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General: EL PROPOSITO DE LOS MISTERIOS
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De: Alcoseri (Mensaje original) |
Enviado: 18/10/2017 22:59 |
EL PROPOSITO DE LOS MISTERIOS - "Los Misterios fueron grandes instituciones públicas sostenidas por el Estado, centros de vida nacional y religiosa a los cuales asistían gentes de las clases superiores en verdaderas multitudes, y donde harían su labor de un modo realmente excepcional, y cuando una persona pasaba rigurosamente por sus grados, en un proceso de muchos años, llegaba a ser lo que hoy llamamos persona de educación y cultura superior, con la adición de que, además del conocimiento de este mundo, tenia una vívida concepción del futuro después de la muerte, del lugar del hombre en el concierto de las cosas, y de este modo, saber lo que es verdaderamente valioso de hacer, y por lo cual se debe vivir. Así, pues, no debe pensarse que los Misterios eran sociedades secretas, con todos sus asuntos deliberadamente escondidos para el público ordinario. Debe tenerse presente que millares de personas pertenecieron a los grados comunes de los Misterios de Isis. La enseñanza y la preparación de los más internos y más ocultos grados, (como nosotros podríamos Ilamarles) estaban, en verdad, velados para aquellos que no tenían interés, o sea aquellos que no estaban suficientemente avanzados en su evolución, que no eran adecuados para tomar parte en ellos, del mismo modo que en las Universidades modernas hay clases, por ejemplo, en las que se enseñan complicados problemas de Geometría, y que están vedadas a los niños que aún están aprendiendo Aritmética elemental. Todos en Egipto sabían que existían Misterios, y prácticamente todos sabían que estaban extensamente interesados en la vida después de la muerte y la preparación para ella. Esta enseñanza era impartida a los iniciados en los Misterios bajo solemnes juramentos de secreto, y los resultados de ciertas líneas de conducta en el mundo después de la muerte eran mostrados hasta en sus mínimos detalles. El programa esencial de esta instrucción secreta, estaba envuelto en los rituales de Iniciación', Paso y Elevación, y son estos rituales los que en parte han llegado a nosotros en las ceremonias de la Francmasonería, los cuales están aún protegidos por juramentos secretos como lo eran en aquellas lejanas épocas. Todas las grandes naciones han tenido sus Misterios, a través de los cuales, los grandes Maestros de la humanidad han instruido a sus pueblos en asuntos importantes, inspirados en la Gran Logia Blanca que, sin distinción apoya por igual a todas las religiones. Entre ellas, los Misterios Egipcios fueron preeminentes entre los pueblos occidentales del Viejo Mundo, no tan solo por su edad verdaderamente inmemorial, sino porque Egipto fue uno de los grandes centros auxiliares de la Logia Blanca. La Gran Fraternidad Blanca tiene sus núcleos directores en el Asia Central, pero, en varias épocas y por diferentes propósitos, ha mantenido Logias subsidiarias en diferentes partes del mundo. La presencia de este centro secreto perteneciente a la Gran Fraternidad Blanca, estuvo ligado con la grandeza de Egipto a través de las edades. Y, a pesar del hecho de que su existencia no era conocida en el mundo externo, aquella Logia de los verdaderos Misterios, supervisaba todo el esquema de la iniciación egipcia, y la convirtió en el prototipo de los Misterios en todas las demás naciones. Egipto, pues, fue el centro de la iluminación espiritual para todo el mundo occidental, y todos aquellos que buscaban la Gran Iniciación, fueron atraídos hacia él, y este es el hecho que explica la reverencia rendida a los Misterios Egipcios por los griegos cultos en los últimos años. El centro principal para los trabajos públicos de estos Misterios fue la Gran Pirámide , llamada en el antiguo Egipto "Khut" o lo que es lo mismo: "LA LUZ". Esta Pirámide fue construida basándose en los cálculos más exactos y precisos de la Astronomía y de las Matemáticas de lo