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General: Los trabajos de Hércules
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De: Alcoseri (Mensaje original) |
Enviado: 14/09/2015 14:13 |
Los trabajos de Hércules
El zodíaco Aquel que preside miró hacia adelante, a los hijos de los hombres, que son los Hijos de Dios. Él vio la luz de ellos y el lugar donde estaban parados sobre el Sendero de retorno al Corazón de Dios. La Senda recorre un círculo a través de los doce grandes Portales y, ciclo tras ciclo, los Portales se abren y los Portales se cierran. Los Hijos de Dios, que son los hijos de los hombres, caminan por allí. Poco clara es la luz al principio. Egoísta la tendencia de la aspiración humana, y oscuros los actos resultantes. Lentamente los hombres aprenden y, aprendiendo, pasan entre los pilares de los Portales una y otra vez. Lerda es la comprensión, pero en las Antesalas de la Disciplina, encontradas en cada sección de la cósmica extensión del círculo, la verdad es lentamente comprendida; aprendida la lección necesaria; la naturaleza purificada y enseñada hasta que se ve la Cruz –esa Cruz fija y a la espera, que crucifica a los hijos de los hombres, prolongada en las Cruces de los que sirven y salvan. Del conjunto de hombres, un hombre se adelantó en los días de la antigüedad y sorprendió el ojo vigilante del Gran Anciano que preside eternamente dentro del Concilio de la Cámara del Señor. Se volvió hacia el que estaba de pie cerca suyo y dijo: "¿Quién es esa alma sobre el Sendero de la vida, cuya luz puede ahora ser vista oscuramente?”. Rápidamente llegó la respuesta: "Esa es el alma que, en el Sendero de la vida, experimenta y busca la clara luz que brilla desde el Alto Sitio". "Déjala proseguir sobre su senda, pero vigila sus pasos". Los eones velozmente continuaban su curso. La gran rueda giraba y, girando, traía el alma que buscaba sobre el Sendero. Después, llegó un día en que Aquel que preside el Consejo de la Cámara del Señor atrajo nuevamente al círculo de Su radiante vida al alma que buscaba. "¿De quién es esta alma sobre la Senda de sumo empeño cuyo resplandor oscuramente se distingue afuera?” Llegó la respuesta: "Un alma que busca la luz de la inteligencia, un alma que lucha". "Dile de parte mía que vuelva a la otra senda y luego que viaje alrededor del círculo. Entonces encontrará el objeto de su búsqueda. Vigila sus pasos y, cuando tenga un corazón comprensivo, una mente anhelante y una mano diestra, tráemela". Nuevamente pasaron los siglos. La gran rueda giró y, girando, llevó a todos los hijos de los hombres, que son los Hijos de Dios, sobre su senda. Y mientras estos siglos pasaban, un grupo de hombres emergió y lentamente cambiaron a la otra senda. Ellos encontraron el Sendero. Pasaron los Portales y se esforzaron hacia la cima de la montaña, y hacia el lugar de muerte y sacrificio. El Maestro vigilante vio un hombre emerger de esta multitud, subir a la Cruz fija pidiendo hazañas que cumplir, servicios que rendir a Dios y al hombre, y buena voluntad para recorrer el Sendero hacia Dios. Se paró delante del Gran Ser que Preside, el cual trabaja en el Concibo de la Cámara del Señor y oyó adelantarse una voz: "Obedece al Maestro en el Sendero. Prepárate para las últimas pruebas. Pasa a través de cada Portal y en la esfera que ellos descubren y guardan, ejecuta el trabajo que convenga a su esfera. Aprende así la lección y empieza con amor a servir a los hombres de la tierra". Luego le llegó al Maestro la palabra final: “Prepara al candidato. Dale sus trabajos a realizar y coloca su nombre sobre las tablas de la Senda viviente". El tibetano Prólogo: El propósito de este Estudio El intenso interés evidenciado en este tiempo en el tema de la vida espiritual, es en sí mismo la garantía para tal estudio como esta serie de artículos se propone. A pesar del hecho de que la religión académica y teológica no tiene ya su antigua atracción y a pesar de la rebelión contra la religión organizada, el impulso hacia las realidades espirituales no ha sido nunca tan vehemente como ahora. El día de la experiencia empírica en gran escala está ahora con nosotros, y hombres y mujeres en todas partes están todavía rehusando creer y aceptar ciegamente, porque están decididos a conocer. La aceptación de dogmas impuestos está ahora cediendo lugar a experimentar y a una divina autodeterminación, basada en una unidad efectuada con la Vida en la que vivimos nos movemos y tenemos nuestro ser, la cual está tomando el lugar de la credulidad y superstición. El problema de cada maestro hoy en día está en descubrir nuevas maneras para expresar viejas verdades, y así presentar las antiguas fórmulas