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General: Los tres grados en la masonería
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De: Alcoseri (Mensaje original) |
Enviado: 05/09/2018 02:26 |
Los tres grados en la masonería
La Autentica Masonería en todo mundo se basa solamente en tres grados: el primero, el del Aprendiz; el segundo, el del Compañero y, finalmente, el tercero, el de Maestro Masón, y no hay nada real más allá. La práctica masónica universal, refleja la francesa , la de Inglaterra, la de México y la de todo el Mundo, pero presenta diferencias significativas a nivel grados filosóficos, a nivel conceptual, esotérico y espiritual. De esta forma, ciertos aspectos de las prácticas rituales masónicas inglesas no son particularmente claros para los masones mexicanos o franceses. El aclarar algunos puntos es pertinente de aquellos que están en vigor en ciertos Ritos. Pero , los tres grados deben ser idénticos en forma y fondo , para todos los ritos y para todas las naciones donde se practiquen estos. Entendamos que las verdades son comúnmente iguales para todas las filosofías, religiones , políticas y ciencias , y las mentiras siempre son comúnmente diferentes. Así en lo que podamos coincidir todos es en la Verdad , y la Mentira es diferente para todos.
Ver estos tres grados masónicos, como ceremonias separadas es una tentación casi inevitable. Sin embargo, son en realidad tres partes de un todo. En realidad, hay muchas coincidencias entre los tres grados y eso es lo que tenemos que examinar para entender lo que nos pueden enseñar. La primera recomendación que me hicieron en Logia fue , leer y releer la Liturgia de Aprendiz, profundizar en ella, hasta tal punto de hacerte un experto de todo el contexto que conlleva, y esa misma recomendación les hago a ustedes que me leen. Es bueno comparar liturgias del primer grado de otros países y liturgias de aprendiz del pasado, ya que hay diferencias que se han venido operando.
Sin duda que esta es la primera fase de la salida de la oscuridad para ir contra la luz. Es la caminata de la ignorancia hacia el conocimiento, el primer paso en el camino hacia el autoconocimiento. Una fórmula dice: "No hay oscuridad tan profunda que nos impida avanzar a la luz." Pasamos al siguiente punto, el segundo grado integra en más de una manera, toda la jornada de la vida. Así, el compañero masón es, por eso, a veces conocido en otras jurisdicciones masónicas fuera de México , bajo de el "viajero" o de "caminante" El hombre que viaja para adquirir conocimiento, a fin de progresar su aprendizaje hasta un nivel superior. En México, evidentemente, el masón del segundo grado es llamado, por lo tanto, de "Compañero", es decir, "Compañerismo", porque él viaja en compañía de sus hermanos. El tercer grado trata de la transición de la vida terrena hacia la vida Eterna, y en síntesis de este grado, el candidato es llamado Maestro Masón, ya que ahora se ha convertido en "maestro" de sí mismo.
Durante la ceremonia del tercer grado, se presenta un resumen de los grados anteriores. Esta parte del ritual es útil para comprender bien el progreso necesario entre los tres grados. Se indica que el primer grado es una "representación simbólica de la entrada de cualquier ser humano en su existencia mortal" y que le enseña "los principios activos de la beneficencia y la caridad". Entonces, se continúa: Prosiguiendo en su camino, siempre guiado en su progreso por los principios de la verdad y de la virtud moral, usted pasó al segundo grado, donde se le llevó a contemplar las facultades intelectuales ya acompañar en su desarrollo por las vías de la ciencia divina e incluso hasta el trono de Dios mismo.
Los secretos de la naturaleza y los principios de la verdad intelectual se revelaron a sus ojos. Y para el hombre cuya mente fue formada por la virtud y la ciencia, la naturaleza presenta otra gran y útil lección.
En el sublime grado de Maestro masón se explica que, por la contemplación, nos deberemos de preparar para las horas finales de nuestra existencia. Y cuando, a través de esa contemplación, la maestría nos debe guiar a través de los caminos sinuosos de esta vida mortal, y se nos enseña finalmente... cómo... morir, no sin antes haber aprendido a inmortalizar nuestras almas.
Para la recepción en el primer grado, entendemos debe ser igual para todo el Mundo - una venda que nos cubre los ojos, una parte de nuestras ropas retirada, la parte inferior de una pierna desnudada. A continuación, penetramos en el templo como unos pobres candidatos despojados de oro y de plata- esa pobreza nos es propia; nosotros mismos somos en miseria sumidos, pues así llegamos al mundo desnudos , con los ojos cerrados , y sin dinero, porque este viaje por este valle de lágrimas, es de las tinieblas a la luz es una jornada individual, y personal. Sin embargo, los hermanos reunidos en el templo nos acompañan en un espíritu de fraternidad, en primer lugar para garantizar que nada nos suceda de mal, sea en el plano físico o espiritual, son igual que nuestros padres cuando éramos unos bebes, que debían ser guiados y conducidos, prestados como ceras blandas a la buena o mala educación. Los masones que se iniciaron antes que nosotros , son ellos también los que están allí para garantizar que nuestra iniciación sea regular y correctamente ejecutada. Y, también están presentes para "revisar" la experiencia fundamental de sus propias iniciaciones y meditar sobre las lecciones que ellos mismos aprendieron.
Pero cuando adentramos el templo para nuestra ceremonia del segundo grado, el contraste es total. Es cierto que hemos sido preparados de un modo similar al del primer grado, pero ya no tenemos los ojos vendados. Así, aunque no había allí ninguna luz - fuera de lo que podemos encontrar en las profundidades de nosotros mismos - ahora resplandece; es la luz del día de que todo compañero puede necesitar para desplazarse por delante en su camino. La sensación general de este grado es una impresión de luz, de alegría y de paz. Considerando que en el primer grado, físicamente colocado en dificultades y mentalmente desorientado, tropezamos y tambaleamos; aquí estamos en la situación de viajar y apreciar plenamente la belleza y la alegría de la Naturaleza, una alegoría de nuestra propia naturaleza - esta verdadera naturaleza que estamos en vías de descubrir y de medir la precisión.
