Salmo 133 El Gran Aaron. El Misterio del Óleo de la Unción:
“¡Mirad cuan bueno es y cuan deleitoso para los hermanos el estar reunidos! Es como el precioso ungüento sobre la cabeza, que desciende a la barba, la barba de Aarón, y que baja hasta la orla de su vestido.” ¿Qué relación analógica se puede encontrar entre el escurrir de este Oleo o Ungüento de Unción, sobre el “vestido de Aaron” y la unidad armónica de los creyentes? Para responder a esta consulta podemos comenzar analizando quien es este Aaron a que se hace referencia.
La epístola a los Hebreos nos explica que la entrada del Sumo Sacerdote, una vez al año, en el Santísimo, fue cumplida por Cristo en su ascensión, sin embargo, hemos estudiado que, siendo El LA CABEZA del Cuerpo, que es la Iglesia, en su Realización se concretan misterios de corte atemporal, permea el tiempo y la eternidad, como permea la divinidad con la humanidad. Al estudiar la correspondencia entre el año litúrgico universal, y las grandes realizaciones proyectadas en el plan de la creación, a nivel macrocosmico humano general y universal, el tiempo de fin de año, que es el tiempo de este rito (Rosh Ha Shana, Iom Kipur: Octubre-Noviembre, CRISTO REY) re-presenta El Fin de los Tiempos, en que el Cuerpo de El como UNO han de entrar en la Gloria, mostrándose como Templo idóneo para la Incorporacion Divina Plena, para Mostrar la Imagen de Dios.
Siguiendo esta visión podríamos afirmar que este GRAN AARON, que es Cristo, esta “pasando” hacia El Santísimo, si bien “La Cabeza” el Principio (Resh: Cabeza=Principio) ya está ubicada en las profundidades, como dice Pablo, que “nuestra vida está escondida con Cristo en Dios” Colocenses 3:3, en nosotros, esta grandiosa realidad no se manifiesta sino cuando podamos integrarnos plenamente como UNO, como hemos expuesto en muchas de nuestras publicaciones al analizar los misterios del Amor, “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,…, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la Cabeza, esto es, Cristo…de quien todo el cuerpo bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” Efesios 4:12-16.
El Espíritu Santo es el medio de esta unión, por ello el Apóstol Juan le llama “LA UNCIÓN” en la Bendición Trinitaria de Pablo leemos: “la Gracia del Señor Jesucristo, el Amor de Dios, y la Comun-Union (comunión) del Espíritu Santo sea con todos vosotros” 2da Corintios 13:14. Este Oleo o Aceite de Bendición y Consagración, con que se ungía a sacerdotes y reyes, la palabra Cristo (Meshias) traduce “Ungido”, por lo que leemos en el evangelio que El Espíritu Santo descendió sobre el en su bautismo. Esta Unción corresponde al escurrir sobre la Cabeza de este Aarón, que realizada, deja irrigar sobre la barba y el cuerpo entero. Pedro se refiere a estos Misterios en su prédica fundacional de esta manera: “Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que veis y oís” Hechos 2:33.
De hecho somos bautizados EN SU CUERPO, unidos a Él en el bautismo, y también somos bautizados en SU NOMBRE, según la formula trinitaria de la Gran Comisión: “…id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolas en El Nombre del: Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…” Mateo 28:19 Es interesante resaltar que dice EN EL NOMBRE, y no en los nombres, aquí llegamos a una etimología de raíces hebreas trascendentales bien interesante y nos permite retomar el análisis del Salmo 133.
La palabra en hebreo para Oleo es SheMeN , es evidente que esta palabra es la auténtica raíz de nuestra palabra castellana para el SEMEN-ESPERMA humano, y no ningún otro presunto origen griego o latino. Podemos notar incluso en lengua castellana el vínculo de palabra con generación en las voces: SEMAN (She.man) TICA, (entiéndase, estudio del significado de las palabras) igual que en SHeMi.lla pero la raíz Shim-Mem, una de las más importantes y reveladoras del idioma (el tema lo desarrollamos en los cometarios a nuestro video de trigramas y raíces trascendentales hebreas) la vemos constituyendo otras palabras de valor, cuya vinculación no pereciese tan obvia, pero si existe, y lo veremos.