para el desarrollo espiritual que adquirirán nueva y "vívida" vida. En ambos hemisferios hay muchos libros escritos sobre el tema del Sendero del Discipulado, el Sendero de la Santidad y el Sendero de la Iluminación. La nueva presentación de los problemas de ese Sendero Universal y de sus dificultades inherentes no está justificada a menos que la aplicación pueda ser moderna y práctica. Debe indicar la inclusión de la finalidad una vez que esos problemas hayan sido superados, y debe evitarse la reiteración tediosa de esa regla básica de vida que ha sido expresada en las dos palabras: "Sé bueno". Una y otra vez se nos ha dicho que debemos vencer la tentación del mundo, la carne y el demonio. Ha sido creado en la mente del aspirante occidental un sentimiento de que el Sendero es necesariamente un camino de miserias, de autoabnegación y de penas sin fin. Su actitud es de paciencia activa hasta el tiempo en que él, misteriosa y milagrosamente se abra paso a un mundo de paz y plenitud, dentro del cual todas las dificultades llegan a su fin, la carne cesa de molestar y el demonio tiene un intempestivo final. Y esto, como la recompensa de una humilde sumisión a la voluntad de un inescrutable creador. Hay, sin embargo, una alborada en la conciencia humana, una creciente realización de innata divinidad y de que el hombre es en verdad hecho a imagen de Dios, y uno en naturaleza con su Padre en el Cielo. La idea de propósito y de plan está siendo entendida y toda la actitud del aspirante hacia la vida está cambiando rápidamente. ¿Sería posible ahora lograr este sintético cuadro del progreso del alma, de la ignorancia a la sabiduría, del deseo material al logro espiritual, para que el fin pueda ser previsto desde el principio y una cooperación inteligente con el propósito del alma haya vencido el lugar del ciego empeño? Cuando esto se efectúa, el peregrino puede seguir su camino con el rostro vuelto hacia la luz y resplandeciente de alegría. En la historia de las dramáticas experiencias de ese grande y antiguo Hijo de Dios, Hércules o Heracles, encontraremos que nos da justamente el sintético cuadro. No deja sin tocar alguna fase en la vida del aspirante y aun lo vincula con actividades cósmicas. Hallaremos que su tema es tan inclusivo, que todos nosotros, luchando en nuestra presente vida moderna, podemos aplicarnos a nosotros mismos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica Figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta como lo hacemos nosotros. A través de la lectura de esta historia, un nuevo interés se puede despertar en la mente del perplejo aspirante, y tal cuadro pintado en secuencial y universal desarrollo y destino sirva, para que él vaya hacia adelante con renovado coraje. Trazaremos la historia de Hércules y su esfuerzo para demostrar cómo él, en sus doce trabajos, desempeñó el lugar del aspirante en el Sendero del Discipulado. Emprendió ciertas tareas de naturaleza simbólica, y pasó por ciertos episodios y acontecimientos que pintan para siempre la naturaleza de la disciplina y los logros que caracterizan al hombre que se está acercando a la liberación. Él representa al encarnado, aún no perfeccionado Hijo de Dios, quien con determinación toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina que producirá eventualmente el surgimiento de la divinidad. De un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que cumplir, está formado un Salvador del Mundo. Dos grandes y dramáticas historias se han mostrado constantemente ante los ojos de los hombres a través de los tiempos. En los doce trabajos de Hércules, está representado ese Sendero del Discipulado, y sus experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación, encuentran un eco espontáneo en todo aspirante. En la vida y trabajo de Jesús el Cristo – el Hijo de Dios perfecto que "ha penetrado por nosotros en el interior del velo, dándonos un ejemplo para que sigamos sus pasos"— tenemos la ilustración de las cinco etapas del Sendero de Iniciación que constituyen los episodios culminantes para los cuales los doce trabajos han preparado al discípulo. El oráculo ha hablado y a lo largo de los siglos ha hecho resonar la palabra: "Hombre, conócete a ti mismo". Este conocimiento es la conclusión del Sendero del Discipulado y la recompensa de todo el trabajo de Hércules. Naturaleza del discipulado Puede ser de valor considerar aquí brevemente qué es el discipulado, palabra constantemente empleada por los aspirantes, tanto en los países cristianos como en las religiones orientales. El discípulo puede ser definido como la etapa final del Sendero de Evolución, y como ese período en la experiencia de un hombre en el cual él es definidamente autoconsciente. Es la etapa en la cual sabiamente se compromete a imponer la voluntad del alma (que es esencialmente la voluntad de Dios) sobre su naturaleza inferior. En este sendero él se somete a un proceso madurador, para que la flor del alma pueda expandirse rápidamente. La inevitabilidad de la perfección humana tiene su base en la voluntad para hollar el Sendero. Esta perfección puede ser alcanzada en dos formas. Puede ser el resultado de un lento y seguro crecimiento evolutivo, llevado adelante bajo las leyes de la naturaleza, ciclo tras ciclo, hasta que gradualmente el Dios oculto pueda ser visto en el hombre y en el universo. 