Cómo resolver enigmas masónicos.

Marcos Ópalo desde que había sido iniciado Masón, y de eso , no hacía  mucho tiempo, pues era  aprendiz de masón  y  se preguntaba qué significarían los carteles en las dos paredes opuestas del Templo. Por supuesto, le habían dicho que no podía leerlos  ni escribir absolutamente nada referente a las letras  que estaban gravados en esos carteles, y que si alguien  osaba darle   la primera letra, Marcos Ópalo respondería  obligado dando la segunda, pero en realidad Marcos Ópalo  no avanzó nada en la comprensión de esas misteriosas letras en alfabeto hebreo en la pared del templo Masónico.

¿Qué podría significar esta sucesión de cuadrados, signos , puntos, corchetes, algunos al revés, otros que entre  paréntesis que una apunta hacia arriba, y que otra apunta hacia abajo, otra más apunta hacia los lados, esto alteraba todos los sentidos. Él sabía de la dificultad de poder leer jeroglíficos y la aprieto que significaba de  interpretar el alfabeto y palabras en  hebreo ; aceptaba que era  un idioma complejo el hebreo y en mucho fuera de uso en el mundo occidental, pero él estaba en un templo masónico del siglo XXI , se preguntó si había una relación con el ritual de su iniciación, o con toda la Masonería en sí, todo esto. Él había estudiado Marcos Ópalo algunos libros de Cábala, pues antes de ser iniciado masón , habría comprado esos libros esotéricos que encontramos en cualquier libraría del Mundo referentes a la Cábala Judía, seguro como cualquier lector de estos libros habría tenido nociones de la idea , pero , al igual habría quedado con muchas dudas  .

En cuanto tuvo oportunidad, se acercó al segundo Vigilante, y se atrevió a pedirle aclaraciones sobre la presencia de estos dos carteles ; avergonzado, el Segundo Vigilante  , titubeó  , luego tartamudeó una respuesta que no era adecuada , y como la gran mayoría de los segundos vigilantes de las logias masónicas del mundo, poco o nada sabía al respecto, y no respondió la pregunta del aprendiz, dejando a Marcos Ópalo con más dudas, luego apareció de entre los hermanos del cuadro el clásico masón diciéndole a Marcos Ópalo: esos temas mi hermano  no son de tu grado. Pero Marcos Ópalo el aprendiz  se quedó con ese dolor de esa espina clavada hasta lo más profundo de su corazón sobre que era realmente lo que se ocultaba  en esos cartelones con letras en Hebreo , se dijo a sí mismo hay dos posibilidades , una es que el Segundo Vigilante no sepa nada al respecto o que él me haya deliberadamente ocultado el secreto  , tal vez era porque él era un simple  aprendiz, y este misterioso  no se le revelaría hasta  acceder a los otros grados.  Y recurrió a consultar la biblia en castellano , y encontró ahí las palabras sagradas y dedujo que no era casualidad que estas palabras no fueran traducidas al español, y aparecieran en hebreo, o al menos su pronunciación,  e intuyó por tanto que esas poseerían un gran poder sobre la psique de las personas.  

Cuando llegó a casa Marcos Ópalo desempolvó sus libros de Cábala y los repasó, luego recurrió al internet  en busca de información al respecto y encontró mucha información y desinformación.  Y  nada le quedó claro. Y concluyó que él no podía leer caracteres jeroglíficos, ni tenía la capacidad de escribirlos , al menos y gracias a sus libros de Cábala podría a penas y deletrear algunas consonantes   hebreas .

Una tarde, después de hacer un trazado de arquitectura , para su aumento salarial, un trazado sobre los orígenes de la escritura en la marcha y progreso  de la Humanidad, pensó que era posible preguntar a su futuro primer vigilante sobre el significado oculto de estas letras en Hebreo en las paredes del Templo. Porque Marcos Ópalo  sabía muy bien que al cambiar a Columna tendría el otro cartelón delante de él con los mismos cuadrados, todo para él era más enigmático, pero seguro el cartelón con esa nueva frase en hebreo sería la clave para completar el misterio .

