Vick Alcoseri
2ch7g h0de fe8brero 1a hlnctfsasi 23u:42rd9 ·
El Fuego Sagrado en Masonería
El simbolismo del fuego en Masonería nos lleva a una Multitud de aspectos , porque en realidad “El Fuego” está ligado a todas las grandes tradiciones iniciáticas de todos los tiempos y lugares .
El FUEGO por su profundo significado esotérico, siempre ha jugado un papel capital en todas las iniciaciones masónicas . Estos, por diferentes que sean según el Rito Masónico , tienen siempre por objeto la muerte mística del hombre profano, seguida de la resurrección del masón ,el iniciado que aspira al Conocimiento por la reintegración, la comunión total con la Causa Primera del Universo .
El FUEGO un don de los Dioses según el mito prometeico es el agente específico de todas las transformaciones.
El FUEGO que quema nuestro pequeño “ yo ” el Ego , y consume nuestros deseos vanos.
El FUEGO que contiene en sí mismo la fuente de luz.
El FUEGO que transforma lo profano en sagrado, transforma lo pesado en ligero.
Hay que morir en este FUEGO, aceptado para arder por el otro, para iluminar su noche.
La iniciación es un FUEGO de muerte voluntaria y alegórica , muerte a la dualidad del Ying y el Yang, muerte al pasado y futuro.
El FUEGO, tanto símbolo como manifestación de este Principio, es el mediador natural de esta mutación.
Pero es la idea del PRINCIPIO DEL FUEGO, el fuego de la vida, el fuego regenerador, el símbolo hermético, la manifestación sintética y la causa escurridiza la que captará nuestra atención en esta ocasión que lee esto, porque la idea del PRINCIPIO DEL FUEGO se asimila al VERBO CREADOR.
De antemano conviene precisar que la simbología del Fuego en Masonería es común a todas las tradiciones más allá del tiempo y del espacio, está en los ritos de la iglesia católica, con la quema del Judas Iscariote, está presente en los ritos iniciáticos de los Druidas y en las tradiciones de Zoroastro . En efecto, a través de mitos, leyendas, alegorías, el Hombre Antiguo nos ha hecho descender los significados más profundos de la Tradición del Fuego .
Así, los textos sagrados forman parte del patrimonio de las verdades eternas relativas al ser primordial, a los arquetipos y a los orígenes indispensables para la restauración de los poderes originales, para una reintegración individual y universal.
Nuestra vida psíquica incluye una parte arcaica. Por tanto, el estudio de los textos sagrados así como el de los grandes mitos de nuestra humanidad son fuente de autoconocimiento. Sin embargo, sucede que su modo de expresión es el lenguaje simbólico, el lenguaje por excelencia de la masonería.
El mito, como los relatos bíblicos, cuenta algo según un modo histórico, la creación del mundo, la obra de Dios, las pruebas de un héroe incluyen el fuego . Pero el modo adoptado para narrar sólo tiene el papel de sustentar una idea como el símbolo. Es la esencia misma del evento es lo que importa. La historia de Zoroastro o Zaratustra, el profeta del fuego, se sitúa más allá del tiempo y del espacio, adquiere un carácter universal, es decir, es válida en todos los lugares y en toda la eternidad. En realidad, el fuego en la práctica religiosa zoroastriana es un símbolo de la luz que representa los principios esenciales de su religión: la luz que disipa las tinieblas de la ignorancia.
No apunta “ sólo ” a una enseñanza moral, apunta al conocimiento del ser total. Para nosotros, los masones, el simbolismo del Solsticio de Verano es una clave. Se trata de cada ser en particular, porque todos pueden orientarse y reconocerse en los símbolos-caracteres. Así podremos comprender mejor la misión del Fuego en el campo iniciático y veremos que su estación en el solsticio de verano está en perfecta sintonía con el papel que le ha sido asignado, que es la de renovar el fuego sagrado.
Los zoroastristas veneran el fuego eterno, símbolo divino. Zaratustra predicaba un dualismo basado en la batalla entre el Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas. El principio de Zaratustra es que existe un espíritu Spenta Mainyu, identificado posteriormente como Ahura Mazda u Ormuz, y un espíritu malvado Angra Mainyu asimilado a Ahriman, opuestos representando el día y la noche, la vida y la muerte. Estos espíritus coexisten en cada uno de los seres vivientes. La condición divina del fuego para Zoroastro lo hace un símbolo concreto de la Luz Divina . El fuego en la Religión de Zoroastro no se venera como un dios, sino como un aspecto principal de Ahura Mazda el dios de la Luz.
Para nosotros los masones, los detalles revelados en todos los Libros Sagrados corresponden al simbolismo esencial del Fuego como renovador , purificador y fuente de luz y Calor.
