Una Historia sorprendente
El Hermano masón Don Jonás era además de ser masón es el
guardián Nocturno de una Logia Masónica en
un poblado del Norte de México. Era
viudo y vivía en un pequeño cuarto precisamente en el traspatio del Templo, es un
típico templo masónico como tantos hay en los poblados del Norte de México. El Q:. H:. Don Jonás es nativo de ese poblado,
todo mundo le conoce y le tienen en gran
estima. Todas las personas son felices en ese pueblo, y tenía un poco más de 3 años
de vivir en ese pequeño pero cómodo cuarto, pues ahí tenía todo .
Para mucha gente no
le sorprendía que el Hermano Don Jonás viviera ahí. Era pensionado
de una compañía minera, el mismo se decía
cómo no seguir esta profesión de velador
de la logia, porque me inicie masón desde los 20 años en esta misma logia, y como todos mis hermanos masones, le tomó mucho cariño al hecho de ser masón, tuvo varios puestos en la compañía minera y
gracias a que era masón, fue líder sindical de la compañía minera . Pero ninguna actividad satisfizo y le dio la paz y la serenidad de esta
manera poder disfrutar de cada día de estar en Logia, y conversar ahí con hermanos masones aunque no hubiera tenida o sesión masónica .
Era la tranquilidad de vivir rodeado de símbolos masónicos y conocimientos sublimes . Me
encanta vivir aquí porque es donde todo lo bueno sucede,- se dice a sí mismo . En
Verdad en Logia, todo se puede imaginar sucedió, y está sucediendo, y sucederá para bien de la humanidad .
Aquí, en ese mismo espacio sagrado , había escuchado de todo
y de todo había conocido - así que al Hermano
Don Jonás nada le sorprendía .
Todo así transcurría, hasta que un día escucho ruidos extraños
provenientes de la Logia, si en Templo centenario, y rápidamente se dirigió al
templo, con una arma en la mano, pues , de un tiempo acá unos maleantes, robaban casas y pensó eran ellos; abrió el
templo, encendió las luces y observo
todo estaba en santa paz.
Ya reviso todo, y se disponía
a salir del templo, cuando escucha llaman
a la puerta, en la clásica forma como llaman en el grado de aprendiz. Un Escalofrió recorre la espalda del Masón Don
Jonás, pues ya antes había visto su
reloj y marcaban las 2 y media de la mañana.
Se dirige a la puerta pensando , podría ser algún hermano jugando , la puerta del templo no da a la calle, sino
antes un vestíbulo y es el vestíbulo el que tiene una puerta que da a la calle.
Pero se dijo , si fuera un hermano masón, tocaría la campanilla eléctrica del pasillo, un pasillo que da a su habitación.
Temblando se aproxima a la puerta del tempo, y antes de
abrir el clásico postigo de la puerta de todas las logias masónicas del mundo ,
con voz temblorosa el Hermano Jonás
pregunta ¿Quién es? Y una voz profunda ,
le dice soy yo Q:. H:. Jonás, Don Jonás en ese momento no reconoce la voz o mejor dicho temió reconocerla , pero pensando habría una emergencia y alguien con la llave del
vestíbulo lo habría abierto , y en eso se arma de valor y abre el
postigo, y se asoma, y ve hacia el vestíbulo de pasos perdidos y se da cuanta
no hay nadie, aunque el vestíbulo esta en penumbras la luz mercurial de la calle le
permite ver claramente ahí no hay nadie,.
De nuevo con voz entre cortada, el Hermano masón don Jonás
pregunta ¿Quién anda ahí? Y nadie
contesta, apresurado cierra el postigo,
pero alcanza a escuchar la extraña voz de nuevo, soy yo Q:. H:. Jonás , al escuchar esto a Don Jonás se le doblan las rodillas. Y estira
su mano indecisa para abrir de nuevo el postigo pero se detiene. La voz le dice, Hermano Jonás, soy yo el
Hermano Jacinto López Frías, al oír esto al Hermano Jonás se la mueve el
piso, inmediatamente recuerda al Hermano
Jacinto, que hacía más de un año había pasado a ocupar su columna en el Eterno
Oriente . Ya había reconocido efectivamente era la voz del Hermano Jacinto , y un
temor increíble se apodera del Hermano Jonás , pero en segundos toma aire, y se arma de
masónico valor. Si hermano Jacinto , y
abriendo la puerta del templo y le pregunta .- ¿Qué quiere mi Q:. H:. Jacinto, en qué
le puedo ayudar? Mientras preguntaba
esto, recordaba el Masón Jonás muchos
momentos amenos que había convivido con el Masón Jacinto.
Al abrir la puerta del
templo penetró una luz brillante que salió de las penumbras de pasos perdidos ,
y se puso frente al Hermano Jonás, y conforme a un segundos transcurrieron la luz tomó la forma humana , el Hermano Jacinto era mucho más joven y más
sonriente que lo que había sido en vida.
El temor del Hermano Jonás se disipó y se transformó en alegría
, en mucha alegría, el templo masónico se tornó en una excelsa luz dorada y se volvió
enorme como el mismo cielo, sin límites perceptibles.
Fue cuando el Hermano Jonás le pregunta al Hermano
Jacinto, has vendido por mi verdad, ¿ya es momento de que pase al Eterno Oriente? A
lo que el Masón Jacinto dice que sí, y agrega tu verdadera vida Q:. H:. Jonás apenas está por comenzar.
Al siguiente día encuentran
al Hermano Jonás sentado muerto ocupando el puesto de Gurda Templo el lugar más
honroso en Logia con mandil ceñido a la cintura y una espada a la mano como arma , y con una expresión de paz y dulzura en su
rostro.
Algunos hermanos que eran perceptivos , entendieron la escena en la que se encontraba el Hermano
Masón Jonás, se miraron entre sí y plácidamente sonrieron, uno de ellos diciendo
seguramente le llamaron a la puerta con la llamada secreta de aprendiz.
Alcoseri.