que resulta una verdadera llave de piedra que sirvió para abrirnos las puertas de todos los enigmas del Universo. (14) Los iniciados en los Misterios Egipcios, estuvieron simbólicamente ocupados en la construcción de la Pirámide, del mismo modo que los masones modernos estamos edificando el templo del Rey Salomón, ambas estructuras llevan la intención de ser emblemáticas del proceso constructivo de la Naturaleza. En los pasillos bajo la pirámide, (esas cámaras subterráneas que fueron mencionadas por Herodoto como, contenidas en una isla y alimentadas por un canal proveniente del Nilo, se llevaban a cabo algunas ceremonias de los Misterios. Estos y otros pasillos en y cerca de la gran pirámide, guardan todavía su secreto a los exploradores, aunque pueden ser abiertos "mediante los procedimientos apropiados": las puertas giran sobre pivotes coordinados en un sistema complicado de contrapesos; y serán puestas en movimiento al caminar sobre ciertas partes del piso en un orden determinado y preciso. - La Vida Oculta en la Francmasonería - Las ceremonias de los Misterios fueron dedicadas también a "retratar" la más alta evolución del hombre, su retorno a la divina fuente de donde provino, por medio del desarrollo de lo más elevado de su naturaleza, que no es tan sólo una consecuencia de las prácticas de meditación y ceremonial, sino también, o más bien, es consecuencia de vivir de acuerdo con los preceptos éticos que le fueron enseñados. Muchos de nuestros contemporáneos imaginan que conocemos las verdades éticas sin que nos las hayan enseñado, pero eso no es así; aunque ahora nos parezca algo natural, antaño constituyeron descubrimientos o revelaciones, algo semejantes a los pasos del progreso de la ciencia material y los inventos. Cada grado de los Misterios fue instituido para reflejar una u otra de las grandes Iniciaciones de la Gran Logia Blanca, para que los iniciados que estaban a más bajo nivel, pudieran preparar, en última instancia, para entrar al Sendero de Santidad y de este modo tratar de conseguir la completa unión con Osiris, "La Luz Oculta". Cuando lleguemos a estudiar estos Grados veremos cómo fue graduada esa enseñanza y la forma en que esos iniciados, quienes fueron preparados debidamente, estuvieron capacitados para llegar al conocimiento verdadero que buscaban. El esquema completo de la iniciación, daba un completo diseño de la evolución espiritual del hombre, y dejaba en manos del candidato, en particular, el dedicarse a poner en práctica las enseñanzas y hacer real en su propia conciencia, aquello que estaba simbolizando en el ritual. -LOS GRADOS DE LOS MISTERIOS- Los Misterios de Egipto estaban, como siempre, divididos en dos secciones principales: los Menores y los Mayores. Los Misterios Menores están, hasta cierto punto, tipificados en lo que hoy conocemos como Primer Grado de la Francmasonería, mientras que los Grandes Misterios eran análogos a lo que hoy llamamos Segundo y Tercer Grados. Más allá de éstos se celebraba una ceremonia que correspondía al grado de Maestro Instalado, en la cual, la sucesión de poderes era protegida y transmitida de tiempo en tiempo, y aún con mayor reserva existían los todavía mayores poderes espirituales que están indicados y aún dados en cierta extensión, en los más altos grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Detrás de todo el sistema de la iniciación masónica, estaba (y está) la Gran Logia Blanca, confiriendo las cinco Grandes Iniciaciones que conducen a la perfección humana y a la plena unión con Dios. LOS MISTERIOS DE ISIS En los Misterios Menores, al iniciado se le enseñaba lo que hayal otro lado de la muerte, y la ceremonia de la iniciación era un mapa simbólico de aquel mundo intermedio a veces llamado plano astral. Probablemente Apuleyo se refirió a este grado cuando describió los Misterios de Isis según se celebraban en Grecia durante el Siglo II de nuestra era, a pesar de que cuando los escribió habían caído en considerable decadencia. Después de referirse a varias purificaciones, por las que él