Tenemos Shim-Mem en la pabrabra SHEM o SheMoTh, “NOMBRE”, pero en la formula SheMA del Deuteronomio 6:4 traduce “Escucha…” o “Oye…” también es la base de la palabra SheMaIM (Cielos) y por supuesto esta encriptada en MaSh-IaH (osea, “ungido con Oleo Celeste” tanto como “portador del Nombre”) igual que en HaShM-AL, del “material” descrito por el profeta Ezequiel en su grandiosa visión y que tratamos debidamente en uno de nuestros posteos más preciados (Alquimia Divina).
El Apóstol Juan permuta fluidamente la referencia al Espíritu Santo con los términos UNCIÓN y Simiente Divina “pero vosotros tenéis la Unción del Santo y conocéis todas las cosas…pero la Unción que vosotros recibisteis de El permanece en vosotros y no tenéis necesidad que nadie os enseñe, así como la Unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en El…Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la Simiente de Dios permanece en él y no puede pecar, porque es nacido de Dios” 1ra Juan 2:20, 2:27,3:9. Observemos que relaciona esta Unción con la Simiente Divina que nos ha engendrado (SheMen Divino), y es que, de hecho, según los profundos misterios herméticos del mundo antiguo, estas correspondencias gramaticales tienen un trasfondo real (materia cubierta principalmente en nuestra colección Adan Kadmon Purusa), el “esperma humano” tiene cierta apariencia aceitosa, y ha sido equiparado con el Agua (Mem)-Ardiente (Shim), efectúa la fecundación, entiéndase, en la analogía divina, inmanentizacion, de la Imagen Divina en el alma humana, comunica el genoma, la impresión de la Forma de Dios (Cristo en nosotros en formación) la RE-PRODUCCION Divina.
No podemos obviar el hecho que la imagen que nos evoca este “Aaron” del Salmo es la de los Parsufines Divinos, principalmente desarrollados en El Zipra de Zenuita, el Idra Raba y el Idra Suta, explicados minuciosamente en la cábala cristiana histórica en la obra insigne La Kabala Denudata de Knorr Von Rosenroth: “ahora bien, fue conformado y preparado a semejanza de un cráneo lleno de un roció cristalino, la membrana de aire es transparente y herméticamente cerrada. Albos como la lana, los cabellos cuelgan en equilibrio” introduce este ROCIO, que también lo hallamos en nuestro Salmo: “Es como el rocío del Hermón, que desciende sobre el monte Sión. Porque allí Yahvé derrama bendición, vida para siempre” Salmo 133;3 El “descenso” del Roció, que es equiparado a la Unción que destila de la Cabellera sobre la Barba y de esta sobre las Vestiduras, refiere a las transformaciones del Espíritu Santo, quien, mediando en las proyecciones de la Voluntad Divina, sostiene en su Vinculo de Amor la Unidad de todas las Re-Evoluciones de la Vida Divina comunicable. El Monte Hermon en esta Figura señala lo distante, lo oculto, la Mismisidad de Dios, quien va dejando a-parecer su Gloria filtrando por estas “Manifestaciones”, el cuerpo de nuestro “Aaron”, el Roció-Unción que alcanza Sion (la Jerusalén celestial-Iglesia), luego de pasar por la Barba (Verbo-la Palabra que engendra: Seir Ampin-Microposopo).
Volviendo sobre la semántica hermética cabalística encriptada en los evangelios y las epístolas ilustraremos el punto, Cristo dice: “donde estén dos o más RE-UNIDOS en mi NOMBRE ahí estoy Yo en medio de ellos” Mateo 18:20, como leemos en el Salmo, parafraseando, donde están los hermanos reunidos, corre el Óleo, el Sheman (Nombre) que hace descender, o, incorporar la presencia divina entre los humanos, unificándoles. “siendo renacidos no de SIMIENTE (Shemen) corruptible, sino de incorruptible, por la PALABRA (Shema) de Dios, que vive y permanece para siempre” 1ra Pedro 1:23.
