A las Puertas del Eterno Oriente
Un Hermano Masón llega a las puertas
del Eterno Oriente, donde lo recibe el
Maestre Hiram Abiff , el Maestre luego de consultar en su Laptop , le dice:
Veamos según este registro, no has hecho nada especialmente bueno por la Orden
Masónica, pero tampoco has hecho nada especialmente reprochable contra la Orden
Masónica. La Verdad eres un masón tibio. Y sabes te diré un secreto, le dice
Hiram al Masón el Eterno Oriente sólo está
reservado para aquellos Masones que hayan hecho algo extraordinariamente bueno
en Bien de la Orden y de la Humanidad. Sencillamente te dejaremos como a tantos
masones en el Salón de los pasos perdidos del Eterno Oriente, un bonito lugar a
final de cuentas , pero no entrarás el
Eterno Oriente – añade Hiram.
En esto sorprendido dice el Masón, pero, ¿Y lo de los malos clérigos
que decididamente y valerosamente enfrenté?
A ver, a ver explícate por favor, insiste Hiram Abiff.
De un tipo acá, me decidí y fui
investigando sobre casos de corrupción en las jerarquías religiosas, y me fui
dando cuenta de que unos sacerdotes estaban atentando contra las buenas
costumbres, violando la Ley, y utilizando a la Fe con fines perversos, y así
engañando y dañando a buenas personas.
Así cuando tuve todas las pruebas en la mano me
resolví y los enfrente decididamente.
¡Caramba! Expresa Hiram
Y el Masón añade - Si, si entonces frente a
frente les dije les iba a denunciar ante
las autoridades, pues tenía todas las contundentes pruebas a la mano.
¡Vaya!, es estupendo, - expresa Hiram
frunciendo el ceño, pero… esto no
aparece en tus registros, creo habrá un error o tú te inventaste todo esto,
para poder así acceder al Eterno
Oriente, a ver entonces pregunta Hiram Abiff al masón, a ver ¿Cuándo ocurrió eso?
A esto contesta el Masón: ¡Pues, eso hará, hace unos 10 o 15 minutos!
Alcoseri