0, ser el resultado de la aplicación sistematizada y la disciplina por parte del aspirante, produciendo un más rápido desarrollo del poder y vida del alma. En un análisis del discipulado, éste ha sido definido como "un disolvente psíquico que destruye toda la escoria y deja el oro puro". Es un proceso de depuración, de sublimación y de transmutación, llevado progresivamente hacia adelante hasta que finalmente el Monte de la Transfiguración y la Iluminación son alcanzados. Los misterios ocultos y las fuerzas latentes en los seres humanos, necesitan ser descubiertos y requieren ser utilizados de una manera divina y de acuerdo con un divino propósito, inteligentemente comprendido. Cuando ellos han sido así utilizados, el discípulo se halla en armonía Con lo universal y las similares energías y poderes divinos que sustentan las operaciones del mundo natural. Así él se convierte en un trabajador bajo el plan de la evolución y un cooperador con esa gran "nube de testigos", que a través del poder de sus observaciones, y el resultado de sus logros, constituyen los Tronos, Principados y Poderes por medio de los cuales la Vida Una guía toda la creación progresivamente a una gloriosa consumación. Tal es la meta hacia la cual Hércules trabajó, y tal es la meta de la humanidad toda, cuyo logro final, en conjunto, será realizado por las muchas individualidades perfeccionadas. Connotaciones Astrológicas Un propósito secundario de este estudio es presentar un aspecto de la astrología que diferirá del expresado habitualmente. Investigaremos la historia de Hércules a medida que pasaba por los doce signos del zodíaco. En cada signo él expresaba sus características, y en cada signo, lograba algún conocimiento nuevo de sí mismo, y a través de ese conocimiento demostraba el poder del signo y adquiría los dones que el mismo confería. En cada uno de los signos lo encontraremos venciendo sus tendencias naturales, controlando y gobernando su destino, y demostrando el hecho de que las estrellas inclinan pero no controlan. La forma de astrología que, yo creo, reemplazará andando el tiempo, la clase corriente que trata con horóscopos, es esa sintética presentación de los acontecimientos cósmicos que tienen sus reflejos en nuestra vida planetaria, en la vida de la humanidad en conjunto, y en la vida del individuo, que es siempre el microcosmos del macrocosmos. Este tipo de astrología enfoca su atención principalmente en el desarrollo del plan de las edades; esto, la historia lo manifiesta de una manera reducida en cuanto concierne a la humanidad, y un estudio más amplio de los tiempos y estaciones puede traernos una mayor comprensión de los propósitos de Dios. Hay un inmenso pasado detrás de la humanidad; eones y eones han llegado y se han ido, la rueda de la existencia gira continuamente, y siempre la cinta de la vida se desenvuelve, y nosotros somos llevados hacia un nuevo aspecto de la meta, y a una visión y realización más amplias. La concentración en el horóscopo personal y el intenso interés demostrado por los individuos en sus propios insignificantes asuntos puede ser natural y normal, pero es, no obstante, miope. Sólo la conciencia de que somos partes integrantes de un Todo mayor y el conocimiento de la divina suma total pueden revelar el más vasto propósito. Estas son las ideas que pueden eventualmente reemplazar nuestras concentraciones personales. Nuestras pequeñas historias de la vida deben desaparecer en un cuadro mayor. Astrológicamente Hércules estableció la historia de la vida de cada aspirante, y demostró la parte que debe jugar la unidad en la eterna Empresa. Un gran Maestro oriental ha expresado en relación con el zodíaco y la astrología este sugestivo pensamiento: "Que la astrología es una ciencia y una ciencia venidera, es verdad. Que la astrología en su aspecto supremo y su verdadera interpretación, capacitaría eventualmente al hombre para enfocar su comprensión y para funcionar rectamente, es igualmente verdad. Que en las revelaciones que la astrología