El simbolismo masónico del Fuego atribuye a la alegoría alquímica ,la definición del fuego por los alquimistas es del agente de destrucción y renovación, contenida ya en los puranas del hinduismo y en la misma Biblia o libro de la Ley , la idea del fuego transformador fue recogida por los alquimistas, en su sentido filosófico y mágico de agente de transmutación («todas las cosas nacen del fuego y a él vuelven») y de germen que se reproduce en las vidas sucesivas (asociado así a la libido y a la fecundidad). Paralelamente, ese simbolismo de transformación y regeneración es común con el elemento agua.
Así en Alquimia el Fuego se estableció como la identidad del fuego con la vida, por la necesidad de de consumir el Ego de las Almas .
El fuego viviente en las entrañas de la Tierra, brota a través de los Volcanes . Se relaciona con la idea de descenso a los infiernos, obra negra, ya sea comienzo o inicio de la Gran Obra Hermética.
También cabe señalar que el Ave Fénix es un Ave de Fuego , es el ave hermética , es decir Hermes, patrón del Gran Arte Hermético, del cual la Masonería es heredera.
El Ave Fénix es de fuego que también simboliza el final del trabajo o trabajo rojo. Ave de las victorias, si estuvo presente en la hora de la Muerte de Cristo , también estuvo presente en la hora de la resurrección de Cristo , recordemos que el fénix muere y resurge de sus propias Cenizas .
El Alegórico Descenso del Iniciado a los infiernos de fuego en Masonería , para convertir al profano en carbón negro más negro que el negro, negro azabache, y que al volver luego sea más Blanco que la Nieve , que termina con la denudación del adepto, y que evoca luego vestir al Masón con un mandil masónico para que no vea el Mundo su desnudez , todo al finalizar la iniciación masónica .
En el grado de aprendiz, este descenso al fuego del Infierno está representado por la primera parte de la recepción, la que tiene lugar fuera de la Logia, en la sala , cámara o gabinete de reflexión. La preparación incluye desvestir totalmente al destinatario que tiene los ya ojos vendados, quitarle su dinero , sus joyas , sus objetos metálicos , sus credenciales, sus títulos y sumergiéndolo así en " negro más negro que negro ".
La preparación misma evoca esta expresión del Bautista Bíblico : “ preparad los caminos del Señor ”, mientras que el aislamiento es una representación del desierto.
San Juan Bautista fue decapitado por Herodes (el Poder Mundano), por lo que le cortaron la garganta, ¿no nos recuerda esto el signo de un aprendiz? En la Gran Obra Alquímica, después de la etapa de putrefacción que corresponde indudablemente al grado de aprendiz, es necesario " cortar la cabeza de cuervo ", es decir quitar la escoria o escuadrar masónicamente la piedra tosca, que es la quintaesencia precursora simbolizada por la estrella resplandeciente.
En Juan I 33 se dice que es necesario ser bautizados con agua y espíritu, debiendo suceder el bautismo de espíritu al bautismo de agua, a lo que Juan recuerda: " Viene el que tiene que venir... que os bautizará con espíritu santo y fuego, mientras yo os bautizo con agua ”.
Cuando Jesús es bautizado en las aguas del Jordán, la Paloma, la Luz, un dardo de Fuego, aparece sobre Aquel que se arrodilla ante el último de los profetas. Gracias a este doble bautismo, Jesús se convierte en el Cristo; el Espíritu Santo que es Fuego se integra en la Fuerza Salvadora y San Juan se arrodilla entonces ante su Maestro de Obras .
Ambos están por tanto íntimamente relacionados con el comienzo de la iniciación y con su final. Este fuego del que San Juan es la manifestación y el heraldo se explica etimológicamente. Juan o mejor dicho Ioannes, se formaría a partir de dos palabras caldeo-hebreas: Io y Oannes. Io significa paloma. Ioannes era el nombre del dios que, en Caldea, traía la iniciación a los hombres, les transmitía la luz. Ioannes sería pues la expresión de la paloma de fuego, de la paloma del Espíritu Santo.
Representación simbólica de San Juan del principio único y universal, del PRINCIPIO-FUEGO, de la luz, fuente del mundo físico e inteligible, emanación y primera manifestación de la Causa Primera.
Esta es la distinción que hace el Génesis entre la luz creada por Dios el primer día: “ Sea la luz y se hizo la luz ”, y la estrella Sirio , la lumbrera, creada el cuarto día.
El agua y el fuego son dos medios de purificación. El agua solo puede disolver las impurezas externas, mientras que el fuego ataca lo más sutil; el fuego va al corazón mismo de la impureza. La purificación por el agua no es suficiente para decantar la sustancia del alma y sigue siendo necesaria la prueba del fuego.
En el ritual masónico de iniciación al grado de aprendiz egipcio , es: “ EL AGUA te hizo MUNDUS, lavado. El FUEGO os hizo PURUS, purificados. (Todos recordamos esto en la Liturgia Aprendiz Rito Memphis Misraim ) El agua puede purificar el cuerpo de carne, pero pertenece al Fuego, elemento superior, oculto, divino, para realizar la limpieza del alma, principio divino que te anima, realidad imperecedera del Ser ”.
