Los Cuentos Masónicos de Kadyr
Benjamín Piedra, era alguien que día
tras día leía a “Kadyr el francmasón Cuenta Cuentos”, así dedicaba buen tiempo
de sus días a leer y mientras leía en ocasiones releía un párrafo en especial,
hacia algunos apuntes y volvía a retomar la lectura, se detenía, meditaba, se
paraba caminaba y hacia sus cosas habítales.
Benjamín Piedra, no contaba a nadie
de los cuentos de Kadyr, pues en su círculo de amistades, familiares o
conocidos no había con quien compartir ideas acerca del esoterismo masónico, y
aunque Benjamín Piedra era masón en su taller no había masones del tipo que
comprendiese el profundo esoterismo masónico; aun así esto no le importaba en
lo más mínimo, pues consideraba que tras los dichos y relatos de los “Cuentos
de Kadyr” había un profundo trasfondo; Benjamín Piedra era casado, pero igual sus
hijos y su esposa no comprendían lo que sucedía con su padre y marido , pero a
esto ellos se habían acostumbrado. Pero como siempre sucede un buen día , y la
esposa de Benjamín , una buena mujer llamada Brenda Martínez cursó miradas con
su esposo Benjamín y notó un bello resplandor en los ojos de su esposo, esto
hizo que Brenda entrara en un estado superior de consciencia al menos por unos
momentos, suficientes estos para contactar su la esencia interior de su marido
francmasón, y fue cuando le preguntó sobre qué leía, Benjamín le explicó a su esposa de los
cuentos masónicos, y porqué releía esos
cuentos de Kadyr. – Pero ¿Por qué
releerlos? Preguntó Brenda – A lo que Benjamín Piedra le explicó, Brenda mi
amor, cada que leo un Cuento de Kadyr, encuentro algo diferente, entiendo algo
más, todo va en cuanto yo evoluciono , en cuanto y digiero en mi interno un
relato que bien pude tener miles de interpretaciones y a la vez sólo una real,
asimila mi Ser algo y mi alma obtiene un crecimiento , si bien los cuentos de
Kadyr son digamos tomados como infantiles, es correcto esto me hace contactar
con la esencia de niño que perdí con el paso del tiempo. Brenda escucho con atención lo dicho por su
esposo masón, y comprendió perfectamente lo explicado, pues cada ser humano ,
aun y muy materializado y atrapado por los tentáculos del mundo tiene algo limpio
y cristalino dentro; pero luego de algunos instantes Brenda perdió su estado de
lucidez , olvidando todo lo explicado, o
aparentemente olvidándolo; su esposo Benjamín Piedra notó claramente esto que su
esposa había regresado de nuevo a lo cotidiano , lo notó en su mirada y en su
voz, pero acertó a pensar que su esposa había obtenido algo, un flashazo de Luz
, que marcaría su interno para siempre. Brenda jamás volvió a preguntar al
respecto de los Cuentos Esotéricos masónicos, pero de cuando en cuando, su
mente repasa lo dicho por su esposo masón.
Las formulas litúrgicas masónicas son
repetitivas, tenida tras tenida, sesión
tras sesión masónica, uno comprenderá un algo más, ninguna tenida es desperdiciada,
siempre encontrarás un algo más, entenderás un algo más, y recordando que la
trama alegórica de Hiram Abiff es un cuento más, un infantil relato más, pero
que tendrá para ti un siempre nuevo significado.
Si Usted lee esto espero lo capte y
si no lo capta da igual , pero de todos modos en su momento germinará la
semilla que en Usted hoy he sembrado
Alcoseri