pasó, relata algo de lo que sucedió en su propia iniciación: "Y así que se aproximaba el día en que debía hacerse el sacrificio de la dedicación, y cuando el Sol declinaba y la tarde principiaba a teñir de oro las playas, he aquí que arribaron a todas las costas multitud de sacerdotes, quienes, de acuerdo con sus antiguas costumbres, me ofrecieron muchos regalos y presentes. Y entonces, se les ordenó partir a todos los laicos y a los profanos, y cuando los sacerdotes hubieron puesto sobre mi espalda una clámide nueva, de blanco lino, uno de ellos me tomó de la mano y me llevó hasta el lugar más sagrado y más secreto del templo. Tal vez tú anhelarías, estudioso lector, saber lo que se hizo y se dijo allí, en verdad, yo te lo diría si me fuese permitido y tú lo sabrías si fuera conveniente para tí oírlo, pero tus oídos y mi lengua sufrirán el mismo dolor por nuestra osada curiosidad. Sin embargo, no atormentaré más tu mente, si por ventura es algo religiosa y dada a sentir devoción, así pues, escucha y cree lo que te digo. Entenderás que me acerqué al infierno y hasta llegué a las puertas de Proserpina, y que, después de ello me ví arrebatado por fuerzas superiores a través de todos los elementos hasta regresar a mi propio sitio; pero, como a la media noche vi al Sol brillando con todo su esplendor, y del mismo modo vi a los dioses celestiales y a los dioses infernales, ante quienes me presenté y arrodillado los adoré. Lo que te he dicho, debes callarlo, aunque lo hayas oído, sin embargo, es necesario que lo ocultes, y no podrás divulgarlo sin ofensa para la comprensión del profano. Cuando la mañana llegó y finalizaron las solemnidades, salí Santificado con doce estolas y con un hábito religioso, con los que no me era prohibido hablar considerando que muchas personas me vieron en esos momentos. Después, me ordenaron subiera a un púlpito de madera, que se alzaba a la mitad del Templo ante la figura y representación de la diosa; mis vestiduras eran de lino finísimo cubiertas de bordados con flores; llevaba una preciosa capa pluvial sobre mis hombros, tan larga que arrastraba por el suelo, sobre la cual había varias figuras de bestias bordadas en diversos colores; dragones hindúes, grifos hiperbóreos, a quienes, en forma de pájaros, la otra parte del mundo engendra; los sacerdotes comúnmente llaman estola del Olimpo a este hábito. En mi mano derecha Ilevaba una antorcha encendida, una guirnalda de flores estaba sobre mi cabeza, con hojas de palma blanca que figuraban una especie de rayos, con lo que yo aparecía adornado con resplandores de Sol, como si hubiera sido una imagen; entonces las cortinas se descorrieron, y todo el mundo me circundaba dentro del templo para contemplarme. Después empezaron a solemnizar la fiesta, la navidad de mi sagrada orden, y me ofrecieron suntuosos banquetes y carnes deliciosas; el tercer día también fue celebrado con análogas ceremonias, con una cena religiosa y con toda la asistencia de los Adeptos de la Orden. La crónica dice también que durante la ceremonia, Isis dijo: "Yo soy la naturaleza, progenitora de todas las cosas, la soberana de todos los elementos, la esencial progenie del tiempo". -LAS PRUEBAS PRELlMINARES - Los secretos comunicados en los Misterios han sido perfecta y lealmente guardados y no se pueden obtener detalles acerca de ellos, aunque ocasionalmente encontramos sugestiones que nos dan una ligera idea de su carácter. Así, por ejemplo, hay un pintoresco relato acerca de la preparación para ellos dado por Mackey en su Léxico de la Francmasonería el que, aún cuando no parece estar respaldado por los archivos conservados de autores griegos y latinos, contiene sin embargo, algunos fragmentos de verdad. Me tomaré la libertad de compendiarlo: "Algunos días antes de la iniciación, se esperaba que el candidato guardase una perfecta castidad que se mantuviera dentro de ligera dieta de la cual todo alimento animal quedaba absolutamente excluido, y que se purificara por medio de repetidas abluciones ceremoniales. Cuando la hora llegaba, era