Chistes Iniciáticos Cualquier cuento jocoso o no tan jocoso, que puede llegar inclusive al morbo, es una historia de la cual podemos extraer una moraleja o una lección de vida. El Morbo sondea las capas más oscuras de nuestro inconsciente, de nuestra sombra psicológica. Pero, en realidad, ¿Dónde encontraremos lecciones de vida? Ya seamos masones o no, encontraremos lecciones de vida por doquier, incluso observando a un perro callejero. Desde las páginas de la Biblia a una revista con narraciones eróticas, en todo está oculto un trasfondo. Muchos incluso masones de años desdeñan el Tarot, la Astrología o cualquier otra forma no ortodoxa de conocimiento. Una Chiste Morboso, rojo y escandaloso, ¿nos puede transmitir algo un simple chiste? No por la simple morbosidad que transmite, sino por las proyecciones, asociaciones de ideas y reflexiones que nos despierta. Es cómo el adagio ¿quieres conocerte? Mira de qué te ríes, de que te escandalizas y de que te encolerizas. Un iniciado masón es una ser que eclécticamente utiliza tolo lo que le cae en las manos como un objeto y símbolo de sabiduría. Un ejemplo de esto es, que mientras otros ríen, el masón a la vez de reír también reflexiona. El Masón con los años descubre una insólita profundidad mística, en simples charlas de café con otros masones, donde inclusive se cuentan chistes frecuentemente, y se desmenuzan conceptos masónicos gota a gota, y los chistes sirven entre otras cosas de lubricante, pues la mente se relaja y se abre. La capacidad del masón de enfrentar la vida por muchos medios, incluso medios para profundizar en ese insondable mundo de los símbolos arquetípicos de la psique humana. El cerebro como cualquier órgano humano, necesita ejercitarse constantemente, incluso de comer de varios alimentos y uno de esos alimentos del cerebro son las impresiones graciosas. Alcoseri |