Observemos algunos otros detalles en el hebreo del Salmo, de importancia. La expresión, que “habiten juntos en armonía” traduce de Shevet ajim gam yajad, las letras hebreas para SHeBveTh, son las mismas para SHABATH, por eso hemos señalado en otras ocasiones que la clave cabalística de las grandes revelaciones, está en las “consonantes” en las letras originales que empleo el sabio para referirse al misterio, ya que el masorético, las vocales, incluso los “fonemas” aplicados a las palabras son deformaciones del tiempo. El sabio cristiano que mejor desarrollo esta comprensión fue Sant Yves de Alveidre (de redundante referencia por parte nuestra), en su transliteraciones del texto sagrado obviaba el masorético y los fonemas, y se atenía al texto original transliterando textual y encontrando en esas claves las raíces ancestrales que le abrían el entendimiento a los misterios, así compuso su arqueometro.
¿Qué relación hay entre SHEVET-habitar y SHABAT-reposo/descanso? En claro, habitar es estar establecido, tomemos la imagen de un trabajador que llega a su hogar al final de la jornada, la casa es un templo, el lugar de habitación y descanso, por eso la ordenanza del shabat contemplaba no salir de casa, no hacer nada, ósea, no actuar, porque es una manera de asemejarse a Dios, una vez que haya terminado el Universo. Podemos apoyarnos con la exposición de otro salmo en la epístola a los Hebreos donde se comenta aquello de “no entrarán en mi reposo”, ósea, no entrarán en mi Templo, en mi Casa, en mi Presencia, en mi HABITACION, no HABITARAN CONMIGO EN ARMONIA.
Prosiguiendo, GaM YaHjaD, Juntos en Armonia, tenemos el termino GaM (Gimel-Mem) para Juntos (Unidos) de hecho Gimel (G-M-El) nos significa Ángel o Dios de la Unión, en el sistema de los 32 Senderos Maravillosos de la Sabiduría, codificado por Ritangelius, el sendero Gimel es el 13, es denominado “Inteligencia Unificadora” según los misterios de la numerología trascedente y su valor numérico, el TRES, que reconcilia los contrarios, atañe a la generación igualmente.
YaHaD, la palabra es una transformación de EHaD, aquella con que termina el Gran Shema, cambia la Aleph por la Iod, ambas letras de igual preeminencia en cuanto a lo Absoluto, esta Armonía, lo es en nivel superlativo, en lo que a Dios respecta, se trata de los grandes misterios de la unificación por amor, y de la integración y realización de la Corporiedad del Gran Cristo, que hemos desarrollado ampliamente y de muchas maneras.
El paso de la Unción de la Barba a las Vestiduras de este “AARON” explica que el Cuerpo de Cristo, la Iglesia, la Humanidad Re-Generada, le es de Envoltorio o Túnica, que es lo que es un Vestido, siguiendo la alegoría cabalística de los Velos y los “Encubrimientos”, Él es nuestro Hombre Interior, el usuario del ornamento, y nosotros le somos a El de templo-cuerpo, vehículo de manifestación y exteriorización, la “plenitud de aquel que todo lo llena en todos”. La Barba es la figura del Parsufin del Hijo, porque es el MEDIADOR, entre la Suprema Abstracción del Macroprosopo-Arij Ampim con la Iglesia (Sion) su Reino (Malcut).
Nos permitiremos un análisis más, sobre el ultimo verso del Salmo: “porque ahí envía Jehova BENDICIÓN Y VIDA ETERNA” transliterado CI SHaM ZhiVaH YeHoVaH AeTh Ha-BeRaCjaH HaYIM OD H-OLAM, con detenimiento vemos que la concentración de ideas trascendentes es tan ardua que estos ideogramas son realmente intraducibles, siempre la traducción del hebreo será una paráfrasis, llamamos la atención a la presencia de, otra vez, la conjunción del Shin y la Mem, y la partícula intraducible AeTh (Aleph-Tav) Principio y Fin, Alfa y Omega, que aparece dos veces en el primer verso del Bereshit, indicando la Absoluticidad de estas “bendiciones” que envía El Eterno, al decir Bendición y Vida Eterna, no está hablando de “bienes terrenales” ni siquiera de “paz espiritual psicológica” sino de la absorción de estos “hermanos” que logran habitar juntos en armonía, en el Proyecto Divino, “…que nos bendijo con toda (AeTh) bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,…,alumbrando los ojos de vuestro entendimiento para que sepáis cual es la esperanza a que él os ha llamado y cuales las riquezas de la gloria de su herencia en los santos” Efesios 1:3, 1:18.
