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General: Sobre la estructura de gobierno de la masonería
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De: Alcoseri (Mensaje original) |
Enviado: 15/09/2022 22:57 |
Sobre la estructura de gobierno de la masonería
La masonería se gobierna por consejos soberanos y autónomos especiales, formados por la reunión de varias logias de un país, de un estado, o de una región en particular, que asumen todos los poderes y ejerce la suprema autoridad dentro de los límites de sus respectivas jurisdicciones (que pueden ser internacionales ),
Así, estos altos cuerpos masónicos colocados en la cima de la jerarquía masónica y que genuina Masonería, se denomina grandes logias en la masonería, o supra- masonería , de dependiendo de los diferentes ritos masónicos y altos grados reciben distintas denominaciones tales como las de grandes orientes, supremos consejos, Potencias Suprema, etcétera ; que ejercen Su autoridad con entera dependencia y separación soberna, unos de otros y gobiernan así las actividades propias de Los masones, y determinan y dirigen los trabajos de las logias y demás cuerpos de su dependencia, con arreglos de las leyes propias y adjetivas, que dentro de los límites y de los principios universales de la institución que tienden por bien adoptar.
Depositarios de las doctrinas y de Los Arcanos de la francmasonería según los ritos que profesan, tienen la misión de desarrollar la parte estructural y moral y científica de la institución para la enseñanza de los obreros masones de sus obediencia de velar por el buen nombre y el engrandecimiento de la misma, mantener la integridad de las leyes, los estatutos cuidando las observancias que están prescritas, siempre cuidado se mantengan puras y sin mancha las doctrinas propias de la Masonería .
La Masonería no tiene un gobierno supremo, no tiene un supremo Líder Mundial, no tiene una estructura piramidal, ni siquiera un criterio universal unificado, lo que une a toda la Masonería son sus tres primeros grados que son universalmente reconocidos .
La idea básica pretendía en la Masonería, es que cada masón se convierta en su propio líder, sin la injerencia de dogmas y dictados por otros , que no sea más que la voz de su propia consciencia bien esclarecida , la que determine el rumbo que debe seguir, pero aun así , siempre los masones estaremos muy atentos al desempeño de cada masón, y haciendo uso del buen criterio , corregiremos las faltas de nuestros hermanos con suavidad , ayudándoles a ser reformados , siempre pero con determinación incitándolos a obrar el bien, los malos actos de nuestros hermanos nunca serán un factor de repudio , sino de invitarlos siempre a la corrección.
No existe un grado más alto que el de Maestro Masón y los diversos grados que ofrecen las organizaciones vinculadas a la Francmasonería, son solo complementos que permiten expandir los conocimientos del grado de Maestro Masón.
El término de “la Gran Familia Universal de la Francmasonería”, se usa para describir el gran número de organizaciones que se han conformado en torno a la Francmasonería. Una vez que un miembro de una logia azul, se ha convertido en Maestro Masón, entonces es elegible para unirse a una de las muchas organizaciones vinculadas a la Francmasonería.
Es muy importante resaltar que los grados masónicos son “pasos iniciáticos”, que transmiten de forma dramática (a través de leyendas y alegorías) enseñanzas éticas, morales y espirituales. En cada grado de la Francmasonería, el candidato realiza una profunda reflexión que le permite adentrarse en el autoconocimiento a través de la contemplación de principios universales.
Existen diferentes ritos masónicos, cada uno con su propia esencia y con su propio sistema de grados, simbología e instrumentos alegóricos. Es muy importante entender que los diferentes Ritos masónicos que existen, NO SON ANTAGÓNICOS ENTRE SI, pues todos tienen la misma finalidad: complementar y fortalecer las enseñanzas del Maestro Masón y de la masonería simbólica.
Estructura
Es de vital importancia para todo Masón bien instruido, comprender que la organización administrativa de los Ritos, es independiente a la de cualquier Gran Logia. Sin embargo, aunque la estructura administrativa de los diferentes Ritos es autónoma, todas las organizaciones masónicas complementarias (Ritos) están subordinadas a la autoridad y soberanía de la Gran Logia regular y reconocida en un área geográfica especifica. De tal manera, que deben siempre trabajar de forma colaborativa con la Gran Logia, ofreciendo un sistema de grados complementarios para expandir los conocimientos de los Maestros Masones.
Este punto es vital para entender cómo funciona la masonería en el mundo. La Gran Logia es la organización que administra, organiza y regula, el trabajo de las logias simbólicas en un área geográfica específica, en las cuales solo se pueden trabajar los tres grados fundamentales de la masonería, tal y como se establecieron en 1813:
“Se declara y se pronuncia, que la pura y antigua masonería consiste de tres grados y no más. A saber, el grado de Aprendiz, el grado de Compañero y el grado de Maestro Masón (incluyendo la Suprema Orden del Santo Real Arco)”
La organización de la masonería en tres grados fundamentales, es uno de los principales Landmarks masónicos, y estos solo pueden ser practicados en las logias simbólicas, bajo la obediencia de una Gran Logia, soberana y autónoma. No puede haber otra organización, que pretenda estar por encima de la soberanía de la Gran Logia, sin incurrir en una situación de irregularidad masónica.
A continuación, se ilustra la organización administrativa de los dos ritos más extendidos de la masonería a nivel mundial.
Cada Rito es un sistema de grados cuya progresividad debe ser coherente con su sistema de valores, principios y tradiciones. De esta manera, cada sistema masónico puede tener una versión particular de los tres primeros grados fundamentales de la Masonería, partiendo siempre del arquetipo elemental de los tres primeros grados, que preserva las leyendas, símbolos y alegorías fundamentales de la masonería simbólica.
A partir, de esto, podemos comprender que habrá varias formas de conocer los tres grados fundamentales de la masonería. Pues, aunque esencialmente los tres grados de la masonería simbólica, tienen elementos arquetípicos esenciales y conservados, cada sistema masónico de grados (rito) tendrá una versión particular de los mismos.
