En la Búsqueda y el Encuentro de ti
mismo
Sería muy ilusorio e ingenuo creer
que las Logias Masónicas están compuestas de Masones de idéntica ideología y de estandarizado criterio y
moralidad, y que por tanto todos los masones piensan lo mismo. Es por eso que hoy voy a escribir en este comunicado de un Mason
excepcional, de un buen masón, pero de un masón muy diferente al Cuento de
siempre.
Jaime Roca era el clásico aprendiz de masón, un día, su respectivo vigilante, en pasos perdidos le comunicó y le advirtió que pronto recibiría
un aumento de salario, cosa muy normal porque había pasado el tiempo necesario
en la Columna Septentrional, más tarde en Logia todos estuvieron de acuerdo en
aumentarle de salario al Hermano Roca.
Algún tiempo después fuera de Logia
nuestro hermano explicó que no podía aceptar este aumento salarial con el
pretexto de que aún no estaba en posesión de todos los conocimientos pertenecientes
para elevar su rango, y que en estas condiciones no haría porque hacerlo. Seré
dijo , un compañero muy mediocre, por lo
que sugirió que pospongamos mi aumento salarial, y con el argumento: "¡Quiero ser un maestro
masón perfecto!".
No me van a creer, pero la cosa
volvió a ocurrir por siete años consecutivos, ya pesar de los cambios de
Venerables, no se hizo nada; Un día, un hermano un poco menos paciente que sus predecesores, quiso obligarlo a
convertirse en un Compañero, y argumento que el hermano Jaime Roca debería respetar la decisión de la Logia, la cosa se
volvió tan terrible que nuestro hermano literalmente eterno aprendiz lo tomó
con resignación; pero ante tal obstinación, la Logia en un espíritu de
tolerancia finalmente acepta esta particularidad de literalmente obligarlo al
aumento de salario.
Una particularidad que tuvo su efecto
en el mundo masónico de aquel Oriente , y que deleitó de alguna manera jocosa
al Pueblo Masónico de aquel Oriente , así que los visitantes al saber del
aumento de salario de aquel obstinado, fueron muy numerosos, curiosos de ver al Aprendiz que
había dudado tanto en decidirse.
Así posteriormente, recurrió al rango
de compañero, esperando otros tantos años más antes de aceptar ser exaltado al
Maestro Mason, y una vez más dio los mismos argumentos, argumentando que aún no
era lo suficientemente digno como para tan elevada exaltación.
Ahora era él quien visitaba las
logias de ese Oriente, y cada vez que visitaba una logia hábilmente argumentaba
posiciones que traían a los masones en contradicciones,
pero siempre llenas de sentido común, y así de alguna manera estaba iluminando así
el resto de la Logia visitada. Esto inevitablemente no complació a todos los masones de las logias visitadas, viendo en
él un serio competidor en la escena masónica, ya que era más hábil que los
demás, y mejor optaron por no brindarle el uso de la palabra , cuando el
hermano Jaime Roca lo solicitaba. Esto le pareció poco Fraternal al hermano Roca... ¡Pero luego el
Hermano Jaime Roca al finalizar la Tenida , les cobraba caro el que no le
hubieran dado el uso de la palabra, ya que ahí retomaba con suma habilidad sus
posturas , casi irrebatibles...! Muchos hermanos se retiraban , pero , luego en
los Ágapes masónicos era inevitable no escucharlo. Y era gracioso ver como hermanos con altos
grados no podían rebatir con buenos argumentos al Compañero Masón Jaime Roca.
Un día, el compañero, después de
pasar años en la columna del mediodía, dejó la tan luminosa Estrella Flamígera para conocer por fin el gran secreto
de la Acacia. Él nunca dejó de luchar contra los tres malos compañeros que estaban
en él y en los demás y al convertirse en un Maestro Perfecto lo hizo con más conocimiento
de causa y con más aplomo de consciencia. Cosa que no pasa en la gran mayoría de
los inmaduros que se exaltan al sublime grado masónico. El Hermano Jaime Roca, argumentaba que no tenía
prisa, en escalar grados , y que la paciencia era la clave que enseñaba la
Masonería.
