Cuando un Masón se fija una Meta.
Tres Masones se decidieron emprender
el camino hacia el Gran Oriente. El primero Masón se llamaba Dificultoso porque dondequiera que fuese,
siempre tomaba la ruta más larga y dificultosa imaginable, debido esto a su respeto por no sé qué dogmas que seguro
ni él entendía. El segundo era conocido como el Masón Extraño porque según él
nada le parecía extraño, aunque la mayoría de las cosas que hacía, parecían
extrañas a vistas de los demás. El tercero era llamado el Masón Atajos porque
siempre pensaba que podía ahorrar tiempo y dinero, aunque los caminos que
elegía resultaban a menudo a los más largos y costos.
Se convirtieron así los tres en
compañeros de viaje. Pero al poco tiempo se separaron, cada uno de ellos tomó
un camino separado. Esto ocurrió debido a que el masón llamado Dificultoso vio
un señalamiento en el camino del que había oído hablar, e insistió en tomar la
ruta que éste señalamiento indicaba.
Esta ruta sólo conducía a una ciudad en oscura habitada por chacales, pues la
floreciente ciudad de la que había oído hablar había desaparecido hacia muchos siglos atrás. Fue devorado el Masón Dificultoso por chacales, casi de un
bocado.
Uno o dos días más tarde, el masón llamado
Atajos decidió encontrar una ruta más
corta, pero fue asaltado por bandidos, mientras trataba de cortar camino a
través del campo. Estos bandidos lo llevaron a trabajar de esclavo, pudo
escapar, pero esto le llevó algunos meses.
Luego de escapar de sus captores el
masón Atajos siguió solo. Pronto encontró a un hombre que le dijo: “ Masón
Atajos, más adelante del camino están unos caníbales que salen de noche, que si
te encuentran te devoraran .” “ ¿Qué hacen durante el día?” , preguntó el masón
Atajos. “ Supongo que duermen” , dijo el
hombre. “ Muy bien, pasaré de día , aún que el calor me sofoque” , dijo el
masón llamado Atajos.
Se acercó al lugar a la luz del día y
efectivamente vio allí los caníbales durmiendo. Tuvo tiempo para dormir
escondido en una cueva. Se escondió así en la cueva solamente para descubrir que los caníbales iban ahí de día también a dormir, y optó por
esconderse en un recoveco de aquella Cueva. De un rato llegaron todos,
encabezados por Mariote el Rey de los
Caníbales. Uno a uno saludaban al Rey y le relataron historias de cosas que
eran solo conocidas por los caníbales y
desconocidas al resto del mundo. De esta manera, desde su escondite, el Masón
Atajos se enteró de que muy cerca de
allí, había una caverna llena de joyas robadas a las víctimas de los caníbales,
el Tesoro de la legendaria Piedra Pulida, a los caníbales no les interesaban
las joyas sino solamente devorar a sus víctimas. Uno de los caníbales contó que
en esa misma cueva vivía una serpiente que
custodiaba el tesoro, la Temible serpiente Bargast pero que no podía utilizar
las joyas, solamente las custodiaba, así
como tampoco soportaba separarse de ellas, y que cada luna llena las sacaba
afuera para que las joyas se recargaran de energía lunar. Un tercer caníbal explicó
cómo la hija de un rey podía ser curada de la locura que padecía gracias a la luz
de la Luna acumulada en esas joyas. De todas las historias ésta era la más
extraña, y aun el mismo masón llamado Atajos apenas pudo creerla.
Las joyas robadas por los caníbales
bañadas a la luz de la Luna serían las que curaría a la princesa. Pero como ningún
hombre conocía ni el remedio ni a la princesa atacada por esta enfermedad
(según se enteró), no había esperanzas de que este conocimiento fuera de
utilidad alguna. Poco antes del alba los caníbales salieron de la cueva y se
dispersaron a sus moradas y otros a la cacería, y el Masón Atajos fue a la
cueva de los tesoros y esperó a que
apareciese la Serpiente en una noche de plenilunio. Efectivamente ésta se
dirigió al centro de la cueva para sacar joya por joya , y haciendo rodar una
tras otra las monedas de oro afuera de
la cueva. Cuando hubo sacado todo el tesoro , joyas y monedas , y cuando estaba contando las
monedas, el masón Atajos salió de su
escondite y se apoderó de ellas, pero antes matando a la serpiente. Luego se
dirigió a la Caverna de le piedra pulida en dónde encontró un mapa de cómo
llegar a el Oriente Masónico que buscaba. De allí partió en búsqueda de alguna
princesa enferma. Y así reanudó su travesía hacia ese Idílico Oriente Luminoso.
