Alcoseri
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El Luminoso Ojo que todo lo ve desde nuestro Interior
Siempre me ha intrigado este pasaje del Libro de la Ley , la Santa Biblia , me pregunto cuál será su significado más allá de lo meramente literal :
Mateo VI, 22: " La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
Así que esta frase literalmente me asaltó y me obsesionó. ¿Qué ojo, qué cuerpo, qué luz? Pero sobre todo, ¿qué ojo? qué es ese ojo único, a diferencia de otros versículos bíblicos donde se mencionan ojos y oídos (en plural). Jesús el Cristo no se estaba dirigiendo a los cíclopes que yo sepa. La idea que me vino así a la mente fue que era el tercer ojo, el ojo de la consciencia , ese ojo de la percepción que nos abre a las realidades espirituales. Lo que querría decir que este ojo abierto a las realidades espirituales deja entrar la luz e inunda de luz el ser, parece que esta luz que penetra por este tercer ojo es también una luz que, no contenta con inundar el ser, iluminará también su camino, se manifestará en el exterior.
Existe la creencia de que tenemos dentro de nosotros un cuerpo espiritual, un cuerpo astral con órganos espirituales, que, cuando el ser progresa, toman una especie de realidad. En relación a esta luz, evocan ciertos relatos masónicos que, al ritualizar en Logia , se volvían luminosos. Esto se une a hechos similares informados sobre los grandes yoguis de la India, o de los Sufíes del Islam . ¿No es esto también lo que relata el Libro de Moisés, cuyo rostro, al regresar de sus conversaciones con El Shaddai, irradiaba una luz insoportable, la misma de Noé saliendo del Arca. Hechos paranormales reales que la ciencia analizará algún día, historias paranormales , reflejo de una creencia en un nivel superior : el ser cuya alma es luminosa, en algún lugar por donde pasa esta luz, una luz emerge de ellos. Me encontré dos o tres veces con estos hermanos masones excepcionales que irradiaban una luz casi palpable, aunque fuera sólo en los ojos del alma.
Me encontré dos o tres veces con estos seres excepcionales que irradiaban una luz casi palpable, aunque fuera sólo en los ojos del alma. Hoy se puede ver y fotografiar auras, con cámaras . Me encontré dos o tres veces con estos seres excepcionales que irradiaban una luz casi palpable, aunque fuera sólo en los ojos del alma. Hoy uno puede ver y fotografiar auras con cámaras Kirlian, eso tiene años pasando .
Para los antiguos hebreos el ojo sólo estaba ahí como una apertura a lo divino, lo que reforzaba mi idea. Los Masones hemos mantenido esta idea en un acercamiento al Ocultismo . Entonces que la letra AYIN, cuyo ideograma es un ojo, significó como sustantivo: OJO en el primer sentido
En el segundo sentido. Entonces el ojo parece estar ahí sólo para conducir nuestra mirada hacia la fuente del ser, del saber. Entre las palabras coladas en AYIN, el verbo SABER, formado a partir de la palabra MANO y AYIN = OJO, lo que el autor interpreta, El conocimiento se hace a mano, es en cierto modo puramente experimental. A lo que quiero agregar esto: por un lado, parece que la primera aprehensión del mundo por parte del recién nacido es táctil, por otro lado, esta frase de un hombre de 90 años, que se quedó ciego a los cuarenta. , y se convirtió en profesor de Braille: "Tenemos ojos en la punta de los dedos". ¡Y es verdad! Es cierto que es difícil pasar de la lectura visual a la lectura táctil y, sobre todo, confiar, al principio, en los dedos. Muchas veces sentí la necesidad de controlar con ojos y lupa, especialmente para superar una dificultad. Ahora, en caso de dificultad, este proceso ya no me ayuda en nada. Tengo que descubrir la palabra en el tacto puro, posiblemente, por supuesto, llevado por el significado de la oración.
Comparado con los Sephiroth, este ojo frontal me parece a medio camino entre Binah, Inteligencia, y Jojmah, Sabiduría, en el punto de intersección de la columna media, mediadora del triángulo superior. Así como nuestra visión corporal implica que las imágenes captadas por cada ojo se superponen perfectamente, así esta visión del ojo frontal supone una perfecta congruencia entre Inteligencia y Sabiduría, para dar a luz al Conocimiento, Inteligencia del Corazón, esta inteligencia de la vida espiritual que no tiene mucho en común con la intelectualidad, aunque esta última pueda servirle eventualmente.