hará, andando el tiempo, será encontrado el secreto de la verdadera coordinación entre el alma y la forma, es también correcto. Pero esa astrología todavía no ha sido descubierta. Hay demasiadas cosas pasadas por alto y otras muchas desconocidas para hacer de la astrología la ciencia exacta que muchos pretenden que sea. La pretensión será cumplida en alguna fecha futura. El momento no ha llegado todavía. “La astrología como es practicada ahora, está condenada a la destrucción debido a la rapidez con que las almas están controlando sus personalidades. El modelo del horóscopo del alma no estará basado en nuestro conocimiento tridimensional, pues las leyes de tiempo y espacio no tienen influencia sobre el alma". (Astrología Esotérica). Por consiguiente, trataremos en este estudio con una astrología que será no matemática y que no tendrá relación con el modelo de los horóscopos. Se interesará en los doce tipos de energía por medio de los cuales la conciencia de la divina Realidad es lograda a través del medio de la forma. En un cielo no distante y en un estado no subjetivo llegó Hércules a este conocimiento. En el cuerpo físico, impedido y limitado por las tendencias conferidas a él por el mismo signo bajo el cual realizó el trabajo, alcanzó la comprensión de su propia divinidad esencial. A través de la superación de la forma y de la subyugación de la materia, se nos da un cuadro de una desarrollada autorrealización divina. Por consiguiente, en el estudio de Hércules, el discípulo, y de Cristo, el Salvador del Mundo, tenemos una completa presentación gráfica de las etapas finales del desarrollo, que están situadas delante de todos nosotros. Las cinco grandes Iniciaciones como están pintadas para nosotros en la historia de Jesús el Cristo, no son tratadas aquí, sino que forman el tema de otro libro. (De Belén al Calvario). A medida que estudiamos la historia de Hércules y lo seguimos a través de sus doce trabajos, pasando alrededor del gran zodíaco de los cielos, nos aproximaremos desde dos ángulos: el del aspirante individual y el de la humanidad en conjunto. Es ahora posible mirar a la familia humana como habiendo alcanzado, prácticamente en masa, la etapa del aspirante, la etapa del buscador inteligente, la etapa del hombre que, habiendo desarrollado su mente y coordinado sus aptitudes, mentales, emocionales y físicas, ha agotado los intereses del mundo fenoménico y está buscando una salida a un reino más amplio de conocimiento, dentro de una más segura esfera de garantías. Esta etapa ha sido siempre expresada por los individuos avanzados a lo largo de los años, pero nunca anteriormente se ha encontrado la propia raza humana con los inicios testimoniales de esta condición en grupo. Aquí yace la maravilla de pasados logros, y aquí está la hora de la presente oportunidad. El Mundo del Discípulo Hoy en Día Las pruebas a las cuales Hércules voluntariamente se sometió y los trabajos en los cuales a veces descuidadamente se precipitó, son aquellos posibles para muchos miles ahora. También se volverá manifiesto cuán curiosamente aplicable a las condiciones modernas, son los variados detalles de la dramática y a menudo divertida historia de sus esfuerzos en el sendero de la ascensión. Cada uno de nosotros es un Hércules en embrión, y cada uno enfrenta idénticos trabajos; cada uno tiene la misma meta que lograr y el mismo círculo del zodíaco que abarcar. El trabajo a realizar tiene como objetivo principal, la eliminación de todo temor y el control de las fuerzas naturales de la naturaleza humana. Estas, Hércules debe enfrentarlas en cada posible combinación, antes de escalar el monte de la iniciación en Capricornio, y llegar a ser el servidor de la humanidad. Objetivos de competencia y egoísmo deben ser completamente cambiados y eliminados, y encontraremos a Hércules aprendiendo la lección que apoderarse de cualquier cosa para el yo separado, no es parte de la misión de un hijo de Dios. Él sabe encontrarse como individuo, sólo para descubrir que el individualismo debe ser sacrificado inteligentemente para el bien del grupo. Descubre asimismo que la codicia personal no tiene lugar en la vida de un aspirante que está buscando la liberación, desde el siempre recurrente ciclo de la existencia y de la constante crucifixión sobre la cruz de la materia. Las características del hombre inmerso en la forma de la vida y bajo la regla de la materia son: temor, individualismo, rivalidad y codicia. Estas tienen que ceder lugar a la confianza espiritual, cooperación, conciencia grupal y carencia de egoísmo. Esta es la lección que Hércules nos da, y es la demostración de la vida de Dios que está siendo forjada en el