Se hubiera pensado que nuestro Masón
Jaime Roca estuviera fuera de las
normas, y que subiría así hasta los altos grados, una vez más, sorprendió al ambiente
masónico, ya que le interesó la administración
de su Obediencia y pronto fue a ser elegido Concejal, era asiduo a las
reuniones, y gracias a su gran conocimiento iniciático, un día se convirtió en
el presidente de su Obediencia.
Muchos masones envidiosos de Jaime
Roca estaban esperando el más mínimo
error, las razones de la insatisfacción, se basaban en el cuestionamiento del
sistema administrativo de su jurisdicción, en algunas ponencia en Tenidas daban más prioridad en tiempo administrativo,
que al trabajo iniciático de las Logias y eso enojaba al Francmasón Jaime Roca
, el recordatorio era constante de que las grandes tenidas de Logia no debería ser para tratar
temas administrativos, que para eso se formaran comités, y juntas administrativas fuera de
logia, argumentaba Jaime Roca , y su reclamo era que las cosas administrativas eran
cosa de la Vida profana, mientras enfatiza que la Masonería en general debería
ser solamente para actividades de elevar el pensamiento a niveles superiores de
consciencia.
Y esto, claro trajo consigo un
incremento en rivalidades ya que muchos masones, no pretendían nunca
profundizar en temas masónicos a profundidad , porque esto obviamente traería consecuencias.
Y claro pronto el francmasón Jaime Roca , propuso que no se debería de dar
aumento de salario de forma exprés a los aprendices, algunos no habiendo ni
cumplido un año luego de ser iniciados. Y
menos exaltarlos a los cuantos meses al sublime grado de maestro a los
compañeros. Esto , también produjo
efectos en las Logias de aquel Oriente. Y claro , se opuso a esas iniciaciones
exprés , donde ser recortaba al máximo el ritual de iniciación.
Es bien sabido que en general a la
raza humana no le gusta el cambio, que es mejor ponerse las zapatillas de
hábito, y con ello arriba del Dogma. Todo era confuso, la posición de Jaime
Roca era volver al pasado, a los largos procesos , mientras la posición de los
demás de que todo fuera exprés se podía considerar algo innovador, y que rompía
el Habito y se ajustaba a los momentos vertiginosos del mundo presente. El descontento de las Logias fue contundente contra
el Presidente de la Obediencia, porque de hecho el Presidente de la Obediencia
cuestionó el trabajo monótono de algunas Logias, eran tan monótonas que aburrían argumentó el
francmasón Jaime Roca.
El Presidente de la Obediencia Jaime
Roca respondió punto por punto a los críticos, señalando que la Masonería había
tenido su momento de gloria, que la sociedad secular ya no tenía mucho apetito
por la Orden y que muchas personas incluso no la conocían. La existencia de la
Masonería se consideraba por muchos obsoleta, y en realidad los verdaderos capacitados
de la vida secular eran los financieros, los políticos, los académicos, los
comunicadores etc. Que para ser útil al mundo profano era necesario que la
Masonería recuperara los Caminos de la Sabiduría, los Caminos del Conocimiento,
estando por encima de las contingencias materiales y morales, y para centrar su
intención, enfatizó que los masones de la Obediencia todavía tenía mucho
trabajo por hacer, si querían sobresalir en este mundo.
Más tarde, durante la asamblea
general de la Obediencia, no fue renovado en su cargo, se prefirió otro masón
más clásico y menos liberal, un hombre del aparato, un clásico oficial de la
Masonería. Y todo volvió a entrar en el orden.
Luego se recibieron noticias de Jaime
Roca, que acababa de levantar columnas
formando una Logia salvaje , él junto con cientos de masones, cuyo lema evocador
de trabajo masónico era:
¡ Búscate
y Encuéntrate a ti mismo !
Alcoseri