Entonces, cuando somos admitidos en el templo en el tercer grado, el contraste es aún más impresionante. Esta vez, todo está sumido en tinieblas. No sólo para nosotros, los candidatos, sino para todos los presentes. Los hermanos comparten con el candidato la privación de luz, de toda luz, con la excepción de un brillo muy débil en el Oriente. Para todos los hermanos, esa oscuridad casi total es un recordatorio sombrío de que la búsqueda de nuestro Ser, libre de cualquier preocupación o obsesión materialista por las pruebas enfrentadas en los dos primeros grados, es un asunto serio y que su objetivo es el que todos aspiramos al final: primero vislumbrar la idea de ser uno solo con la Eternidad, a continuación, totalmente la experiencia vivida... si tenemos la oportunidad de llegar hasta allí. Esta idea resuena una de las instrucciones del primer grado: Y como el fabricante levanta su columna por medio del nivel y de la plomada así debe conducirse el masón en relación al mundo. Él debe observar un equilibrio justo entre la avaricia y la despilfarro, mantener en equilibrio los platos de la Justicia en un equilibrio y contener sus pasiones y prejuicios dentro de los límites de una conducta justa; y en todas las ocupaciones, teniendo siempre en vista la Eternidad.
Pero la resonancia entre los grados no se restringe a sus respectivas ceremonias introductorias. Si vemos toda la Masonería como la alegoría de un viaje que va desde el nacimiento hasta la muerte y la perfección después de haber recorrido toda su existencia, entonces cada grado incorpora pequeños viajes como fases del "Gran Viaje". En el primer grado, comenzamos por dar la vuelta al templo para mostrar que merecemos tener acceso a los misterios de la Masonería, a continuación, un segundo viaje debe permitirnos demostrar lo que aprendemos. En el segundo grado, primero hacemos la prueba de que somos masones, enseguida mostramos que realizamos el trabajo necesario para nuestro avance y, finalmente, después del avance, un nuevo examen nos pone a prueba una vez más. El tercer grado es decididamente diferente. Hemos emprendido tres viajes. Las dos primeras están ligadas a los dos primeros grados. Una vez más, se nos pide que procedemos a ser un masón del primer grado y después del segundo grado. En cuanto al tercer viaje, ella debe mostrar que somos calificados para ser promovidos - exaltados - al tercer grado y, en particular, que estamos en posesión de la contraseñas secretas que nos permite hacerlo. Sin embargo, lo que falta aquí es el último viaje, aquel en el transcurso de la cual somos examinados para demostrar somos competentes y demostrar nuestro conocimiento. Sin embargo, los secretos expresados por los Vigilantes durante la ceremonia de clausura de los trabajos del tercer grado sabemos bien son sólo secretos substitutos. El verdadero secreto, es el que está en nuestros propias almas inmortales, es tan íntimo este secreto masónico que es incomunicable a un tercero, y así es como debe ser, porque ese secreto se refiere a la misma inmortalidad; y eso no puede y no debe ser descubierto sino por nosotros mismos.
El medio y el cómo de progresar en cada grado hacia esa Gran Luz en el Oriente es demasiado interesante. En el primer grado, estamos sumidos en la oscuridad completa , exactamente igual que nosotros en el vientre de nuestras madres, de modo que los pasos que damos son necesariamente vacilantes y que sólo vamos a conseguir darlos con la ayuda del Masón experto ( en México ,correspondiente al Diacono en otros lugares ), que permanece a nuestro lado. A medida que avanzamos, ganamos más confianza, de modo que cada paso es un poco más seguro que el anterior. Tenga en cuenta que todos los pasos del primer grado están en línea recta y en el mismo plano.
Por el contrario, en el segundo grado, no sólo nos desviamos de la línea recta, sino que empezamos a subir, lo que es una alegoría obvia de la ascensión que debe llevarnos del campo de las aspiraciones materiales a la unión esperada en la Cámara del Medio. Estos pasos son seguros y determinados y reflejan la nueva confianza que el segundo grado permite.
En el tercer grado, las dificultades son mucho más grandes que las que encontramos en el primero. Es verdad que esta vez podemos ver el camino que debemos tomar. Pero esta vía está bloqueada por un obstáculo. Y este obstáculo sobre el que debemos pasar, es un ataúd, la propia negación de la vida. Es, en suma, por esos pasos que enterramos alegóricamente nuestro Ser materialista a fin de acercarnos a la perfección espiritual.
Las herramientas de los tres grados proporcionan otra percepción significativa de la correlación del conjunto del recorrido masónico. Estas herramientas son: en el primer grado, la regla de 24 pulgadas, el cincel y el mazo; en el segundo grado, la escuadra , col compas , el nivel y la plomada (en otros lugares del mundo hispano seguro tendrán estas herramientas otros nombres pero en México así les nombramos); y en el tercer grado es el cordel del albañil, el lápiz para trazar planos y sobre todo la cuchara de albañil. Se dice que las únicas herramientas de la verdadera construcción son las del segundo grado. Las del primer grado son herramientas de preparación - con la ayuda del mazo, del cincel y la regla, preparamos y tallamos la buena dimensión y embellecemos las diferentes piedras. En cuanto a las herramientas del tercer grado, ellas son instrumentos de creatividad que permiten trazar el plano del suelo correctamente estudiado para determinar las proporciones y proyectar el edificio, y al final para rematar estaría la cuchara de albañil para dar los últimos toques antes de transferir todo eso a la conclusión de la Obra.
Pero, de hecho, son las herramientas del segundo grado que son las más reveladoras. Ya tenemos a nuestra disposición las piedras, debidamente preparadas y listas para ser colocadas en el lugar para formar el edificio. Ya tenemos los planes y el propio terreno ha sido preparado para permitirnos comenzar. A través de la escuadra, del nivel y de la plomada - las herramientas del segundo grado, que seremos capaces de colocar las piedras. Entonces, esos son los instrumentos de control de calidad que aseguran que la base está en el nivel, que las piedras están perfectamente formadas, como nos prueba la escuadra, se van a montar perfectamente y que ellas se ajustan verticalmente como demuestra la plomada.