Pero respecto a la ayuda para desentrañar enigmas masónicos siempre estaban los Ágapes Masónicos, donde en un ambiente distendido y relajado los hermanos masones comentan sus experiencia , anécdotas  , algunos masones de la nueva guardia  colocados al lado de los   viejos maestros masones de la vieja guardia  , siempre teniendo en cuenta que las preguntas de los jóvenes masones   se convierten  en una obsesión por desentrañar el Gran Misterio, porque no hay nada peor en Masonería  que una pregunta que permanece sin respuesta; y en este caso a la pregunta directa de Marcos Ópalo ya siendo compañero masón, los maestros masones en la mesa del Ágape  eludieron  la pregunta sobre las claves  de las  contraseñas verbales, esto no pudo satisfacer a nuestro nuevo compañero, los maestros masones hablaban de todo , pero a sorpresa de Marcos , la pregunta sobre estas palabras en hebreo las evitaban , esto aumento en mucho la curiosidad de Marcos .

Convertirse Marcos Ópalo en un maestro masón y moviéndose de columna en columna, había notado que no había para él nada en claro sobre el significado de las contraseñas.  ¡ Y se dijo para sí qué raro! Las liturgias nada dejaban en claro , y todo parecía confuso , pero no  confiando en el conocimiento de los miembros de su Logia, quedaba ante él un muro de indiferencia,  él frente a un silencio que solo reforzaba sus dudas. Algunas veces comenzó a pensar  que esas claves y contraseñas , alguien las había pensado hace cientos o miles de años , así desde tiempo del Rey Salomón y desde  entonces nadie sabía ya su significado. Pero prefería pensar que alguien conocería la clave del Secreto, porque, sospechaba que con perseverancia, finalmente tendría acceso al conocimiento sobre todas estas palabras en hebreo antiguo.

Se habla de casualidad, coincidencia, pero un día invitaron al Rabino de la ciudad a la logia , a dar una conferencia sobre Cábala , terminando esto, se fueron al Ágape , y Marcos Ópalo como pudo logro sentarse justo al lado del Rabino, y el Francmasón  Marcos Ópalo ya un poco más maduro  , llevó al Rabino a una conversación , y el Rabino Judío le dijo que las palabras hebreas tenían poder , vida propia , y que uno al sintonizar con ellas era que las activaba , ya siendo leyéndolas, o sencillamente al mirarlas, y que todo era con relación a la evolución de quien lo operaba . Y agregó que abreviarlas las palabras hebreas era para que estas no cayeran en malos usos, lo mismo que al codificarlas, el Rabino algo o mucho trasmitió en esta conversación a    Marcos Ópalo,  igual hay siempre personas trasmisoras y personas receptivas, y es en este tenor que se dieron las cosas .  Los secretos de todo esto no estaban para el cerebro , sino para el alma, le dijo el Rabino al francmasón Marcos Ópalo, pero uno puede ejercer influencia sobre otro  , añadió el Rabino .

Marcos Ópalo respiró profundo , el Rabino fue el único que respondió al curioso Masón: "Este es un alfabeto que data le época faraónica, rediseñado por el mismo Moisés , basado en la cuadrado y la cruz con las diferentes variantes. Puede usarse descodificase en letras o números  , en cuanto al punto que sirve para diferenciar las letras multiplicando las posibilidades para poder cubrir las 22 letras del alfabeto ".

De la misma manera se podía ver que el círculo estaba ausente del alfabeto, es normal porque es el símbolo de la espiritualidad y puede ser parte de un alfabeto pero de manera oculta. No creo que nuestro alfabeto se remontara a los constructores de catedrales dijo Marcos , porque en ese momento, si mi conocimiento es correcto, pocas personas podrían leer y escribir, y también es una de las razones por las que en los carteles del Templo, no se encuentre un círculo, porque en el rango que trabajamos, se supone que no sabemos cómo escribirlo.

Y concluyó el Rabino diciéndole al masón , a la vista de los que no saben leer ni escribir, no hay nada ahí sino simples garabatos, las cosas van teniendo sentido cuando las comprendes por medio de la vivencias.

Ahora la pregunta de  ¿Cómo resolver enigmas masónicos? la respuesta en simple,  sólo con el trabajo y el estudio, la dedicación, la experiencia, la meditación , y la vivencia directa.  Nunca jamás por dichos de otros.

Alcoseri