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General: LA FAMILIA DE JUAN MARCOS ES LA PROPIETARIA DEL GRIAL
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El Santo Grial, el cáliz en que Jesús dio a beber vino (su sangre) a los discípulos, es un enigma.
Incluso ha sido buscado afanosamente por muchos ocultistas por el poder mágico atribuido, incluso Hitler hizo ingentes esfuerzos, ver aquí.
Son varios lo cálices que hay en el mundo que se atribuyen ser las verdaderas reliquias del santo grial. . Pero hay tres que tienen más predicación, el que se conserva en Valencia, el que se conserva en León, ver aquí y el vaso que usaba el Padre Pío, ver aquí.
El Santo Grial, el cáliz que utilizó Nuestro Señor Jesucristo en la Última Cena, y en el que convirtió por vez primera el vino en la sangre del Señor, es una reliquia que ha unido la leyenda con la verdad.
Los caballeros de la Edad Media tenían como ideal la búsqueda del Santo Grial. . Al que se atribuían poderes milagrosos y contenía un alto significado espiritual. . Esto se manifestó en los Caballeros de la Tabla Redonda, en las grandes obras musicales de Ricardo Wagner, Parsifal y Lohengrin; lo buscó afanosamente Hitler. . E incluso modernamente tenemos la búsqueda del Santo Grial en una película de Steven Spielberg con Harrison Ford titulada «Indiana Jones y la última cruzada». . Por el mundo hay varios cálices que pretenden ser el Santo Grial de la Última Cena, pero parece que el que está en Valencia sería el auténtico.
LA APARENTE POSICIÓN DEL VATICANO
Últimamente el Vaticano da señales de la autenticidad de la copa de Cristo que se venera en Capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia.
Una de ellas es aceptar que Valencia pueda celebrar un Año Santo Jubilar cada cinco años en conmemoración del Santo Cáliz de la Última Cena.
Esta señal la ha dado el cardenal Mauro Piacenza, penitenciario Mayor de la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede.
Y la dio a conocer monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, en la propia Catedral de Valencia, y posteriormente a través de un comunicado oficial de la Agencia AVAN(Arzobispado de Valencia Agencia de Noticias), recogido en la web de la Arquidiócesis de Valencia.
El Santo Cáliz de Valencia competía estrechamente con el de León – conocido como el Cáliz de Doña Urraca – por el reconocimiento de ser el cuenco que Jesucristo utilizó en la última Cena.
Recomendamos leer también:
El Cenáculo: centro de la Santa Sión cristiana
Cómo fue la Última Cena de Jesús con sus discípulos
En este video está el anuncio en favor de Valencia que realizó el monseñor Carlos Osoro durante una misa en la Catedral de Valencia:
En el museo de la catedral de Valencia se conserva el cáliz que la tradición aragonesa y buena parte del cristianismo identifica con el Santo Grial, y que consta de dos piezas:
El Santo Grial tiene 17 centímetros de altura. La copa mide 5,5 de altura y 9,5 de anchura. . El pie está adornado de perlas y esmeraldas. . El arqueólogo Antonio Beltrán ha fechado la talla de la copa superior en torno al siglo I.
El pie con asas se habría sido añadido posteriormente.
El pie consta de una columna central hexagonal con una tuerca redonda al medio y terminada en dos pequeños platos, uno donde se apoya la copa superior y otro en la parte inferior que sostiene el pie.
Las asas tienen forma de de serpiente, con sección también hexagonal.
La base, de forma elíptica, es de calcedonia y contiene 28 pequeñas perlas, dos rubíes y dos esmeraldas, todo ello guarnecido en oro.
¿CUÁL FUE SU PERIPLO?
La historia del Santo Cáliz empieza en Roma, previsiblemente llevado por San Marcos a la Ciudad Eterna junto con San Pedro. . El Papa Sixto II lo entregó a su diácono San Lorenzo, español, el año 258, ante la persecución romana a los cristianos.
San Lorenzo lo hizo llegar a su familia, en Huesca, y pasó por Yebra, Sirena y San Juan de la Peña, para llegar a Zaragoza y, desde 1437, venerarse en la catedral de Valencia.
http://forosdelavirgen.org/75104/el-vaticano-justifica-que-el-verdadero-santo-grial-es-el-de-valencia-y-no-el-de-leon-14-10-03/ |
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EL MARTIRIO DE SAN MARCOS
Se cree que Marcos fue martirizado en el año 68.
Los Hechos de San Marcos, un escrito de mitad del siglo IV, refieren que San Marcos fue arrastrado por las calles de Alejandría, atado con cuerdas al cuello. Después lo llevaron a la cárcel.
Se cuenta que el ángel del Señor se le apareció y le dijo:
“Oh Marcos, siervo bueno, regocíjate, porque tu nombre ha sido escrito en el libro de la vida, y se ha contabilizado en la congregación de los santos”.
El ángel desapareció, entonces el Señor se le apareció y le dio la paz. Su alma se regocijó y se alegró. . A la mañana siguiente, los paganos sacaron a San Marcos de la prisión. . Le ataron el cuello con una gruesa cuerda e hicieron lo mismo que el día anterior, lo arrastraron por las rocas y piedras. . Por último, San Marcos, entregó su alma en las manos de Dios y recibió la corona del martirio.