Luego por parte el Masón Extraño que siguiendo
extrañas señales en las que ningún otro hubiera reparado, se encontró,
finalmente, en los más remotos confines de un Imperio. Al entrar en un reino
extraño y desconocido para él, vio que la gente corría de un lugar a otro con
aires preocupación. Les preguntó qué cosa los afligía. Ellos le explicaron que
la hija de su rey había caído recientemente víctima de una extraña enfermedad y
que nadie podía curarla.
Inmediatamente el Masón llamado
Extraño se dirigió al palacio. “Si curas a mi hija” , dijo el rey, “ te casaras
con mi hija, tendrás la mitad de mi
reino y el resto cuando yo muera. Si fallas, haré que seas confinado en el más
profundo de los calabozos.”
El Masón Extraño aceptó las condiciones,
y la princesa fue traída ante él, antes de esto mando llamar al Masón Atajos,
le dijo del problema y este trajo las
mágicas joyas bañadas por la Luna; antes
resolvieron que ambos se dividirían el Imperio.
Ambos masones pusieron la joyas , y
monedas de oro sobre la Princesa, e instantáneamente quedó curada, pero a esto
el Masón Atajos huyó del Lugar sin decir nada , ni despedirse de su hermano
masón llamado Extraño. Y así fue como El
Masón Extraño se transformó en un príncipe real esposo de la princesa y luego
más tarde en Monarca y enseñó sus modos de obrar a la gran cantidad de gente
respetuosa que se congregaba para aprender de él.
Un día, sin embargo, caminaba
disfrazado, como era su costumbre para buscar a
su hermano masón Atajos, y cuando
se encontró con al Masón Atajos, quien al principio no lo reconoció, en parte
debido a su disfraz, no pudiendo así disponer al instante que era su hermano
masón; pero como había quedado en palabra lo buscó y le dijo para entregarle su
parte del Reino.
El Masón Extraño, por lo tanto, guio
al Masón Atajos hasta el Palacio, y esperó a que éste le hiciera preguntas. A esto el Masón Atajos preguntó:. ¿Cómo es que
me traes a Palacio? Dímelo, pero hazlo rápidamente, que interrumpes mi búsqueda,
mis oraciones y mis meditaciones.” El
Masón Extraño le contó; pero pudo ver que no tomaba en cuenta sus comentarios. El
masón Atajos se mostró demasiado impaciente. Sin esperar más, El Masón Atajos dijo:
“ Debo ir allí al Lugar que nos fijamos como meta, esa meta que era llegar a ese Oriente Masónico lejano; a fin de poder seguir la misma senda
que tú.” “ No te lo aconsejo” , dijo el Masón extraño , ahora que soy el Rey mundo, “ pues antes tú debes aprender
a interesarte en el Tiempo y en señales extrañas.” “ ¡Tonterías! ” yo no quiero
saber del mundo Material , yo busco el Mundo Espiritual , dijo el Masón Atajos
, y partió de inmediato, demorándose sólo lo necesario para pedirle a su
compañero de viaje 11 monedas de oro
para el viaje, que obvio eran mucho menos de lo que a él le tocaba de su parte
del reino. Cuando Masón Atajos , partió , le dijo ahora no buscare atajos iré
directo a ese Oriente masónico luminoso ,
y llegó a una posada pero cayó en la cuenta de que era de noche, al
siguiente día partió este masón hacia su meta, ahora caminó directamente hacia
ese Oriente masónico luminoso , siete días después arribó a su Meta trazada.
Alcoseri