ESCUELAS ESOTÉRICAS
Consideremos algunos pasajes en que se utiliza la palabra vino, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Se le emplea en un sentido que no puede ser material. En el Génesis (XLIX, 11/17) se dice: 'Lavó en el vino su vestido, y en la sangre de uvas su manto: sus ojos bermejos del vino, y los dientes blancos de la leche.' Es más que aparente que la palabra vino tiene aquí un sentido especial con relación a lo que el hombre 'viste' y a la manera como 've'. Tomar este pasaje al pie de la letra es convertirlo en una insensatez. Psicológicamente, lo que el hombre 'viste' no se refiere a las ropas que cubren su cuerpo, sino a lo que viste su mente, a sus creencias mentales y a sus-actitudes. Todo el mundo lleva ropas psicológicas en la forma de opiniones y puntos de vista. Estos son sus vestidos mentales. Y a través de ellos sus ojos mentales ven. Esta es una descripción de cómo el 'vestido' y los 'ojos' mentales se lavan con alguna forma de discernimiento inte rior llamado 'vino'. Psicológicamente, el hombre viste con lo que considera la verdad. Y mentalmente lo ve todo de la misma manera. Si el vino representa una etapa particular en el desarrollo de la comprensión de la Verdad, la idea de 'los ojos bermejos de vino' se refiere a la visión que perciben conforme a esta etapa. Se indica un grado muy alto, un grado en el que la comprensión se ha desarrollado por encima del nivel de agua. En el Apocalipsis, en la visión de los cuatro caballos, se dice del negro: 'Y miré y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado encima de él tenía un peso en su mano. Y oí una voz en medio de los cuatro animales que decía: dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; y no hagas daño al vino ni al aceite.' (Apocalipsis, VI, 5/6) No se puede suponer que este sea un vino material, como tampoco aceite material. A un nivel corriente de pensamiento, al nivel terrenal, como lo indica el color del caballo, el negro, en el que gobierna un peso exacto y donde todo se mide de suerte que el hombre ha de pagar todo lo que recibe, aun a este nivel hay aceite y vino; es decir, hay algo más elevado, algo superior, a lo cual no se le ha de hacer ningún daño. Y en la parábola del Buen Samaritano también se habla de vino en tal forma que su significado pueda tomarse al pie de la letra o psicológicamente. La enseñanza esotérica emplea a menudo la palabra viñas refiriéndose a las escuelas en que se enseña a quienes buscan un desarrollo interior. Las tentativas que se hacen para elevar al hombre interiormente, las escuelas que se forman con este propósito, se las compara a viñas de que se espera obtener uvas y vino, o una vendimia. "Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a ajustar obreros para su viña. .." (Mateo, XX, 1) O bien tomemos otra cita que ilustra la facilidad con que se distorsionan o fallan las enseñanzas acerca de las posibilidades internas del hombre: "Y comenzó a hablarles por parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a los labradores y se partió lejos. Y envió un siervo a los labradores, al tiempo, para que tomase de los labradores del fruto de la viña. Mas ellos tomándole le hirieron y le enviaron vacío. Y volvió a enviarles otro siervo; mas apedreándole, le hirieron en la cabeza, y volvieron a enviarle afrentado. Y volvió a enviar otro, y a aquél mataron: y a otros muchos, hiriendo a unos y matando a otros. Teniendo pues aún un hijo suyo amado, enviólo también a ellos el postrero, diciendo: Tendrán en reverencia a mi hijo. Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Éste es el heredero: venid, matémosle y la heredad será nuestra. Y prendiéndole, le mataron y echaron fuera de la viña. ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros." (Marcos, XII, 1/9) En la historia que conocemos todos se registra el hecho de que siempre ha habido intentos para elevar al Hombre, para sacarlo de su estado de barbarie mediante la diseminación de ciertas ideas preciosas acerca del significado más profundo de la vida humana en la tierra. Pero los aspectos íntimos no figuran en la" historia corriente. Todo lo que por regla general leemos es la historia del mal uso o de la mala interpretación de las ideas cuando caen bajo el poder de la vida del mundo. Se convierten en fuente de intrigas políticas, de avaricia, de violencia, persecuciones horribles y guerras. Aun en nuestro siglo es evidente que si la humanidad se guiase por las enseñanzas dadas por Cristo en el Sermón de la Montaña, terminarían todas las guerras, injusticias y males sociales. Empezaría un mundo nuevo. Pero, para que tal cosa ocurriese sería necesario, primero, que cada persona despertase a lo que verdaderamente es por dentro. El propósito