proceso creativo, y que florece más hermosamente, cada vez que la vida de Dios hace su curva alrededor del zodíaco que, nos dicen los astrónomos, toma aproximadamente veinticinco mil años en cumplirse. Esta es la historia del Cristo cósmico, crucificado en la Cruz Fija de los cielos; ésta es la historia del Cristo histórico, dada a nosotros en la historia del evangelio y establecida hace dos mil años en Palestina; es la historia del Cristo individual, crucificado en la cruz de la materia, y encarnado en cada ser humano. Dios encarnado en materia. Esta es la historia de nuestro sistema solar, la historia de nuestro planeta, la historia del ser humano. Así, cuando miramos arriba los cielos estrellados, vemos descripto eternamente para nosotros este gran drama, que la historia de Hércules dilucida en detalle para el aspirante. Pensamientos Fundamentales Cuatro pensamientos fundamentales pueden ser dados aquí que expresan el propósito subyacente del proceso creativo y del objetivo de ambos, el Cristo cósmico y el aspirante individual. Ellos nos dan la guía para llevar a cabo el plan. Tomados juntos engloban toda la historia de la relación de espíritu y materia, de vida y forma, y de alma y cuerpo. Primero: "La naturaleza expresa energías invisibles a través de formas visibles". Detrás del mundo objetivo de los fenómenos, humano o solar, pequeño o grande, orgánico o inorgánico, yace un mundo subjetivo de fuerzas que es responsable de la forma exterior. Detrás de la exterior cubierta material se puede encontrar un vasto imperio del Ser, y es dentro de este mundo de energías vivientes, que ambas, la religión y la ciencia, están pene- trando ahora. Todo lo exterior y tangible es un símbolo de las fuerzas creativas internas, y es idea que está debajo de toda simbología. Un símbolo es una forma exterior y visible de una realidad interior y espiritual. Es con esta acción recíproca de la forma exterior y de la vida interior que Hércules lucha. Él sabía que era la forma, el símbolo, para que el dominio de la naturaleza material inferior hiciera sentir su presencia con la facilidad de la expresión antigua. Al mismo tiempo sabía que su problema era expresar su ser y energía espiritual. Él tenía que saber de hecho y en experiencia que era Dios, inmanente en naturaleza; que era Yo en estrecha relación con el No-Yo; tenía que experimentar con la ley de causa y efecto, ésta, desde el punto de vista del iniciador de las causas para producir inteligentes efectos. A través de los doce signos del zodíaco pasó, luchando para trabajar subjetivamente y tratando de rechazar la tentación y la atracción de la forma tangible exterior. El segundo pensamiento clave puede ser expresado en las palabras: "La concepción de una Deidad oculta yace en el corazón de todas las religiones". Ésta es la realización mística y el objeto de la búsqueda que la humanidad ha practicado a lo largo de los años. Los exponentes de las religiones del mundo han encarnado en sus enseñanzas, un aspecto de la búsqueda, aceptando el hecho de Dios como una premisa básica, y con el amor de sus corazones, la devoción y la adoración demostrando la realidad de su Existencia. El testimonio de los místicos de todos los tiempos y razas es tan vasto que ahora constituye en sí mismo un campo de hechos comprobados y no puede ser negado. Los investigadores científicos han procurado encontrar la verdad a través del conocimiento de la forma, y nos han conducido a una posición de amplio conocimiento y al mismo tiempo a una concepción paralela de nuestra profunda ignorancia. Hemos aprendido mucho de la vestidura externa de Dios, a través de la física, la química, la biología y otras ciencias, pero hemos luchado dentro de una región donde todo aparece como siendo hipótesis e inferencias. Todo lo que nosotros seguramente conocemos es que todas las formas son aspectos de la energía; que hay una acción recíproca y un impacto de energías sobre nuestro planeta; que el planeta mismo es una unidad de energías compuesta de una multitud de unidades de energía, y que el hombre mismo es también un manojo compuesto de fuerzas y se mueve en un mundo de fuerza. Aquí es donde la ciencia tan admirablemente nos ha conducido, y donde el astrólogo, el ocultista, el idealista y el místico también se reúnen y atestiguan una Deidad oculta, un Ser viviente, una Mente Universal y una Energía central. En el desarrollo del drama de los cielos, en las conclusiones del investigador científico, en las computaciones matemáticas de los astrólogos, y en el testimonio del místico, sin embargo, podemos ver una firme manifestación emergente de la divinidad oculta. Poco a poco, a través del estudio de la