La Razón del Mito Masónico
El mito de Hiram Abiff representa para el inconsciente colectivo masónico, aquello que lo mundano y profano ha destruido a través de los años, pero el mito habla también de renovación, de salir de ese estado que ni aún la iniciación masónica pudo concluir, y que mediante la exaltación al sublime grado de maestro masón, cúspide eterna de la masonería universal se podrá llegar a concluir. Desde el punto de vista masónico, el inconsciente colectivo hace referencia a una serie de imágenes y asociaciones meramente mentales que pertenecen tanto a la mente dormida de los profanos como a la psique luminosa conquistada por algunos pocos masones. Para el masón Hiram Abiff representaría al Héroe, cuyo conocimiento sobre pasa los estándares del mundo que conocemos. Al buscar los antecedentes de la masonería encontramos que tanto los antiguos gnósticos como los alquimistas medievales, y los pensadores ocultistas del renacimiento habían hecho uso de arquetipos representativos de logros superiores a los conocidos por los profanos. Una de las mayores aportaciones de la masonería ha sido el concepto de tomar hombres y mujeres y convertirlos en seres humanos que sobre pasan por mucho los niveles académicos y morales normales para los profanos. Y es que para la masonería aun los niveles más altos de la excelencia académica o religiosa, son mediocres estándares profanos, y aquel o aquella que pretenda ir más allá de para la masonería bajos niveles deberá ajustarse a las secretas y poderosas enseñanzas masónicas. La hipocresía, la ambición y la ignorancia, no son superados cuando menos para la masonería por ser egresados de una Universidad o por ser acólitos de una religión determinada. Mientras que hacía el exterior intentamos dar una imagen perfecta, enjaulamos en esa zona oscura del inconsciente nuestra bestia, pero está se mantiene viva gracias a lo profano. El problema del hombre o la mujer profana es que nunca acepta su propia sombra psicológica y tan sólo accede a ella a través de los demás. Cuando nuestra reacción ante los pequeños defectillos de los otros es obligada es que simplemente reaccionamos al ver en otros lo que nosotros realmente somos. Nuestra sombra psicológica no es sólo basura, oscuridad y contenido reprimido; gran parte de ella es una antorcha sin encender. Por ello hay que encenderla, así lo entiende la masonería- Alcoseri