Comprendemos, pues, todo el valor metafísico de la fórmula INRI “ Igne Natura Renovatur Integra ”: toda la Naturaleza es renovada por el Fuego que la Rosa-Cruz tomó prestado de los adeptos y transmitió a los Francmasones.
Encontramos una afinidad y una correspondencia entre el Agua y el Fuego. Estos corresponden a los dos principios, femenino y masculino, pasivo y activo, así como a las dos lumbreras, la luna y el sol. El sol es el vitalizador esencial, el Padre; la Luna, reflejo del Sol, es la creadora de las formas, la Madre.
El elemento Agua es complementario al elemento Fuego y de la unión de estos dos elementos nace la vida.
En la masonería egipcia de Cagliostro aprendemos que el Arte es el matrimonio del sol y la luna, dicho explícitamente de la activa y la pasiva, de la voluntad y la emoción, del Fuego y el Agua, del compás y la escuadra, de lo fijo y lo volátil, de la solución y de la coagula, cuyo fruto, el hijo será: la piedra filosofal.
Podemos transponer este simbolismo en varios planos y en diferentes tradiciones. Porque el esoterismo es uno, es el mismo principio, la misma realidad arquetípica que siempre se transmite independientemente de las tradiciones.
El Rebis alquímico, símbolo del iniciado realizado, se coloca entre el cielo (sol) y la tierra (luna), mediador entre las fuerzas de arriba y de abajo. Pero también es el resultado de una conjunción, simbolizando en cierto modo el retorno al UNO.
Es en el solsticio de verano que el sol entra en el signo de Cáncer, el hogar de la luna.
La Cabalá nos enseña con el árbol Sefirótico. De hecho, en la columna central, podemos distinguir, maljut representando al hombre encarnado, yesod a la luna, thipheret al sol y keter representando lo absoluto.
El esoterismo cristiano afirma por su parte, que toda novena para que sea eficaz, debe invariablemente comenzar un domingo, día del sol, y terminar un lunes, día de la luna.
En la tradición india encontramos el HATHA YOGA. La palabra HATHA se compone de la combinación de dos mantras HA que representa la luna y THA: el sol. El término YOGA significa unión, empalme, integración. Así, la unión de estas dos fuerzas en el hombre produce el despertar de la conciencia superior.
Así , después de haber evocado la complementariedad entre el agua y el fuego a través del simbolismo de la luna y el sol, nos acercaremos ahora al simbolismo del FUEGO-PRINCIPIO.
Debe enfatizarse que el PRINCIPIO-FUEGO, fuego de vida, generando fuego, se opone al fuego destructor, el fuego de la muerte. “ Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego… pero quemará la paja en el fuego que no se apaga ”.
El color simbólico del fuego generador es el rojo, mientras que el color marrón simboliza el fuego de la muerte.
Para comprender el significado de las fiestas del fuego, es necesario, vincular su significado original al simbolismo del FUEGO-PRINCIPIO, la causa primera, de donde todo viene, a donde todo vuelve y que goza del poder de regeneración. .
En diferentes cultos de la antigüedad encontramos muchos ejemplos donde se consideraba al Fuego como tal. Así apareció entre los egipcios la idea del FUEGO-PRINCIPIO, asimilada a la PALABRA creadora, que la llamaron el Sol, el primogénito, el hijo de dios, el Verbo.
Las fiestas egipcias tenían en Grecia admirables correlatos en los misterios de Eleusis, considerando el fuego como la unidad suprema, identificada con el todo, con la naturaleza, con la inteligencia general, con la vida.
En Roma, el culto de Vesta respondía a este homenaje rendido al PRINCIPIO DEL FUEGO.
Los cabalistas afirman que el fuego hermético es el taumaturgo universal que preside todas las transformaciones.
Para los alquimistas, este fuego filosófico, invisible, está presente en todos los cuerpos, es la causa primordial. Su conocimiento permite la transmutación de los elementos, juega un papel capital en la generación de los elementos.
Para los herméticos, el alma del Gran Todo es considerada como el Fuego divino, el alma humana que es sólo una partícula, es de la misma naturaleza. Pero antes de obtener la gracia de la restauración, debe purificarse de las podredumbres terrenales.
También sabemos que la purificación por el fuego es una de las pruebas capitales de la iniciación masónica.
En su más alta concepción, el arte real alquímico en Masonería no tiene por objeto la búsqueda del oro material, sino reencontrar la palabra perdida, es decir el Verbo , la vibración que exige la purificación del alma por el fuego sagrado , la reintegración del hombre, la misma material de la Gran Obra en su esencia perfecta y original.
Es en el tercer viaje iniciático que el neófito se enfrenta a la prueba del Fuego , para salir finalmente purificado y así digno para ser aprendiz de masón
Alcoseri
6 comentarios
Juan T Tudon
Muy interesante y gran aprendizaje gracias por compartir
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Miguel Angel P. Davila
????
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