conducido, a media noche, a la boca de una galería de poca altura por donde tenía que arrastrarse y ayudarse con sus manos y rodillas. Inmediatamente después, llegaba a la boca de un pozo por el que el guía le indicaba descender. Si el candidato mostraba la más pequeña duda, era conducido de regreso al mundo externo y nunca más se le volvía a admitir como candidato a la iniciación. Si, a pesar de todo, intentaba descender, el conductor le señalaba una escalera escondida que le permitía bajar con seguridad. Después penetraban a una angosta y serpenteante galería a cuya entrada estaba esta inscripción: "El mortal que viajare por este camino sin vacilar ni volver la cara, será purificado por el fuego, el agua y el aire, y si puede sobreponerse al temor a la muerte, emergerá de las entrañas de la tierra; volverá a la luz y reclamará su derecho de preparar su alma para la recepción de los Misterios de la Gran Diosa Isis". El guía deja ahora al aspirante, advirtiéndole que muchos peligros le acechan y rodean por doquiera, y lo exhorta a que continúe inconmovible. Pesadas puertas se cierran tras de él haciéndole imposible el regreso. Después pasa a un espacioso corredor, lleno de llamas a través de las cuales tiene que correr a toda velocidad. Cuando él haya pasado por ese flameante horno, llegará a otro pasillo cuyo piso está cubierto con una enorme red de barras de hierro al rojo vivo con muy estrechos espacios entre ellas. Pasada esta dificultad se encuentra con un ancho y rápido canal de agua, que tiene que cruzar a nado. En la orilla encontrará una angosta plataforma de tierra limitada por dos altos muros de latón y en cada uno de ellos una enorme rueda del mismo metal, y más allá de éstas, una puerta de marfil. No encuentra la forma de abrir esta puerta, pero luego descubre dos grandes anillos que coge, con el solo resultado de poner en movimiento las grandes ruedas bronceadas que giran con un ruido ensordecedor y que hacen hundir la plataforma en que él está de pié, dejándolo suspendido de los grandes anillos sobre un abismo aparentemente sin fondo, y del cual surge una helada corriente de aire que soplando sobre la débil llama de su lámpara lo deja en profunda oscuridad. Por unos instantes queda colgado, pero pronto el ruido cesa, la plataforma vuelve a su antigua posición y la puerta de marfil se abre por sí sola. Por ella penetra a un salón brillante menos iluminado donde se encuentra un número de sacerdotes de Isis ataviados con las insignias místicas de sus cargos, que le dan la bienvenida y lo felicitan. En las paredes, él ve varios símbolos de los Misterios egipcios, cuya significación le es explicada en los diferentes grados. No se pueden garantizar los detalles de tal relato, pero es cierto que severas pruebas más o menos de la naturaleza descrita eran aplicadas a los candidatos de los Misterios Ocultos. Ninguna de estas pruebas era impuesta al hombre que sólo deseaba tomar el curso ordinario de cultura intensiva; él podía pasar a través de los grados Mayores o Menores, sin encontrar nada más formidable que el dedicado, y por largo tiempo continuado estudio y muchas veces ni siquiera llegaba a saber que había otra etapa, (o más bien un número de etapas) que quedaban por completo más allá de aquéllas, y en las cuales él tendría que enfrentarse a peligros astrales de tan seria naturaleza que se consideraba necesario someter al candidato a duras pruebas para conocer su valor y autodominio. En los días en que comenzaban los Misterios, imágenes vivas eran materializadas por los sacerdotes ante los ojos del candidato para que pudiera ver, por sí mismo, lo que hay del otro lado de la muerte. Años más tarde, cuando había menos conocimiento entre los Hierofantes, se utilizaban complicados aditamentos mecánicos, para representarle las realidades del mundo astral tanto como era posible, con tales recursos. Posteriormente los puntos característicos de estas imágenes fueron reproducidos en un sistema de ceremonias simbólicas, cuyo principal esquema nos ha llegado hoy en la ceremonia