Cuando el Eterno Oriente se convierte
en un Castigo.
Un Hermano Francmasón que no había
vivido una digamos apropiada vida masónica –era hipócrita, malvado con su
familia y hermanos masones – murió y no
se encontró en la parte del Eterno Oriente donde todos gozan , sino en la parte
del Eterno Oriente donde los malos masones son castigados.
Un demonio masón salió a recibirle,
consultó rápidamente una lista y le dijo:
Mi Q:. H:. tu eres un mal masón casi
a su totalidad , pero no alcanzas a ser totalmente malo. Esto significa que
bien puedes escoger tu tormento.
¿Qué significa esto? – preguntó el masón malvado.
Significa – sencillamente dijo el
demonio masón – que me sigas, inspeccionaremos las varias torturas y que hagas
una elección.
Diciendo esto, condujo al malvado
masón por un largo corredor, con puertas a ambos lados. En la primera sala,
cuya puerta, a los malos masones se les cortaba
la garganta constantemente usando una daga; en la segunda se les arrancaba
de raíz el corazón constantemente, detrás
de la tercera puerta erran cortados con una filosa espada en dos partes a la
altura del ombligo, así de forma constante.
Debe de haber un mejor tormento en
algún lugar – pensó el malvado masón, así que declinó cada uno de los
tormentos.
Entonces el demonio masón abrió otra
puerta. Dentro de aquella sala el malvado masón vio a un francmasón vestido con
arreos masónicos, bebiendo de un cáliz
licor y, y con esto calmando su deseo de
alcohol en apariencia, si solamente en apariencia.
¡Sí, ese es! ¡Ese preciso es el tormento que quiero! –
exclamó el malvado masón.
El demonio masón llamado Kadyr sacó
una lista y consultó:
Sala del infierno masónico 144… ¡Ésa
Q:. H:. es la sala reservada para la tortura del Cáliz de la Amargura! En donde
constantemente tomaras del Amargo Licor.
Nota aclaratoria: Los masones no creemos en los tormentos
eternos, ni en las dichas que duran para siempre, todo en este Universo en un
Ciclo , y un devenir constante. Este es un relato iniciático masónico que
corresponde a algo que solamente los masones entenderían. Pero sí, que el alma para su cristalización debe estar
siempre determinada a beber del amargo licor, y más que todo a saber digerir
este amarga bebida, todo para nuestra purificación.
Alcoseri