Luego echaron su cuerpo a las llamas, pero los creyentes llegaron y tomaron el cuerpo santo, se lo llevó a la iglesia de Bokalia, lo envolvieron, rezaron al santo, y lo colocaron en un ataúd.
Pusieron el ataúd en un lugar secreto en esta iglesia.
En el 828 se cree que el cuerpo de San Marcos fuero robado de Alejandría por comerciantes venecianos y llevado a Venecia.
Plaza de San Marcos en Roma
En 1063, durante la construcción de una nueva basílica en Venecia, las reliquias de San Marcos no pudieron ser encontradas.
Según la tradición, en 1094 el santo reveló la ubicación de sus reliquias, extendiendo un brazo desde un pilar.
Estas fueron colocados en un sarcófago en la basílica.
Pero los coptos creen que la cabeza del santo quedó en Alejandría. . Cada año, en el día 30 del mes de Babah, la Iglesia Copta conmemora la consagración de la iglesia de San Marcos. . Y la aparición de la cabeza del santo en la iglesia copta de San Marcos, en Alejandría, donde se conservaría su cabeza.
En junio de 1968 el Papa Cirilo VI de Alejandría envió una delegación oficial a Roma para recibir una reliquia de San Marcos del Papa Pablo VI.
La delegación estuvo integrada por 10 metropolitas y obispos, siete de los cuales eran coptos y tres etíopes, y tres prominentes líderes coptos laicos.
EL ESTUDIO DEL PADRE JORGE LORING
El fallecido jesuita español ha realizado más investigación sobre el Santo Grial.
La palabra «grial» unos opinan que es una evolución de la palabra hebrea «goral» que significa copa grande, vaso, recipiente.
Otros opinan que procede del romance ibérico, pues con este significado aparece en el Arcipreste de Hita, en el Amadís de Gaula e incluso en el Quijote de Cervantes.
Si realmente la palabra «grial» procede de España, sería una confirmación de la existencia aquí del Santo Cáliz.
En aquel tiempo las copas de más valor no eran las de oro y plata, sino las de piedras preciosas.
En las épocas griega y romana era de uso frecuente, en mesas lujosas, los vasos de piedras ricas.
Plinio nos dice que los antiguos se preciaban de hacer cálices de piedras preciosas: y explica cómo se hacían.
En muchos museos y colecciones figuran vasos greco-romanos de piedra.
Una evidencia que maneja el padre Loring está referida a las fórmulas de los cánones de misa.
Después del Concilio Vaticano II tenemos varias fórmulas para decir el canon de la misa: unas más largas y otras mas cortas.
Pero hasta el Concilio Vaticano II sólo había una fórmula: la del Canon Romano. Y se conserva inalterada desde los tiempos apostólicos.
Consta por la historia que en Roma había un cáliz, llamado el «cáliz papal». . Porque con él sólo decía misa el Papa, pues era el mismo cáliz que había utilizado el Señor en la Última Cena.
Cuando la persecución del emperador Valeriano, que se estaba apoderando de los bienes de la Iglesia, el Papa de entonces, San Sixto II, encargó al diácono San Lorenzo, que era el administrador de los bienes de la Iglesia de Roma, que salvara el cáliz del Señor de la rapiña del emperador.
Al texto de esta carta se refiere el pergamino nº 136 de la colección Martín el Humano del Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona.
Es conocido el cuadro de la basílica romana de San Lorenzo-extramuros, en las afueras de Roma, en el que está San Lorenzo entregando un cáliz a un soldado que lo recibe de rodillas.
Este soldado se trajo el cáliz a Jaca y se lo entregó a la familia de San Lorenzo, y éstos al Obispo de Jaca.
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Durante la invasión musulmana, este cáliz se escondió en el Pirineo aragonés. Por eso los Caballeros Medievales no sabían dónde estaba, y lo buscaban por el mundo.
En el siglo XIV, Martín el Humano, rey de Aragón y Cataluña, quiso llevarse a su Oratorio Real el Santo Cáliz del Señor, que se conservaba en el Monasterio de San Juan de la Peña, en el Pirineo aragonés, y en compensación hizo al monasterio un valioso donativo.
De esta donación se conserva documentación en el Archivo de la Corona de Aragón del 26 de Septiembre de 1399.
Más tarde, el 18 de Marzo de 1437, Alfonso el Magnánimo entregó el Santo Cáliz a la catedral de Valencia para que allí fuera custodiado; y ahí se encuentra desde entonces.
El 8 de Noviembre de 1982 el Papa Juan Pablo II, en su visita a la catedral de Valencia, oró ante él de rodillas, y lo utilizó cuando celebró misa en el Paseo de la Alameda, en la que ordenó a ciento cincuenta nuevos sacerdotes, procedentes de toda España.