En el primer grado, una de las primeras cosas que notamos después de encontrar la luz material, es el pavimento o mosaico aderezado sobre el que nos colocamos. El negro y el blanco nos recuerdan conscientemente los contrastes de la alegría y de la tristeza, de la luz y de la oscuridad, de la fortuna y del infortunio, e incluso de la vida y de la muerte. Así, aunque la luz física sea restaurada, podemos continuar encontrando la prosperidad y la adversidad en el curso de nuestras existencias. Por lo tanto, en el segundo grado, aunque el compañero camina en un nuevo ambiente de alegría y fecundidad, es constantemente recordado que la oscuridad es una oposición y un peligro omnipresentes. En cierto sentido, pueden aparecer en esta fase como un aviso, ya que cuando alcanza el tercer grado, encontrará una oscuridad mucho más sombría que cualquier cosa que haya experimentado en el primer grado. Se tiene la esperanza de que los "alimentos" del segundo grado - el trigo, el vino y el aceite - sean suficientes para sostener en la última y suprema prueba.
Ya en el grado sublime de Maestro Masón, reflexionamos , sobre el Libro de la Ley, la Santa Biblia , y sobre la pasión y muerte de Hiram Abiff, nos sumimos , nos profundizamos como un buzo a las profundidades del océano insondable de nuestra propia interioridad.
A pesar de que el conjunto de la masonería se presenta como una serie de viajes, hay diferencias significativas en relación al destino de cada una de ellas. El primer grado nos lleva, por los pasos dados de nivel, en el mismo plano horizontal, hasta este lugar donde, por la gracia del voto de fidelidad, podremos recibir la luz, tanto física y simbólica y espiritual. Pero, por ahora, no vamos más lejos. En el segundo grado, nuestros pasos no son más en horizontal: habiendo pasado el altar, el punto en que llegamos a la luz, tenemos el derecho, como muestra nuestro uso de la palabra de pase, de alzarnos a otro nivel de consciencia , donde vamos a conseguir el permiso para entrar en la Cámara del Medio, para allí pagar nuestras deudas, y para mostrar que merecemos "recibir nuestro salario"; un salario simbolizando un valor espiritual.
“El hombre es un ser que puede hacer y hacer significa actuar conscientemente por propia iniciativa”. Gurdjieff
En el tercer grado, permanecemos en ese nivel superior de consciencia objetiva, pero atravesamos el velo que nos separa de la esperanza de la vida eterna, para entrar en el Sanctum Sanctorum de la Francmasonería oficial y regular, el Santo de los Santos. Es por esta razón que hablamos del tercer grado como el grado más "Sublime" el grado Máximo de la Francmasonería de todos los tiempos , presentes , pasados y futuros , pero que lamentablemente muy pocos masones logran concretarlo , tal vez en sus hogares tengan la acreditación colgada en la pared de que obtuvieron el sublime grado de maestro masón ,pero nos preguntamos si lo lograron concretar, ya que es allí justo en donde llegamos a estar delante del Gran Arquitecto del Universo, cara a cara, y que aprendemos a conocer y apropiarse de la chispa divina dentro de nosotros, que puede ser justamente considerada como el auge de nuestro viaje y el objeto de nuestra verdadera aspiración como masones. Todos los demás grados supra masónicos del 4º al 33º palidecen ante el tan sublime grado de Maestro masón.
El viaje a través de los tres grados es, por lo tanto, al mismo tiempo complejo y completo. Este viaje que nos hace tomar un camino en ciertos momentos inesperados, pero también gratificantes, puede ser realmente visto como una búsqueda por la vida real .
Alcoseri
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Monte de la Iniciación De: elviejorata (Mensaje original) Enviado: 30/08/2006 10:30 p.m. Tomado de la historia bíblica del "Templo en el Desierto", y trataremos de interpretarlo desde el punto de vista Masón- Puede parecer a los que no han estudiado nuestras enseñanzas que una interpretación es tan válida y tan digna de crédito como otra, pero una nueva consideración del asunto puede originar una opinión algo distinta. San Pedro dice en su segunda epístola, capítulo primero, versículo 20: "Sabed en primer lugar, que ninguna profecía de las Escrituras puede ser objeto de una interpretación particular." En nuestra vida diaria admitimos que, si nuestra opinión sobre cualquier asunto ha de ser considerada como de algún valor, debe estar fundamentada sobre cierta cantidad de conocimientos respecto al asunto. El testimonio de testigos en un tribunal de justicia está basado sobre este mismo principio. Si una persona bien calificada por sus estudios o su experiencia emite una opinión sobre un asunto determinado, se la escucha con respeto y consideración. Debiera ser lo mismo con aquel que interpreta las santas Escrituras. Ya hemos mencionado que San Pedro dice que las Escrituras no son de interpretación privada. Los católicos romanos han venido afirmando desde hace muchos siglos (y han sido censurados por hacerlo) que ellos constituyen una autoridad para interpretar las Escrituras. Hay algún fundamento en esta afirmación, porque todos los Papas que ha habido en el Vaticano, con una sola excepción, han tenido su vista espiritual desarrollada. No queremos proclamar que los Papas han manejado su poder con sabiduría, pero de todos modos no han sido unos directores ciegos conduciendo a otros ciegos. San Pedro se hace a sí mismo semejante atribución diciendo: "No hemos contado fábulas de libre invención cuando os hemos revelado a vosotros el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino que hemos sido testigos oculares de Su Majestad." (II San Pedro, 1-16) ¿No he visto yo a Jesucristo Nuestro Señor?", dice San Pablo en el capítulo 9 de la primera epístola a los corintios y en el versículo primero. Hay, por consiguiente, un fundamento para sus escritos y sus enseñanzas, y este fundamento es el que ellos han visto y han oído. Podríamos ir más lejos