El Demonio Mosca y la Masonería
Había una vez en cierta Logia un francmasón llamado Sonio Rodríguez, era un
masón como tantos hay que no distinguía bien
lo verdadero de lo falso, y que no sabía lo que si debía hacerse y lo que no, pero
si sabía mucho acerca del aprendizaje masónico, sabía bien de los rituales
propios de las Logias, a tal punto que acudían al francmasón Sonio Rodríguez de
otras logias para que les apoyase en iniciaciones, fiestas masónicas solsticiales,
rituales masónicos de tenidas fúnebres
etc.
De hecho, sabía tanto que fue
nombrado gran instructor de la Gran Logia. Sonio Rodríguez lo sabía todo de
Masonería, pero era un masón cándido en cuestiones de que era bueno o malo; e
incluso respecto a las cosas que sabía de masonería, no actuaba siempre de
acuerdo con su conocimiento masónico.
Durante una Tenida masónica, una
minúscula y tembleque mosca verde se coló dentro del templo masónico. Después
sucedió lo mismo en la Tenida próxima, y a la siguiente Tenida, hasta que la mosquita
verde se hizo más grande y los hermanos
de logia junto a Sonio Rodríguez la podían ver fácilmente.
Pero la mosquita había crecido tan lentamente que los masones
de aquella logia apenas y se daba cuenta de ella. Finalmente, después de varias
tenidas o sesiones masónicas durante las
que Sonio Rodríguez y sus hermanos de Logia habían estado profundamente inmersos
en el estudio masónico en Logia, el francmasón Sonio Rodríguez miró hacia la columna J y se
dio cuenta de que la mosca parecía mucho más grande de lo que debería ser una
simple mosca.
El hermano experto sentado al lado de
la columna J espantó, cuando Sonio Rodríguez se lo indicó, e inmediatamente
ésta alzó el vuelo por toda la Logia trazando un círculo dirigiéndose en un
sentido contra de las manecillas del reloj, trazó unos 3 círculos y el Guarda
templo le abrió la puerta y se fue.
Pero
a la siguiente tenida volvió.
Cuando descuidaba su vigilancia el Guarda Templo volvió a entrar, tomaba de
nuevo su lugar posada en la columna J del Templo masónica, y parecía estar
atenta.
A medida que transcurrían las tenidas
los hermanos masones de Logia junto a Sonio Rodríguez se acostumbraron a su
presencia, la mosca verde se hacía cada
vez mayor, pero, también empezó a tener un aspecto diferente.
Al principio como les explicaba, Sonio
Rodríguez o cualquiera de los hermanos presentes en logia la espantaban de un
manotazo. Después vieron que tenía que utilizar un gran cartón para espantarla.
Luego, la mosca verde empezaba a
mirarles como si tuviera una forma semihumana. Por supuesto, se trataba de
demonio mosca, de una hija del mismo Belcebú llamado también “El señor de las
moscas”, y en absoluto no se trataba de
una simple mosca. Por fin, luego de varias tenidas el francmasón Sonio
Rodríguez siendo venerable maestro de esa Logia gritó a la mosca, de que
cubriera el Templo por lo tanto que abandonara la Logia, y he aquí que ésta mosca
respondió diciendo: “No hago mal a nadie , y, además, soy inteligente,
¿verdad?” Sonio Rodríguez se sorprendió al principio por escuchar a una
mosca hablar y contestarle, después se atemorizó y, por último, quedó más confundido.
El masón Sonio Rodríguez y los demás
hermanos masones de Logia comenzaron a
apreciar las visitas de la mosca a logia, y a pensar de que la mosca no había sido iniciada como
masón, pero se decían entre ellos ¿cómo iniciar masón a una mosca?
Observaban cómo danzaba la mosca circunvalando
la logia en sentido contrario a lo establecido, ósea en contra de cómo se
mueven las manecillas del reloj, pensaban los hermanos de logia en ella mucho
tiempo, trabajaban cada vez menos en asuntos masónicos por ponerle atención a
la mosca y, a medida que la mosca se hacía más grande, descubrieron los
hermanos masones de esa Logia que se
sentían cada vez más débiles.
El francmasón Sonio Rodríguez solía
tener dificultades ya para recordar el ritual masónico y seguir al pie de la
letra la liturgia masónica, así que se dio ánimos a sí mismo y decidió acabar con la
mosca, y se lo comunicó a los demás hermanos de su Logia.
El francmasón Sonio Rodríguez siendo venerable en funciones de aquella logia
y reuniendo todas las fuerzas de su decisión, dirigió contra la ya enorme mosca
un violento golpe con su mallete, pero ésta se escapó volando de la Logia, haciendo
un enorme agujero a través de una de la pared septentrional de la Logia y está diciendo: “Masones me llamo la Mosca Ramtha,
y les digo que se han equivocado
conmigo, porque yo sólo quería ser su amiga, y ayudarles, pero me iré, si eso
es lo que ustedes desean.”
Sonio Rodríguez y los demás hermanos masones
sintieron al principio que se habían ya
liberado de la mosca de una vez por todas, y el masón Sonio Rodríguez se dijo a
sí mismo: “La hemos derrotado, lo cual prueba que somos más poderosos que ella,
sea o no un ser humano, un demonio, o una mosca.”
Entonces, cuando el masón Sonio
Rodríguez estaba a solas en aquella Logia y se había convencido a sí mismos de
que todo ese asunto se había acabado, la mosca verde apareció de nuevo aún más grande. Había
crecido hasta ser enorme, apenas y podía volar por su gran peso y de nuevo
recorrió la logia en sentido contrario a lo establecido por las normas
masónicas, la cara de la mosca era monstruosa. Se acercó al masón y con dos enormes manos la mosca alcanzó y agarró a Sonio Rodríguez del cuello, y en otra de las
otras manos de la mosca donde portaba una daga con la cual le corto la garganta
al masón Sonio Rodríguez.
Cuando los demás hermanos llegaron al Templo, encontraron
que el masón Sonio Rodríguez yacía asesinado sobre el suelo ajedrezado de la Logia con la garganta cortada
, su corazón arrancado del pecho y partido en dos a la altura de la cintura.
Una parte de la pared del oriente de
la Logia se había derrumbado al paso del demonio mosca, y todo lo que quedaba
como marca de su enormidad eran las huellas de dos de sus patas a lado del
asesinado maestro masón Sonio Rodríguez, huellas tan grandes como las patas de un elefante, huellas que habían hecho
hundir el piso ajedrezado de aquella Logia.
Seguro usted encontrará la moraleja
masónica a este cuento masónico, pero, claro yo le daré a usted una pista: todo en esta vida que es perjudicial, ya sea
en la vida profana o a vida iniciática masónica , comienza de forma muy pequeña,
casi imperceptible ,pongamos por ejemplo un vicio, pero como un vicio o
desenfreno perjudicial comienza con un
pequeño sorbo de alcohol, el alcoholismo comienza así a un pequeñísimo sorbo de
vino, hasta que luego ingerir litros y
litros de vino, hasta matar al vicioso, pero como todo esto de malo va creciendo si no lo detenemos a tiempo. Pero
yo he puesto hoy el ejemplo del alcoholismo , pero hay otros vicios más , que
igual comienzan de poco en poco.
Alcoseri