Don Antonio Beltrán, Catedrático de Arqueología en la Universidad de Zaragoza, estudió el Santo Grial y en su libro «El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia», publicado en 1984, dice:
«La Arqueología no tiene nada que oponer a la autenticidad del Santo Cáliz; antes bien, es capaz de probar con seguridad que, dada la fecha y origen de la copa, ésta pudo estar perfectamente en la mesa de la Cena del Señor.
Al resultado de nuestra investigación hemos llegado sin apartarnos un ápice del recto camino de observación, interpretación y determinación cronológica; pasos obligados en todo estudio arqueológico».
Fuentes:
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Durante siglos grandes investigadores de la cristiandad dedicaron sus vidas a la búsqueda del cáliz en el que el Mesías consagró la primera eucaristía ante sus discípulos. La verdad sobre el misterios de dicha copa puede estar muy cerca de nosotros.
El sueños de una búsqueda
Para los cristianos, el Santo Grial es y siempre ha sido la copa usada por Jesús para consagrar el vino en la última Cena; el auténtico receptáculo que recibió la sangre de Cristo en el recién instituido sacramento de la Eucaristía. Esta preciosa reliquia ha originado un importante número de historias fantásticas sobre guerreros, monjes y reyes que se embarcaban en su búsqueda. Esto fue así, no sólo en la época medieval, sino también en nuestros días, dada la actual popularidad de las leyendas sobre el Santo Grial y películas tales como " Indiana Jones y la última Cruzada", en la que el aventurero descubre un gran número de posibles griales en la inverosímil ubicación de Petra, Jordania. Es innegable que Jesús utilizó una copa para la ocasión y que ésta es un objeto histórico y no un mito. Otros definen el Grial simplemente como un interrogante personal o una exploración del ser, o lo relacionan con toda suerte de antiguas leyendas y ritos de la fertilidad, conduciendo a una gran confusión como la que tenemos actualmente.
San Pedro y San Marcos
Muchos estudiosos creen que el Cenáculo -la habitación en la que tuvo lugar la última Cena-, y el Santo Cáliz, eran propiedad de la familia de San Marcos, el Evangelista, que hizo de intérprete de San Pedro Roma. Ambos vivían en estrecha relación y, según la interpretación católica, parece tener sentido que Marcos diera la Santa Copa a Pedro, por la simple razón de que muy importante para los primeros cristianos usar reliquias en la liturgia, y además él era la cabeza de la Iglesia. La tradición española afirma que San Pedro se llevó el Santo Cáliz consigo a Roma, pasándolo a sus sucesores que lo custodiaron hasta la persecución del emperador Valeriano en el año 258. Debido al grave peligro suponía que la preciosa reliquia cayera en manos de los romanos, el Papa Sixto II, sabiendo que pronto sería martirizado, confió la copa a su tesorero y diácono, San Lorenzo. Éste a su vez se la entrego a un soldado de su confianza pidiéndole que la llevara a Huesca, donde sabía que su familia se haría cargo de ella.
El Grial en España
La copa permaneció en Huesca hasta la invasión musulmana. El obispo de la ciudad, Audeberto, abandonó con el Santo Cáliz su tierra en el 713 para refugiarse en la cueva M monte Paño donde vivía el ermitaño Juan de Atares; lugar en el que posteriormente se fundó y se desarrolló el monasterio de San Juan de la Peña, de[ que surgió un núcleo de hombres esforzados que acometieron la reconquista contra los musulmanes . Tuvo esta lucha caracteres épicos, que no dejaron de ser aprovechados por la creación literaria, ya que, según algunos historiadores, constituyen el origen o la fuente de poemas tan célebres como los de Chretien de Troyes Wolfram de Eschenbach, con su héroe Parceval o Parzival, quien será posteriormente el Parsifal de Ricardo Wagner.
En todos estos poemas hay un vaso maravilloso, al que se denomina "Graal" o "Grial" y cuya relación con el Santo Cáliz es fácil comprender.
La presencia del Santo Cáliz en San Juan de la Peña está testificada por un documento del 14 de septiembre de 1399 el Cáliz pasó a ser custodiado en Zaragoza, a petición del rey de Aragón, Martín I, el Humano. En el texto de entrega, conservado en Barcelona, se hace constar que el Santo Cáliz fue remitido desde Roma con una carta de San Lorenzo.
Durante el reinado del rey Alfonso V, el Magnánimo, la reliquia fue trasladada a la ciudad de Valencia. Desde el 18 de marzo de 1437 se conserva en la catedral de la capital del Turia, según un documento en el que se refiere al "Cáliz en que Jesucristo consagró la sangre el jueves de la Cena".
"EL 26 DE SEPTIEMBRE DE 1399 EL CÁLIZ PASO A SER CUSTODIADO EN ZARAGOZA, A PETICIÓN DEL REY DE ARAGÓN, MARTÍN I, EL HUMANO. EL SANTO GRIAL FUE REMITIDO DESDE ROMA."
En siqlos posteriores el Cáliz quedó sometido a diferentes peligros, entre ellos, los rigores de la guerra. En 1808 algunos devotos vieron amenazadas sus vidas en el intento de esconder la supuesta pieza sagrada de la rapiña francesa.
