La idea de la Plomada en la Masonería
El Libro de la Ley “La Santa Biblia”,
fuente inagotable de aprendizaje masónico, presenta símbolos que deben inspirar
a los Hermanos Masones, independientemente de los grados, todo a reflexionar
sobre sus profundos significados.
En Amós; capítulo 7, versículos 7 y 8,
encontramos: "
7
Enseñóme así: he aquí, el Señor
estaba sobre un muro hecho á plomo, y en su mano una plomada de albañil.
8
Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves,
Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, Yo pongo
plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel: No le pasaré más:
La plomada, joya del Segundo
Vigilante, es usada para conferir la verticalidad en las obras de la
construcción. En la Masonería nos remite a la rectitud ya la integridad que deben
regir nuestras conductas dentro y fuera de los templos masónicos.
Amós fue un profeta (palabra del
griego, que significa aquel que proclama). Los profetas bíblicos hablaban
principalmente de los males de su época. Amós vivió aproximadamente 800 años
antes de Cristo, tuvo CINCO visiones del Señor Dios, pero fue en la TERCERA que
vio la plomada y el juicio del Creador.
Por la lectura del Libro de Amós
conocemos la historia de un hombre simple, que, motivados por valores
superiores, resolvió combatir la iniquidad. Él denunció la inversión de valores
de la sociedad, el uso idólatra de la religión y, principalmente, la
desigualdad social.
En la época de Amós, el pueblo de
Israel pensaba había abundancia y una pseudo prosperidad pero era solamente material. Él proclamó críticas al Gobierno y a
los gobernados sobre el enriquecimiento de parte de la sociedad a costa de los
pobres y en contra la propia nación, esto provocaba los descalabros ocurridos
en los tribunales, la opresión y la violencia reinantes.
¡Seamos en la Masonería como Amós en
Israel!
Nosotros como "Los nuevos profetas
Amós masónicos", debemos primero ver por la calidad en la rectitud y en la
integridad. Es necesario poner fin las
injusticias. Esta es la esencia del mensaje de "por una plomada en medio
del pueblo". Que la sociedad que aspiramos a construir sea edificada con
el "rigor de la plomada".
Al buscar la correcta
verticalización, es decir, la plomada de nuestra vida y de la sociedad es bueno
recordar que los únicos y verdaderos caminos para el ascenso moral y espiritual
de la nación están en el trabajo honesto y en la concientización popular.
El Profeta Amós era un trabajador sencillo, un cultivador de sicomoros.
Su ministerio profético fue ejercido
en el siglo VIII aC durante los reinados de los Reyes Uzías (al sur de Israel)
y Jeroboam II (al norte de Israel). Su obra fue marcada por una profunda
crítica social y religiosa. Él que la
religión había sido transformada en mero instrumento que sirve a la enajenación
y usada como fachada para la iniquidad.
El Profeta Amós es un revolucionario,
un político y religioso de su tiempo que no se dejó llevar por las apariciones
de una época marcada sobre todo por la prosperidad material. Sin embargo, aun
con abundancia, el pueblo de Israel pasó por una profunda inversión de valores,
dejándose llevar por la soberbia, la codicia, la lujuria y todo tipo de
perdiciones.
En lo que toca a la religión, Amós
denuncia su carácter meramente ritual y vacío. Así dice en su libro en su capítulo
5:
21.Yo detesto, desprecio vuestras
fiestas, no me gusta el olor de vuestras reuniones solemnes.
22.Si me ofrecéis holocaustos y ofrendas, no
los aceptaré; no me digno mirar el sacrificio de vuestros novillos cebados.
23.¡Aparta de mi lado la multitud de
tus canciones, no quiero oír la salmodia de tus arpas!
24.Quiero que el derecho fluya como
el agua, y la justicia como torrente perenne."
La Orden masónica intenta mostrarnos
cuál será esa plomada en la vida particular de cada masón, transmitiendo por
medio de alegorías y símbolos antiguos misterios que pueden ser traducidos como
en rectitud moral y buenas costumbres para aquel que de hecho los persigue en
su íntimo constructor.
Alcoseri