aún y demostrar que los que estaban asociados con Cristo cuando El estaba en la Tierra, tenían también vista espiritual. Fueron llevados al Monte de la Iniciación, donde vieron a Moisés y a Elías, que habían muerto los dos hacía mucho tiempo y no estaban por lo tanto en el mundo físico. Sin embargo, ellos les vieron, y además vieron y oyeron cosas de las que no pudieron hablar. Por consiguiente, por el desarrollo del sexto sentido, del sentido espiritual, ellos tenían un fundamento para su enseñanza. Estaban capacitados para interpretar la enseñanza que les fue dada y cuya prueba se les había demostrado. En la Fraternidad Rosacruz no creemos que el poder de la vista espiritual se dé solamente a unos pocos, sino que es una facultad que debe ser adquirida por todos los seres humanos en el curso de su desarrollo espiritual. Algún día tendremos todos vista espiritual y entonces veremos que las cosas arriba mencionadas son verdad. Hay alguno entre nosotros que han desarrollado ya la vista espiritual, y por este desarrollo han adquirido la facultad de mirar detrás del velo, de leer en la Memoria de la Naturaleza, y de encontrar allí, reflejadas desde un mundo superior, las causas que han producido nuestra civilización actual. Algunos pueden también leer en el porvenir y así conocer la labor futura de la evolución. Las santas Escrituras no han sido estudiadas por el autor e interpretadas según su entendimiento personal, sino que esta información es el resultado de una comprensión obtenida por medios de la visión espiritual. En primer lugar hay que comprender, como queda dicho previamente al hablar de los misterios cristianos, que los cuatro Evangelios no son solamente relatos de la vida de un solo individuo, escritos por cuatro personas diferentes, sino que son símbolos de distintas iniciaciones. San Pablo dice: "Hasta que Cristo se forme en vosotros." Cada uno atravesará algún día los cuatro períodos descritos en los cuatro Evangelios, porque cada uno está desarrollando el espíritu de Cristo en su interior. Y al decir esto de los cuatro Evangelios, podemos aplicarlo también a una gran parte del Antiguo Testamento, porque es un libro maravilloso de ocultismo. Cuando recogemos patatas, no esperamos encontrar sólo patatas y ninguna tierra; tampoco debemos esperar al ahondar en el libro que llamamos la Biblia, que cada palabra sea una verdad oculta, porque como debe haber tierra entre las patatas, así también debe haber escoria entre las verdades, ocultas de la Biblia. Los cuatro Evangelios fueron escritos de tal manera que sólo aquellos que tienen el derecho de saber puedan descubrir el verdadero significado y comprender los hechos subyacentes. Así, igualmente, en el Antiguo Testamento encontramos grandes verdades ocultas que se transforman en lúcidas el día que podemos mirar detrás del velo. Hay muchos actualmente que tienen que renunciar a la vista oculta con el fin de dominar las condiciones de la evolución material y así perfectamente para obtener éxito en el mundo material. Pero nosotros los del mundo occidental estamos ahora sobre el arco oculto; estamos en la orilla del mar oculto, donde individualmente recogeremos las perlas del saber que han estado escondidas por la materia que nos ha cegado. Ahora vamos a discutir una forma de iniciación descrita en una parte de la Biblia, relatando el viaje del hombre desde la arcilla hasta Dios. Al abrir la colección de Escrituras llamadas la Biblia vemos que empiezan con cinco libros, los cuales son comúnmente llamados los Libros de Moisés. En ellos se relata la emigración de un llamado "pueblo escogido", desde Egipto a un país prometido, y cómo pasaron por el agua llamada "Mar Rojo", conducidos de un modo llamado sobrenatural; después de largos años, y después de haber perecido muchos de los que habían iniciado aquella emigración, llegaron finalmente al país prometido. Y sin embargo, San Pablo en su epístola a los hebreos habla de aquel pacto como no habiendo podido ser cumplido, porque aquello que hubiera debido cumplirse, fracasó. Esto es exacto. Cuando hacemos una ley, queda siempre un medio para quebrantarla, y por esta razón es imposible que la ley pueda salvarnos. Hubo un tiempo, cuando la humanidad estaba en un estado tal que era imposible guiarla sin la ley, ley que indicaba en todos los casos lo que ellos debían hacer y lo que no debían hacer en cada caso que se les presentaba. Era, por consiguiente, la misión de su caudillo darles tales leyes, y éstas fueron incorporadas en los cinco Libros de Moisés. Históricamente hablando, los israelitas fueron un pueblo que no emigró de Egipto a Palestina, sino que fue llevado por sus gobernantes desde la hundida Atlántida, donde la humedad condensada de la atmósfera provocó inundaciones que hicieron el país inhabitable, a la parte central de Asia. Estos hombres y mujeres habían sido seleccionados como núcleo de una raza escogida, y desde entonces se han convertido en lo que se llama hoy raza aria. Aparte de esta interpretación histórica hay en este relato una gran lección espiritual, particularmente aquella parte del relato que estamos considerando aquí. En el "Concepto Rosacruz del Cosmos" hay una ilustración representando a dos hombres en la esquina de una calle y el uno derriba de un golpe al otro. Un observador podría decir que un pensamiento de cólera derribó a aquel hombre. Otro diría lo contrario declarando haber visto el brazo levantado y un golpe asestado en la cara de aquel hombre, ocasionando su caída. Esta última versión es verdadera, pero también hubo un pensamiento y el brazo no sería más que un instrumento irresponsable. Es el pensamiento el que lo mueve todo, y cuando miramos el lado escondido u oculto de los efectos, obtenemos una concepción mucho más profunda de las causas. Desde este punto de vista hablaremos del Templo en el Desierto. En nuestra Biblia hay una descripción de los primeros habitantes de la Tierra. Son llamados