historia, de la filosofía y de la religión comparada, nosotros vemos el plan de esa Deidad volviéndose significativamente manifiesto. En el paso del sol a través de los doce signos del zodíaco, podemos ver la maravillosa organización del plan, el enfoque de las energías y el crecimiento de la tendencia hacia la divinidad. Ahora, por fin, en el siglo veinte, lo objetivo y lo subjetivo se han tornado tan estrechamente mezclados y fundidos que es casi imposible decir dónde uno empieza y el otro termina. El velo que oculta la Deidad se está volviendo transparente, y el trabajo de aquellos que han logrado conocimiento, el programa de Cristo y de su Iglesia, los planes del grupo de los trabajadores del mundo, los Rishis y la oculta Jerarquía de nuestro planeta, están ahora enfocados en llevar a la humanidad al Sendero del Discipulado, entrenando a muchos de los más avanzados para que puedan llegar a ser los conocedores e iniciados de la nueva era. Así los hombres pasarán de la Cámara del Aprendizaje a la Cámara de la Sabiduría, del reino de lo irreal al de lo Real, y de la oscuridad exterior de la existencia fenomenal, dentro de la luz que brilla siempre en el reino del espíritu. El tercer pensamiento clave nos da una guía para el método. A través de los años las palabras se han adelantado: "Yo soy él... que despierta al espectador silencioso". Se ha hecho claro para los buscadores en todos los campos que dentro de las formas hay un impulso hacia la expresión inteligente, y una cierta vivacidad que llamamos conciencia de sí mismo, y que en la familia humana toma la forma de un autoconocimiento. Este autoconocimiento cuando es verdaderamente desarrollado, capacita al hombre para descubrir que la Deidad oculta en el universo es idéntica en naturaleza, aunque bastante mayor en grado y conocimiento, a la Deidad oculta dentro de sí mismo. El hombre entonces puede volverse conscientemente el Espectador, el Observador, el Percibidor. No está más identificado con el aspecto material, sino que es Aquel que lo usa como un medio de expresión. Cuando esta etapa es lograda, los grandes trabajos empiezan, y la lucha está progresando conscientemente. El hombre es desgarrado en dos direcciones. El hábito lo tienta a identificarse con la forma. La nueva comprensión lo impulsa a identificarse con el alma. Una reorientación entonces tiene lugar, y un nuevo y autodirigido esfuerzo se inicia, el que está representando para nosotros en la historia de Hércules, el Dios- Sol. En el momento en que la altura intelectual ha sido lograda, el "Observador silencioso" despierta a la actividad. Hércules empieza sus trabajos. El ser humano, hasta aquí arrastrado en el impulso de la marea evolutiva, y gobernado por el deseo de experimentar y por las posesiones materiales, se pone bajo el control del divino Morador. Emerge como el aspirante, se revierte, y empieza a trabajar a través de los doce signos del zodíaco, sólo que ahora trabajando desde Aries a Piscis por vía de Tauro (en sentido inverso a las agujas del reloj), en vez de trabajar en la ordinaria forma humana retrógrada, desde Aries a Tauro vía Piscis (en sentido de las agujas del reloj). Finalmente, el enfoque cambiante de la vida y la firme aplicación a los doce trabajos en los doce signos, capacita al discípulo para llegar a ser el triunfante vencedor. Entonces puede comprender el significado del cuarto pensamiento clave y exclamar al unísono con la Deidad Cósmica: "Escuchen este gran secreto. Aunque estoy por encima del nacimiento y renacimiento, o Ley, siendo el Señor de todo lo que existe, pues todo emanó de mí, aún así aparezco en mi propio universo y soy por consiguiente nacido por mi Poder, Pensamiento y Voluntad". (El Bhagavad Gita). Hércules el Discípulo - El Mito Él se irguió delante de su Maestro. Oscuramente comprendía que una crisis se había producido en él, conduciéndolo a cambiar de lenguaje, de actitud y plan. El Maestro lo miró y fue de su agrado. "¿Tu nombre?", le preguntó y esperó una respuesta. "HerácIes", llegó la respuesta, "o Hércules, me dicen que significa preciosa gloria de Hera, el brillo y esplendor del alma. ¿Qué es el alma, oh, Maestro? Dime la verdad". “Esa alma tuya la descubrirás a medida que hagas tu obra, y encuentres y uses la naturaleza que es tuya. ¿Quiénes son tus padres? Dime esto, hijo mío". "Mi padre es divino, yo no le conozco, excepto que, en mí mismo, sé que soy su hijo. Mi madre es terrenal. La conozco bien y ella me ha hecho como tú me ves. Asimismo, oh, Maestro de mi vida, soy también uno de los gemelos. Hay otro, parecido a mí. A él también le conozco bien, sin embargo no lo conozco. Uno es de tierra, por lo tanto terrenal; el otro