Hiram Abiff él heroe Solar
Debemos mencionar que según nosotros la masonería, el conocimiento de la Verdad sólo es posible de entender para una escuela masonica regular perfecta; de ahí que nosotros la masonería intentemos convertirnos en esa masonería perfecta.
Pero, claro individualmente cada masón regular, nunca llegara a ser perfecto, pero si perfectible. Para nosotros la masonería, el símbolo y el modelo a seguir es Hiram Abiff “él heroe Solar” el constructor del primer templo de Jehová , y después de él, todos los grandes masones que nos antecedieron que han alcanzado de alguna u otra manera diferentes grado de la perfección, por haber sido útiles a la humanidad.
Muchas veces surge la pregunta de por qué, siendo Hiram Abiff un simple arquitecto subordinado a las ordenes el Rey Salomón, los masones le consideran como modelo de hombre perfecto; los masones vemos en Jehová no sólo como la manifestación de la suprema perfección, sino también como el ser complementario.
La perfección de Jehová es una gracia inherente a él mismo, es la verdad en sí. Sin embargo, Hiram Abiff alcanzó el grado de la maestría por sí mismo, y bajo la guía del Gran Arquitecto del Universo.
Hiram no nació iniciado, y por esto, es el modelo a seguir, desde el punto de vista de los comportamientos de lealtad que debe llevar cada masón y las etapas que debe atravesar, se convierte en el modelo solar, un Sol que siembre irradia para los masones, pues en él se reúnen tanto el conocimiento de los estados internos de cada masón.
El ser perfecto, para nosotros la masonería, es estar libres tanto en sus pensamientos como en sus actos de poder del egoísmo. Cada masón en su interior y su exterior están adornados por los Atributos propios de la Luz Divina; uniéndose así al Gran Arquitecto del Universo, por merito propio.
Y así cada masón es el espejo que refleja con todo su ser al Único Dios. Y al contemplar el mundo cada espejo, no ven más que la Verdad.-