El Logro de la experiencia espiritual
Masónica
Quien logra en Masonería iluminarse con
esa enigmática Luz Interior, que aflora desde dentro , todo un Universo aparece
ante sus ojos o mejor dicho ante su percepción, y aparece con la certeza deslumbrante e
irresistible de haber encontrado por fin lo que tanto se anhelaba. Un Algo que en su totalidad o desde sus partes
encaja con eso que desde niños o quizá desde antes de nacer tanto buscábamos, de pronto todo encaja para nosotros , sin una explicación razonable,
sencillamente eres tú mismo quien encaja con el Todo. Nuestra existencia humana,
mundana y transitoria deja de ser importante, pues has dado un paso hacia la
eternidad , hacia lo infinito, y las problemáticas de la vida cotidiana dejan
de ser prioritarias; ante esto uno como
masón se queda asombrado ante la
evidencia y la eficiencia de las cosas en su Plenitud. Esto quiere decir en su sentido correcto , que
gracias a un Algo poderoso en Masonería es que has dado ese paso hacia la Gran
Luz, y ese algo poderoso sin duda alguna
es el Egregor Masónico.
Todo esto nos inspira, nos impulsa ,
nos llama , y nos convence hacia evolucionar hacia un plano de consciencia muy
superior al que se nos describe en la vida cotidiana. De pronto captas ese Gran Algo , o a ese Gran
Alguien que es Dios , Dios el Gran Arquitecto de este Universo , ese Alguien
que mora dentro de nosotros.
Por lo expresado en estas líneas , no
hay palabras lo suficientemente como para expresar la Idea y la belleza de esta
experiencia masónica, pero usted que me lee bien puede captar ese algo más que
yo soy incapaz de expresar en palabras,
si es que usted logra contactar con mi mente. La gran claridad da la
sensación de que el Todo se ha vuelto transparente o luminoso y que, en su simplicidad,
es inmediatamente penetrado y ordenado por una inteligencia suprema,
inteligencia que no es ajena a nuestra inteligencia. Al mismo tiempo, a menudo
le sucede a alguien que experimenta esto a percibir que todo el universo se transforma en
nuestro propio cuerpo, es como si todo el basto Universo se resumiera en mí
mismo. Lo que él es, así como todo lo que lo rodea, no parece el resultado de
un devenir, sino de una presencia inmutable. Hacerme uno con el Universo no es
una pérdida de identidad, sino un ganar de mi verdadera identidad, todo así de
claro hasta el punto de poder sentir y percibir
a través de los demás, más bien es un estado en el que la conciencia individual
y la existencia se vuelven a un punto de vista acertado , y es que mi alma
inmortal, es el alma inmortal de Universo, en ese momento, un algo
inconmensurablemente se vuelve una Unidad,
mi yo individual , mi alma , mi ego limitado, mi espíritu personal, y
así de pronto mi cuerpo es el Universo,
es Dios , es el gran todo , al igual que
es el Gran Arquitecto del Universo. Y así de pronto todo queda claro
Alcoseri.