Un misterio Iniciático de gran importancia, se encuentra encerrado en
la diferencia (la unidad que se sustrae) que existe entre los dos
números verdaderamente astronómicos: del sexagésimo cuarto grado de
vibraciones y el total de las sesenta y cuatro casillas del ajedrez.
(64 por reducción es igual a 6 más cuatro igual a 10, que es a su vez
igual a 1 más 0 igual a 1. La suma de 64 casillas es igual a 2080, que
es igual a 2 + 0 + 8 + 0 igual a 10, o sea 1 más 0 igual a 1. Es
decir, por reducción es igual a la unidad sustraída de:
18,446,774,073,709,551,616). Sería demasiada coincidencia que este
fuese un hecho acaecido al azar, sobre todo si se reflexiona en los
dos colores de las piezas en el juego (negro y blanco, polo positivo y
polo negativo, el sol y la luna), y en las casillas negras y blancas
del tablero, que reproducen con un singular propósito el piso
embaldosado de nuestros templos