Adán y Eva; pero debidamente interpretado esto significa la raza humana, la cual gradualmente se arrogó el poder de la procreación y de este modo se convirtieron los espíritus humanos en agentes libres. De este modo la humanidad recibió una libertad y se la hizo responsable ante la Ley de Consecuencia, porque se había arrogado el poder de crear nuevos cuerpos; quedando entonces separada del Árbol de la Vida y del estado que hoy conocemos como etéreo. Cuando se nos dice que tenemos un cuerpo vital hecho de éter y que éste es el árbol de la vida para cada uno, y que nos facilita la vitalidad, gracias a la cual podemos mover el cuerpo, entonces podemos comprender por qué el poder de crearnos de nuevo y regenerarnos nos fue quitado por recelo de que acaso no aprendiésemos la manera de vitalizar el cuerpo denso imperfecto; y también vemos el por qué, según dice la Biblia, se colocaron querubines en la entrada del Jardín del Edén con espadas de fuego para guardar aquella región. Este relato se hace al principio de la Biblia; pero al final del libro, en la Revelación, se nos habla de una ciudad donde reina la paz entre sus habitantes. Dos ciudades son mencionadas en la Biblia; una la de Babilonia, ciudad de tristeza y de tribulación, donde se inició la confusión, donde los hombres quedaron por primera vez apartados los unos de los otros; donde ceso la fraternidad; y después se describe otra ciudad, una Nueva Jerusalén, en la cual habrá paz. También se nos dice en la Revelación que en esta Nueva Jerusalén está el Árbol de la Vida, simbolizando el poder de nuestra generación, por el cual volveremos a tener aquella salud y belleza que ahora nos falta. Este poder nos fue quitado por nuestro bien. No fue hecho maliciosamente para que el hombre sufriera penas y dolores, sino porque sólo mediante repetidas existencias en un cuerpo inferior nos sería posible aprender a construirnos un vehículo que tuviese la capacidad de inmortalizarse. El hombre descendió gradualmente del estado etéreo hasta su actual condición sólida. El podía morar en aquel estado etéreo tan fácilmente como puede habitar actualmente en los tres elementos del mundo físico. En el pasado estado etéreo estaba en contacto interno con las corrientes de la vida, con las cuales estamos ahora en contacto inconsciente. El era entonces capaz de centralizar la energía del Sol en su cuerpo y de hacerla entrar de un modo distinto del empleado actualmente. Este poder le fue quitado gradualmente cuando entró en el estado más sólido de la época presente. Entonces empezó la peregrinación por el desierto, un desierto de espacio y materia; y continuaremos caminando de este modo hasta que volvamos a entrar en la región etérea de un modo consciente -aquella región o reino llamado el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra, donde imperara la justicia y habrá desaparecido el pecado. Actualmente estamos aún caminando por el desierto del espacio, como lo comprenderemos si estudiamos la Biblia sin discernimiento. No la versión inglesa, por supuesto, como fue preparada por los traductores que fueron impelidos por un edicto del rey Jacobo, instruyéndoles de modo que no tradujesen aquello que podría alterar de algún modo las creencias existentes en aquella época. Lo primero que aprendemos desde el punto de vista oculto respecto al templo construido en el desierto, es que Moisés fue llamado sobre la montaña y allí le fueron enseñados ciertos proyectos. En el Concepto Rosacruz del Cosmos habremos leído que en el mundo celestial hay cuadros de proyectos-arquetipos. En la lengua griega existe la palabra "apxn", que significa "en el principio", esto es, el comienzo. El Cristo dijo de Sí mismo, o, mejor dicho, el iniciado que comprende Su divinidad dice: "Soy el principio (apxn) y el fin." En aquella palabra "principio" (apxn) hay el núcleo de todo lo que tenemos aquí. En el templo había un arca que estaba dispuesta de tal modo que los palos no podían o no debían ser quitados de ella, debiendo aquellos palos, durante toda la caminata por el desierto, permanecer en su sitio. Nunca fueron quitados hasta que el arca fue introducida en el templo de Salomón. Aquí se nos enseña que cierto símbolo, un arquetipo, algo que viene desde el principio, está hecho de tal manera que puede ser impelido en cualquier momento hacia adelante. En aquella arca estaba el núcleo alrededor del cual se concentraba todo lo que había en el templo. Allí estaba la vara mágica de Aarón, el vaso con el maná y las dos tablas de la ley. Hemos descrito un símbolo perfecto de lo que el hombre es realmente, porque mientras esté caminando por este valle de la materia y viajando constantemente de un sitio a otro, los palos no serán quitados nunca por ninguna razón. No se quitarán hasta que el hombre llegue a aquel estado simbolizado en la Revelación donde se dice: "A aquel que salga vencedor le convertiré en un pilar del templo de mi Dios, y no saldrá más de allí." Durante todo el tiempo transcurrido desde el momento en que el hombre comenzó su pasaje por la materia, ha tenido. este espíritu de peregrinación. No se queda nunca estacionario. Constantemente se levantaba el templo y el arca era llevada más adelante a un nuevo lugar. Asimismo, el hombre es llevado de un lugar a otro y de unas condiciones y ambientes a otros. No es una caminata sin finalidad, porque su meta es la tierra prometida, la Nueva Jerusalén, donde habrá paz. Pero mientras el hombre esté en esta caminata debe saber que no tendrá descanso ni paz en ella. Esto es el resultado del quebrantamiento de la ley que el hombre ha perpetrado en cierto modo. En el principio no fue decidido que nosotros hubiésemos de pasar por una evolución como ésta, por semejante valle de lágrimas por el cual hemos pasado y estamos aún pasando. Se nos dice que la fuerza creadora latente en nosotros anteriormente y la cual estamos empezando a usar constructivamente, fue usada entonces por nosotros