En 1936, con el estallido de la guerra civil, la Santa Copa fue escondida camuflada dentro de los cojines de un sofá, que a su vez se ocultaba en un compartimento secreto de un armario tras una pared de piedra. De esa guisa permaneció los años del conflicto hasta que pudo al fin ser expuesto para el culto de los fieles. La reliquia se exhibe en momentos puntuales como el protagonizado por el Papa Juan Pablo II en su primera visita a España acontecida en 1982. En ese capítulo histórico para nuestro país, el anterior sumo pontífice celebró la Santa Misa con el Grial como testigo privilegiado del oficio.
La hipótesis de Glastonbury
Un serio rival de la tradición de San Lorenzo, al menos en la opinión popular, es la leyenda de que José de Arimatea levó el Santo Grial: a Inglaterra. Está basada en el poema Joseph of Arimathea, del poeta Robert de Boron, que confirma la leyenda apócrifa de Nicodemo, añadiendo que José de Arimatea llevó el Grial a Glastonbury para unir la cristiandad a los huesos del legendario Arturo que se suponía habían sido enterrados allí. El poema narra que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo en una vasija que fue usada como bandeja para el pan y el cordero pascual en la Última Cena, y luego la entregó al dios celta Bron que la levó a Occidente como un talismán de inmortalidad.
No es difícil comprender que esta leyenda no se basa en nada jamás probado y el Grial en este caso no es una copa histórica, sino más bien una bandeja que no existió en realidad. Nos encontramos ante un ejemplo perfecto de mezcla de fantasía y veracidad histórica que permite muchas discusiones sobre el Santo Grial.
https://sites.google.com/site/ricardocob/novedades/novedades-del-ano-2005/el-santo-grial-de-valencia
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V Encuentro Mundial de las Familias
Altar del V Encuentro Mundial de las Familias.
El V Encuentro Mundial de las Familias se celebró en la ciudad española de Valencia el 8y 9 de julio de 2006. El Encuentro Mundial de las Familias es un evento organizado por la Iglesia católica que se celebra cada tres años con carácter internacional.
El encuentro fue presidido por el papa Benedicto XVI, en el que fue su primer encuentro de este tipo y su primera visita a España desde que accedió al pontificado en 2005. Valencia había sido designada como sede del encuentro por el anterior pontífice, Juan Pablo II, a petición del rey Juan Carlos I y de los obispos españoles. Los actos principales se celebraron en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, situada en el antiguo cauce del río Turia. Benedicto XVI aprovechó la visita para reunirse con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Durante los actos del día 9 se anunció la ciudad que albergaría el siguiente encuentro, Ciudad de México, en 2009.
Marco temporal[editar]
El encuentro se enmarcó en un contexto de tensión entre la Conferencia Episcopal Española y el gobierno del Partido Socialista Obrero Español, concretamente en la oposición de los obispos al matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobado en julio de 2005, y la Ley Orgánica de Educación, aprobada en febrero de 2006.1
Poco antes del evento, el 3 de julio, descarrilaron dos vagones del Metro de Valencia en las proximidades de la estación de Jesús, causando la muerte a 43 personas. El papa hizo allí su primera parada y rezó durante cinco minutos por las víctimas.2
La mañana del 8 de julio, el papa Benedicto XVI salió del Aeropuerto de Roma-Fiumicino en dirección a Valencia. Nada más llegar a tierras españolas, tuvo lugar la ceremonia de bienvenida. Posteriormente, visitó la catedral y la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia, y recitó el Angelus Domini en la Plaza de la Virgen, de la cual, tras la oración, se trasladó a pie hacia el Palacio Arzobispal.
Por la tarde, el papa hizo una visita de cortesía a los reyes de España en el Palacio de la Generalidad de Valencia y después se reunió con el presidente del Gobierno en el Palacio Arzobispal. Más tarde, tuvo lugar el encuentro festivo y testimonial para la conclusión del V Encuentro Mundial de las Familias en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.
Por la mañana, temprano, el papa se despidió del Palacio Arzobispal y más tarde visitó la Ciudad de las Artes y las Ciencias para celebrar la misa. Después recitó el Angelus Domini. Después de la misa, tuvo lugar la ceremonia de despedida y la salida hacia Roma.
Varias asociaciones sociales, vecinales y cristianas formaron el colectivo Jo no t'espere («Yo no te espero», en valenciano) contrario a la visita del papa, al considerarla motivada por asuntos ideológicos y una excesiva influencia de la Iglesia católica en los asuntos del Estado.34 Este colectivo convocó manifestaciones antes y durante el encuentro en favor de las políticas del Gobierno frente a las posturas defendidas por la Iglesia, y en contra de los gastos originados por el evento.52
https://es.wikipedia.org/wiki/V_Encuentro_Mundial_de_las_Familias
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La verdad sobre María Magdalena: ¿fue una prostituta?
PD
Maria Magdalena (El Greco)
La Iglesia ya ha superado las confusiones históricas, pero la cultura popular se resiste...
Los evangelios presentan a María Magdalena como una discípula de Jesús, testigo presencial de su muerte en la cruz, y primera testigo de su resurrección.