Es decir, el Rito Escocés Rectificado, el Rito Francés Moderno, el Rito Sueco, el Rito Zinnendorf, el Rito Adonhiramita, el Rito York, y el Rito Escocés Antiguo y Aceptado; tienen todos como base esencial y arquetípica, los tres grados fundamentales de la masonería, con la singularidad de que cada sistema de grados (rito) tiene una versión particular de esos grados básicos.
Es importante resaltar, que CADA GRAN LOGIA ES SOBERANA EN SU TERRITORIO Y PUEDE DECIDIR QUE RITUALES PRACTICAR DE ACUERDO A LAS NECESIDADES DE SUS MIEMBROS. Existen muchos ejemplos de Grandes Logias Regulares y Reconocidas, en donde la diversidad ritual, es la piedra angular para su desarrollo y consolidación, como potencias masónicas incluyentes e integrativas.
Las dos organizaciones mas grandes vinculadas a la Francmasonería Simbólica, son el Rito York y el Rito Escocés Antiguo y Aceptado..
RITO YORK
El Rito York es una confederación de cuerpos masónicos autónomos y cooperativos, conformados por Capítulos, Concilios y Comandancias. Todos estos cuerpos tienen como base la membresía de las logias azules. Como todos los ritos masónicos, el Rito York expande y desarrolla las leyendas y las enseñanzas de la logia azul.
york
Los cuerpos del Rito York tienen a ser pequeños grupos locales, en contraste con los grupos regionales del Rito Escocés. Por su parte, los cuerpos del Rito York, son gobernados por una federación de grandes cuerpos autónomos o semiautónomos, que trabajan de forma cooperativa. Por otro lado, es importante resaltar que la Orden de los Caballeros Templarios, el “pináculo” del Rito York, limita su membresía a francmasones que profesen la fe cristiana (en cualquiera de sus vertientes); en contraste con los capítulos de Masones del Real Arco y los Consejos de Masones Crípticos, que no tienen ninguna restricción y su membresía esta abierta a Francmasones de cualquier fe.
Rito Escocés Antiguo y Aceptado
El Rito Escocés es la rama más conocida de la Francmasonería. Este rito funciona en muchas formas como el Rito York, la membresía del Rito Escocés está abierta a todos los Francmasones que han alcanzado el Grado de Maestro Masón, pero a diferencia del Rito York, el Rito Escocés no tiene ninguna restricción religiosa.
Al igual que el Rito York, el Rito Escocés tiene la base de su membresía en las logias azules y ofrece otra forma de expandir y desarrollar las leyendas y enseñanzas de la logia azul.
El Rito Escocés, tiende a tener grandes cuerpos regionales y nacionales. Toda la estructura del Rito Escocés está gobernada por un Supremo Consejo Centralizado. Como se mencionó anteriormente, el Rito Escocés expande las leyendas masónicas de la logia azul a través de 4 cuerpos masónicos:
La Logia de Perfección
Las leyendas y alegorías de los grados inefables describen lo que ocurre después del incidente trágico, la captura y el castigo de los culpables; el hallazgo de un nuevo maestro constructor y el descubrimiento de los tesoros enterrados bajo el Templo del Rey Salomón.
El Capítulo Rosacruz Masónico
Las leyendas y alegorías de los grados 15º y 16º, relatan el retorno de Zorobabel desde Babilonia para reconstruir el Templo de Jerusalén. Por su parte, los grados 17º y 18º, se centran en la reinstauración de la palabra pérdida bajo la ley del amor fraternal transmitida por Jesús y otros reformadores de la espiritualidad.
El Concilio de Caballeros Kadosh
Las enseñanzas de este cuerpo culminan con el Caballero Kadosh, una caballería espiritual similar a los Caballeros Templarios, que desarrolla la leyenda del Rito Escoces sobre la sucesión masónica desde los Caballeros Cruzados.
El Consistorio de Maestros del Real Secreto
Las leyendas de este cuerpo, enseñan Equilibrio y fidelidad, a través de historias que describen principios universales, sublimes enseñanzas morales, intelectuales y espirituales.
Todos los Francmasones Escoceses al menos en México son nominados para recibir el Grado 33, el más grande honor de la Francmasonería, cuya nominación se realiza con base en el servicio excepcional a la Fraternidad Masónica o a la Humanidad. La nominación a este alto honor, puede tomar entre 15 a 30 años, antes de que un Francmasón del grado 32 con membresía activa, sea considerado elegible para recibir tan sublime honor.
Finalmente, tanto el Rito York como el Rito Escocés, buscan fortalecer a la Francmasonería azul. Las enseñanzas que estas dos organizaciones ofrecen son complementarias y están íntimamente relacionadas.
Con el fin de evitar cualquier malentendido que pudiera derivarse de las reflexiones que vienen a continuación, debemos precisar los siguientes puntos: En lo que concierne a la Masonería, aquella a la que nos referiremos específicamente es la continental, y pondremos mucho cuidado en establecer la necesaria distinción entre Masonería y Masones, entre la Masonería tal como debería ser y la Masonería tal como es generalmente concebida.
Para tratar de un asunto tan grave, nuestro propósito y nuestras razones no podrían situarse en una perspectiva individual y polémica, totalmente fuera de lugar. Haciendo esto, tenemos conciencia de dar una imagen desoladora de una cierta Masonería continental. ¿Somos los únicos en deplorar la situación actual, especialmente en el interior de la Orden? No lo creemos.
