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General: Instrucción: un componente del proceso iniciático masónico
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 09/01/2023 21:09
Instrucción: un componente del proceso iniciático masónico 
Más allá de lo que se pretenda decir , en Masonería , no hay un grado masónico  superior a otro, pero, pasan las décadas de haber sido iniciado masón , y siempre vuelves a releer la liturgia del Grado de Aprendiz de Masón, yo siempre la tengo aquí a mi lado , como si fuera esencial para mi eterna formación como masón, y es que un auténtico masón jamás deja de ser un Eterno Aprendiz. Cada vez que lees la liturgia del primer grado aprendes o descubres algo nuevo; es como sí las cosas estuvieran ahí y conforme maduras como masón entiendes un poco más .  
Algunos aprendices y compañeros consideran la instrucción masónica como una "tarea", un deber escolar. Sin embargo, y aunque su frecuencia incluso merecería ser reforzada, juega un papel esencial en su proceso iniciático, que teóricamente abrirá las puertas de la Maestría a los Compañeros en grado de masones  según su progreso. La educación es en efecto un don ofrecido a los jóvenes Masones por los Hermanos Maestros encargados de la transmisión esotérica. ¡Que comprendan su significado!
En el grado de Aprendiz de Masón , la instrucción designa el acercamiento, luego la asimilación de ciertos conocimientos masónicos, que no deben confundirse con los conocimientos intelectuales académicos o culturales seculares , ni con los aspectos religiosos , ya que su vocación se emplea en la búsqueda de la Verdad, sin límite alguno. En el grado de Compañero, corresponde a su profundización, luego a su disolución en la práctica. Este conocimiento se ejerce en la profundidad de la verticalidad para el Aprendiz y en la vastedad de la horizontalidad para el Compañero. Forman en su totalidad una realidad viva, la de la construcción del “Templo Interior” que cada Aprendiz y Compañero construye pacientemente, piedra a piedra, gracias a los rituales, por supuesto, a las herramientas que la instrucción pone a su disposición, así como a los símbolos, cuyo poder contribuye a su comprensión psíquica.
Para los dos grados o grados según el rito practicado, la instrucción constituye un deber de trabajo introspectivo (especulativo), luego práctico (activo), que acompaña el proceso iniciático siempre en movimiento, incluso esforzándose para que se materialice. Este deber dividido tiene como objetivo conducir al Aprendiz y al Compañero hacia el análisis, luego la realización de sí mismos. Este componente del proceso iniciático le dará acceso a la Maestría Masónica  (en teoría, al menos…). Este mismo deber confirma aún más el compromiso asumido durante su juramento. Con humildad y determinación, el Aprendiz y el Compañero se comprometen efectivamente, en conciencia, a trabajar sobre sí mismos y a estudiar las enseñanzas masónicas ofrecidas con motivo, precisamente, de las instrucciones que son tantos vectores de progresión iniciática. El masón que no respeta su palabra dada en estas áreas específicas no está sujeto a ninguna sanción, ningún juicio, ya que es un contrato moral consigo mismo, libremente consentido y al que solamente Dios “El Gran Arquitecto del Universo” podrá juzgar y no los hombres . Sin embargo, se castiga a sí mismo desertando de las instrucciones, porque retarda la realización iniciática de su viaje.
El efecto "mágico" de la sustancia de la instrucción masónica depende intrínsecamente del conocimiento asimilado, por lo tanto entendido, sentido y vivido por los Maestros Masones que lo imparten a los Aprendices y Compañeros. Este es todo el secreto de la alquimia espiritual de la transmutación  que debe dar sustancia a la elevación real de estos Hermanos que saben “leer entre líneas”. Sobre este tema, los Venerables de las Logias quizás harían bien en ser más selectivos en la designación de sus dos "instructores", sin seguir necesariamente la ruta habitual de los Vigilantes 1º y 2º...
En cuanto a los Maestros, muchos de ellos con la pretensión vanidosa  de “saberlo todo” ya consideran superflua la instrucción que se les dedica. Sin embargo, si la instrucción solidifica, incluso optimiza los contornos de su iniciación este tiempo que se ha vuelto idealmente trascendente, también les sirve para asegurar su misión primordial: la transmisión del conocimiento masónico, en una palabra de "Sabiduría", o incluso del " Despertar de la Consciencia Objetiva"
Instrucción Masónica: fabricando experiencias comunes 
He aquí la importancia de una Instrucción Masónica  óptima como la pedagógica Masónica  iniciática , que precisamente se propone como objetivo permitir a los masones experimentar y vivir concretamente la realización como masón  en el seno de una comunidad masónica. En la Instrucción Masónica, es la única forma de percibir o hacer comprender nociones tan teóricas como la tolerancia, la solidaridad o la democracia es… tal como  establecerlas.