En los cuatro evangelios hay doce referencias a ella, once de las cuales se vinculan directamente con la pasión y resurrección de Jesús. Sólo Lucas (8, 2-3) agrega el detalle de que “María, llamada la Magdalena” era la mujer a quien Jesús liberó de siete demonios. No se sabe nada más. Tampoco puede afirmarse que haya sido prostituta como se cree comúnmente.
Habiendo gozado del privilegio de ser la primera en contemplar el Resucitado, fue enviada por el mismo Jesús a anunciar a los apóstoles la buena noticia. Puesto que “apóstol” significa “enviado”, puede comprenderse, siguiendo este sentido, que tanto los padres de la Iglesia como Juan Pablo II la nombrasen con el apelativo de “apóstol de los apóstoles”.
La simpatía que recayó sobre María Magdalena, tanto en el cristianismo primitivo, como en el resto de la historia de la Iglesia, se refleja en la cantidad de templos dedicados a ella en Europa.
Entre la historia y la leyenda
Su conocida representación como “prostituta” o “pecadora arrepentida” no fue un plan de los apóstoles para desprestigiarla, como sostienen novelas esotéricas y pseudohistóricas, ya que ningún texto asevera cosa semejante. La errónea identificación con una pecadora arrepentida se originó recién en la Edad Media.
Fue a partir de una homilía de Pascua del papa Gregorio el Grande en el año 591, en la cual confundió a la pecadora arrepentida de Lc. 7,37, con María de Betania (Lc. ), y con María Magdalena de quien Jesús echa siete demonios (Lc 8,1), como si todas ellas fueran la misma mujer.
Muchos todavía confunden a María Magdalena con la pecadora arrepentida que aparece en el capítulo 7 de Lucas. Incluso se la confunde con la mujer adúltera que aparece en el evangelio de Juan (cap. 8), de la que tampoco sabemos su nombre.
A partir de ese momento, el lugar común de una María Magdalena prostituta, confundida con la pecadora arrepentida que aparece en el evangelio de Lucas, se extendió al arte, la predicación y la liturgia.
Sin embargo este error ya fue corregido hace décadas por teólogos católicos y por los últimos papas. En su fiesta litúrgica (22 de julio) se leen las lecturas de la escena junto al sepulcro de Jesús dándole relevancia como discípula enviada a testimoniar la fe en el Resucitado y no el texto sobre la pecadora arrepentida.
Refiriéndose al Papa que cometió este error de interpretación, la historiadora Katherine Ludwig Jansen escribe: “Sería un grueso error de interpretación histórica verlo como una conspiración o un acto malicioso de su parte. Uno debe ver a Gregorio en su contexto, un período caracterizado por intensas dislocaciones: invasiones germánicas, plaga, hambruna… el mundo romano se resquebrajaba bajo sus pies”, una época de gran incertidumbre, donde la figura de María Magdalena fue un icono de esperanza e identificación para los creyentes que pasaban “de pecadores a fieles discípulos”.
Las versiones gnósticas y New Age
A partir de muchas novelas pseudohistóricas y textos gnósticos se vuelve a proponer la versión de una relación “especial” de Jesús con María Magdalena, como si hubiera sido su esposa o su amante.
Pero los evangelios gnósticos, además de no poseer valor histórico sobre el cristianismo y ser muy posteriores a los evangelios canónicos, no hablan de ello más que un sentido simbólico y místico.
Los gnósticos tenían un gran desprecio por la mujer como un ser de segunda categoría frente al hombre y el único evangelio que habla de una relación especial entre Jesús y María Magdalena es el evangelio gnóstico de Felipe, pero lo hace para afirmar doctrinas gnósticas a través de la figura de Jesús.
A muchos lectores incautos les sedujo la idea de encontrarle una novia o esposa a Jesús, pero según las fuentes canónicas está claro que Jesús era célibe y que Magdalena tuvo un lugar destacado como discípula suya.
¿María Magdalena en el sur de Francia?
Es verdad que durante la Edad Media en Francia se creó una importante devoción en torno a la figura de María Magdalena y aparecieron leyendas alusivas a ella. Se construyeron así muchas Iglesias en su honor, aludiendo incluso a una tumba suya en Provenza en el siglo XIII.
La verdad es que no sólo no hay rastros de María Magdalena en Francia antes del siglo IX, sino que fueron puras invenciones.
En esa época surgió la leyenda que describe la llegada a Francia de Lázaro y sus hermanas Marta y María; pero esta María no es Magdalena, sino María de Betania. Con la confusión que las unió desde el siglo VI por la homilía del papa Gregorio en adelante, no es difícil que hayan colocado a María Magdalena dentro de esta leyenda.
Es conocido también el dato de que no hay rastros de cristianismo en esas zonas hasta comienzos del siglo III, razón por la cual ni Lázaro, ni ninguna María habría llegado a este lugar. El San Lázaro que se conoce en Francia es del siglo III y no es el mismo que el que aparece en la Biblia.
Toda la leyenda de María Magdalena en Francia es una construcción medieval que luego alimentó nuevas leyendas. Esto se entiende en un contexto medieval donde ante el avance musulmán muchos inventaron que tenían reliquias de santos para obtener protección y prestigio.
