EN CUANTO A MANLY PALMER HALL
El motivo por el cual he decidido redactar este artículo referido a este Gran Autor, reconocido honoríficamente con el grado 33 en 1973. Es porque la prensa, la sociedad profana y, muy especialmente, los amañados documentales expuestos en YouTube en contra de la Masonería, todos sumergidos en una total ignorancia, alarmante fanatismo, y falta de comprensión, castigan a la Hermandad direccionándola falsamente, ante los ojos de la sociedad profana, como si se tratara de maldad impregnada de satanismo. Demostraremos ahora, de manera clara y concisa, lo totalmente equivocados e infundados que están estos criterios, para lo que debemos profundizar en el verdadero entendimiento de su significado, fruto de lo cual nos adentraremos a varios párrafos del desarrollo de sus obras y brindaremos además una opinión clara de quién o qué es Dios para nosotros… A continuación usted podrá entender cuál es la verdadera esencia de los escritos de este autor.
Primero que nada debemos aclarar que el término Lucifer no tiene raíces históricas comprobadas, se trata más bien de la traducción forzada por san Jerónimo en su Vulgata Latina donde encuentra en la palabra hebraica Helel (en un texto de Isaías cuyo significado literal es “Resplandeciente”) el nacimiento de éste término.
Nacido el 18 de marzo de 1901 y finado el 29 de agosto de 1990, Manly Palmer Hall escribió obras de talento máximo y gran carácter. Comenzaremos citando un párrafo del más importante de sus libros, “The Secret Teachings of All Ages: An Encyclopedic Outline of Masonic, Hermetic, Qabbalistic and Rosicrucian Symbolical Philosophy” (Las Enseñanzas Secretas de Todos Los Tiempos, un Contorno Enciclopédico Masónico, Hermético, Cabalístico y de Simbología Filosófica Rosacruz), la escribió, sin ser aún un Francmasón, en 1928.
– En su capítulo referente a los Quince Diagramas Rosacruces y Cabalísticos, cita: “Lucifer es el más grande misterio del simbolismo. El conocimiento secreto de los Rosacruces concerniente a Lucifer, esta, sin lugar a dudas muy claramente adelantado, y que en lo virtual revela esa verdadera identidad, un preciadísimo secreto guardado, sobre lo que muy poco ha sido escrito. Lucifer está representado por el número 741. Von Welling no ha conseguido completar su exposición de los quince diagramas; tener que hacerlo entonces habría sido contrario a los principios de filosofía Cabalística. El profundo significado es revelado únicamente por arduo estudio y contemplación”.
Claramente podemos identificar a Lucifer con “un Simbolismo” de acuerdo a filosofía cabalística y rosacruz que nos lleva a la búsqueda de conocimiento, “un concepto” complejo y esotérico, claro está, sobre cuyo verdadero entendimiento no se ha escrito mucho. Entonces notamos que se refiere a una constante e inherente “investigación”.
Ahora bien; con respecto al término Baphomet, que incluyo en la presente publicación, solo a manera de breve comentario, basta con leer a Eliphas Levi y su libro “Dogma y Ritual de la Alta Magia”, Segunda Parte, Ritual, Capitulo XV, El Sabbat de Los Hechiceros, expone el significado completo, ampliamente detallado, de la simbología y representatividad de esta palabra, basado en el concepto del Macho cabrío de Mendés.
– Prosiguiendo con nuestro análisis exponemos a continuación un importante párrafo de su obra “The Lost Keys of Freemasonry” (Las Claves Perdidas de la Francmasonería), Capítulo IV, Compañero, cita: “…Cuando el Maestro logra entender que la clave del guerrero en el muro significa el debido empleo del fuego de la potencia humana, habrá desentrañado el misterio de su Gremio. Tiene en potencia y en sus manos las demoledoras energías de un Lucifer, pero, antes de que se le permita seguir adelante y en sentido ascendente, debe probar su capacidad de aplicar tal energía. Debe seguir las huellas de su predecesor, Tubal-Caín, quien con la eficacia y fortaleza de un dios de la guerra fundió su espada y la convirtió en arado”.