de la iniciación en la Masonería, aunque en algunas Obediencias solamente queda un mero vestigio del procedimiento original. -EL LENGUAJE DE LOS MISTERIOS - Además de la enseñanza sobre la vida después de la muerte, que fue elaborada a partir de incontables historias acerca de individuos imaginarios, mostrando los resultados en el plano astral, de ciertos modos de obrar durante la vida, se impartiría un curso escogido de educación a los iniciados del Primer Grado, educación que contenía lo que los masones llamamos las Siete ciencias y artes liberales, a saber: Gramática, Lógica, Retórica, Aritmética, Geometría, Música y Astronomía. Por Gramática los egipcios entendían la sagrada escritura jeroglífica de los sacerdotes, que era enseñada a todos los iniciados en los Misterios, pero que también simbolizaba una especie de lenguaje secreto, un modo de hablar peculiar del sacerdocio. En el lenguaje secreto de los Misterios, no era común que se emplearan diferentes palabras, sino que las palabras comunes tenían un significado diferente. Quienes han estudiado las traducciones de los textos egipcios habrán notado la diversidad de las versiones en los diferentes investigadores; en ocasiones yo me he preguntado si esto se deberá de algún modo a aquel sistema de dobles significados. En el antiguo Egipto podíamos hablar acerca de los secretos de la vida oculta frente a las muchedumbres, ocultándoles, a pesar de ello, lo que queríamos decir, y hacíamos uso de un extenso vocabulario de estas palabras tan significativas; de modo que toda una conversación bien podía sostenerse aparentemente sobre asuntos cotidianos, pero en realidad versando sobre los secretos de los Misterios. Mucha instrucción fue dada por este medio; una conferencia o un discurso podía darse públicamente por uno de los sacerdotes, teniendo dos significados completamente diferentes; uno de ellos ético y cuya intención era ayudar a las gentes no iniciadas y el otro, esotérico para los estudiantes de los Misterios. La leyenda de que la Masonería posee un lenguaje un universal conocido tan sólo por los miembros de la fraternidad que es tan sólo un eco tradicional de este antiguo y secreto idioma. El idioma secreto de los Iniciados era también usado en inscripciones, del mismo modo en los jeroglíficos pintados en las paredes que en papiros, muchas de estas inscripciones que hablan de las victorias de algún gran Faraón, podían ser leídas con un sentido oculto, y entonces tenían instrucción espiritual para aquellos que habían aprendido el significado real. Esto es muy cierto en relación con "El Libro de los Muertos" el cual, al ser traducido al inglés por eruditos modernos, a menudo resulta ser ininteligible y, a veces, hasta grotesco. Sin embargo, en la interpretación de ese libro enseñada en los Misterios, esos mismos textos están llenos de iluminación interna y contienen nutrida información sobre las realidades de la vida y la muerte. Tal vez es necesario repetir que en todo esto no había deseo por parte del sacerdocio de confundir a la gente; su idea era simplemente impartir una instrucción graduada de acuerdo con las necesidades de quienes escuchaban, y de evitar que importantes secretos pasaran a aquellos que no estaban preparados para recibirlos. Fue por esta misma razón que los arreglos del interior de la Gran Pirámide eran confusos. Algunos de los pasajes no eran usados del todo en el proceso de la iniciación, pues el auténtico pasaje era asequible de otro modo completamente diferente. LA DUALIDAD DE CADA GRADO Los Misterios Menores comunes (que pueden ser llamados el Primer Grado), estaban abiertos prácticamente a todos aquellos que solicitaran su ingreso, siempre que fueran de una vida intachable y una inteligencia suficientemente razonable, que fueran libres y que los informes obtenidos sobre su solicitud hubieran sido favorables. Siguiendo el curso natural, los iniciados pasaran a los Grandes Misterios (Segundo y Tercer grados) pero en cada uno de ellos había también Misterios ocultos como ya lo he mencionado al