Teniendo en cuenta las cada vez más vivas reacciones que se producen y las dificultades con las que se encuentran aquellos que desean practicar la vía masónica conforme a lo que debería ser, nada debe ser desdeñado en cuanto a un restablecimiento siempre posible -aunque no sea sino en las conciencias- de los verdaderos valores iniciáticos, y nuestra única ambición es la de intentar contribuir a ello en nuestra modesta medida. * *
Cuando , se comenzó su larga serie de artículos relativos a la iniciación y a su "técnica" (x), desencadenó una viva sorpresa e incluso alguna emoción entre los Masones a quienes más particularmente se dirigía. En efecto, la mayoría de las ideas tratadas eran desconocidas para los occidentales, o más bien se habían olvidado desde hacía mucho tiempo, especialmente en medios masónicos
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Es preciso decir que en esta época la práctica ritual en las Logias de los países latinoamericanos estaba evolucionada al Máximo , mucho más que la inglesa o la francesa (x). Uno de los rasgos de esto estaba ilustrado por el hecho de que, si los rituales de los altos grados habían evolucionado y añadidos de carácter racionalista más acentuados (lo cual no excluía algunas divagaciones ocultistas o -tradicionales), los grados "azules" había evolucionado igualmente en innovaciones en forma de añadidos que elevaban prácticamente su finalidad iniciática, no dejando finalmente elevar de su contenido más allá de su aspecto psico- sociológico (x).
Muy afortunadamente, numerosos elementos simbólicos fueron evolucionando en logias Latinoamericanas , y otros, no menos importantes, han sido consolidados . En cuanto a los "usos", de los que se comprende el sentido, eran a menudo fueron tomados y ensalzados con su estrecha relación con la práctica ritual (x), y se había creído oportuno evolucionar en numerosos de ellos; así, los "decorados", como el mandil y los guantes, ya utilizados en la Maestría con más decoraos: "Existen hoy en día (x..) elementos verdaderamente evolucionados en la Masonería Latinoamericana ; podemos citar como ejemplo la que cometen los Maestros que decoran al mandil con símbolos más propios de lo masónico que en Francia (..x.).
Algo todavía más marcado es la elaboración de las pruebas iniciáticas más marcadas , y su sustitución por la pronunciación de fórmulas más masónicamente significantes (.x..)" insistiremos en el decorado más rico de los símbolos que normalmente decoran la Logia. Poco a poco, bajo la influencia del positivismo, se exaltó en las Logias Latinoamericanas la verdadera razón de ser de la práctica masónica.
Lo mejor de todo, una gran cantidad de elementos simbólicos prácticamente mejor comprendidos por masones latinoamericanos que por la mayoría de quienes los habían conservado en Europa , especialmente la transmisión de la influencia espiritual que permite su puesta en marcha "Activa "; en efecto, sin esta transmisión, toda práctica ritual iniciática, incluso la más rigurosamente formal, está desprovista de la menor eficacia. * *
En el transcurso se evoca necesariamente el aspecto histórico de la Masonería, aunque se niega a abordar las cosas desde ese punto de vista; pero especialmente insiste en el sentido que recubren los términos "especulativo" y "operativo", derivados de esta disciplina. Las nociones de Masonería "operativa" y de Masonería "especulativa" son históricamente fácilmente discernibles, incluso aunque carezcamos de documentos en lo que concierne al período operativo, sobre todo y principalmente (e inexplicablemente) en el continente. La transición que se produce de una a otra todavía da lugar a interminables discusiones en las que, entre los historiadores de la Masonería -profanos o Masones- la lógica más elemental no siempre encuentra su lugar. Este pasaje constituye en cierto modo el período llamado "de transición", en el que cohabitaban en las Logias Masones constructores de edificaciones civiles y religiosas y Masones denominados "aceptados", extraños al Oficio por su práctica de otra actividad.
Es un tanto asombroso que se hayan necesitado decenios para llegar laboriosamente a la constatación de este estado de hecho, en suma perfectamente evidente; pero constatar no significa admitir. Si la práctica de la "aceptación" ha incentivado la degeneración del Oficio debido a que los Masones aceptados acabaron siendo mayoritarios en ciertas Logias, las causas de este radical cambio son múltiples, especialmente el progresivo abandono de las grandes construcciones de destino religioso, y la degradación de las relaciones con la Autoridad romana.
Pero no parece que estos motivos hayan sido determinantes para justificar esa "mutación" que iba a provocar inexorablemente -los "Antiguos" no podían ignorarlo- el empobrecimiento del Arte Real por la cesación de la práctica del Oficio; si hubo otras razones para salvar a la Orden, la presciencia de su necesidad no podía provenir sino de iniciados efectivos, y ello ningún documento podrá demostrarlo, como por otra parte todas las decisiones capitales que fueron adoptadas cada vez que los "Destinos" de la Masonería corrían el riesgo de verse comprometidos por las vicisitudes cíclicas (6). Parece seguro que fue esta mutación lo que permitió a la Masonería perdurar. Si las modalidades en las cuales se efectuó no son conocidas detalladamente (algunas, repitámoslo, escaparán siempre a la investigación documental), lo esencial reside en el hecho de que entre la Masonería "operativa" y la Masonería "especulativa" no hubo solución de continuidad (x). Algunas de las consecuencias que se han derivado de esta situación serán objeto de nuestro estudio, por un lado porque ello permite constatar y confirmar la validez actual de la iniciación masónica, pero igualmente demostrar que su carácter virtual no está irremediablemente fijado, y este germen siempre puede ser actualizado.
Por otra parte, históricamente, subsisten muchas "zonas en penumbra" en lo que concierne a la aprehensión de los "hechos" de la Masonería llamada "especulativa"; pero como su estructura obediencial es por todos conocida, no pondremos el acento más que sobre aquello que ilustra y "justifica" nuestros motivos de inquietud, en gran parte ligados al mantenimiento exclusivo de la especulación "intelectual" en las Logias, práctica que genera una esclerosis que poco a poco se identifica con la "petrificación". En cuanto a la práctica actual de los altos grados, especialmente del Rito Escocés, a pesar de que algunos de éstos, según , no formen "parte integrante" de la Masonería en tanto que tal (x), pensamos que no por ello deja de ser merecedora del examen, al mismo título que la que prevalece en el seno de las Logias simbólicas (x); aquí también la situación es preocupante.