El significado de éste acápite es muy sencillo de explicar; cuando Manly P. Hall utiliza las palabras “un Lucifer” y no solamente “Lucifer” evidentemente hace una analogía ejemplificando las cualidades del Compañero Francmasón que está listo para comprender que en su sentido de progreso tiene tanta energía como para desenvolverla en todo lo que le favorezca su dominio sobre toda clase de emociones violentas; equilibrio en situaciones enojosas; bondad ante la maldad, y sencillez con sus potencias anexas. Lo mismo se entiende cuando cita a Tubal-Caín. Cualquiera que haya leído por completo el Capítulo IV del libro mencionado entenderá fácilmente esto, ya que, simplemente se está refiriendo a que un compañero posee esa gran fuerza y debe saber cómo administrarla.
– Continuemos con la misma obra, Capítulo V, El Maestro Francmasón, cita: “Tras el grado de Maestro hay otro, no conocido del mundo. Muy por encima de él, se alzan otras gradas, ocultas por el velo de azul que divide lo visible de lo invisible. El verdadero Hermano sabe esto; por lo tanto, él trabaja teniendo en cuenta un fin mucho más allá del alcance de la inteligencia humana. Trata de hacerse merecedor de traspasar ese velo, y unirse a la legión de los elegidos”.
– Y en su libro: “Lectures on Ancient Philosophy – An Introduction to the Study and Application of Rational Procedure” (Lecturas Sobre Filosofía Antigua – Una Introducción al Estudio y Aplicación del Procedimiento Racional) menciona: “La Francmasonería es una fraternidad dentro de una fraternidad. Una organización externa que oculta una hermandad interna de elegidos. Antes de que sea posible discutir inteligentemente el origen de la orden, es necesario, por lo tanto, establecer la existencia de estas dos órdenes separadas pero interdependientes. Una visible y otra invisible”.
Fácilmente podemos desvelar esta situación, simplemente apelemos nuevamente al libro “Las Claves Perdidas de la Francmasonería”, Capítulo V, Maestro cita: “…según la orden de Melquisedec, su palabra está por encima de la ley…”, se refiere, obviamente, a la palabra del Maestro.
Pero; ¿Que significa la orden de Melquisedec? Para responder esta cuestión, mejor aún, acudamos a su libro: “Melquisedec and The Fire’s Mistery” (Melquisedec y el Misterio del Fuego), Segunda Parte, El Hombre, Gran Símbolo de los Misterios, cita: “sólo la más elevada de todas las órdenes ocultas que existen únicamente en el mundo interno puede ser llamada “orden de Melquisedec”, aunque en otras naciones tenga otros nombres. Ésta orden está compuesta internamente por los graduados de otras escuelas de misterios que hayan alcanzado ya ese punto en que les es posible darse nacimiento a sí mismos de sus propias naturalezas, al igual que la misteriosa ave fénix, la cual, al morir, deja salir de adentro de sí misma otra ave que sale volando… la secreta orden de Melquisedec no podrá jamás aparecer en el mundo físico mientras la humanidad esté constituida de acuerdo con su presente esquema. Es la suprema escuela de misterios, y sólo unos pocos han alcanzado ese punto en que se han unido sus naturalezas humana y divina tan perfectamente que han llegado a ser simbólicamente bicéfalos… El espíritu no es masculino ni femenino, sino ambas cosas a la vez: una entidad andrógina. La manifestación perfecta del espíritu andrógino debe ocurrir a través de un cuerpo andrógino que se genere a sí mismo. Pero muchos millones de años deberán pasar antes que la raza humana aprenda las lecciones de polarización suficientemente bien como para asumir esta nueva naturaleza con inteligencia. Ese día todo estará complete por sí mismo… tal es el misterio del rey-sacerdote y tal fue la posición que Jesús alcanzó cuando fue llamado por siempre sacerdote según la orden de Melquisedec. Todo esto se encuentra simbolizado en los emblemas del grado 33 de la francmasonería”.
