Las teorías conspirativas
Para muchos autores, quizá un poco conspirativos, y para mucha gente por todo el mundo, el alunizaje norteamericano, que tuvo lugar el 20 de julio de 1969 y que la televisión transmitió en vivo, fue un montaje cinematográfico. Numerosos especialistas y científicos reconocidos han gastado horas y horas explicando con argumentos y datos muy variados la veracidad del viaje a la Luna. Una gran cantidad de gente sigue dudando, y con razón, teniendo en cuenta cierto oscurantismo de algunos aspectos del programa espacial norteamericano.
El momento en que Neil Armstrong pone el pie en la Luna
El argumento, al estilo de la serie "Expedientes X", de que un todopoderoso gobierno de EEUU, amparado en las sombras y el secreto, conspira para fabricar u ocultar hechos, prevalece. La cultura popular, el cine, los videos de internet y hasta canales especializados en documentales reproducen esta visión conspirativa.
Pero cuando parecía ya una causa perdida convencerlos, la vieja URSS vino a demostrar, sin lugar a dudas, lo contrario. Además, es imposible pensar que la desaparecida Unión Soviética pudiese haber participado de semejante engaño.
El robot Lunokhod 1 (“caminante lunar”) que los soviéticos enviaron a la Luna en el año 1970, después de la misión estadounidense Apolo 11
Podrán decir los escépticos que no hay pruebas ni testigos porque la URSS desapareció. Pero se equivocan: hay un testigo "vivo" privilegiado que, desde la mismísima Luna, nos confirma la realidad de los hechos. El 10 de noviembre de 1970 la misión "Luna 17" de la URSS se puso en marcha y llevo al robot Lunojod 1 a la Luna. Fue el primer aparato automático que se controló a distancia fuera de la tierra, hecho que lo convierte en un logro histórico. El robot recorrió más de 10 km entre el 17 de noviembre de 1970 y el 14 de septiembre de 1971, permaneciendo operativo durante más de 300 días,transmitiendo a la Tierra más de 20.000 imágenes televisivas y 200 vistas panorámicas de una zona de más de 80.000 metros cuadrados. Finalmente, en octubre de 1971, el robot dejó de funcionar, debido al agotamiento de la pila isotópica de la calefacción del equipo de instrumentos, con el consiguiente congelamiento del mismo. Fue olvidado, y su ubicación, tras el caos administrativo al desaparecer la Unión Soviética, es desconocida. Una chatarra soviética más en el áspero suelo lunar.
La consola del robot soviético Lunokhod 1
Pero en 2010 el Lunojod 1 fue localizado por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter,que orbitaba la Luna mapeando su superficie. Esta información llego a oídos de Tom Murphy, profesor asociado de física de la Universidad de California en San Diego, y el 22 de abril, él y su equipo, enviaron pulsos de luz láser desde el telescopio de 3.5 metros en el Observatorio de Apache Point en Nuevo México hacia la posición del recién encontrado robot soviético. Según consta en el informe de la NASA, el doctor Tom Murphy señaló: "Rápidamente verificamos que la señal era real y descubrimos que era sorprendentemente brillante, al menos cinco veces más brillante que el otro reflector soviético, el del Lunokhod 2, al que habitualmente enviamos pulsos de láser. La mejor señal que hemos visto de Lunokhod 2 en varios años de esfuerzo es de 750 fotones de retorno, pero obtuvimos unos 2.000 fotones de Lunokhod 1 en nuestro primer intento. Tiene mucho que decir después de casi 40 años de silencio".
En consecuencia, tenemos allí un robot soviético que responde a las comunicaciones, independientemente de quien la emita. Ya que, pobre, aun no sabe que sus creadores ya no existen, que la URSS ya no enviará más a nadie. Ningún aficionado a las conspiraciones puede decir que no existe o que está controlado por EEUU. Pues bien, resulta que nuestro amigo en la Luna transmitió, entre sus muchas fotografías y videos, pruebas de la presencia norteamericana, lo cual fue recientemente confirmado por uno de los técnicos y operadores soviéticos -aún quedan cuatro con vida- del robot desde la tierra, Viacheslav Dovgán, que vio, desde su puesto de operador de Lunojod 1, las huellas de la presencia de astronautas estadounidenses en la Luna, donde aterrizaron, hace 50 años, el 20 de julio de 1969 en el marco de la misión Apolo 11.
Viacheslav Dovgán, uno de los operadores del Lunokhov 1, habla sobre las huellas del paso de la misión Apolo 11 por la Luna que el robot soviético detectó
Al panel del operador ruso llegaba un enorme flujo de información y de imágenes desde el Lunokhod 1. "¿Quién dijo que no estuvieron los estadounidenses en la Luna? […] Nosotros lo vimos todo. El país no lo vio, pero somos seis personas, cuatro de ellas están vivas, y nosotros lo vimos", afirmó Dovgán a los medios rusos en noviembre de 2015.
Paradójicamente, la extinta Unión Soviética es, 50 años más tarde, la fuente irrefutable de la llegada de los norteamericanos de la misión Apolo 11 a la Luna.
Pequeña digresión: dos décadas después de la puesta en órbita de Lunojod, su diseñador, Alexander Zemurdzhian, colocó un robot para la limpieza de la azotea de Chernobyl, como se puede ver en la miniserie. Los altos niveles de radiación limitaron la efectividad del robot, mientras que Zemurdzhian sufrió quemaduras por radiación.
La noticia del Sputnik en la prensa mundial: la Guerra Fría se trasladaba al espacio
A 50 años de la misión Apolo 11, que llevó al primer hombre a la Luna, estamos viviendo un renacimiento del interés por el espacio y un renovado gasto de las grandes potencias en la carrera espacial. Parece que el amor por el espacio decae o crece al ritmo de las tensiones internacionales. Hoy vivimos un renovado clima de guerra fría, con más o menos los mismos actores y los mismos conflictos. Todo vuelve, y ahora Washington, a raíz del aniversario de la misión APOLO 11, promete enviar a una mujer a la Luna en 2024: la misión Artemisa, hermana gemela de Apolo. Mientras Israel intentó aterrizar en la Luna en abril pasado, pero la sonda Beresheet no lo logró, China se anotó un éxito muy especial al llevar su sonda robótica Chang'e-4 al lado oscuro de la Luna en enero pasado. A este selecto club pretende ingresar la India, que postergó hace pocas horas el lanzamiento de su sonda lunar Chandrayaan-2, debido a un "problema técnico", su segunda misión a la Luna, con la que pretendía explorar el polo sur del satélite. El problema se detectó 56 minutos antes del lanzamiento.
Evidentemente la Luna está de moda.
El autor es profesor de Historia Económica (UBA y UNlaM). Fue asesor de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación
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