Símbología Secreta en Templos Masónicos
El Templo Masónico ha de crear unas condiciones favorables para establecer una comunicación con las inteligencias interiores, su finalidad no es recordarnos un pasado primitivo. Los Templos Masónicos han de estar basados en unos principios modélicos que puedan ser copiados y adoptados como programa propio, de forma que este modelo se convierta en un elemento real integrante de la psique. Dicho de otro modo, un Templo debería llegar a ser un símbolo ambiental del ideal humano individual. Cualquier Templo Masónico que no se ajuste a esto tiene muy poco valor o más bien ninguno desde el punto de vista esotérico. Así pues no es muy diferente la idea de ubicar a las personas de un medio ambiente saludable y armonioso con la esperanza de que ello les estimule finalmente a reflejar este medio ambiente en su propio carácter. Esto quiere decir que un Templo Masónico ha de contener símbolos prácticos para la autoconstrucción y la conservación del alma humana. Ello por supuesto incluye la indumentaria personal y cualquier tipo de adorno. No sólo es preciso que cada objeto tenga un significado propio especial y sus inferencias, sino que éstas han de ser muy bien comprendidas por todo el que use dichos objetos. No basta con la explicación del uso, la simbología ha de haber sido realmente experimentada por aquellos que utilizan el Templo Masónico para su perfeccionamiento espiritual. Es decir, todas las impresiones sensoriales de la simbología del templo han de ser traducidas de acuerdo con las respuestas que producen.
El ver o tocar una espada debería evocar una sensación de agudeza e ingenio con relación a un determinado punto, una varita o un bastón deberán de hacer que cobráramos conciencia de la rectitud, y lo mismo ha de ocurrir con todos los símbolos. Si no ocurre así, ningún Templo Masónico tendrá una utilidad práctica, hasta que esto suceda. Los jardines japoneses Zen son un ejemplo de una ciencia cuyo objetivo es crear un medio ambiente artificial que logre engendrar la clase idónea de actitud espiritual interna. Estos jardines han sido diseñados especialmente para provocar exactamente la respuesta precisa. Por lo que a nosotros se refiere, la dificultad estriba en que han sido diseñados para las mentes y almas orientales, que están en línea con una ideología del mismo estilo. No obstante, el principio subyacente que consiste en diseñar un medio ambiente externo que conduzca a un estado espiritual específico de auto-armonización, ciertamente debería aplicarse a todas las necesidades. Fueron fundamentalmente las condiciones meteorológicas del mundo occidental las que nos indujeron a transferir nuestros antiguos métodos de veneración al aire libre a lugares más protegidos. Pero aun así, se trató de recrear las condiciones primitivas mediante cierto simbolismo representativo.
Los primeros Templos eran circulares, y los diseños griegos en concreto sugerían en líneas generales los círculos de piedras. Las piedras verticales habían evolucionado hasta convertirse en elegantes pilares techados para que el Templo protegiera de la lluvia, aunque no del viento. En lugar de los bosquecillos de árboles sagrados, conjuntos de pilares rodeaban la construcción. Estas columnas estaban talladas de tal forma que representaban palmeras u otro follaje ornamental. Ahora se han convertido simplemente en las columnas del pórtico que hay en el exterior o en las dos columnas que anteceden al santuario, pero las columnas se derivan de los antiguos indicadores del perímetro de un lugar sagrado y han de ser tratadas como tales. Lo mismo ocurre con las decoraciones florales que todavía utilizamos y que nos hablan de su situación al aire libre en tiempos más antiguos. De hecho, la finalidad global del simbolismo de los Templos modernos debería ser el proporcionar unos enlaces prácticos con nuestros instintos heredados más profundos y unas raíces genéticas que se remonten a nuestra primera existencia sobre la tierra y aun más lejos. Por proyección compensatoria conectan con el futuro equivalente, por ello amplían grandemente la perspectiva del presente. A menos que las personas sean realmente conscientes de los motivos por los cuales todo lo relacionado con el Templo es lo que es y está donde está, así como de lo que ocurre con ello, no tendrá ninguna utilidad y podría no estar presente.