Entonces notamos claramente que no se refiere a la existencia de una logia dentro de la logia, sino al que uno debe seguir trabajando de manera interminable en su misma vida, buscando un constante mejoramiento y hasta perfeccionamiento del mismo cuerpo humano. Así lograr formar parte de la Orden de Melquisedec, Rey de Salem (Paz), sacerdote del Dios Altísimo, que bendijo a Abraham y éste le dio el diezmo de su victoria. Cuyo nombre, es rey de Justicia y rey de Paz; es sin padre, sin madre, sin genealogía, no tiene ni comienzo ni fin de su vida, sino que es hecho así semejante al Hijo de Dios; permaneciendo sacerdote a perpetuidad. Presentado como superior a Abraham, puesto que le bendice, “sin duda, es el inferior a quien bendice el superior” (Génesis 14, 18–20) y cuya Orden, como menciona Manly P. Hall, es la Orden donde continúan sus trabajos los graduados de otras órdenes.
Asimismo, para complementar este análisis acudamos, otra vez, al libro “Las Claves Perdidas de la Francmasonería”, Capítulo III, Aspirante a Aprendiz, cita: “Las insignias en los relojes o en las solapas no hacen Francmasones; ni tampoco la observancia de un ritual. Los Francmasones deben evolucionar a través de un esfuerzo de su propia conciencia hacia superiores ideales personificados dentro de sí mismos; sus vidas son la única insignia de su rango, más grandes que cualquiera de las credenciales visibles y tangibles”
En el Capítulo VI, Las Cualidades del Verdadero Francmasón, cita: “Hay miles de Francmasones que tan sólo son hermanos nominales, porque su ineptitud para ejemplarizar los ideales de la Orden los hace incapaces de la responsabilidad de las enseñanzas y fines de la Francmasonería… Cuando este hecho sea comprendido y vivido verdaderamente, la Francmasonería despertará y pronunciará la palabra largamente reprimida. Entonces, la Orden pasará de especulativa a operativa y la vieja Sabiduría tanto tiempo oculta surgirá de entre las ruinas de su templo como la mayor de las verdades espirituales que jamás se haya revelado al hombre”.
En su Adenda, La Túnica Azul y Oro, cita: “El hombre es un dios en potencia, y, tal como aparece en los místicos mitos de Egipto, él va siendo modelado en la rueda del alfarero. Cuando su luz surge para levantar y preservar todo a su alrededor, entonces recibe él la triple corona de la bondad, y se junta a la multitud de Maestros Francmasones que, con sus vestes azul y oro, se hallan empeñados en tratar de disipar las tinieblas de la noche con la luz que debe irradiar de toda Logia Masónica”.
Y para culminar este punto con completa claridad volvemos al libro “Melquisedec y el Misterio del Fuego”, Segunda Parte, El Hombre, Gran Símbolo de Los Misterios, cita: “En realidad, el Reino de los Cielos está dentro del hombre mismo, mucho más de lo que él imagina; y así como el cielo está en su propia naturaleza, así también la tierra y el infierno se encuentran en su constitución, porque los mundos superiores circunscriben e incluyen a los inferiores, y la tierra y el infierno están incluidos dentro de la naturaleza del cielo. Como hubiera dicho Pitágoras: “Los mundos superiores e inferiores están comprendidos dentro del área de la Esfera Suprema”. “El cuerpo de Dios está compuesto por la substancia de la luz”. Donde hay luz está Dios. El que adora a la luz, adora a Dios. El que sirve a la luz, sirve a Dios. ¿Qué símbolo más adecuado podría concebir el hombre del eterno y latente Padre Divino que el viviente, vibrante y radiante fuego? El fuego es el más sagrado de todos los elementos y el más remoto de todos los símbolos”.