A modo de conclusión nos complacemos en acudir, como es nuestra practica regular, al Zohar, para corroborar lo dicho, en este sello tenemos la firma de nuestra búsqueda, vemos el Evangelio en el Zohar (principalmente, como fuente autoritativa de cábala tradicional) y el Zohar en el Evangelio, por eso hemos afirmado la existencia de una Cábala Cristiana Teísta. En el extracto seleccionado de la parashat Jetro, podrán observar cómo se le pregunta a Rabi Simeon Bar Jokay que interpreta del Oleo Santo, y el, sin reparos, aplica la paridad de la raíz para dar la solución, haciendo corresponder SheMeN (Oleo) con SheM (Nombre), vinculación que ni es obvia ni evidente.Se debe resaltar que en este comentario alude a ciertos misterios que regulan las prácticas de pseudo teúrgia (muy en boga con la falsa cábala pregonada en la actualidad) que desemboca en magia y hechicería. Leamos:
“No pronuncies el nombre del Señor tu Dios en vano. En relación con esto R. Simeón habló sobre el pasaje: “Entonces Elíseo le dijo a ella: ¿Qué podré hacer yo por ti? Dime, ¿qué tienes en casa?. Dijo: lo que Elíseo pensó fue: “¿No tienes nada sobre lo cual pueda posarse la bendición Divina?” Porque se afirma que está prohibido agradecer después de comidas ante una mesa vacía, porque la bendición superior no puede descansar sobre un lugar vacío. Por eso se debe poner sobre la mesa uno o dos panes antes de decir gracias, o por lo menos los restos de la comida anterior, a fin de que la bendición no sea pronunciada “en vacío”. Pero cuando la mujer dijo: “Nada tiene tu sierva en casa, sino una botija de aceite, el profeta respondió: “Verdaderamente, esto es adecuado para recibir una bendición perfecta, como está escrito: “el buen nombre (de Dios) puede salir del óleo precioso”. Porque el Nombre Santo sale de “Óleo”, para bendecir y para encender luces nuevas. ¿Qué es este “óleo”? R. Isaac dijo: representa el mismo “ÓLEO PRECIOSO SOBRE LA CABEZA, QUE BAJA SOBRE LA BARBA, SOBRE LA BARBA DE AARÓN; el símbolo de la bendición, del cual era instrumento el Sumo Sacerdote. R. Eleazar sostuvo que representa las montañas superiores de bálsamo puro. R. Simeón interpretó el versículo del Eclesiastés así: ¡Cuan bueno es el nombre celestial de las superiores luces santas,cuando todas ellas irradian desde el “óleo precioso” que hemos mencionado! Es un pecado mencionar el nombre del Santo en vano, en vacuidad. El hombre que lo hace, mejor sería que no hubiese nacido. Según R. Eleazar, esto también significa que uno no debe pronunciar el Nombre Santo por sí mismo, sino después de una palabra precedente, como en la Torá ello ocurre por primera vez después de dos palabras, las que significan: Primero creó Elohim. R. Simeón dijo: En la Torá el Nombre Santo se menciona solamente en relación con un mundo completado: “en el día cuando YHVH Elohim hizo los cielos y la tierra”. De todo esto fluye que uno no debe mencionar el Nombre Santo en vano, es decir, en “vacuidad”. Uno sólo debe pronunciar el Nombre Santo dentro de una bendición o una plegaria. Pero quien pronuncia el Nombre en vano, ni en una bendición ni en una plegaria, será castigado cuando su alma lo esté abandonando: “porque el Señor no tendrá por inocente a quien pronuncia Su Nombre en vano”.