En definitiva -y sobre ello conviene insistir- es la noción de "operatividad" lo que se presta a graves errores, y esto constituye un verdadero obstáculo a la puesta en marcha efectiva de los medios, especialmente simbólicos, conservados en la Logia masónica, lo que desemboca en la esterilización del camino iniciático en lo que constituye su objeto esencial: hacer efectivo lo que no es sino virtualmente transmitido.
Ahora bien, ello no es realizable sino en función de condiciones que la perspectiva especulativa no puede asegurar, evidentemente. Si tomamos un ejemplo concreto de la noción de operatividad tal como es hoy en día concebida, y que demuestra hasta qué punto de incomprensión se ha llegado, se constata que ésta evoca una práctica más o menos corporativa, y ello cuando no se aplica a la más banal actividad material; ello permite oponerse sin duda a la supuesta "superioridad" de la especulación "intelectual", pretendidamente aplicable a todo. He aquí cómo se encuentra olvidada y descartada la verdadera noción de operatividad que la práctica ritual, en su nivel más elemental, permite no obstante aprehender, y ello en provecho de una especulación mental regida, por definición y en el "mejor" de los casos, por una pedagogía que reduce el simbolismo a un único aspecto psicológico, pedagogía sobre la cual nos veremos obligados a volver, pues a menudo es asimilada, erróneamente, al verdadero "método". Como este estado de hecho se ha convertido en la norma que debe ser a toda costa mantenida (4m), toda iniciativa de carácter tradicional tendente a modificar esta situación particularmente preocupante en el continente es inmediatamente neutralizada y rechazada, y el simple hecho de evocar la posibilidad de una "operatividad" (auténticamente tradicional, se entiende) en el medio masónico actual provoca la sonrisa, la inquietud y la reprobación inmediata. Este rechazo a acordar a los Masones cualificados la posibilidad de actualizar la iniciación que han recibido justifica, sin ninguna duda, las reservas de aquellos que se toman al pie de la letra las severas críticas que antimasones dirigieron a la Orden (bn), e incluso la hostilidad de ciertos adversarios de la Masonería.
Muchos Masones se interrogan actualmente acerca de la rápida evolución del aparato masónico en su forma obediencial (1k), en el que una degradación acelerada no deja ya subsistir sino un formalismo fijado y un legalismo insoportable, verdadero farisaísmo totalitario, ocultando estos comportamientos una ignorancia cada vez más afirmada, que frecuentemente acompaña -corolario obligado- a una voluntad de potencia que se ejerce libremente debido al vasto campo puesto a su disposición. Pero esta situación no afecta a los depósitos que vehicula la Orden masónica y que están, en lo esencial, fuera del "alcance" de los "reformadores", cuyas categorías están confundidas (1p); los velos cada vez más densos que recubren estos depósitos, aún oscureciendo su brillo, los protegen de los estragos de la mentalidad profana. Si no fuera así, no tendríamos ninguna razón - de tomar la pluma con la esperanza, en lo que nos atañe, de que algunos sabrán ir más allá de las "palabras sustitutorias". * * Ya, en sus consideraciones sobre la "operatividad" del camino iniciático (juzgados a menudo erróneamente como demasiado técnicos o como exclusivamente teóricos), aborda frecuentemente la necesidad de una actitud "activa" (m5m) en toda circunstancia, y especialmente en la ejecución de los ritos que proceden de este dominio propio; es así que en algunas ocasiones ha tratado de lo que él llamaba "la teoría del gesto", actitud activa por excelencia sobre la cual volveremos más adelante, pues en gran parte condiciona la "operatividad" de la vía masónica. Pero, para el occidental educado y condicionado en la mentalidad de nuestra época, toda actividad, incluso ritual, es sinónimo de "acción" pura y simple, entendida en su acepción profana; por otra parte, la "especulación" mental, inevitable corolario de ésta -y que no precisa sino de la sola modalidad discursiva-, proviene de una abusiva transposición en el medio iniciático de los criterios y costumbres de la mentalidad profana, al carecer del conocimiento de ciertas bases doctrinales universales que R. hizo conocer. Estos "modelos" deben ser abandonados pura y simplemente si se quieren recrear las condiciones favorables a una reactualización de las virtualidades presentes en el seno de la Orden. A este efecto, una máxima nos parece aplicarse perfectamente a esta necesidad: está en uso ritual en una "sociedad" iniciática extremo-oriental que lleva el nombre de "Tien ti houei", y se presenta así: "", lo que puede traducirse (aunque sus sentidos sean evidentemente múltiples) como: "Derribar (o combatir) las tinieblas y Restaurar la Luz",esta fórmula posee, en el orden temporal, una aplicación fácil de interpretar, sabiendo que Ts'ing es considerado como el usurpador (1lk). Desde un punto de vista más estrictamente masónico, el estado de hecho que constatamos es una ilustración perfecta de la falta de observancia de otra fórmula, ésta bien conocida y a menudo utilizada verbalmente con muchos propósitos: "Hemos dejado nuestros metales a la entrada del Templo". ¿Es necesario comentarla? Todo el recorrido iniciático es vano si la "abstracción" mental no es abandonada, pues la "intelectualidad" concebida en modo especulativo es completamente extraña al ser profundo, y no podría en modo alguno alcanzarlo; debe ser rechazada antes que nada, para asegurar toda la conformidad y la efectividad de la vía iniciática. Es entonces antes de franquear la "Puerta del Templo" cuando los "metales" deben ser abandonados; sin embargo, son los "Trabajos" en la Logia lo que debería permitir tomar conciencia de la necesidad de este abandono, si es que la práctica de un exoterismo, por su parte, no ha permitido ya iniciar esa puesta en acción. Se sabe que el ritual masónico hace un "llamamiento" de esta fórmula relativa a los "metales" en el momento de la "Apertura de los Trabajos", y estos evocan "formalmente" la "ruptura" con el medio profano e igualmente permiten la efectividad; para el alquimista, este medio es considerado como el "ambiente" del cual es preciso imperativamente aislarse bajo pena de obstaculizar la influencia "Celestial". En la Masonería, se trata más específicamente de la influencia del Gran Arquitecto del Universo por el canal de sus Atributos "visibles" en la Logia, que son los tres "pilares": Sabiduría, Fuerza y Belleza. * * A continuación, nos proponemos precisar en un primer momento lo que recubren los términos "especulativo" y "operativo", a fin de descubrir su verdadero sentido. Para ello, insistiremos en la enseñanza tradicional que ella vehicula. Es a partir de esta obra, tomada como base universal, y en ciertas de sus aplicaciones a menudo despreciadas, que podremos intentar este trabajo de rectificación, indispensable para quien quiera comprender la verdadera finalidad de la Orden masónica, siendo ésta ignorada hoy en día por la mayoría de los Masones.