de una viña consiste en producir fruto y vino. Como viña se planta una enseñanza precisa acerca de los medios para lograr un desarrollo interior. El profeta Jeremías se queja de los Hijos de Israel que quieren volver a Egipto, o sea, a lo que eran antes. "Ahora pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? Y ¿qué tienes tú en el camino de Asiría, para que bebas agua del río? Tu maldad te castigara y su apartamiento te condenará; sabe pues y ve cuan malo y amargo es tu dejar a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el señor Jehová de los ejércitos. Porque desde muy atrás he quebrado tu yugo, y roto tus ataduras; y dijiste: No serviré. Con todo eso y sobre todo collado alto y debajo de todo árbol umbroso, corrías tú, oh ramera. Y yo te planté de buen vidueño, simiente verdadera toda ella, ¿cómo pues te me has tornado sarmientos de vid extraña?" (Jeremías, II, 18/21) El sentido es psicológico, por cierto que no es material. Se les acusa de volver a sus viejas creencias, al estado que se denomina 'Egipto'. Se les acusa de mezclar su enseñanza o simiente con otras enseñanzas, y por esto se les llama 'ramera'. Al proporcionar una enseñanza, hay que mantenerla pura hasta que haya cumplido su propósito. La enseñanza dura solamente un tiempo. En todos los puntos del Tiempo aparecen distintas enseñanzas que duran periodos largos o cortos. Su finalidad es elevar al hombre. Todas son similares en su forma interna, por cuanto su propósito consiste en la evolución individual del hombre a través del desarrollo de su entendimiento y la calidad de su ser. Cada viña se planta para que produzca su vino particular. No puede haber una mezcla de simientes o ideas. Esta es una condición que se expresa en ciertas palabras de Moisés: 'No sembrarás tu viña de varias semillas... no ararás con buey y asno juntamente. No te vestirás de mixtura, de lana y lino juntamente.' (Deuteronomio, XXII, 9/11) Es evidente que estas palabras encierran un significado distinto del material. Pero, naturalmente, no se puede tomarlas como mandamientos que haya que cumplir al pie de la letra y sin ningún significado. Cuando una 'viña' comienza a se carse, o sea cuando el significado que originalmente se sembró en ella se pervierte o se pierde, entonces se la destruye. En este sentido, el Antiguo Testamento está lleno de destrucción. La enseñanza siempre iba mal porque se la pervertía. Jeremías lamenta la destrucción de una escuela llamada Moab: "Con lloro de Jazer lloraré por ti, oh vid de Sibma: tus sarmientos pasaron la mar: llegaron hasta la mar de Jazer: sobre tu agosto y sobre tu vendimia vino destruidor. Y será cortada la alegría y el regocijo de los campos labrados y de la tierra de Moab: y haré cesar el vino de los lagares: no pisarán con canción; la canción no será canden." (Jeremías, XLVIII, 32/33) Se refiere esto a la pérdida de una enseñanza. Y el mismo profeta dice en otra parte: 'Muchos pastores han destruido mi viña'. (XII, 10) Esto es, muchos maestros han destruido la enseñanza original. Amos describe esta destrucción de la manera siguiente: 'Vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares comió la langosta.' (Amos, IV, 9) La enseñanza la devoraron las ideas erradas. A veces se encuentra que las uvas son amargas, como la descripción que hace Moisés de una viña que pervirtió la verdad: 'Porque de la vid de Sodoma es la vida de ellos, y de los sarmientos de Gomorra, las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, racimos muy amargos tienen. Veneno de dragones es su vino, y ponzoña cruel de 'áspides.' (Deuteronomio, XXXII, 32/33) Esto ocurre especialmente cuando una enseñanza o 'viña' se convierte en un medio de poder terrenal y de intriga política, como se indica en otra profecía acerca de la escuela llamada 'Jerusalén'. 'No habrá uvas en la vid, ni higos en la higuera, y caeráse la hoja.' (Jeremías, VIII, 13) Podrían atarse muchos ejemplos más. Pero lo que podemos colegir es que siempre se ha sembrado una enseñanza de cierto orden, de cierta categoría en la humanidad, y que siempre ha fallado, en el proceso del tiempo. Mas esto no significa que la enseñanza, cuando estaba en su apogeo, no haya dado frutos. Su falla ocurre en el tiempo. Dicho de otro modo, sólo dura un tiempo limitado. Vale la pena entender esto, pues siempre nos inclinamos a pensar que si algo es real y verdadero, ha de durar eternamente. Pero, así como hay modas de todas clases, en ciencia, sociedad o política, así también ocurre con la enseñanza esotérica. Mas es realmente lo mismo, porque aparece de nuevo en otra forma, bajo http://groups.google.com/group/secreto-masonico/browse_thread/thread/922c85163adeac60/e855686900fd88a3?hl=es&lnk=gst&q=milagro#e855686900fd88a3 |