De forma similar, muchas historias sin fundamento se transformaron en Europa en devoción popular con el pasar de los siglos.
María Magdalena y la Iglesia
La Iglesia católica ha dejado de considerar a María Magdalena como una prostituta arrepentida, pero popularmente ha sido más difícil de erradicar esta idea que viene desde la Edad Media. Todavía se la ve así en películas cristianas y en publicaciones catequéticas.
En 1969 el papa Pablo VI retiró del calendario litúrgico el apelativo de “penitente” que se le adjudicaba tradicionalmente a María Magdalena y desde entonces dejaron de emplearse las lecturas de la liturgia de su día que se referían a la pecadora arrepentida y comenzaron a utilizarse los textos que se refieren estrictamente a ella en los evangelios.
Juan Pablo II en la carta Mulieris Dignitatem se refirió a ella como la “apóstol de los apóstoles”, título que ya usaban los padres de la Iglesia en los primeros siglos y la describió como una de esas “mujeres que demostraron ser más fuertes que los apóstoles” en el momento de la crucifixión, permaneciendo al lado de Jesús.
Recientemente, el 10 de junio de 2016, la Santa Sede ha elevado por decreto la memoria de santa María Magdalena a grado de fiesta en el Calendario Romano General.
https://es.aleteia.org/2017/05/24/la-verdad-sobre-maria-magdalena-fue-una-prostituta/
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Discursos 1968 Junio
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Inauguración de la nueva sede del Pontificio Oratorio de San Pedro en la festividad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (29 de junio de 1968)
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Bendición del Instituto «Cardenal Stritch» (29 de junio de 1968)
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En la víspera de la Marcha cicloturística internacional en honor de la Virgen de Ghisallo (28 de junio de 1968)
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Con motivo de la iluminación de la Cruz del Monte Cetona (28 de junio de 1968)
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A los alumnos de la Escuela post-universitaria «Enrico Mattei» (27 de junio de 1968)
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Al Sagrado Colegio en la fiesta de San Juan Bautista (24 de junio de 1968)
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Don de una reliquia de San Marcos a la nueva Catedral copta del Cairo (22 de junio de 1968)
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A varias peregrinaciones en honor de los Apóstoles san Pedro y san Pablo (15 de junio de 1968)
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Al comité de estudio sobre los problemas de la paz y de la comunidad internacional de la Comisión Pontificia «Iustitia et Pax» (15 de junio de 1968)
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Durante la I reunión de cardenales directores de los dicasterios (11 de junio de 1968)
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A importantes organismos deportivos (8 de junio de 1968)
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A los miembros de la Academia Eclesiástica Pontificia (6 de junio de 1968)
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A los participantes en las celebraciones para el 50 aniversario de la unidad de Trento y Trieste (1 de junio de 1968)
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https://books.google.com.ar/books?isbn=8403515340
Y esta propuesta tan insólita permitiría imaginar la posterior teoría que convierte el Santo Grial en la Sangre Real, el linaje sagrado. En opinión de algunos defensores de esa idea, el presunto hijo de Jesús y María Magdalena no sería otro que Juan Marcos, de quien tenemos noticia en Hechos de los Apóstoles (12, 12).
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Wednesday, April 15, 2009
Let us assume (and these are reasonable assumptions as we will further explain) these things:
1) that Salome, the mother of John and James, the sons of Zebedee, was the Virgin Mary’s sister — an assumption reached by comparing three verses: Mark 15:40 and Matthew 20:20; 27:56.
2) that John and James, the sons of Zebedee, were not given the names “sons of thunder” to flatter them; but rather because they were hot-tempered (and therefore unlovable) and always jockeying for special favor with Jesus, presumably their cousin by virtue of Mary being Salome’s sister. Indeed, the other disciples are often shown grumbling that John and James persist in asking Jesus if they will find special favor in the world to come.
3) that the apostle John, the son of Zebedee, who is one of two candidates for the writer of the Gospel of John, which by default makes him one of two candidates for the scholarly third-person identifier “the disciple whom Jesus loved,” was a fisherman’s son from Galilee and not a scholar who lived in Jerusalem and knew the high priests Annas and Caiaphas.
4) that Mary Magdalene does not deserve to be identified as “the disciple whom Jesus loved” by virtue of the fact that she is not a man named John, who would have written the Gospel of John, and by virtue of the fact that she is seen in the company of “the other disciple, the one whom Jesus loved” at the empty tomb with Peter.
5) that the home of John Mark and his mother Mary served as the home where the actual last supper took place — and, that this home was located near the Garden of Gethsemane, to which Jesus and Peter, James and John journey immediately following the last supper.
6) that when John and James flee the Garden of Gethsemane upon seeing Judas and the Roman soldiers arrive that they do not later become emboldened and proceed to Golgotha to witness the crucifixion of Jesus.
7) that John Mark of Cyrene knew Simon of Cyrene (as indicated by Mark’s naming of his two sons Rufus and Alexander), who helped to carry Jesus’ cross.
8) that the Virgin Mary would not have wanted to witness the torturous execution of her son Jesus.