referirme a las pruebas preliminares. -LOS MISTERIOS INTERNOS DE ISIS- Dentro y detrás de los Misterios externos de Isis, había círculos internos de estudiantes cuidadosamente escogidos por los sacerdotes, cuya existencia era guardada en el más absoluto secreto, aún para la mayoría de los mismos iniciados. En esos círculos se impartía, prácticamente, la enseñanza oculta que capacitaba a los adeptos a despertar y adiestrar sus facultades internas, y de este modo poder estudiar, de primera mano, las condiciones del plano astral, y así, conocer por sí mismo lo que era especulativo para la mayoría de los Hermanos. Fue solamente en estos círculos que las severas pruebas que hemos descrito parcialmente eran obligatorias para el candidato, quien era definitivamente preparado por medio de una instrucción individual y personal para los Mayores y más Sagrados Misterios que quedaban detrás de todo el bosquejo iniciático egipcio. Se exigía que el candidato para estas pruebas internas, después de un baño preliminar, (del que se deriva la idea del bautismo cristiano), se ataviara con una bata blanca, emblemática de la pureza que de él se esperaba, antes de ser llevado a la presencia de un cónclave de sacerdotes iniciados que estaban en una especie de bóveda o caverna. El candidato era primero formalmente probado en cuanto a su desarrollo de la facultad de clarividente en la cual habla sido previamente instruído, y se le habla enseñado a despertar; para este propósito, el candidato tenía que leer una inscripción grabada sobre un escudo de bronce, cuyo lado en blanco era el que se presentaba a su vista física. Después se le dejaba a solas guardando una especie de vigilia, algunos mantras o palabras de poderes superiores le habían sido enseñadas, con las que se suponía obtener el control sobre ciertas clases de entidades; y durante esa vigilia, varias apariciones eran proyectadas ante él, algunas de ellas verdaderamente terroríficas, mientras otras eran de una naturaleza seductora, con el fin de mostrar a los iniciadores si el valor del candidato y su sangre fría estaban bajo un control perfecto. El candidato ahuyentaba de su vista esas proyecciones por medio de las señales y palabras adecuadas para cada caso, pero al final, todas se combinan y caían sobre él al mismo tiempo, y en este final esfuerzo, era instruido para hacer uso de la más alta palabra de poder, mediante la cual es posible vencer el más terrible de los males. Un curso de instrucción sobre estas líneas eran presentados a los candidatos que los sacerdotes juzgaban dignos, de manera que, al final de su adiestramiento, se encontraban completamente versados en el conocimiento del mundo astral y capaces de manejar libremente sus poderes en absoluta conciencia.LOS M ISTERIOS DE SERAPIS El Segundo Grado de los Misterios egipcios correspondía aproximadamente a nuestro Grado de Compañero Masón. Tales Misterios fueron denominados Misterios Mayores, y posteriormente Misterios de Serapis. Apuleyo no nos ofrece nada en cuanto a descripción más allá del hecho en Si de que él pasó el Grado. La instrucción en los Misterios Mayores era llevada más lejos y más profundamente en cuanto a ciencia y filosofía; un curso más avanzado de adiestramiento intelectual era puesto al alcance de los estudiantes, al cual bien podríamos llamar investigación en el seno de "las sendas ocultas de la naturaleza y de la Ciencia". Al mismo tiempo el estudio de la vida después de la muerte fue extendido hasta incluir el mundo-cielo hacia cuyo interior todos deben ir, para recibir un salario por las buenas obras hechas en la Tierra; mucho de este más hondo conocimiento del plano mental era enseñado en los Misterios Mayores, de igual manera que los hechos de la vida astral habían sido enseñados en el Primer Grado, o sea, por medio de la representación y el drama. El propósito de los Misterios de Serapis en la vida individual del iniciado era el control de la mente y el adiestramiento del cuerpo mental; y los poderes sacramentales invocados por el ceremonial tenían como objetivo