Más claro aún, demostrado está que, nuestro autor se refiere a la existencia de Francmasones nominales y espiritualmente ineptos, quienes alardean el ser masones, la logia visible, y los verdaderos que si están preparados adecuadamente para su consagración porque se dedican a la constante búsqueda de la perfección del ser humano, quienes no tienen la necesidad de jactarse de pertenecer a la orden, la logia invisible, los que merecerán el ingreso a la Orden de Melquisedec, cuyo significado ya explicamos. Y nuevamente nos debemos referir a un entendimiento totalmente simbólico, en el que uno debe buscar la mejor versión de sí mismo, pues todo el universo está en nuestro interior, el cielo y el infierno están dentro de nosotros, uno elige si hace de su vida un paraíso o un averno y que sólo el alcanzar esa perfección, esa felicidad, esa luz, está en nosotros mismos.
Aquí llegamos a la explicación de lo que es Dios para un francmasón, Guliano Di Bernardo en su libro “Filosofía de la Masonería”, Capitulo 6, Masonería y Religión, en síntesis, cita: “…la Masonería puede no ser una religión sin tener que rechazar la trascendencia. Por lo tanto no se disminuye solo a la intervención del Dios cristiano (trascendente, real y personal) en la historia del hombre, abarca más aun la aceptación de Dios en cuanto a todas las religiones se refiere. Entonces la espiritualidad que la caracteriza no puede ser la de una religión, ya que, si lo fuera la reduciría a una religión. El "Gran Arquitecto del Universo", no representa ni el Dios de una religión particular (cristiana, judía, musulmana y otras) ni el Dios deístico; del que, sin embargo, la Masonería no ofrece una doctrina de fe propia”.
Las nociones del ateísmo afirman que Dios no existe y que nunca fue necesario para la creación del Universo, mismo que fue originado de la nada en absoluto; fruto de una colisión de materia y antimateria (el big bang), la materia salió vencedora e inmediatamente se expandió a una velocidad increíble hacia todas partes.
Es ahora el momento exacto de presentar mi propio concepto de GADU y en el que estoy plenamente de acuerdo con René Guénon y su libro “El Simbolismo de Cruz”, Capitulo IV, Las Direcciones del Espacio, en síntesis, cita: “ES EL ORIGEN INVISIBLE DE TODAS LAS COSAS”, EL “PUNTO” OCULTO DE QUIEN TODO PROCEDE Y TOMA NACIMIENTO. El Sepher Ietsirah dice: “Antes del Uno, ¿qué puedes tú contar?”. Es decir, antes de ese punto, no hay nada, excepto Ain, es decir, el misterio del éter puro e inaprensible. Es el “Comienzo” comprensible de todas las cosas, “El Pensamiento” Creador (Mahasheba). El Palacio interior, el quinto elemento, el éter siempre misterioso. El Santo de los Santos, La Shekina “Presencia Divina” (la misma expansión del que todos los seres y todas las cosas emanan, ES EL PUNTO DIVINO DE LA CREACIÓN QUE SE ENCUENTRA EN TODAS PARTES DEL UNIVERSO, ES EL GEÓMETRA QUE ACTÚA COMO LA CONSCIENCIA MISMA DEL COSMOS, ES DIOS EN NOSOTROS).
Y es en este punto donde damos muerte al ateísmo pues el hombre arreligioso, hierático, es quien se reconoce como único sujeto y agente de la historia, y rechaza toda llamada a la trascendencia. No aceptando ningún modelo de humanidad fuera de la condición humana. Se hace a sí mismo y no llega a hacerse completamente más que en la medida en que se desacraliza y desacraliza al mundo… No llegará a ser él mismo hasta el momento en que se desmitifique radicalmente. No será verdaderamente libre hasta no haber dado muerte al último dios.