9) that John Mark was a scholar, having been trained in Cyrene in north Africa to read and write classical Greek, Latin and Hebrew.
10) that John Mark wrote the Gospel of Mark.
11) that John Mark is the only man named John to be placed near Ephesus, according to a letter written by Paul to Timothy, who at the time was in Ephesus, near Patmos, where the book of the Revelation of Jesus was written by a man named John.
12) that the controversy of which man named John is the writer of the Gospel of John and therefore “the beloved disciple” has been a topic for debate even among laymen since the third century.
13) that Leonardo da Vinci, having had three years to paint The Last Supper (from 1495 to 1498), did not mistakenly leave in his painting a hand holding a dagger without an arm or person attached behind the back of Judas — something which the Da Vinci Code never addresses.
None of these are in any way outrageous assumptions, but quite plausible and already readily accepted by most Bible scholars. If we assume all of these things … we can go through the following vague references to a man named John and a woman named Mary and end up with the identity of the true beloved disciple, the writer of the Gospel of John.
Now let us turn our attention to 19 vague references to people which appear in the gospels of Mark and John. We believe that taking into account these first 12 assumptions above that we can demonstrate that all but two of these references are references to African scholar John Mark. We contend that two of the 19 references are made to John Mark’s mother Mary.
1) “A certain youth” is found in Mark 14:51-52. — These verses along with John 19:25-27 are KEYSTONE verses, in that they are the two passages from the gospels of Mark and John which indicate tampering with the original gospel manuscripts. This Mark passage sticks out like the proverbial sore thumb, because without identifying the “certain youth” and what he was doing in the vicinity of the Garden of Gethsamene it very obviously has nothing to do with the narrative. That is a clue that the original passage was altered by someone who wished to obscure John Mark, whom scholars tend to believe was the “certain youth” anyway.
These unspecific verses about a seemingly unrelated event on the night that Jesus was arrested serve as the keystone upon which all of the vague references in John’s Gospel must be overlaid and considered.
2) “The disciple whom Jesus loved” is found in John 13:23. — This we know is a man named John.
Jesus thought enough of the beloved disciple — and Peter knew it — that Peter should be compelled to nudge John — “the disciple whom Jesus loved” — and ask him to ask Jesus who it would be who would betray Jesus. John had a special relationship with Jesus, which went beyond being a mere disciple. That’s an important point. It is the closeness of the relationship between John and Jesus that has precipitated the use of the vague and obscuring language; in other words, as we shall see the vaguely identified John in subsequent passages, whom we say is John Mark, became necessary to the alterer of the original manuscripts if the alterer was to be successful. Of all of the references to the person who serves as Jesus’ defender, which we shall see next, we would expect these references to be clear, i.e., we would expect the disciple to be named, and he is not.
Peter, as close as he was to Jesus, felt compelled to ask John to ask Jesus who was going to betray Jesus. John clearly had a familial relationship with Jesus — they were that close. It had to be a unique and very special relationship, one based on mutual trust and understanding, how a home boy would feel toward another.
3) “Another disciple” is found in John 18:15. — This is a man who is a scholar, scribe and likely a priest, having been known to the high priests Caiaphas and Annas.
4) “This disciple” is found in John 18:15. — This is a man who is a scholar, scribe and likely a priest.
5) “This other disciple” is found once in John 18:16. — This is a man who is a scholar, scribe and likely a priest.
Why would the person who was willing to go to bat for Jesus be unnamed? Surely this man, whom we say is scholar John Mark, was not just a casual acquaintance of the high priests Caiaphas and Annas. They must have trusted him, otherwise he doesn’t get an audience. And we would have to say that John Mark may have come very close to winning Jesus’ freedom because of what they thought of John Mark. This John (John Mark) lived and worked in Jerusalem. Zebedee’s John was a fisherman from Galilee, as Peter was. If Peter would deny Jesus repeatedly … why would Zebedee’s John do any differently? In fact, Zebedee’s John was nowhere to be found, having fled with his brother James.
Clearly, the unnamed disciple was a special person. But apparently not special enough to be named. Was the unnamed disciple’s name removed? In other words, was John Mark’s name ever used, was it used in the original manuscript? We will probably never know, but a name doesn’t appear here, and it is jarring. Mark 14:51-52 is the keystone: this person is a youth, younger than the other disciples, which John Mark was; the name has apparently been removed in these verses, rendering them nonsensical, irrelevant; then why does this passage appear at all if it seemingly has no bearing on the story? These verses appear as subterfuge: Because if John Mark is not wearing his priestly white linen garment … then he cannot be “the other disciple” who serves as Jesus’ defense counsel. Only a scribe, i.e., attorney could have argued effectively on Jesus’ behalf. John Mark was a scribe. From the second century B.C.E. forward … all Jewish scribes were also priests. So the white linen makes sense. It is the hidden John Mark who is the only person who could play this role. He is the thirteenth disciple.
6) “The other disciple, the one Jesus loved” is found in John 20:2. — This person is with Peter at the empty tomb. This person outruns Peter to the empty tomb. This person is not Mary Magdalene.