Así que la primera instrucción que ha de recibir todo aspirante a los Misterios Sagrados podría muy bien ser: conoce tu templo. El medio ambiente donde se practica el esoterismo puede variar entre la estricta desnudez de un jardín Zen o de un Templo Cuáquero y el interior sumamente ornamentado de una Basílica Bizantina o de un Templo Brahmánico. Vamos a no hacer caso de los credos y las denominaciones por el momento, y a buscar lo que es fundamental, esto es, preparar un sitio con la intención de crear algo que pueda ayudar a los humanos a contactar con el tipo más elevado de conciencia incorpórea, que llaman Dios, o comoquiera que denominen a esa energía, según sus creencias. Tenemos la impresión general de que ciertos humanos necesitan una gran profusión de símbolos para tal fin, en tanto que otros parecen necesitar un mínimo de tales ayudas externas. Además, todo parece indicar que cuanto más independientes e inclinados al ascetismo son los individuos, menos elementos simbólicos de forma física sólida requieren. Posiblemente sucede así porque han llegado a ser capaces de crear su propio simbolismo a nivel interno, pero todavía tienen que basarse en unos modelos que podrían haber sido proporcionados por la simbología sólida, así que lo que salen ganando es realmente cierta independencia económica. El único tipo de simbología del que ningún esoterista puede prescindir es el prójimo.
Aunque habrá pocos humanos que se consideren parte integrante de la simbología de un templo, eso es exactamente lo que son y además deberán esforzarse en la medida de lo posible por llegar a serlo. Realmente las personas son los símbolos más importantes, porque son símbolos vivos del Poder con el que están entrando en contacto y deberían hacer las veces de mediadores para transmitirse unos a otros ese Poder de forma que todos compartieran su influencia. Puede suceder que cada uno de ellos tenga que desempeñar un papel diferente o tenga que cumplir cierta función específica en el psicodrama mutuo, pero si no colaboran de forma adecuada y hacen circular las corrientes de energía como deberían, nada realmente efectivo podrá resultar de su asociación.
NO debe haber "público" observando el desarrollo de ninguna ceremonia esotérica. TODOS han de participar activamente aunque no muevan un solo músculo durante todo el tiempo. Todos los presentes habrán de concentrarse y armonizar sus conciencias del modo preciso según el objetivo de la práctica que esté llevándose a cabo. Todas las habilidades internas y toda la atención habrá de estar enfocada en aquello que esté siendo dirigido desde unas dimensiones espirituales. Si alguien no puede o no quiere hacerlo, no debería estar presente porque lo único que está haciendo esa persona es entorpecer todo el proceso. Los miembros de una congregación, de cualquier credo, culto o creencia sólo pueden conducirse de una manera: como si cada uno fuera una parte aislada de cierta máquina fabricada para algún fin específico que se consigue gracias a la armonización de las diferentes actividades. Otra alternativa es pensar que son los instrumentos de una orquesta que es dirigida por su líder y está tocando una maravillosa sinfonía. Ello sería más bien una situación ideal, y no una situación ordinaria, dado que implicaría que cada individuo conoce exactamente lo que ha de hacer y cuándo ha de hacerlo. En caso de que el operario sea una sola persona, esa alma habrá de satisfacer todos los requisitos. Este procedimiento exige un esfuerzo mucho mayor, si bien tal vez sea más preciso y perfecto.
Para comprenderlo con más claridad, hemos de comparar la interpretación de una composición musical por un músico experto que toca un instrumento con la interpretación de la misma composición por toda una orquesta que no sigue el ritmo, desafina y carece de práctica. En el primer caso, el significado está claro pero el volumen es bajo y por tanto el alcance es limitado, en cambio, en el segundo caso el volumen es elevado, lo cual da un mayor alcance pero hará que la música resulte molesta incluso para aquellos oyentes que se encuentren a una distancia considerable. Por otra parte, si hay un único instrumentista y éste es un principiante o un inexperto, obviamente lo mejor será que practique solo hasta que logre estar al mismo nivel que los demás, para no desentonar. Teniendo en cuenta que la función de los Templos es facilitar la relación directa que se establece entre la Divinidad y la humanidad, vamos a considerar los factores fundamentales implicados en tal logro. En primer lugar, está la Divinidad o Dios (según llamemos al Espíritu de la Vida), que se presenta como el Cosmos Mayor, o Macroprosopus, y el hombre, considerado como el Cosmos Menor, o Microprosopus que es aquel hecho "a su propia imagen y semejanza" del mito de la Creación http://groups.google.com/group/secreto-masonico