¿Es la Masonería la que manipula al
Demonio?
La figura del diablo o demonio sigue teniendo gran protagonismo en la cultura
actual, aún y de los avances científicos
y tecnológicos, podíamos pensar que por
jugar el diablo un papel relevante en las principales religiones monoteístas y
por persistir escondido en el inconsciente colectivo popular, constituyendo
así, en un tema recurrente en diferentes formas de distinguir la realidad , y
es que el Diablo es el personaje favorito para culpar de lo que ha salido mal
en la Obra de Dios, y es que nos preguntamos si Dios existe y es bondadoso por qué
existe el mal, o de por qué si la ciencia avanza aún nos sentimos vulnerables a los caprichos del
destino.
El presentar al diablo como un personaje real es
un recurso importante para desnudar la psicología humana, ya que es la
confrontación con el espíritu de la oscuridad que el hombre tiene la
oportunidad de desvelar sus sentimientos humanos, muchos de ellos perversamente
negativos. Y mostrar los deseos más
reprimidos, revelando su verdadera personalidad. Además de esto el carácter
revelador, dentro de la figura del diablo es un arquetipo compartido por
diversas culturas. El Demonio juega un papel importante en la mentalidad
humana, ya que si alguien optó por hacer algo malo fue por influencia del
Demonio y no por la misma naturaleza maligna del ser humano, a la humanidad no
le gusta ver su propia podredumbre. Algo que nos topamos frecuentemente en artículos
de revistas, libros, videos de internet , publicaciones de internet es la de
vincular a la Masonería con el Demonio, y encontrar así la razón de las
conspiraciones mundiales y por tanto la razón de tantos males que sufre la
humanidad. Por ahí encontramos que a la Masonería la culpan de una agenda pro
abortiva, de la destrucción de la familia, de fabricar
guerras , de estar apoyando a Dictadores y Tiranías etc. y es que es muy tentador pensar que alguien
desde las capas más altas de la Masonería está tramando una perversa agenda
mundial.
La Masonería asociada con el Diablo
sigue teniendo un gran impacto en la cultura actual gracias a lo que la Iglesia
católica y otras religiones han venido diciéndolo, junto a otros conspiranoicos
, especialmente por ser esto a menudo tematizados en todas religiones, sectas y grupos de los más
diversos. En la Biblia, el Demonio es descrito como una figura muy poderosa,
que deambula por el mundo para hacer que el ser humano sucumba a sus promesas
falsas de felicidad; de esta manera a
los masones tachados por la religión como socios del Diablo, se conciben como
las encarnaciones mismas del mal. Sin
embargo, a pesar de ser mencionado en varios pasajes bíblicos , su forma genera
controversias, ya que en varias secciones encontramos a diferentes concepciones
del demonio y sus socios y muchas de ellas son vagas y confusas. En este
sentido, se afirma que " el Diablo descrito en la Biblia " no es otra
cosa que el necesario adversario de Dios, o en ocasiones hasta el mismo Patiño
de Dios.
En este sentido, se afirma que la
representación icónica del Diablo siempre se ha modificado con las concepciones de un cierto período
histórico; siendo, por tanto, su forma acorde al momentáneo y al lugar. Además
de la dificultad para definir su apariencia
y propósito, nombrar el propósito del Diablo en el Plan de Dios parece una actividad Igualmente difícil, ya
que no solo en la cultura popular sino también en la literatura religiosa.
La Santa Biblia o Libro de la Ley contribuye
mucho a esta confusión, porque "en
ocasiones parece incluso ser amigo de Dios” como en el libro de Job . Y el satanás
hebreo a veces se tradujo al Griego como diábolos o egos. A pesar de las
diferentes concepciones sobre su apariencia en las nomenclaturas, un aspecto siempre ha sido
asociado a su imagen de un ser perverso. Tal asociación puede ser justificada
por la necesidad del hombre de explicar la existencia y dar sentido a los
dilemas de su vida de todos los días.
Así la presencia del diablo "en
el inconsciente colectivo humano sigue siendo necesario ". Por otro lado,
el origen de la personificación del diablo se remontaría a las primeras civilizaciones
de Mesopotamia, de ahí paso al judaísmo para más tarde pasar al cristianismo, y
terminar arraigado a la cultura popular.
