EL ALTAR MASÓNICO
El Ara Sagrada, el altar de los juramentos
El Ara Sagrada es el centro de la
Logia Masónica, el corazón de la Misma, es el Astro Rey alrededor de donde todo
gira.
En lo masónico se simboliza la forma
en que el universo se entiende se estructura,
un Sol al centro y los planetas girando alrededor. Nuestros primeros
hermanos masones tuvieron una gran inspiración cuando percibieron que el mundo
es un templo, cubierto por una bóveda estrellada durante la noche, e iluminado
por el sol en su transcurso durante el día. Un Universo en el que el hombre
sigue adelante en su trabajo, alternando luz y sombra, alegrías y tristezas,
siempre buscando reproducir en la Tierra la ley y orden presentes en el
Universo, una idea divina que es el origen de todo.
Aunque hoy sepamos que el Universo es
físicamente diferente de aquel que era conocido por nuestros antepasados, aun
así esa inspiración inicial de nuestros primeros hermanos continúa y continuará
vigente, los primeros masones, ni sospechaban de la existencia de millones y
millones de galaxias con trillones de soles contenidos ellas.
La idea central de la Masonería está en
la inspiración de que el hombre tiene el
propósito de construir su propio Templo Interior, al mismo tiempo que un templo
exterior, que está dispuesto a construir
una sociedad justa y duradera en esa igualdad, entonces por ello él deberá
estar iniciado en las leyes y principios que rigen el Universo en el que vive.
Y para eso, el hombre necesita de sabiduría, que debe ser desarrollada, pero también
de la ayuda de Dios, que es el G: .A: .D: .U :.
Bien por eso en nuestras Logias
Masónicas está el Altar – altar que es más antiguo que cualquier Templo, y tan
antiguo como la propia vida humana misma.
Un foco de fe y unión. Un símbolo sagrado de aquel pensamiento inicial que
inspiró nuestro ideal masónico.
En la misma Biblia leemos
◄ Génesis 35:7 ►
Y edificó allí un altar, y llamó al
lugar El-betel, porque allí Dios se le había manifestado
El Altar es el símbolo sagrado de la
existencia del G: .A: .D: .U: .. Un símbolo sagrado de nuestro propósito de
erigir Templos a la Virtud y cavar abismos al vicio.
No hay nada más sacro en la Tierra
que el silencio de una reunión de seres humanos postrados delante de un Altar.
El instinto que hace que los hombres se reúnen para orar es la misma fuerza
invisible que mueve a los hombres a desbastar piedras para construir templos
que corporifican y manifiestan el
misterio de Dios.
Hasta donde conocemos, el hombre es
el único ser en nuestro planeta que capaz de rezar. Y la belleza de ese acto
nos dice más sobre nosotros que cualquier otro. Por una profunda necesidad
natural, el hombre busca a Dios, y en momentos de tristeza o angustia, o en
momentos de tragedia y terror, o aún en momentos de sincera gratitud y
felicidad, el hombre deja de lado sus herramientas de trabajo y mira para su
interior , para orar. Y sin darse cuenta, otras dándose cuenta cierra sus ojos
y fija su atención en un punto, en el punto más interior de sí mismo. Sin duda haya
nacido allí el término Altar, pues el corazón latiente es un Altar; Altar sustantivo que proveniente del latín
altare, que a su vez derivó del adjetivo latino altus (alto, elevado,
levantado). En este sentido el punto más alto de la consciencia espiritual.
Así para designar un altar de piedra, se utilizaba el término
ara (plural, aras), que también es común en la francmasonería para denominar el
sitio central en el que se coloca el libro sagrado o el libro de la ley.