– Pero el lector debe saber que no estoy de acuerdo en todo lo que cita Palmer Hall, en el presente estudio, lo cual demuestra mi imparcialidad y libertad. A continuación, presento un párrafo extractado, nuevamente, del libro “Melquisedec y el Misterio del Fuego”, Segunda Parte, El Hombre, Gran Símbolo de los Misterios, cita: “¿Por qué no habría de ser el cristianismo una Escuela de Misterios? Su fundador fue un iniciado en los Misterios Esenios. Los esenios fueron discípulos del gran Pitágoras y estaban también en contacto con las Escuelas Secretas de la India. El Maestro Jesús fue un hierofante profundamente versado en el antiguo Arcano. San Juan mismo, por sus escritos, prueba que estaba familiarizado con el ritualismo de los cultos egipcios, y se sostiene que San Mateo fue el maestro de Basílides, el inmortal sabio egipcio, fundador, juntamente con Simón el Mago, del Gnosticismo, el sistema de misticismo cristiano más elaborado que jamás surgiera del tronco principal de la iglesia de San Pedro. Durante su historia primitiva en Roma, el cristianismo estuvo en constante contacto con el Mitraísmo, la filosofía del fuego, en Persia, de la cual extrajo no pequeña parte de sus rituales y ceremonias”.
Al igual que el Dr. Serge Raynaud en su Libro Negro de la Francmasonería, e inclusive textualmente, nuestro autor en cuestión menciona que Jesucristo fue iniciado en los misterios Esenios, debo mencionar mi desacuerdo con ambos en este punto. Pues Flavio Josefo, “Antigüedades Judaicas” XVIII, I, expone que los esenios tenían costumbres vegetarianas, no ingerían bebidas alcohólicas y acostumbraban ayunar; pero Jesús comía carne, bebía vino y no debía ayunar mucho, él mismo lo reconoce en Mateo, 11, 19: “Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos”. Y en Lucas, 5, 33: “Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben?”; y esto nos aleja bastante de la teoría que nuestra al Maestro Jesús como un Esenio, es más probable que haya sido Zelota, pues su descripción y costumbres coinciden plenamente con la de los Zelotas, razón por lo que personalmente pienso que Jesucristo fue iniciado con los Antiguos Hebreos que habitaban en Egipto.
– Finalmente, de manera complementaria debo mencionar como este gran autor nos enseña que alma y espíritu no son lo mismo, en su libro “Invisible Forces” (Fuerzas Invisibles), Capítulo V, El Morador del Umbral, La Formación del Alma, cita: “En los tiempos presentes, usamos dos palabras: alma y espíritu como si significasen la misma cosa. Esto no es correcto. “…el alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18, 4). El espíritu no muere. En filosofía oculta, el espíritu es esa esencia que siempre existe y que constituye la parte inmortal de todas las cosas creadas en cualquiera de los siete mundos en que se manifiesta el plan cósmico. El espíritu es indestructible, increado, y es el germen de la divinidad en todas las creaciones manifiestas; es Dios en nosotros, la permanencia eterna, el triple espíritu del ser. El alma es la vestidura del espíritu; el fruto o esencia de toda la experiencia que se ganó por medio de la manifestación en los mundos concretos de materia mental, de materia astral y de sustancia física. En el sentido espiritual el hombre sólo puede ser vestido por sus virtudes. De ahí que el logro del áureo ropaje del alma es la verdadera razón de la vida”.
Lo anterior también es mencionado en su obra “Las Enseñanzas Secretas de Todos los Tiempos”, al igual que otros importantes conceptos, pero estos ameritan un análisis exclusivo que, por supuesto, estudiaremos dedicándole el tiempo que amerita. Pues ha llegado el momento en el que comienza la profunda e incesante búsqueda de la verdadera luz “La Estrella de la Mañana”.
“Entonces queda claro que lo que mejor nos define es ese clima de libre examen, de ponerlo todo a tela de juicio, un estilo de mejoramiento intelectual continuo en el mundo universitario y en todos los campos del saber, una constante investigación y perfeccionamiento espíritu-corporal del ser, lo que nos sitúa en un concepto actual”.
Es cuánto.
“Todo lo tuyo es tuyo y con tu luz jamás se ira de tu lado, amate a ti mismo, luego podrás amar a tu prójimo como a ti mismo y finalmente tener el sublime sentir de amar a tu prójimo más que a ti mismo. Namasté”.