Por supuesto, se establecen en un espacio y sobre todo en un tiempo limitado; esto es lo que se llama una experiencia y son tales experiencias las que permiten a los masones que las han vivido buscarlas y reproducirlas después. El primer acto de la Instrucción Masónica  s, en cierto modo el gesto iniciático , es establecer una comunidad, es decir un “bien común”. 
La posibilidad de tal comunidad es presentada primero por los pedagogos de la Maestría masónica, luego por todos los actores involucrados. Está garantizado, por los mismos pedagogos masones que dan instrucción a los aprendices y compañeros, por una garantía de seguridad física, emocional y psicológica. Son esos momentos, esas experiencias básicas las que, sin gastar palabras, dan cuerpo a nociones de libertad, igualdad, fraternidad, diversidad, tolerancia y comunidad. La ventaja de las prácticas, en Instrucción Masónica  , es que son replicables en muchos contextos, simples y modestas en su implementación e inmediatamente efectivas. 
La instrucción del masón en nuestra Institución ha sido durante demasiado tiempo, un tema de primer orden donde muchos parámetros se muestran, por otro lado también necesarios, han sido de tal preeminencia, que incluso muchos masones, después de largos años de pertenencia a nuestra Orden, siguen exaltándolos como de la más extrema importancia de la instrucción masónica, no solo para el Iniciado en su ámbito personal, sino muy especialmente, en la esencia, presencia, proyección y futuro de la propia masonería. Obviamente, es la falta de una profunda instrucción masónica  tradicional, debidamente planificada y estructurada, ha ocasionado en numerosas ocasiones auténticos problemas a muy distintos niveles entre los Hermanos y estos, en y con las instituciones masónicas, que han producido y siguen produciendo, numerosos problemas que en definitiva lastran tanto el progreso individual como colectivo. La raíz del problema solo se puede resolver definitivamente, si se tiene profundamente asimilado el conocimiento masónico que, en el caso del R.•.E.•.A.•.A.•., esta maravillosamente estructurado en una secuencia de Grados que resuelve, en la mayoría de los casos, la errónea percepción que tienen no pocos Venerables Hermanos de lo que es uno mismo, de los conflictos internos o externos, del entorno, del trabajo y de los objetivos de la Orden. Lo más curioso es que una deficiencia de estas características, tampoco se resuelve en la mayoría de los casos con el paso del tiempo si no se actúa en consecuencia, llegando a la absurda paradoja donde algunos miembros de la Orden , que llevan muchos años o que por circunstancias “estructurales” o coyunturales han llegado a tener gran influencia orgánica, también sufren desgraciada e involuntariamente, las consecuencias de la falta de instrucción esencialmente masónica. La instrucción masónica, desde un punto de vista iniciático y tradicional, no requiere en absoluto una metodología que imite los modelos de docencia ya existentes en el mundo profano. No necesitamos trasladar el modelo de enseñanza universitaria o académica a nuestros templos ya que por suerte, nuestra Orden ya tiene una serie de características en cuanto a la metodología, que ya son singulares y válidas en sí mismas. La principal característica de una instrucción verdaderamente masónica, es que introduce al practicante en la experiencia o vivencia de los contenidos de cada Grado, donde solo la interacción del conocimiento masónico con toda la estructura espiritual, intelectual, emocional y física del masón permite en un momento dado, el florecimiento de una auténtica sabiduría la cual no se queda circunspecta al mero ámbito de nuestra Orden, sino que de forma natural y eficaz acaba expresándose en el mundo profano. No es suficiente con acumular o “coleccionar” conocimientos, grados masónicos , diferentes puestos en Logia, ideas, definiciones o contenidos si estos no se asimilan profundamente y después, se comparte con los demás el fruto obtenido. 
Claro, en cierto sentido muchos Venerables Hermanos masones  ya saben que tenemos que “asimilar” el conocimiento masónico y algunos piensan que, solo ensayando y repitiendo los rituales es suficiente y la verdad, es que un análisis objetivo del estado individual y colectivo en general, puede demostrar que no es suficiente con hacer el ritual o por lo menos, como hasta ahora se esta practicando. Tenemos que utilizar el ritual en todas sus potencialidades y junto a la transmisión oral y la transmisión del método de asimilación, conseguir transmutar el simple conocimiento en profunda sabiduría. Conseguir que surja en nosotros la Sabiduría es el verdadero trabajo iniciático que todos los Venerables Hermanos deberían esforzarse en realizar en todo momento, tanto dentro de la Orden como en el mundo profano, aplicando universalmente y en consecuencia, la única y más potente argamasa que encontraremos después de tan profundo Trabajo Masónico, el verdadero Amor Fraternal.