el aceleramiento de dicho desarrollo mental. -EL GRADO OCULTO DE SERAPIS- Detrás de los Misterios externos, en este Grado había también círculos secretos, totalmente desconocidos para aquellos que no habían pasado la labor oculta del Primer Grado; en éstos, se impartía, instrucción práctica sobre el desarrollo del cuerpo mental, y el método de despertar la visión certera en el plano mental, para que el estudiante quedara capacitado para verificar por sí mismo las enseñanzas de los sacerdotes. En conexión con este Grado pudiera ser de interés mencionar que en el templo de Philae se representa el cuerpo de Osiris con plantas de maíz saliendo del mismo, a las cuales un sacerdote riega con una vasija que trae en su mano. Una inscripción explica que "esta es la forma de Aquel a quien no debemos poner ningún nombre. Osiris de los Misterios, quien brotó de las aguas que regresan", este simbolismo se refiere, entre otras cosas, al aceleramiento de la vida interna en respuesta al poder derramado desde lo alto. El signo del Grado es a menudo hallado en pinturas egipcias y es exactamente el mismo que está en uso en la masonería de hoy. Como en el Primer Grado, se empleaba un promedio de siete años en los Misterios de Serapis, al final de los cuales los candidatos que habían pasado un examen minucioso y habían satisfecho a los Hierofantes de que estaban preparados para una superior enseñanza, podían pasar al Tercer Grado. - LOS MISTERIOS DE OSIRIS - El Tercer Grado era llamado en Egipto los Misterios de Osiris; corresponde al Grado de M. M. de nuestro moderno sistema masónico. Apuleyo describe a Osiris como: "El más poderoso Dios de los dioses mayores, el más elevado de los mayores". En el ritual egipcio, que era más completo e impresionante que la tradicional historia conservada en la Masonería moderna, el candidato tenía que pasar a través de una representación simbólica del sufrimiento, muerte y resurrección de Osiris, la cual incluía experiencia de este dios entre la muerte y la resurrección, cuando él entró al mundo de Amenta, y se convirtió en juez de los muertos, quien debía decidir cuánta felicidad le correspondía a cada alma, y regresar, para encarnación terrestre, a las que necesitaban un desarrollo humano de mayor alcance. La leyenda de la muerte y resurrección de Osiris era bien conocida de todos en Egipto, profanos o iniciados, y había grandes ceremonias públicas, correspondientes a las de nuestro viernes de Dolores y Día de Pascua en países católicos, cuando estos eventos místicos eran celebrados con el máximo esplendor y con la cordial devoción de toda la gente. La historia de Osiris no se encuentra en ningún lado en una forma conexa con la literatura egipcia, sino en textos referentes a todos los períodos de su vida; el calvario, muerte y resurrección son aceptados como hechos universalmente admitidos. Tal parece que en aquellos lejanos tiempos no estaba permitido hablar de la tradición en ningún detalle, al menos a extranjeros, pues Herodoto dice: También en Sais existe la tumba de Aquel a quien no creo sea piadoso nombrar en conexión con tal asunto, la cual está en el templo de Atena (Isis) atrás de la morada de la diosa, extendiéndose a lo largo de todo el muro del mismo; y en el sagrado recinto se yerguen grandes obeliscos de piedra, y hecho casi en forma de círculo, siendo en proporciones, según me pareció, igual al que es llamado" Estanque redondo" en Delos. Sobre este lago ellos ejecutan, por la noche, la representación de Sus sufrimientos, y a esto los egipcios llaman Misterios. Sé más completamente en detalle cómo se llevan a cabo, pero dejaré esto sin decirlo. Diodoro escribe con igual resultado: En días remotos, según tradición, recibida, los sacerdotes conservaban como un secreto la manera de la muerte de Osiris, pero en tiempos posteriores se llegó a saber debido a la indiscreción de algunos, que aquello que había estado oculto en silencio entre unos cuantos era expresado en el extranjero entre muchos |
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