Si, pues, tu ojo frontal está abierto, y si está intacto, sano, es decir fiel a su vocación, todo tu cuerpo estará en la luz, y caminarás sin tropezar, porque la luz estará en ti. ., advertencia, si este ojo que se encuentra en diferentes formas en varias tradiciones, Tercer ojo del Dios Shiva en India, Ureus en la frente de los faraones, beso mordido de Karidwenn, también es Ojo la Esmeralda que brilló en la frente de Lucifer, el más bello de los Ángeles, el portador de la Luz, que se dejó llevar por el orgullo, arrastrando en su caída a toda una élite, y se supone que introdujo el Mal en la Creación.
Pero el ojo mismo parece ser el órgano que en muchas tradiciones representa lo divino y la relación del hombre con lo divino.
Para Egipto, es el "ojo de luz " el que se nombra primero antes que todos los demás modos de creación:
A partir de estas tradiciones se vinculan el ojo y al sol, con la luz interior, y esto continúa tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Originalmente, los Profetas fueron llamados Videntes, pues miraron lo que el hombre común no miraba.
El pensamiento objetivo es la mirada desde dentro. Una mirada libre, una que ve. Sin esta mirada puesta sobre mí y que me ve, me observa , mi vida antes de la iniciación Masónica era la vida de un ciego, que va donde le empuja el impulso, sin saber por qué ni cómo. Sin esta mirada puesta sobre mí desde dentro de mi , no puedo saber que existo.
Tengo el poder de elevarme por encima de mí mismo y verme libremente. . . ser visto. Tengo el poder de que mi pensamiento no sea esclavizado. Para ello, debe desprenderse de todas las asociaciones que lo mantienen cautivo, pasivo, esclavizado . Debe cortar los hilos que la atan a todas estas imágenes, a todas estas formas; debe liberarse de la constante atracción de la emoción. Debe el Masón sentir el poder que tiene para resistir este tirón de las bajas pasiones , para verlo mientras se eleva firmemente por encima de mi mismo . En este movimiento el pensamiento se vuelve activo; se activa en el acto de purificarse; y así adquiere un fin, un solo fin: pensar “yo”, darme cuenta de “quién soy yo”, entrar en este misterio.
De lo contrario, los pensamientos son sólo objetos sombríos , ocasiones de esclavitud, trampas en las que el pensamiento real pierde su poder de objetividad y acción voluntaria. Preocupado por las palabras, las imágenes, las formas que lo atraen, el pensamiento real pierde su facultad de ver. Pierde el sentido del yo. Entonces no soy más que un organismo a la deriva. Un cuerpo privado de inteligencia. A falta de esta mirada desde mi interioridad , me veo obligado a volver al automatismo ya ser esclavo de lo que simplemente sucede a mi alrededor y me afecta .
Esta mirada desde mi interior a la vez me sitúa y me libera. Y en mis mejores momentos de recogimiento, llego a un estado en el que me doy a conocer, a sentir la bondad de esta mirada que mira desde dentro de mí y sobre mí, que me abraza. Me siento bajo el resplandor de esta mirada interior .
Cada vez, el primer paso es el reconocimiento de una carencia. Siento la necesidad de un pensamiento luminoso que me aclare el camino masónico . La necesidad de un pensamiento libre se volvió hacia mí mismo, para que pudiera tomar conciencia de mi existencia. Un pensamiento activo cuyo único fin, único objeto, es yo. . . para encontrarme de nuevo como un ser de luz , atrapado en un cuerpo de carne y huesos , pero listo a ser liberado por la mirada de Dios desde dentro de mi .
Esta es mi lucha: una lucha contra la pasividad de mi pensamiento pasional . Una lucha sin la cual nada más consciente puede encontrar lugar, puede nacer. Es una lucha salir de la ilusión del “yo” en el que vivo, para acercarme a un ver más real. En el seno de esta lucha se crea un orden en el caos, una jerarquía luminosa donde mi Yo Superior gobierna : se revelan dos niveles, dos mundos. Mientras haya un solo nivel, no puede haber visión. Reconocimiento de otro nivel , ese es el despertar del Pensamiento Masónico .
Sin este esfuerzo, el pensamiento vuelve a caer en un sueño habitado por palabras, imágenes, nociones establecidas, conocimientos aproximados, sueños y perturbaciones diversas. Es el pensamiento de un hombre sin inteligencia. Es terrible darse cuenta de repente de que uno ha vivido sin su propio pensamiento independiente. Sin inteligencia. Sin nada que vea lo que es real. Y así, sin conexión con el mundo de mi propia interioridad .
Es en mi esencia que me reencuentro con lo que ve con claridad . Si pudiera quedarme allí, estaría en la fuente de algo único, algo estable, en la fuente de lo que no cambia, y esa fuente es de donde todo lo verdaderamente masónico fluye .
Alcoseri
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Vick Alcoseri
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