LA DAÑINA CHARLA INTERNA

LA DAÑINA CHARLA INTERNA

Si dirigimos nuestra atención al aspecto interno de la conservación del secreto, y de verdadero significado de la enseñanza . Múltiples y valiosas serán las lecciones; si estamos en el silencio consiente, así como de belleza y misterio afloraran. De la luz hemos salido y a la luz regresaremos. Cuando estamos en la luz de la consciencia podemos ahondar en la significación de la vida y su misterio. Es preciso acallar a la naturaleza inferior para poder ver la verdad o encarar a la vida con toda equidad y firmeza. Sólo cuando acallemos la charla interna que nos inquieta, esa incesante voz de pasiones egoístas, los desenfrenados deseos de las pasiones, que nacen sin control en la mente . Si con inteligente dirección y atención, logramos parar la charla incontrolada de la mente podremos oír la voz maestra de la consciencia superior. Si no hay silencio el Logia, los augustos trabajos no se llevaran a buen termino, cuando han cesado las diferencias y el altercado de las luchas emocionales y mentales es cuando el yo real y divino aparece. El mundo a nuestro alrededor puede estallar y estar en un bullicio ensordecedor, con toda su problemática y su complejidad absurda, pero, nosotros estamos en silencio en absoluta paz. Podemos también estar en una isla desierta o en un calmado bosque, pero, nuestra mente puede estar volcada en una absurda problemática, en una charla interna incontrolada ---------------------- LA DAÑINA CHARLA INTERNA- El conocimiento se sostiene principalmente por pensamientos, y estos a su vez por medio de una charla interna, o conversación interior y algunas veces por imágenes, usando el lenguaje que de manera ordinaria usamos, es como si una parte de nosotros charlara con otra parte de nosotros, generalmente estas conversaciones transcurren en un parloteo emotivo y pasional, raramente intelectual. Esta forma de pensamientos es necesariamente limitada por el instrumento que utiliza: palabras e imágenes, no podemos pensar de manera diferente a nuestro contenido al que estamos condicionados. El intelecto dependiente de las palabras, puede usar imágenes o símbolos, pero no puede trabajar sin ninguna forma de representación; esto es su fuerza y debilidad. Es su fuerza porque podemos representar no sólo lo que está aconteciendo aquí en este momento, en el pasado o en el futuro. El pensamiento que debería ser una organización estupenda, y probablemente la que distingue al hombre de los animales. Pero el pensamiento pude acabar en una charla interna incontrolada y morbosa, ordenar los pensamientos, detener esa charla interna o silenciarla es la tarea que nos debe ocupar, no esta mal en sí la charla interna, lo que esta mal es que está tenga el control de nuestra vida cotidiana. Para, empezar en un conocimiento superior, es necesario ordenar el intelecto, no contaminarlo con pasiones o emociones bajas

El silencio es la clave

Existe algo que nos motiva, un poderoso impulso que nos provoca a la acción, y gracias a esa acción que proviene de lo Superior es que de pronto constatamos que nos mantenemos en una constante charla interna, esa charla constante llena de preocupaciones y de voces diversas que nos distraen de forma constante , sonidos fabulosos que nos desenfocan constantemente de nuestro objetivo principal, que es el evolucionar hacia niveles superiores de consciencia. Cuando logramos escuchar nuestra charla interior, vemos que nuestra mente no tiene un adiestramiento, y es necesario encausarla, el “Silencio es la clave”, silenciar la mente; aunque esto parece sencillo, es casi imposible encausar nuestra mente. Todos esos recuerdos del pasado, todas esas preocupaciones, todos esos impulsos emocionales y pasionales que nos asaltan – el Método preliminar es que de manera precisa nos separemos de nuestro Yo Secundario y comencemos a observar la charla externa e interna que sucede, y al tiempo ver que efectivamente nosotros no tenemos nada que ver con ella. La mente continuará produciendo imágenes, voces, asociaciones y conversaciones inconexas entre sus neuronas. El cerebro esa máquina maravillosa creada por Dios, la mente ese gran portento regalo de años de constante progreso humano, tiene que ser lamentablemente silenciada, para así poder acceder a ese maravilloso siguiente nivel