso el fervor masónico era más ardiente, mucho más vivo de cuanto ellos habían
visto jamás; pero el Ara o Altar Masónico no correspondía ni a las forma, ni al
lugar que Jacinto e Harim conocían, las luces que iluminaban el Altar estaban colocadas
de muy diferente forma, y el “Libro de la Ley” se leía en diferentes versículos,
así poco o mejor dicho nada detectaron era conforme a lo que ellos los francmasones Harim y
Jacinto habían operado desde siempre, pues así era como les habían masónicamente
instruido. No dijeron nada, Jacinto e Harim, no dijeron ellos lo hacían masonería
de diferente forma, simplemente observaron. Ya cuando se retiraron luego de un
caluroso y fraternal convivio en ágape, fue que hicieron estos comentarios: Hermano
Jacinto – dijo Harim, creo ellos notaron nuestro desconcierto, sin duda apuntó Jacinto; pero no dijeron nada. Luego se preguntó Jacinto , ¿Quiénes estaremos equivocados? Pues incluso los tronos de primer y segundo
vigilante, así como las columnas J y B estaban dispuestas al revés, a lo que
contestó Harim , si , si lo noté claramente, incluso noté claramente el poder de la logia estaba en el pueblo masónico y no en el Venerable Maestro, de esto y más, como la puerta de entrada estaba dispuesta de otra manera diferente a nuestras logias. Y agregó El
francmasón Harim, incluso con libertad tocaron temas prohibidos para nosotros en Logia como
los temas de política y de religión, - si lo note dijo Jacinto. Pero
debemos concluir dijo el francmasón Jacinto, que lo que hemos aprendido en esta
Logia, es que lo que importa no son tanto las formas externas de hacer masonería
, sino su esencia; ellos hacen masonería con excelencia, con fervor, con apego
más a la autenticidad directa que a las teorías
superficiales. En el camino de regreso a
su respectivo Oriente los francmasones
Jacinto e Harim se topan con Kadyr el francmasón que cuenta cuentos, y le explican emocionados de
lo que han encontrado en aquella Logia del País de los Entendimientos, y de lo
mucho que han aprendido masónicamente. A
lo que Kadyr les dice: mis hermanos felicidades, han cruzado finalmente a la
otra dimensión espiritual de la francmasonería, donde todo está al revés, donde
incluso las losas del piso ajedrezado del templo masónico están de forma que
las losas blancas son las que deberían estar negras, y las negras están en el
lugar de las losas blancas. A estas últimas palabras Jacinto e Harim quedan
mostrando una cara de no comprender lo de las losas, a lo que Kadyr les
explica, no pongan esa cara de interrogantes, pronto entenderán de cuando las losas negras y
blancas del templo masónico se
intercambian de posición del otro lado de la realidad, pues todo en este mundo lo
vemos al revés incluso los colores; y es cuando nos preguntamos quién esta al revés ellos o nosotros.
Alcoseri