bajo la dirección de los ángeles, que cuidaban de que la procreación fuera llevada a cabo en momentos en que las condiciones planetarias fueran favorables. Entonces el parto era sin dolor. Todo era bueno en la Tierra. El Señor lo había hecho todo con esta cualidad. Pero vino un tiempo en el que los espíritus de Lucifer, que conocemos cómo los rezagados de la evolución de los ángeles, necesitaban un cerebro a fin de que pudiesen funcionar en el mundo físico. Por esta razón ellos nos enseñaron cómo poder usar nuestra fuerza creadora de una manera independiente de la dirección de los ángeles, de modo que, cuando un cuerpo tenía que ser arrojado a la muerte, como debía hacerse cuando se inutilizara, seria posible para el ser humano crear otro cuerpo. Así tenemos estas dos clases actuando en distintas partes del cuerpo: los espíritus de Lucifer, que desde entonces han actuado sobre nosotros por medio de la espina dorsal y el cerebro, y los ángeles que tienen a su cargo la facultad de propagación, en cuanto ésta no se interpone a nuestra propia acción. Aquí, en este punto, es donde la libre voluntad y la elección intervienen y también la Ley de Consecuencia. Los animales no son responsables como nosotros; si un animal salta de una altura, se produce un daño físico, y esto es toda su responsabilidad. Pero si nosotros hiciéramos lo mismo provocaríamos semejantes resultados físicos y además tendríamos una responsabilidad moral, porque nosotros sabemos mejor que no debemos perjudicar innecesariamente el vehículo físico. Así, pues, la ley de Consecuencia está ligada a cada acto del ser humano después de haber éste alcanzado el estado de libre albedrío. De un modo o de otro se nos comunicará cuándo hemos hecho algo malo. Los pesares y dolores han sido los maestros que nos han conducido por el buen camino, y a fin de que supiéramos a tiempo cómo obrar bien se instituyó la ley de Consecuencia. En el arca, que simbolizaba al ser humano, fueron colocadas las tablas de la ley, y también el vaso con el maná. La palabra "maná" no significa pan del cielo, sino el pensador, el Ego, que descendió de las esferas superiores. En casi todos los idiomas tenemos la palabra "man". En sánscrito, alemán, escandinavo, etc., y la raíz es la misma. En el arca está el pensador, y éste es llevado de allá para acá en el templo en el desierto durante el período presente de su evolución. También está dentro de nosotros el poder espiritual simbolizado por la vara de Aarón, la cual, como recordaremos, floreció cuando todas las otras se quedaron estériles. Hay en cada uno de nosotros un poder espiritual que se ha hecho latente durante el tiempo de nuestra peregrinación por la materia, y es obligación nuestra la de despertar este poder. Muchas veces hemos hablado de este poder espiritual, de cómo su empleo trae bienes y bendiciones cuando es empleado como Parsífal lo hizo, y de cómo trae pesares cuando se abusa de él, como lo hizo Amfortas. Este poder espiritual está latente actualmente, porque la humanidad, simbolizada por el arca en peregrinación, no se ha puesto en condiciones para recibirlo. Somos demasiado egoístas y tenemos que cultivar el altruismo antes de que se nos confíe la guardia de tan maravilloso poder. San Pedro insiste mucho cuando habla de los instructores que pudiesen presentarse entre nosotros, cuándo habla de los falsos instructores y dice que mercantilizarán con nosotros. Son éstos aquellos que dan lecciones de ciencia espiritual, sobre todo de astrología al precio de cinco dólares, por ejemplo, cada lección. Pero nosotros tenemos que recordar que no es dinero sino méritos lo que vale para lograr el desarrollo espiritual, y que es imposible iniciar a una persona en cosas espirituales mediante el pago de dinero o de algo material. Así como es necesario el cargar la pistola antes de apretar el gatillo y que se produzca la explosión, igualmente es preciso que hayamos acumulado dentro de nosotros la fuerza, el poder espiritual simbolizado por la vara de Aarón antes de que podamos dar a este poder su empleo adecuado y legitimo. Y esta es una de las grandes lecciones que se desprende de la historia del arca. Si continuamos caminando y yendo de encarnación en encarnación, y si no aprendemos alguna vez a obedecer la voz de Dios, a observar Sus mandamientos y a vivir la buena vida, no podemos esperar el llegar a la Ciudad de la Paz, sino que tendremos que contentarnos con permanecer en la tierra de los pesares y de los dolores. ¿Y cómo podremos entonces desarrollar nuestro poder espiritual? ¿Cuál es el camino, la verdad y la vida? En la gloriosa enseñanza de Cristo está indicado el triple camino. La humanidad ordinaria en el mundo entero está bajo el mandato de la ley, que obra sobre el cuerpo de deseos y le opone sus frenos. El pensador está siempre incitado a reñir con la carne. Pero bajo el mandato de la ley nadie puede salvarse. Hemos hablado también en nuestras enseñanzas del cuerpo vital; este es el vehículo, como dijo San Pablo, de amor y atracción. Si podemos vencer el lado pasional de nuestra naturaleza, si podernos substraernos a las vibraciones inferiores del amor, si podemos cultivar dentro de nosotros la pureza, y si podemos resistir a la tentación como lo hizo Parsifal, y vivir una vida pura, entonces cultivaremos diariamente dentro de nosotros un gran poder. Este es el poder del amor, que se expresará en nuestras vidas en la forma de servicios a los demás, y gradualmente aumentará tanto que será como la pólvora en la pistola cargada. Entonces el Maestro vendrá a vernos y enseñarnos cómo libertar el poder que hemos almacenado en nuestro ser interior. Depende de nosotros mismos cuanto tiempo tengamos que caminar por el desierto. Cada uno tiene dentro de si mismo el poder latente que le ha de llevar a la Ciudad de la Paz, un sitio donde no hay pesares ni dolores. Cada uno de nosotros tiene que ponerse en camino alguna vez, y el primer paso es la