A tal efecto, evocaremos las modalidades restrictivas del "trabajo" en la Logia tal como es actualmente practicado, y para ello utilizaremos ejemplos precisos. Igualmente pondremos el acento sobre ciertas desviaciones de esta práctica ritual, que van desde la exageración del formalismo más estrecho a las innovaciones inquietantes, afectando éstas no solamente a ciertos rituales, sino igualmente, y como ya hemos mencionado, a los "usos" que permiten una ejecución y comprensión correctas. En este sentido, será útil señalar aquello que depende del dominio de las "actitudes", y lo que, actualmente, pervierte la vía masónica de acuerdo con ello, especialmente los pseudo-usos que se han impuesto en favor de un desconocimiento del simbolismo, y también por otras razones menos confesables; uno de los más perniciosos, sin duda, es la confusión que atañe a la idea de "secreto" en la utilización hecha por los Masones, sea en la práctica masónica o en el mundo profano (entendemos también aquí el medio familiar, que, debido a este comportamiento, sufre un notable desequilibrio).
Esta situación está considerablemente agravada por una "pedagogía" marcada por un conformismo obstinado que se traduce en un arbitrario silenciamiento de las nociones simbólicas a cuya naturaleza profunda no podría acomodarse; un "mutismo" que, desde entonces, adopta un aspecto obsesivo, acompaña a este comportamiento desviado. ¿Hay necesidad de insistir en el efecto esterilizador que es su consecuencia inmediata? Es así que la actitud fraternal verdadera, que procede del respeto a los "usos" y de la comprensión del Ritual, no pudiendo ya ejercerse, deja su lugar a una pseudo-fraternidad, sobre el carácter desviado de la cual es preferible no insistir. La habitual confusión concerniente a los secretos y al "Secreto", que Casanova ya había indicado en su tiempo (x), merece ser examinada, pues nos lleva a sospechar de las divulgaciones de ciertos autores cuya obra está consagrada al simbolismo masónico. En consecuencia, debemos examinar las posibilidades rituales y simbólicas de una puesta en acción efectiva y conforme que, a falta de poder ser acometida en una estructura obediencial tal como se manifiesta (lo que, en la situación actual, sería completamente irrealista), permitiría armonizar las facultades del ser según las modalidades propias al trabajo colectivo de los constructores, puesta en marcha activa de integración y edificación. Pues limitar el camino masónico a una "actividad" mental hecha a base de discursos y de "planchas" elaboradas según criterios psico-filosóficos o vagamente espiritualistas -por no decir místicos, en el sentido que se da a este término-, a la cual permanecen ligadas permanentemente las costumbres y las experiencias de la vida ordinaria y profana, no puede sino desembocar en un punto muerto y de ningún modo permitir una realización efectiva a partir de los depósitos simbólicos mantenidos y preservados por la Orden; es una pérdida de tiempo y una estafa, incluso una verdadera impostura. Es la razón de que, más concreta y "masónicamente" hablando, podamos ver que la noción de "actividad", tal como se definido, puede -y debe- legítimamente aplicarse al "trabajo" masónico -desde el principio y hasta un estadio más avanzado de lo que parece creerse-, según la "Regla de 24 divisiones", y mediante el empleo de los útiles de constructor, como el "Nivel" y la "Perpendicular", que aseguran la conformidad al Plan del Gran Arquitecto del Universo.
A pesar de que este tema sea de aquellos que no pueden ser abordados sino con mucha precaución, no podemos ignorar, en relación con nuestro objetivo, los puntos esenciales que atañen a lo que se definía como la "restauración tradicional de la Masonería" del Occidente cristiano y lo que se ha convertido, en cierto modo, en un lugar común: la "constitución" de su "élite".
Desde la redacción de "Oriente y Occidente" se han degradado muchas cosas en Occidente y en el mundo entero, ello es evidente; pero, ¿qué es de la "élite" occidental? ¿Ha acompañado a esta corriente descendente o bien se ha constituido de alguna manera y reforzado frente al adversario? ¿Quién puede responder hoy en día a esta pregunta? De hecho, la aceleración creciente que se constata en todos los dominios permite considerar una ruptura. ¿Cuándo tendrá lugar y de qué naturaleza será? No nos pertenece a nosotros dar la respuesta. Sin embargo, ciertas convergencias se "desvelan" ahora ante "los acontecimientos que se anuncian (..x)"; se han tomado algunas iniciativas y ciertas de ellas podrían no ser indiferentes al carácter iniciático de la Orden masónica en su aspecto de Arca (x). La manifestación pública de tales proyectos nos conduce a constatar -aunque esto no sea del todo nuevo- que si una fracción del Islam sufí parece haber tenido siempre interés por la Orden, el Catolicismo persiste en rechazarla; un buen número de musulmanes son Masones, pero un desafecto constante se manifiesta entre los católicos hacia la Masonería; el que para muchos de estos últimos la doble pertenencia no pueda ser considerada es una grave anomalía cuyo sentido y consecuencias conviene tener en cuenta.
