El Sufismo y la Masonería
Las palabras "místico",
"iniciático", "gnóstico", "Masónico", "esotérico" ,"sufismo" caracterizan un tipo de experiencia no
ordinaria Un reino de la realidad que corresponde a la experiencia interior. Por otro
lado Las doctrinas religiosas, académicas y filosóficas se esfuerzan por responder preguntas
pensando en la metodología ordinaria y
las etapas de esta experiencia es exterior. Los cabalistas herederos de la idea
Abraham, por su parte, relacionan su experiencia espiritual con la Ley, con la
palabra escrita y con la presencia del único Dios, viviente y
vivificante. En esta perspectiva supuestamente , el hombre tiene acceso a
Manifestaciones divinas que son percibidas a través de las cosas que le son
manifestadas en libros como la Biblia , la Torah, etc . Sin embargo, la Esencia
Divina está más allá de toda expresión escrita y sólo puede aprehenderse a
través de un enfoque apofático que rechaza cualquier forma de limitación: No es
esto, No es eso.
La teología negativa, también llamada
teología apofática (del griego ἀποφάναι que significa "decir no",
"negar"), es una vía teológica que se aparta de todo conocimiento
positivo de la naturaleza o esencia de Dios.
De acuerdo a la teología negativa,
para el intelecto humano sólo es posible aprehender lo que Dios no es, mientras
que la comprensión real de la divinidad es imposible, aún de manera
fragmentaria, porque trasciende la realidad física y las habilidades cognitivas
humanas.
Para esta vía, Dios es incognoscible
e incomprensible; lo que conocemos y comprendemos nunca es lo divino, sino una
entidad finita. De aquí se deduce que sólo podemos decir de Dios lo que no es:
que no es un género, ni una especie, y que está más allá de todo lo que podemos
conocer y concebir.
La teología negativa o vía negativa,
como forma de expresar lo inefable, se inicia en el neoplatonismo pagano
mediante Plotino y la filosofía patrística cristiana con Clemente de Alejandría
(siglo III); su desarrollo continúa en la obra San Agustín (siglo V) y, sobre
todo, en los escritos del Pseudo Dionisio (siglo V).
Pero Dios, sin embargo, sopló su Espíritu en
Adán, como está registrado en el Corán (XXXVIII, 71-72). Por lo tanto, en el
Islam, el énfasis siempre se pone en el hecho de que el Hombre es, por las
profundidades de su naturaleza, "capaz" de Dios.
El Islam, que su plano "místico y esotérico" se conoce en occidente como
"sufismo", en realidad es solo un Islam " más profundo y completo",
es decir, el Islam tiene una dimensión .
externa y una dimensión interna. Por lo tanto, no puede haber dicotomía entre
estas dos dimensiones: la haqiqa , la esencia misma de la experiencia interna,
y la shari'a , la ley religiosa, son de hecho consideradas como las dos alas de
un pájaro Nadie puede volar con un ala, siendo necesaria cada ala.
Los sufíes, por ejemplo, han meditado
mucho sobre el surah del Corán donde Dios “Allah” cuestionando las semillas de
la humanidad futura en el aún no creado Adán les pregunta: "¿No soy yo tu
Señor? "( Alastu bi rabbikum ) (VII, 172). Todos respondieron: "¡Sí!
". Y es a este pacto pre-eterno entre el linaje Adámico y Dios que está conectada
esta facultad innata de conocer a Dios que ha puesto Su Huella en las
profundidades del alma humana. Las ciencias antropológicas son incapaces de dar
una definición integral del Hombre y los criterios tomados del lenguaje o la
razón son aún insuficientes. Si el hombre es capaz de Dios, entonces la
experiencia espiritual se convierte en el acto humano por excelencia. Somos así
personalizados por Dios dotándonos de un Alma, Alma que va al encuentro de
Dios: Dios nos da nuestro verdadero Ser y seguimos siendo un ser incompleto así
hasta que no hayamos vivido esta
experiencia.
La tradición Sufí Islámica al igual
que lo hace la Masonería en Occidente
nos proporciona un escudo contra la ilusión que nos espera al que
está comprometido en el camino del autoconocimiento, y al vernos no nos
engañemos. De hecho, al auto observarnos nuestras facultades imaginativas pueden tomar
el control y sumergirnos en un universo en las antípodas de un estado real de
conciencia de lo Real, y si la ilusión se apodera de nosotros al tratar de
conocernos el Ego solamente nos hará ver
un engaño .
Ahora, la fidelidad escuelas como la Masonería y el Sufismo , nos
permiten una transmisión de ideas que provienen de iniciados masones del pasado
y una liturgia que es una guía para aquellos
que ya están realizado tal viaje
interior, le permiten a uno mantenerse lo más lejos posible de los poderes de
la ilusión. Es fundamental permanecer arraigado en una comunidad o Logia
Masónica y así poder arribar a concluir por encontrarnos a nosotros mismos y no extraviarnos en el Camino-
El sufismo ni la Masonería son ninguna
manera una especie de suprareligión o para-religión, y no es al realizar un
sincretismo más o menos arbitrario que uno realmente llega al final del camino.
El error de algunos es haber querido, a toda costa, vincular el Sufismo y la
Masonería con ideas académicas y haber
buscado sistemáticamente influencias fuera del contexto iniciático. Han relacionado a la Masonería con la mística
sufí con el Vedanta, a veces con el misticismo
cristiano, cuando en realidad el primer masón es el mismo Dios que Idea y
Construye.
Por lo tanto, la primera comunidad masónica
fueron Dios y sus ángeles constructores ,
¿qué podría significar el sufismo o la Masonería si no la
interiorización viva de la Realidad en el más absoluto respeto de la
observancia ética?
Alcoseri