Por las idealizaciones realizadas, uno
mismo pude imaginar que la historia del Altar en la vida de la humanidad parece
ser una de las historias más fascinante,
superando a cualquier ficción. De la búsqueda inconsciente de este lugar más
alto o elevado , que está presente en la naturaleza que lo rodea, el hombre
evolucionó para construir este Altar cerca de sí. Inicialmente rudimentales, su
construcción se daba por el simple amontonamiento de piedras. La centralidad e
importancia del Altar lo han hecho más solemne y elaborado, siendo portador de
una serie de significados y elementos centrales de los más variados y presente
en rituales más diversos (holocaustos, juramentos,
plegarias, declaración de compromisos, incensaciones, sacrificios, etc.). Todas
las grandes civilizaciones y culturas humanas levantaron altares: así los judíos,
cristianos, musulmanes, hindúes, romanos, griegos, egipcios, fenicios, incas,
mayas y aztecas. Los antiguos paganos de todas las partes tuvieron y tienen sus
altares. Nunca, sin embargo, el Altar perdió su significación inicial, que es
la de conducir los pensamientos humanos a un elevado Dios, Dios que sea llamado
como sea es un algo superior, y al que llamamos los masones G: .A: .D: .U: ..
A partir de elementos como estos,
podemos empezar a percibir el significado de nuestra masónica Ara sagrada o también
llamado el Altar de los Juramentos en la Masonería, y la razón de su posición
en la Logia.
En la Masonería primitiva, no había
el Altar de los Juramentos, ya que las Luces de la Logia quedaban sobre el Trono
del presidente de Logia el V: .M:., Donde también eran tomados los juramentos.
En algunos ritos, se creó una mesa auxiliar, considerada como extensión del Trono
de Salomón del V: .M: .. pero la idea evolucionó y de tal costumbre dio origen al Altar de los
juramentos o Ara Sagrada, que originalmente, por lo tanto, quedaba en el
Oriente, pero también aunque algunas
Obediencias masónicas como el Rito
Escoces Antiguo y Aceptado lo ubican al centro de la Logia.
En la mayoría de los ritos masónicos,
el Altar de los Juramentos está posicionado al centro de la Logia, en R: .E:
.A: .A:., sin embargo, el Altar de los Juramentos está posicionado sobre el
Pavimento de Mosaico ajedrezado, en el centro de la Logia. En el R: .E: .A:
.A:., Su posición original era en Oriente.
Se indica que "el Altar masónico
no tiene forma ni medidas definidas o convencionales; se construye en comúnmente
de forma cuadrada o triangular, pero también hay aras o altares circulares.
La masonería no posee un cuño religioso,
pero religa consciencias en su certeza y sus virtuosos principios básicos, en
su espíritu y en sus propósitos. La masonería no es una religión, mucho menos
una secta, sino una fraternidad en el que todos los hombres y mujeres puedan unirse en nobles ideales, la masonería es
libre porque no pretende imponer ideas, ni dogmatizar, ni establecer juicios inamovibles
, como qué o quién es dios. La masonería
como albañilería constructora de Catedrales y la religión cristiana caminaron juntas hasta
junio de 1717 donde se separaron, si hace justo 300 años. Aunque la Masonería
pretende unir hombres, y no dividirlos, la masonería siguió el camino esotérico,
mientras la religión el camino exotérico, la masonería el camino del
librepensamiento , y la religión el camino del dogma.
Así, el Altar de los Juramentos es un
altar de certeza más que de fe- profunda y eterna certeza, certeza que está en la base del credo religioso, pues
la religión se basa en la fe ciega. La Masonería tiene basada la certeza de que
existe un Creador que es la piedra angular y la clave para la comprensión de
todo. Sin la certeza la vida se vuelve fe ciega e incertidumbre, y fraternidad
se vuelve poquedad.
Al mismo tiempo el Altar de los
Juramentos en Logia es un Altar de Libertad - no libertad por la fe, sino
libertad de la propia Certeza. Sea cual sean las ideas políticas que los
masones tengan, el masón en lo particular se unirá a sus hermanos cualesquiera
sean sus ideas políticas. La masonería, antes de ser operativa o especulativa,
es cooperativa. Y la cooperación se hace por la unión.
El Altar de los Juramentos exhorta
sentimientos natos de respeto al Creador, conduciendo al Masón a convertirse en
el obrero trabajador y consciente, cuya labor de perfeccionamiento moral y
espiritual resultará en el engrandecimiento de la Orden en general y en el
bienestar de toda la Humanidad en particular.
Recordando siempre que el más sagrado
altar en la Tierra es nuestra propia
alma inmortal – Nuestra mente un Templo interior de certeza, Librepensamiento,
pureza, tolerancia y amor fraternal.
Alcoseri