Se comenta que en la formación de los
fundamentos del judaísmo no había tal figura como la de un Demonio adversario
de Dios, ya que los hebreos creían en la fuerza de Yahveh, un dios supremo,
cuyo poder, según Su creencia, era imbatible ante los otros dioses, sus
adversarios. Del mismo modo y medida que
la religión judía se hizo más poderosa, la creencia en el único Dios,
omnipotente, omnipresente, omnisciente, creador de todas las cosas, también
ganado Más notoriedad, por lo que fue necesario dar poder al Demonio como un
ser malvado, para explicar la existencia del mal.
Sin embargo, hoy en las creencias populares,
imbuidas de supersticiones y fanatismos , siguen necesitando de la existencia
de un Demonio para explicar ciertas cosas sin
explicación, igual para explicar que las cosas salgan tan mal. En
Occidente, la imagen que nos llegó con respecto al diablo llegó a través de la
Religión cristiana pero curiosamente, en la Biblia, el libro en el que se basa
esta religión, tenemos dos ideas muy distintas sobre este ser: la primera
aparece en el Antiguo Testamento: es la criatura la que se opone, es el
adversario, el acusador; en el Segundo, en el Nuevo Testamento, está el encuentro
personal de Jesucristo con el Diablo que te tentó en el Desierto ofreciéndole los
reinos de este planeta.
Es, por lo tanto, en la literatura que le da un nuevo disfraz, a
través del cual el diablo pasa a ser
visto como el reflejo del hombre mismo. La imagen del Diablo sale de las
iglesias para entrar en el universo de la literatura trágica, cuya
supervivencia y su popularización tiene lugar hoy a través de las más
diferentes expresiones artísticas: Cómics, cine , radio , televisión , letras
de canciones, portadas de álbumes de canciones, en la internet , pareciera que
la imagen del Diablo para el ser humano sigue siendo necesaria, y paradójicamente
en Masonería , no se menciona al Demonio en ninguna a los 33 grados masónicos,
en ninguna tenida o sesión masónica se
hace referencia al Diablo, y si le preguntas a un masón sobre el Diablo , él te
dirá que eso del Diablo son puras supercherías inventadas por personas fantasiosas
y de muy poca cultura.
Sin embargo, "la idea de un
Diablo parecer más humana, la idea en la
cual el mal está contenido en el propio hombre y no fuera de él. El poder del mal está así fragmentado en
millones de seres humanos , y la Iglesia ya no posee como antes lo tuvo control
sobre esta masa de individuos .
Ante estos aspectos, notamos que el
diablo pasó por innumerables transformaciones, que incluyen su nominación, su apariencia
física y, incluso, el papel que desempeña en las creencias populares. En este
sentido, se observa que la literatura también ha contribuido a estos cambios;
por lo tanto, los análisis literarios que Investigan esta figura dentro de las
más variadas culturas sigue contribuyendo a la comprensión de cómo los mismos seres humanos a través de la historia reflejaron
los puntos de vista sociales de este ser en el imaginario colectivo, en una de
esas obras literarias esta “El Fausto de Goethe” , así doscientos cincuenta
años después del nacimiento de su autor, Fausto sigue siendo un clásico, pues
plantea el problema de los límites y el sentido de la acción humana, y lo hace
bajo la parábola del pacto con el diablo. La obra mantiene su vigencia hoy
porque, mediante estos interrogantes propios de la condición humana, reaviva la
inquietud en una época que pretende sentirse ajena a esos interrogantes.
Una de las razones de la vigencia del
demonio en el pensamiento humano, es que
de pronto vemos , como si alguien muy perverso a través de la historia
universal, hubiera de antemano tramado acontecimientos
que impactaran a la humanidad de forma negativa, y claro en nuestras historias
personales también en ocasiones nos vemos precisados a pensar que fue el mismo
Demonio el que nos metió en embrollos y problemas; y más cuando las cosas nos
van perfecto, de vernos tentados a
asegurar de que el Demonio está tramando algo para destruir nuestra felicidad.
No vemos cercano el día en que la
humanidad prescinda de la imagen de un Demonio seguro porque aún necesita de él
para no hacerse responsable de sus actos.
Alcoseri