Solo dos seres han sabido en el mundo el secreto de Judas: Cristo y el mismo traidor. Miles de años de la era cristiana han pasado donde la gente solo fantasea en torno al traidor Judas Iscariote, pero este continúa obstinadamente indescifrado, los más grandes sabios han opinado infructuosamente . ¿Es el único misterio pasional de esa índole en los evangelios? Comprendemos muy bien el temor de San Pedro, el odio de los Fariseos, la blandura ruin de Platos; pero no comprendemos la abominación de Judas, simplemente especulamos entorno al hecho- los evangelistas nos hablan muy poco o nada de sus razones que lo llevaron a vender y entregar a su Maestro a los profanos. Podemos entender que era una acción de intereses entendidos entre Jesús y Judas- pues leemos en la Biblia Zacarías 11 lo siguiente: 10.-Tomé luego mi cayado Gracia, y lo quebré, para romper mi pacto que concerté con todos los pueblos. 11 Y fue deshecho en ese día, y así conocieron los pobres del rebaño que miraban a mí, que era palabra de Jehová. 12 Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. 13 Y me dijo Jehová: Échalo al tesoro! hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro. 14 Quebré luego el otro cayado, Ataduras, para romper la hermandad entre Judá e Israel. Judas y Jesús conocían de este pasaje Bíblico – así lo menciona el Nuevo Testamento. La conexión obvia entre los pasajes y la tragedia estriba en al avalúo que hizo el profeta, y el avalúo de Cristo en treinta piezas de plata. Se tuvo que simbolizar con dinero literal la valorización de Cristo. Ese fue el pago que tuvimos que hacer los hombres para comprar la luz y que nos fuera entregada. Jesús no solo fue traicionado, sino también vendido; vendido por una baja suma de dinero, cambiado por unas monedas, para Judas fue objeto de intercambio. Los judíos los sacerdotes Cohen sabían la trama perfectamente. Compraban animales vivos para sacrificarlos en el Templo para expiar sus pecados, los carniceros de Yahvé. Fue una transacción real con dinero constante y sonante, un contrato válido de compraventa, con trato verbal, pero honradamente cumplido por los contratantes. Donde se vendía a un honesto Iniciado en los Augustos misterios de la orden, a un hábil maestro carpintero constructor. Se nos ha dicho que la Masonería no esta exenta de Judas – la masonería evita, hasta donde le es posible, introducir Judas que, como aquel, venden a su Maestro por treinta dineros - https://groups.google.com/forum/#!searchin/secreto-masonico/pascua$20masoner%C3%ADa%7Csort:relevance/secreto-masonico/9YpdswXdukQ/I76OKZ2B98EJ |