es un hijo de Dios". "¿Qué hay de tu educación, Hércules, hijo mío? ¿Qué puedes hacer y cuánto te ha sido enseñado?” "En todas las realizaciones yo soy experto; estoy bien enseñado, bien entrenado, bien guiado y soy bien conocido. Conozco todos los libros, también todas las artes y las ciencias; me son conocidos los trabajos del campo, además la destreza de aquellos que pueden permitirse viajar y conocer a los hombres. Me conozco a mí mismo como alguien que piensa, siente y vive". "Una cosa, oh, Maestro, debo decirte y así no engañarte. El hecho es que no hace mucho yo maté a todos aquellos que me enseñaron en el pasado. Maté a mis maestros, y en mi búsqueda de la libertad, ahora estoy libre. Busco conocerme a mí mismo, dentro de mí mismo y a través de mí mismo". "Hijo mío, eso fue un acto de sabiduría, y ahora puedes permanecer libre. Prosigue tu trabajo ahora, recordando como lo haces, que en el último giro de la rueda vendrá el misterio de la muerte. No olvides esto. ¿Qué edad tienes, hijo mío?” "Dieciocho veranos habían pasado cuando maté al león, y de ahí que usé su piel. Asimismo a los veintiuno me encontré con mi desposada. Hoy estoy ante ti triplemente libre –libre de mis primitivos maestros, libre del temor al miedo y libre verdaderamente de todo deseo". "No te vanaglories, hijo mío, sino demuéstrame la naturaleza de esta libertad que tú sientes. Nuevamente en Leo, te encontrarás con el león. ¿Qué harás? Otra vez en Géminis, los maestros a quienes mataste cruzarán tu senda. ¿Los has dejado atrás realmente? ¿Qué harás? De nuevo en Escorpio, lucharás con el deseo. ¿Permanecerás libre, o la serpiente te encontrará con sus engaños y te derribará en tierra? ¿Qué harás? Prepárate para probar tus palabras y tu libertad. No te vanaglories, hijo mío, demuéstrame tu libertad y tu profundo deseo de servir". El Maestro se sentó en silencio y Hércules se retiró y enfrentó, el primer gran Portal. Entonces el que presidía que se sentaba en el Concilio de la Cámara del Señor, habló al Maestro y le ordenó llamar a los dioses para presenciar el esfuerzo e iniciar al nuevo discípulo en el Camino. El Maestro llamó. Los dioses respondieron. Vinieron y dieron sus dones a Hércules y muchas palabras de sabio consejo, conociendo las faenas que tenía por delante y los peligros del Camino. Minerva le entregó una túnica, tejida por ella misma, una túnica que se ajustaba bien, de rara y fina belleza. Él se la puso con triunfo y orgullo, regocijándose en su juventud. Tenía que probarse a sí mismo. Vulcano forjó para Hércules un pectoral de oro para proteger su corazón, la fuente de vida y fuerza. Este obsequio de oro era ceñido, y, así escudado, el nuevo discípulo se sentía seguro. Él tenía todavía que demostrar su fuerza. Neptuno llegó con un par de caballos y se los entregó, atraillados, a Hércules. Ellos venían directamente del lugar de las aguas, de rara belleza y probada fuerza. Y Hércules se alegró, pues él todavía tenía que probar su poder para conducir a los dos caballos. Con lenguaje agraciado y brillante ingenio llegó Mercurio, llevando una espada de raro diseño, que ofreció, en un estuche de plata, a Hércules. La ató en el muslo de Hércules, pidiéndole que la mantuviera afilada y brillante. "Debe dividir y cortar", dijo Mercurio, "y debe moverse con precisión y adquirida destreza". Y Hércules, con alegres palabras dio las gracias. Tenía todavía que demostrar su alardeada destreza. Con sonido de trompeta y el ímpetu de la marcha brillaba el carro del Dios Sol. Apolo llegó y con su luz y encanto alegró a Hércules, dándole un arco, un arco de luz. A través de nueve anchos Portales abiertos debe pasar el discípulo antes que haya adquirido suficiente destreza para estirar ese arco. Le tomó todo ese tiempo para acreditarse como el arquero. Sin embargo, cuando el don fue ofrecido, Hércules lo tomó, seguro de su poder, un poder todavía sin demostrar. Y así, se irguió equipado. Los dioses de pie alrededor de su maestro, y observando sus travesuras y su alegría. Él jugaba delante de los dioses, y mostraba sus proezas, alardeando de su fuerza. Repentinamente se detuvo y reflexionó largamente; luego dio los caballos a un amigo para que los sostuviera, la espada a otro y el arco a un tercero. Entonces, corriendo, desapareció dentro del bosque cercano. Los dioses esperaron su regreso asombrándose perplejos ante su extraña conducta. Del fondo del bosque él salió sosteniendo en alto un garrote de madera cortado de vigoroso árbol vivo. "Este es mi propio presente”, gritó, "nadie me lo dio. Puedo usar esto con poder. Oh, dioses, observad mis hazañas supremas”. Y entonces, y sólo entonces, el Maestro dijo: "Sal a trabajar".
