Cómo reconocer a un verdadero masón
de uno falso
En alguna ocasión observé a unas
personas que estaban acampando eran aproximadamente 20 personas, y de entre
ellas a una, y sólo a una, esta persona era rodeada por abejas, que daban
vueltas a su alrededor como si estuvieran buscando una flor.
¿Por qué las abejas no se aproximaban
a los otras 20 personas? Obvio algo en aquella persona las atraía. Pronto
descubrieron; las abejas estaban percibiendo el perfume floral, a base de esencias
naturales de su fragancia, si era una genuina esencia floral ¡Y no una sintética!
Las abejas percibían y reconocían la
verdadera fragancia, pero las otras personas – quienes también utilizaban diferentes
fragancias parecían igualmente “genuinas”, perfumes carísimos, pero sintéticos.
Pero las abejas eran expertas: su sintonía se sintonizaba son ese perfume
exquisitamente natural, era un producto real, mientras los otros 20 usaban
fragancias de imitación, y sintonizaban con lo falso, al menos para las abejas.
Debemos pensar que las abejas no eran
perfectas, tampoco percibieron era un simple perfume hecho por humanos, y
exacto luego de una hora las abejas fueron a las flores naturales, se dieron
cuenta del engaño, y se retiraron de esa persona.
Si hubieran seguido atraídas por esa
persona luego de horas las hubiéramos catalogado
como abejas necias, al ser incapaces de reconocer que la fragancia no
significaba el dulce, alimenticio y
necesario néctar para ellas.
Pero a diferencia de las abejas,
nosotros los seres humanos seguimos tras engaños por toda la vida, siguiendo a
falsos maestros, falsas religiones, a falsas doctrinas sin detectar el engaño;
y en el contexto masónico seguirán muchos siguiendo una masonería falsificada y
a falsos masones.
Si hubiese sido necesario distinguir
el engaño de los perfumes, habría sido necesario utilizar abejas , e inútil utilizar
a seres humanos.
Se puede bien argumentar a favor de
los seres humanos que lo sintético en cuanto a fragancias era suficiente para
sus propósitos de ocultar sus sudorosos malos olores. Y en efecto. Pero
si miramos la anécdota de este relato
como una alegoría masónica en este sentido, deberíamos admitir que lo Real necesita de
alguien Real , de que sólo un masón real podría reconocer a otro masón real , esto más allá de
los retejos masónico, retejos que cualquiera puede realizar y otro contestar,
ya que las logias masónicas están infestadas de falos masones. Pero debemos
entender que incluso lo sintético o lo
falso puede tener alguna utilidad. Todo
depende de lo que estemos buscando en realidad.
Ahora en cuanto a los foros masónicos
de la internet, si los Grupos o paginas Facebook en concreto, observamos como
miles son atraídos a estos , algunos se quedan porque encuentran el divino néctar masónico ahí, otros más se retiran
porque buscan otro tipo de alimento , y no se sintonizan con la mecánica del
foro masónico , y es que para encontrar el dulce néctar masónico en la mayoría de
las ocasiones es necesario como los buceadores que buscan perlas en el Océano
ir más profundo que en la simple superficie, recordemos que en la superficie
del mar jamás encontrarás perlas.
Alcoseri