purificación, porque sin la vida pura no puede haber progreso espiritual: "No podéis servir a Dios y a Mamón", se ha dicho. Pero "Mamón" es generalmente interpretado como el oro del mundo. Sin embargo, un hombre puede ocuparse de su negocio y cuidar de sus asuntos para el bien de todo el mundo, no en interés propio, sino haciendo todo lo que puede para los demás, y así no servirá a Mamón, por mucho dinero que acumule. Una persona puede amar solamente a unos cuantos a su alrededor, pero existe un amor más elevado que vuela irradiado de ella hacia los demás, no en su propio circulo, el cual debe ser observado. Es preciso cumplir con todos los deberes para que de este modo podamos aprovecharnos de las oportunidades superiores a medida que se nos presenten. Y de este modo tenemos que aprender nuestras lecciones de, servicio: servir a la humanidad, a los animales, a nuestros hermanos inferiores y al mundo entero. Estos servicios, y nada más, nos permitirán el salir del "desierto". Se ha dicho que aquellos que eran los superiores en el templo eran los que servían a los demás; y Cristo dijo: "El que quiera ser el más grande entre vosotros, debe ser el servidor de todos". Debemos todos esforzarnos para prestar este servicio. Con buena voluntad será fácil hacerlo. Entonces algún día, en un porvenir no muy lejano, oiremos aquella dulce voz, la voz del Maestro, que llega a todos los que sirven y escuchan la voz de Dios Primer Anterior 2 a 5 de 5 Siguiente Último Respuesta Recomendar Mensaje 2 de 5 en la discusión De: _RusoPaherKaplan_51 Enviado: 31/08/2006 05:05 a.m. Sobre la Iniciación basada exclusivamente en el cristianismo Mucho riesgo existe en darle matiz esotérico, tan solo en temas basados en una selección gratita de textos sagrados, máxime cuando estos son exclusivamente el A.T y el N.T, riesgo, que aun a pesar de ello, no cambia el fondo de la exposición esotérica cristiana semejante al Universal. El empleo de atributos y términos religiosos que además, pueden ser de dudosa credibilidad hoy en día, puede limitar la apertura cultural de muchos sujetos. El primer riesgo, que veo en ciertas “interpretaciones” de prejuicio religioso matriz, es el referente al tan manido ya tema de lo Ario, extractado de la antroposofía y sociedades esotéricas tipo Thule, que tanto ilusionaron a los nazis en su época (y, de raíz cristiana), y afirmo lo de prejuicio, pues incluye por indirecta, un cierto concepto como de posible superioridad, algo totalmente falso, y hoy por hoy, gracias a Dios, ya superado y caduco. Aquellos conceptos de lo ario, fueron resultado de la ignorancia de ciertos esoteristas, que no supieron ver la trascendencia de la verdadera raza humana UNICA y diferente. Pues si no existe la posibilidad de procreación entre razas distintas ¿Cómo se explicaría que si la haya entre humanos?, confirmando así su verdadera dimensión de Única y Variable, con lo que el término ARIO, es algo falaz, falso y denigrante para todos los seres humanos, aun mas para los librepensadores, y en especial para aquellos Lumbreras y Sabios, precisamente en mayoría ¡No Arios! (?) Otro de los posibles errores que encontramos en la interpretación esotérica, basada exclusivamente en datos cristianos, es precisamente “esa limitación”, pues no está allí, como jamás estuvo, “toda la Verdad”. Considero que un buen esoterista, máxime si su procedencia es masónica, sufí, rosacruz, etc., no debe olvidar nunca al resto de material esotérico y sagrado, para no caer en estilos puramente políticos, de “interpretadores eclesiásticos evangelistas, mas parecidos a vendedores ambulantes de “su verdad”. La verdad de Dios, o el Camino de Dios, es algo cuestionable en su esencia, pues el Dios = Zeus representa realmente a un Politeísmo Tridimensional, totalmente apartado de la Dimensión Profética Abrahamánico Sinaítica, que precisamente San Pablo “Traicionó”, para los gentiles, en contra del deseo del Profeta Jesús, convirtiéndolo en algo tan absurdo como hombre – dios, para simplemente, sincretizar para Roma, sus ritos junto a la decadencia Mitráica de la clase media romana. Un simple intento de Gobernar con facilidad un Imperio, con una sola religión. Mas tarde el Emperador romano Constantino, se autoproclamó El Mesías y el Vicario de Cristo (Y, curiosamente no era ni siquiera cristiano), y coge el resultado del “invento” de esa nueva religión “Católica” y la “impone” a Sangre y Fuego. Por tanto, no debemos excluir de los temas esotéricos, a los verdaderos seguidores de la Tradición Abrahamánico Sinaítica, cristianos, sabeos, sufies, islámicos, San Juanistas y un largo etc. Eh, incluso no podemos olvidar el Camino de Luz de otros Profetas anteriores que siempre pregonaron la Unidad, desde sus doctrinas diversas orientales y occidentales, muy contrarias por cierto, al trinitarismo politeista de los católicos y sus ritos de sangre y sacrificio. Creer en Dios, necesita de un matiz. Personalmente, no creo ni quiero en Dios, pues su asociación con Javhe, Jehová, Adonai, etc. Es para mi un Mito inventado por el hombre, simplemente un Ser Antropomórfico, creado a imagen y semejanza, para “dominar” y mandar, dirigiendo el control de la masa, por el miedo, terror y amenaza. No puedo creer en ese Ser Sangriento que pide sin parar, guerras y sangre, siendo lo que realmente es, un Egregor ficticio, creado por el propio ser humano. Personalmente creo en la Profundidad de la Unidad, sin nombre ni imagen, que se nos oculta tras los Velos de la Propia Creación, y de la que somos sus directas emanaciones. Frater Kaplan Respuesta Recomendar Mensaje 3 de 5 en la discusión De: es_zequiel Enviado: 31/08/2006 06:17 a.m. La historia de "la verdad" SABEMOS que es escrita por los que ganan. ¿Qué ganan? ¿Una COMÚN elaboración de UNA VERDAD? En ese caso hubiésemos ganado TODOS por ser común. Quienes ganan, ganan SU verdad con minúsculas, pues ha sido a lo largo de la historia, a fuerza de imponerse por la