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NE-CESAR-IO
C-SAR
S=CONSTELACION DE DRACO=$ = SARA (ESPOSA DE ABRAHAM)= GALATAS 4:26
DRACO=S-ARA
REPO-SAR / DESCAN-SAR / CESAR
SABIDURIA / SOPHIA / SABADO (CUARTO MANDAMIENTO- SEPTIMO DIA)
SOPHIA (CODIGO DA VINCI)=DRACO
DAN BROWN = DAN (SERPIENTE / DRACO) / GENESIS 49
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NE-CESAR-IO
C-SAR
S=CONSTELACION DE DRACO=$ = SARA (ESPOSA DE ABRAHAM)= GALATAS 4:26
DRACO=S-ARA
REPO-SAR / DESCAN-SAR / CESAR
SABIDURIA / SOPHIA / SABADO (CUARTO MANDAMIENTO- SEPTIMO DIA)
SOPHIA (CODIGO DA VINCI)=DRACO
DAN BROWN = DAN (SERPIENTE / DRACO) / GENESIS 49
Draco
Top-Astronomer ID |
3616 |
Bayer |
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Right Ascension |
19h 46m 44.7s |
Declination |
+68° 26 18" |
Magnitude |
6.34 |
MK Spectral Class |
F0III |
Flamsteed |
|
Henry Draper No. (HD) |
187764 |
Smithsonian No. (SAO) |
18530 |
Fifth Fundamental (FK5) |
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Draco, or the Dragon, is a constellation in the northern hemisphere. It was first charted by the Greek astronomer Ptolemy in the 2nd century. In ancient Egypt, the constellation was called Tawaret, after the vigilant, protective goddess of the northern sky, whose body was depicted as part-human, part-lioness, part-crocodile and part-hippopotamus.
In Greek mythology, the constellation Draco was identified with the dragon Ladon, which had a hundred heads and was in charge of guarding the Garden of the Hesperides, the orchard of the goddess Hera where golden apples that gave immortality grew. When Hercules was given the task to steal the apples, he enchanted Ladon with music and put him to sleep before stealing the apples. Hera later placed the dragon among the stars.
Draco is also associated with the dragon that guarded the Golden Fleece and was killed by Jason, as well as with the dragon killed by the Phoenician prince Cadmus before he founded the city of Thebes in Boeotia in Greece. In early Christian mythology, Draco was identified with the serpent that tempted Eve in the Garden of Eden.
The constellation Draco occupies an area of 1083 square degrees and contains five stars with known planets. It can be seen at latitudes between +90° and -15° and is best visible at 9 p.m. during the month of July. For many observers in the northern hemisphere, Draco never sets below the horizon. The brightest star in the constellation is [3438] gamma Draconis or Eltanin ("the serpent"), an orange giant 148 light-years distant. It lies close to the point directly over London and is sometimes called the "zenith star." [3445] alpha Draconis or Thuban ("the basilisk") is not a very conspicuous star in comparison. It is a binary star consisting of a white giant with an apparent magnitude of 3.65, more than 300 light-years away from Earth, and a companion that is believed to be either a red or white dwarf. In ancient times, between the years 3942 and 1793, Thuban was the pole star, the closest visible star to the North Pole. It will reclaim that status in the year 20346.
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3. Génesis 35:16 Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo TRABAJO en su parto.
4. Génesis 35:17 Y aconteció, como había TRABAJO en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo.
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2. Génesis 1:4: Y vio Dios que la LUZ era buena; y separó Dios la LUZ de las tinieblas.
3. Génesis 1:5: Y llamó Dios a la LUZ Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
51. Génesis 35:6: Y llegó Jacob a LUZ, que está en tierra de Canaán (esta es Bet-el), él y todo el pueblo que con él estaba.
52. Génesis 35:16: Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a LUZ Raquel, y hubo trabajo en su parto.
RABA=FILADELFIA
TRABAJO= CABALLO DE FUERZA= HORSE POWER/ HORSE/ HORUS/MARTE/ GUERRA/ SANGRE/ LINAJE
EN LA BIBLIA EL CABALLO TIENE CONNOTACION DE GUERRA
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BARILOCHENSE6999 |
05/01/2015 19:03 |
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1. Génesis 35:18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.
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BENJAMIN FRANKLIN
FR-ANK-LIN/ ANK / J-ANUK-AH
1. Génesis 35:18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.
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Orlando Galindo
Algunos se quejan de que no reciben lo que se merecen, si estos que se quejan recibieran su merecido les iría mucho peor
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