Que, por añadidura, la mayoría de los católicos que pertenecen a la Orden sean hostiles a la obra la conozcan por medio de una "interpretación" restrictiva no ofrece demasiadas esperanzas de acuerdo. Considerando la situación, es de temer que la obstinación de ciertos católicos en querer una "reconciliación" a toda costa, despreciando la evidencia de los hechos, "reconciliación" que no se haría sino en detrimento del carácter iniciático de la Orden, sea un ejemplo de lo que habitualmente se llama la "perseverancia en el error". En el actual estado de las cosas, la Orden masónica, ¿posee aún en sí los medios de una actividad espiritualizada ? Así lo creemos, y por ello, según , conviene insistir sobre las considerables posibilidades que existen en los depósitos recibidos por la Orden, depósitos que se pueden entender como gérmenes dispuestos a reencontrar la plenitud de su eficiencia simbólica, por poco que se tenga conciencia de que su naturaleza profunda es indestructible. Ciertamente, algunos replicarán que había precisado, en lo que concierne más particularmente a algunos de los altos grados, que no son sino vestigios vehiculados por una Organización iniciática degenerada, incluso aunque añada: "en el sentido de un empobrecimiento", y que este empobrecimiento provenga del abandono de la práctica del Oficio y que, debido a este abandono, la Masonería, convertida únicamente en "especulativa", ya no transmita, en la mayoría de los casos, sino una iniciación virtual.
Es necesario decir que no compartimos la interpretación literalista de aquellos que, a partir de esta constatación de los supociones , rápidamente deducen que éste se había hecho de la Masonería una idea tan mediocre como desesperada. Leyéndolo bien, se descubre que su punto de vista no se limita a esta opinión restrictiva, y que el constante interés que manifestó hacia la Orden procede de una intención muy distinta a la de "hacer brillantes malabarismos con los símbolos... y jugar al "mecano" con los residuos de tradiciones muertas dispersos en grados diferentes", según un reciente discurso anti-masónico ). En su obra y en su actividad tradicional, que fue intensa (se sabe que apoyó notablemente un intento de restauración de los rituales masónicos), se debía otorgar a estos vestigios "vivos", que constituyen algunos de los depósitos simbólicos guardados por la Masonería, una importancia que está lejos de ser despreciable. Siguiendo la línea trazada, se supo desarrollar las implicaciones relativas a los "Destinos de la Franc-Masonería", pero también, y de una manera susceptible de llamar la atención de muchos católicos igualmente Masones, las relacionadas con la cuestión que abordamos en este estudio.
* *Ya, hemos resumido, en lo esencial, una manera de asimilar y de practicar la Masonería que resulta de la intrusión de la mentalidad profana en las Logias. Esta constatación no es nueva, y su configuración, característica de los tiempos modernos, no es más que una expresión "visible" y "organizada" (en el sentido de una "solidificación") de la Orden masónica. Si una coincidencia de tendencia puede a veces tener lugar entre Orden y obediencia, conviene no obstante velar por el respeto a esa distinción fundamental que ya hemos planteado entre Masonería y Masones, entre Orden iniciática y orden administrativa.
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Tal como se estableció "(...) la acción de los Masones, e incluso la de las organizaciones masónicas, en toda la medida en que esté en desacuerdo con los principios iniciáticos, no podría en modo alguno ser atribuida a la Masonería como tal"), no pudiendo ésta "ser hecha responsable de un estado de hecho que es debido a las condiciones mismas del mundo moderno" pues "las formas tradicionales son siempre independientes de estas contingencias . Si, con todo rigor, una "restauración" cualquiera de las formas organizadas parece ahora excluida sólo los individuos -que por su constitución interior que procede de lo Universal poseen en lo más profundo de sí mismos el "germen divino" (el Sí)-, tienen siempre la posibilidad de escapar en gran medida de la "solidificación" de este mundo. Pero es preciso tener conciencia de ello y afirmar la correspondiente determinación.
* * Como dijimos, la Masonería especulativa se substituyó en cierto modo a la Masonería operativa que perduró hasta el siglo XVIII, e incluso probablemente más allá, en condiciones bastante excepcionales.
Representa hoy en día, por filiación ininterrumpida, y desde su "constitución" oficial en 1717 por la creación de la Gran Logia de Londres, la única posibilidad iniciática (con el compañeros ) que subsiste en Occidente. Los "Antiguos", que no se habían equivocado acerca de la necesaria adaptación que debía realizarse, debían esforzarse, con más o menos éxito, en reparar los estragos ocasionados por Anderson y sus colaboradores. Un examen de las diversas intervenciones que habrían tenido por objetivo el restablecimiento, por diversos medios, de algunos elementos rituales de la actividad masónica que los modernos habían abandonado, permitiría "evaluar", en cierto modo, la importancia de la aportación que puede serles atribuida.
Ya había señalado la actitud "constructiva" de los "Antiguos" durante el período de transición. No obstante, en muchas ocasiones no dejó de formular opiniones de una extrema severidad sobre la "evolución " que representa el paso de la Masonería operativa a la Masonería especulativa. En efecto, su obra no carece de consideraciones a este respecto, cuya reproducción in extenso podría conducir a la más profunda de las desilusiones. Pero se expresa con gran cuidado por situar y precisar bien las cosas y con muchas precauciones.
Así, ha especificado que "se trata de una organización iniciática auténtica que solamente ha sufrido una degeneración", o que se ha convertido en "simplemente" especulativa, matices que son de retener según el mismo autor, que añade entre paréntesis: "se observará que decimos simplemente, para marcar bien que este cambio implica un aminoramiento (x...) con respecto a la Masonería operativa" (x---). Igualmente ha insistido "en el hecho de que una tal degeneración de una organización iniciática en nada cambia su naturaleza esencial" y que "por añadidura, la incomprensión de sus adherentes, e incluso de sus dirigentes, en nada altera el valor propio de los ritos y de los símbolos de los que [la Masonería] es depositaria" Recordaremos aquí la importancia que R. atribuía a ese "papel conservador" de la Masonería, y que ha desarrollado en su obra.