 La ayuda adecuada es la frase clave en el objetivo de la instrucción masónica. Deberíamos completar esta frase agregando la ayuda adecuada para el candidato individual y el nuevo maestro francmasón .
Si bien existen muchas similitudes entre los antecedentes, las habilidades y los objetivos de los hombres que buscan ser admitidos en la Fraternidad, cada hombre es hasta cierto punto diferente y debe ser recibido y comprendido como un individuo que debe hacer suya la Francmasonería. La instrucción masónica, en el mejor de los casos, es una educación personalizada basada en verdades universales. Es un proceso de instrucción que capitaliza las fortalezas del candidato y que adapta la instrucción a los medios por los cuales aprende más fácilmente.
La elección de los métodos utilizados en la instrucción  masónica es de suma importancia, ya que es el método aplicado el que establece lo que los educadores denominan el "clima" o el sentimiento de un esfuerzo cooperativo y un sentido de progreso hacia las metas deseadas.
Los métodos que empleamos como instructores masónicos deben ser más que inmediatamente efectivos; deben ser coherentes con la misión y la filosofía de la masonería, así como con su vehículo ritual. La suposición de que los fines justifican los medios es peligrosa, porque los medios por los cuales tratamos con otros seres humanos inevitablemente dan forma al producto final.
Además, la elección de los métodos y medios educativos que se utilizarán en la instrucción masónica debe regirse por el hecho de que estamos involucrados en una forma especializada de educación de adultos masones .
Vale la pena echar un vistazo más de cerca a estos factores que gobiernan nuestros esfuerzos de instrucción.
La misión de la Francmasonería es construir un mundo mejor de relaciones humanas y logros a través de la inspiración, dedicación y comprensión de los seres humanos individuales. La tarea del instructor masónico, por lo tanto, no es de adoctrinamiento, sino de asistir en la comprensión creciente de un nuevo hermano. La dirección y el depósito de sabiduría para tal viaje de crecimiento están contenidos dentro del ritual de la Francmasonería. El papel del instructor masónico es acompañar al nuevo hermano en su viaje desde el occidente hacia el Oriente y hacerlo con comprensión e inspiración.
El vehículo que caracteriza nuestros grados de Masonería es uno de simbolismo y alegoría. El crecimiento tanto espiritual como intelectual de la humanidad se ha desarrollado durante mucho tiempo por medio de este mismo vehículo que comienza con lo que las manos pueden tocar y con lo que es común en nuestra experiencia y que termina en lo abstracto que solo el alma y la mente pueden captar. . El vehículo de la instrucción ritualista masónica se adapta especialmente bien a los objetivos fundamentales de la Fraternidad. Un objetivo principal del instructor masónico debe ser ayudar al nuevo masón a explorar la riqueza de significado proporcionada en el simbolismo, la alegoría y las enseñanzas de la Masonería Esotérica.
La filosofía de la Francmasonería que se lleva a cabo en el vehículo del simbolismo y la alegoría se basa en la creencia en el potencial del ser humano individual cuyo intelecto y sentido de propósito moral surgen de la relación íntima del Creador con lo que es creado. Tal creencia enfatiza la importancia del individuo y presenta el propósito de la vida como una búsqueda continua de realización y el logro de la sabiduría y la compasión. En cada paso, los métodos adoptados para su uso en los Programas de instrucción Masónica deben ayudar al masón individual en su progreso hacia la incorporación voluntaria de la sabiduría e inspiración de la Francmasonería dentro de su propio entendimiento y convicciones.
Finalmente, tanto la magnitud como el desafío que presenta la educación masónica exigen que el instructor haga uso de la mejor información concerniente al proceso de aprendizaje en general. Se sabe mucho sobre este proceso, sobre la práctica docente eficaz y sobre la variabilidad de los estilos de aprendizaje. NO SE ESPERA QUE EL INSTRUCTOR MASÓNICO SEA UN MAESTRO A UN MAESTRO pero recordemos que en Masonería nos convertimos en Maestros de Nosotros mismos , a la vez que todos aprendemos de todos, y todos nos enseñan a todos  ; sin embargo, encontrará que un estudio de los elementos de una buena práctica docente bien vale la pena. Una de las grandes ventajas de un compromiso con la instrucción masónica es el inevitable crecimiento del propio instructor tanto en su conocimiento de la francmasonería como en su capacidad para ayudar a un nuevo hermano.
Alcoseri
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Vick Alcoseri
17 h
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Compartido con: Público


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