fuerza y la MUERTE. La MUERTE nunca es demostrativa de VERDAD. NUNCA el fin justifica los medios. Al contrario, quien ES Divino Portador de La Verdad, SABE pues la VIVE Dentro de SI, y solo puede sentir compasión por quienes aún no han logrado LLENARSE de ELLA. SER ELLA. Además se SABE que a ELLA, SOLO se llega por VOLUNTAD Y FE INDIVIDUAL, y que ellas nos conducen al AMOR. Jamás se podrá IMPONER ninguna VEDRDAD VIVA, ya que para eso nos fue puesto en nosotros el LIBRE ALBEDRÍO, para que nuestras elecciones LIBRES nos hagan ENTERAMENTE RESPONSABLES de nuestras decisiones. SOLO ASI LIBRES son válidas, pues no podremos presentarnos ante EL PADRE UNO diciéndole hice esto pues así me ordenaron los que sabían. El verdadero maestro solo SI LE PREGUNTAN, muestra SU dedo de SU camino, o si es su intención DAR mensaje, lo dice al viento mostrando que ese es SOLO SU DEDO. Hace muy poco, antes de inscribirme en este buen grupo, mis dedos escribieron sobre los evangelios de Tomás, que la iglesia católica no tiene aún en sus altares. No solo se peca por acción, si no también por omisión. La Sabiduría ES en todos lados, solo es cuestión de no descalificar y SER atentos buscadores, pues los caminos de EL SON infinitos, y EL ES y se vale de TODAS SUS COSAS manifestadas, para enseñarnos. PROCESIÓN Las palabras Secretas de Cristo En el Evangelio según Tomás se hace referencia a las palabras secretas. «Si os dicen: ¿De dónde habéis nacido?, decidles: hemos nacido de la luz, allí donde la luz ha nacido de si misma. Ella se ha alzado y se ha revelado en su eikon (imagen)» (log. 50). En otra parábola de este Evangelio leemos: «Cuando veis vuestra semejanza, os alegráis, pero cuando veáis vuestras imágenes (eikon), producidas antes que vosotros, que ni mueren ni se manifiestan, ¡cuan grande será lo que soportareis!» (log. 84). Las imágenes (eikon), producidas antes que vosotros, es el verdadero ser, la poderosa y divina presencia "Yo Soy" sin principio ni fin. La palabra griega eikon es la traducción exacta de la hebrea tselem, ‘imagen’, que aparece en el Génesis capítulo 1 versículo 27. Para G. Scholem, gran especialista en cábala y tradición hebrea, tselem correspondería a la daena iraniana. Según un fragmento maniqueo llamado Turfan, el tercer día después de la muerte y la víspera antes de atravesar el puente Cinvat, el alma del ser desencarnado ve aparecer ante ella, semejante a una joven, a la daena, su imagen, o la encarnación de su fe y de sus buenas acciones. El fiel es guiado por ésta y luego, unido a ella, penetra en el Paraíso o conciencia espiritual. Y en el log. 106 del Evangelio según Tomás leemos: «Cuando hagáis de dos uno, os volveréis hijo del hombre». Este uno, es el ‘solitario’ (monakos), semejante a Cristo, pues sólo a Cristo se le denomina «hijo del Hombre». Esta conjunción de la dualidad entre la carne y el espíritu es lograda por el ser al elegir subyugar las bajas pasiones de su encarnación haciéndose "Uno" con su Creador logrando ser su divina imagen y semejanza espiritual. Comparémoslo con el log. 49 que dice: «Bienaventurados los solitarios y los elegidos, pues encontraréis el Reino. Pues habéis (salido) de él (y) de nuevo volveréis a él.» Otra parábola del Evangelio según Tomás, que aparece sin embargo en Mat. XIII, 45-46 nos dice: «El Reino es parecido a un comerciante que tenía un fardo y que encontró una perla. Este comerciante era sabio: vendió el fardo y compró la perla sola. Vosotros buscad también el tesoro que no deja de permanecer allí donde la polilla no se acerca para comer y donde el gusano no destruye» (log. 76). Observemos que en la época, los comerciantes eran a menudo nómadas que viajaban en caravanas. En la tradición Islámica y posiblemente también en la hebrea, la caravana es un símbolo de peregrinación y búsqueda interior. El fardo que tenía el comerciante es su manifestación física, el legado de sus vivencias terrenales y sus años de trabajo y servicio a su comunidad y le es dado al hombre como premio cuando éste sale de Oriente, su patria o vientre materno, en busca de la perla (el conocimiento trascendente que le revelara su esencia espiritual de divina perfección). La perla o el tesoro, que en el fondo son lo mismo, se encuentran custodiados por una serpiente o un dragón, según la versión. La serpiente o dragón son el símbolo de los enemigos internos que mantienen al hombre en una incesante batalla entre la carne y el espíritu El hombre debe buscar este tesoro como prioridad en su vida, pero, al comer el alimento de los egipcios (el abuso de las experiencias placenteras humanas y la lucha en su íntimo contra el dragón o la serpiente), se olvida de ello, se pierde así mismo olvidándose de su real naturaleza y de ser hijo del rey de reyes. El log. 28 del Evangelio según Tomás nos dice: «Me he mantenido en medio del mundo y me he revelado a ellos en la carne. Los he encontrado a todos ebrios y no he encontrado a nadie entre ellos que tuviera sed, y mi alma ha sentido pena por los hijos de los hombres, pues están ciegos en su corazón». Esta parábola se refiere a la ebriedad o sueño donde se ha colocado el hombre por el hecho de la generación y de su venida al mundo material. En este plano físico se encuentra vacío y dormitando en la materia, privado de toda conciencia de sí mismo, de todo recuerdo de su verdadero origen y de su naturaleza divina. En este hostil medio se debate, buscando en vano el motivo de su existencia, pues no posee la sed de el conocimiento trascendente que le es necesario para lograr su despertar espiritual y de esta manera acceder a la comprensión de su situación presente y lograr los medios para liberarse de la servidumbre carnal». Quiero SACAR a pasear por las calles, estas PROFUNDÍSIMAS palabras, que la humanidad posee a través de diversas fuentes, y el Círculo Metafísico Argentino tiene de LIBRE acceso, en el Link que les acompaño |
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