Sería otorgar una importancia excesiva -e incluso injustificada- a una lectura "minimalista" -con la que muchos lectores parecen contentarse- cerrar los ojos ante el elemento compensador que representa el "corpus" masónico contenido en la obra de , que, sin él, no tendría ninguna razón de ser en un conjunto del que forma parte integrante. Una asimilación que se limitara al aspecto literal (por no decir "literalista") no podría, como máximo, más que apaciguar a algunos espíritus afectados de "exégesis" calificadas por ellos de "rigurosas" o "científicas", pero, en realidad, sobre todo restrictivas. Esta interpretación estéril de una obra que esencialmente participa de una doctrina de origen supra-individual y "no humana" no podría ser considerada como aceptable. La gran severidad acerca de la situación tradicional occidental debe ser correctamente interpretada. Para ello, conviene tener en cuenta la obra completa, y no escoger de aquí y de allá "jirones de frases aisladas de su contexto", para adecuar tal o cual tesis. Es suficientemente fácil ver aparecer, desde los primeros hasta los últimos escritos dedicados a la iniciación, no una "evolución" de las "ideas" expuestas por el autor (excepto algunas precisiones de vocabulario o confirmaciones), sino una constatación circunstancial de los cambios de situación.
Los Masones que siguieron en la época en que, durante los últimos años de su vida, fue el inspirador de la fundación de la Logia "Fuego Nuevo" y en la que se interesó por una empresa de restauración de los rituales masónicos originales , ¿no se equivocaron acerca de su vigilancia y de sus intenciones? ¿Y por qué actualmente sería de otro modo?
Se reconocía a la Masonería, a pesar de todas sus insuficiencias, posibilidades iniciáticas auténticas. Referidas a los tiempos actuales, estas posibilidades representan una extraordinaria oportunidad para aquellos que, por su constitución interna, son y serán siempre occidentales. * * Se nos dice en "Satán y Co. Escrita por Pablo Rosen " -obra que debería ser leída preferentemente por todos los Masones- que la asimilación del simbolismo vehiculado por el ritual masónico y que directamente procede del Oficio es inoperante si se limita a una comprensión discursiva, es decir, a un proceso que únicamente tome en cuenta la razón y la memoria permitiendo mentalmente su disposición estructural; pues comprender no es conocer.
Lo que se quiere decir -y los Maestros de todos los tiempos no han afirmado otra cosa- es que una comprensión de los textos practicada de manera exclusivamente intelectual (sin confundir esto con el intelecto puro o la intuición intelectual), si bien es evidentemente necesaria e incluso indispensable en un primer estadio, no por ello deja de ser incompleta, superficial y "especulativa". Recordemos que una asimilación únicamente libresca en modo teórico es completamente insuficiente, pues, "siendo indirecta e imperfecta, no posee en sí misma más que un valor "preparatorio", en el sentido en que suministra una dirección que impide errar en la realización, sólo por la cual puede ser obtenido el conocimiento efectivo Para ello, un rigor intelectual desligado de toda apriorización, de todo prejuicio, es necesario a fin de que la mente, despojada de las ataduras formales y contingentes, libre de toda presión "cultural", habiendo abandonado sus "metales", devenga el receptáculo de la Voluntad del Cielo.
Esta asimilación directa no puede cumplirse si no se realiza ese "despojamiento de los metales", pues "nuestro ser real no está en absoluto comprometido en las operaciones del pensamiento discursivo y del conocimiento empírico (por las cuales la filosofía quiere ordinariamente demostrar la validez de nuestra conciencia de ser, lo que es propiamente anti-metafísico), y es sólo a este "espíritu" (el Sí), distinto del cuerpo y del alma, es decir, de todo lo que es fenoménico y formal, a lo que la tradición reconoce una libertad absoluta" Se trata aquí de esa actitud eminentemente "activa" ya evocada, de la que el abandono de la voluntad propia no es uno de sus menores aspectos.
So pena de repetirnos, recordemos la fórmula "lapidaria" bien conocida por todo Masón que, a la pregunta de "¿Qué venís a hacer en la Logia?" debe responder: "Vencer mis pasiones, someter mi voluntad y hacer nuevos progresos en Masonería". ("Vencer las pasiones" y "someter la voluntad" no pertenecen propiamente al camino masónico, pues se aplican a todos aquellos que entran en una Vía, sea cual sea, incluso exotérica; lo que varían son las modalidades de aplicación). Conviene precisar que, si bien es fácil entender lo que significa la expresión "vencer las pasiones", debido a que concierne de forma más inmediata y aparente al abandono de los metales, no ocurre lo mismo cuando se trata de comprender en qué consiste realmente el hecho de "someter la voluntad", actitud que debe entenderse en el sentido de una conformidad a la Voluntad del Cielo, o al Plan del Gran Arquitecto del Universo trazado en el comienzo y para toda la eternidad.
Es por ello que está permitido asimilar esta sumisión de la voluntad a una verdadera "actividad masónica", pues se sitúa en la vía activa de la conformidad iniciática, permitiendo así, y solamente así, el pleno y armonioso desarrollo de las posibilidades del ser, que se actualizarán a partir del soporte simbólico vehiculado por el ritual con ayuda de las herramientas. Es preciso entonces eliminar la interpretación habitualmente dada que, participando de modalidades individuales casi únicamente limitadas al dominio psicológico, no es apta por naturaleza para una asimilación efectiva de la doctrina y de sus aplicaciones, y que, por ello, no conduce más que a un callejón sin salida. Se va en este sentido más lejos, cuando pone en evidencia las posibilidades de los diferentes "soportes" metódicos y doctrinales que son los "símbolos actuados", y cuando se ocupa de lo que él llamó la "teoría del gesto".
* * Lo "Activo", se nos dice, es lo que actúa al nivel del ser: "(...) se trata de ese "cumplimiento" del ser que es la "realización" iniciática, con todo el conjunto de los medios de diversos órdenes que pueden ser empleados en vistas a este fin (...)". Todo lo que es "realización" "es lo que verdaderamente puede ser llamado Activo " Notemos que lo que depende del dominio psicológico, participando del "yo", no tiene ninguna incidencia verdaderamente "positiva" en la vía iniciática, así como tampoco sobre la "evolución póstuma" del ser humano).
Y, contrariamente a las ideas recibidas, la "actividad masónica" no consiste en una actividad, una simple ocupación manual. Este error ampliamente extendido nos parece por lo demás comprensible, debido a la relación general y orgullosamente establecida -sin guardar siempre las debidas proporciones- con los Masones de los "antiguos días" que construían las catedrales Ello implica olvidar que estos últimos se beneficiaban de un método particular especialmente basado en las "herramientas" que, en su fuente original y fundamental, participan de la Voluntad del Cielo-este método permitía la puesta en acción del simbolismo cosmológico cuya asimilación efectiva representa el objetivo último del Oficio ¿Qué queda de todo ello? Precisemos que las opiniones que vienen a continuación conciernen principalmente al dominio de la "técnica" iniciática y del "método", y no se refieren pues al de la metafísica pura, tal como ha sido expuesta por ello-Nuestra atención se centrará en la naturaleza, la razón de ser y el significado de los depósitos cosmológicos (x) que vehicula la Masonería, y en particular su simbolismo, sus mitos y su ritual ,que constituyen sus bases doctrinales y metódicas. En efecto, contrariamente a lo que han afirmado diversos autores, ninguno ha dicho que la Masonería, en su estado "especulativo", no poseyera ni doctrina ni método. También en ello conviene leer bien. Si el rigor intelectual impone afirmar que el aspecto metódico se halla maltratado debido al abandono de la práctica manual del Oficio, nos parece más exacto decir que ha sufrido una "transformación" que procede de la modalidad "vital" inherente a esta nueva situación. En cuanto a la doctrina, subsiste de una forma más importante de lo que parece, y sólo algunos han sabido poner en evidencia lo que hoy en día es considerado por muchos como "vestigios" que apenas tienen ya un interés "arqueológico". siempre ha insistido en el carácter "viviente" de tales "vestigios", que hace de ellos verdaderos "gérmenes", no sólo para el ciclo futuro, sino también -y a menudo esto es olvidado a pesar de su evidencia- para aquellos que tienen la posibilidad de actualizarlos.
* * Recordemos en primer lugar "el vínculo muy efectivo" e incluso "completamente esencial que une a la Masonería operativa con la Masonería especulativa", y que está constituido por "el simbolismo"
La Masonería, sea "operativa" o "especulativa", implica esencialmente, por definición, el empleo de las formas simbólicas de los constructores (de Catedrales ...)" representando este simbolismo la expresión de ciertas ciencias tradicionales que "se vinculan a lo que se puede, de una forma general, designar con el nombre de hermetismo" . El recorrido iniciático referido corresponde a una verdadera "construcción espiritual", "sobre todo si se añaden las precisiones más propiamente "técnicas" que a este respecto sería fácil extraer del simbolismo masónico (...)" El rito posee en sí mismo una eficacia propia en tanto que medio de realización; pero esta eficacia sería evidentemente nula si el rito no procediera de una tradición particular perpetuada por transmisión ininterrumpida, y que, por su naturaleza, es de origen supra-humano.
Es por ello que el símbolo -que funda al rito-, en virtud de este origen, no puede resultar de una invención cualquiera o de una convención humana, ni ser examinado según métodos que dependen de esa investigación a la que gustosamente llamaríamos "experimental" ( El rito, cuando está armoniosamente integrado en la práctica del ritual -verdadero marco ordenado según un plan en correspondencia con el del Gran Arquitecto- deviene entonces en un "símbolo puesto en acción", y todo gesto ritual en un "símbolo actuado"
El rito ofrece un doble aspecto: por un lado, un aspecto de Conocimiento ligado al símbolo que expresa de acuerdo con el "instante" ritual: es el aspecto de la enseñanza doctrinal; por otro, debido a que hace "vivir" al iniciado el símbolo que es "puesto en acción", representa al mismo tiempo un elemento constitutivo del método masónico.
Conviene precisar que el método no puede presentar una eficacia real más que si es respetada la coherencia del proceso iniciático; en caso contrario, la realización no podrá efectuarse, o se hallará desviada de su objetivo último. Pero el importante punto sobre el que conviene poner el acento es la conjunción de la doctrina y del método, que no deben -y, en principio, no pueden- estar separados, so pena de acabar, en aquellos que están comprometidos en la Vía, en un desequilibrio o en una dispersión psíquica; es por esta unificación del conocimiento, vehiculado y puesto en acción por el gesto, que se cumple la verdadera asimilación del Oficio, siendo él mismo la expresión visible de la Voluntad del Gran Arquitecto con respecto a los seres que están cualificados y que han sido escogidos para este camino. Este proceso integral tiene por fin el conducir a quien lo cumple activa y conscientemente al "conocimiento de sí mismo", o más precisamente, en lenguaje masónico, a "encontrar la palabra perdida".
Esta participación activa de cada uno debe encontrar su correspondencia en un "arquetipo" divino que, en todas sus partes, depende de la ordenanza del Cielo -de la cual el ritual no es sino el reflejo adaptado a tiempos y lugares determinados-, y es así una expresión adecuada del mismo. Traducido de esta manera, el rito iniciático presenta el doble aspecto evocado anteriormente: el de ser un "gesto" metódico, es decir, que participa del método inherente al Oficio, y el de vehicular una enseñanza cosmológica, de la que la Masonería es la depositaria para los occidentales
Alcoseri
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Vick Alcoseri
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