This is a very critical reference to the unnamed disciple, because Mary Magdalene is in the same scene with this person, i.e., “the other disciple, the one Jesus loved” — therefore removing any likelihood that Mary Magdalene was herself the beloved disciple. This is a critical passage also because it describes “the other disciple” as outrunning Peter to the empty tomb, something a younger man would be expected to do. But when John Mark got to the empty tomb … he did not go in. He was frightened. That would change. John would become bold and take a second name, a Greek name, Marcus, which some have tried to say means “deformed fingers”; it means “Hammer,” which is a testament to John Mark’s newfound boldness after seeing his friend crucified. John Mark must have been hated, and so he has been obscured.
7) “The other disciple” is found in John 20:3. — This is the same person as the one above.
8) “The other disciple” is found in John 20:4. — Ditto.
9) “The other disciple” is found in John 20:8. — Ditto.
10) “The disciples” is found in John 20:10. — This is Peter and the other disciple above.
11) “Two other disciples” found in John 21:2. — It is uncertain who these two disciples are; but we know they are not the sons of Zebedee, John and James, who are previously named in the same sentence.
This is a critical reference, too — for it distinguishes two unnamed disciples from the two sons of Zebedee, John and James. A pattern by this point has been established: wherever John Mark appears … there are only vague references. “The other disciple” could not have been Zebedee’s John in any of these other instances, so we assume based on previous assumptions that this must be John Mark … and one other person. The second disciple may have been added to confuse us.
12) “The disciple whom Jesus loved” is found in 21:7. — This is the writer of the Gospel of John.
This reference is made in the way that a scholar would use such a reference to identify himself, in the third person. I suspect that those who wanted to obscure John Mark took a cue from this sort of reference and the one in chapter thirteen in John’s Gospel, when John Mark as a scholar refers to himself in the third person. Those who tampered with these other verses took advantage of the ambiguity … to obscure the scholar.
13) “The other disciples” is found in John 21:8. — It is uncertain who these other disciples are.
14) “The disciple whom Jesus loved” is found in 21:20. — This is the writer of the Gospel of John.
15) “This disciple” is found in John 21:23. — This is the writer of the Gospel of John, whom Jesus says will likely not die. This person very likely lives to write the book of the Revelation of Jesus.
This is Jesus’ reply to Peter, who has asked Jesus if one of the disciples, whom we contend is John Mark, will escape martyrdom: “What is it to you if this disciple is not martyred? You worry about yourself.” This in effect is what Jesus says when Peter wants to know if the rumor is true that “this man,” “this disciple,” according to the grapevine, is not going to be martyred. Peter would have never raised the issue within earshot of Zebedee’s John if this person had been Zebedee’s John. And Jesus would never have played favorites, showing favoritism for Zebedee’s John or James over the other disciples. John and James, the sons of Zebedee, were also the sons of Salome, the sister of Jesus’ mother Mary, making John and James Jesus’ cousins. What cousin is beloved? What cousin is chosen over another cousin and called beloved?
16) “This disciple who testifies to these things” is found in John 21:24. — This person is the writer of the Gospel of John.
Here again, John Mark refers to himself in the third person as a scholar would do. Only John Mark is a scholar. I don’t know why other Bible scholars have not consulted the Coptic biography of John Mark written by Pope Shenouda III, the patriarch of the Holy See of St. Mark, but they haven’t (it appears in our “sky links” above under “Biography of St. Mark,” conveniently enough. New Testament commentaries which I have read pertaining to John Mark doubt that he was even the founder of the Coptic church in Alexandria, Egypt. The Coptic biography of John Mark is unequivocal in stating all that John Mark was, and he was a considerable force of early Christianity. The only thing the Copts get wrong has to do with the alleged martyrdom of John Mark, which cannot have occurred. For he lived on to write Revelation. Zebedee’s John, on the other hand, was expecting martyrdom … because Jesus told him and James that they would drink from the same cup as Jesus.
17) “The other Mary” is found in Matthew 28:1. — It is uncertain who this woman is, but note that she is described in the same way as “the other disciple.”
This Mary can be one of many other women named Mary, and there is a passel of them — which is why we should expect a more precise description of just which Mary this is. But it is a vague reference to this Mary, who, very notably, is in the presence of Mary Magdalene, who is already suspect certainly, not being the beloved disciple — and she is not because John Mark, the other disciple who is with her at the empty tomb, is. It is reasonable to assume that Mary, John Mark’s mother, would also be treated obscurely if any woman named Mary would be … for this John and Mary are the actual mother and son who appear at the foot of Jesus’ cross in John 19:25-27.
18) “The other Mary” is found in Matthew 28:61. — Ditto.
When these verses are cross-referenced, laid one on top of the other, with an understanding of motivations and John Mark’s actual background, national and educational, we come out at the distilled end with only one person who fits the criteria in all of these verses. And that is John Mark. It can be no one else. Bible scholars for years have avoided even weighing in on this subject, because it appeared unsolvable.
19) “The disciple whom Jesus loved” and Mary, the mother of Jesus” is found in John 19:25-27.
This famous passage reads as follows: “When Jesus saw his mother there, and the disciple whom he loved standing nearby, he said to his mother, ‘Woman, behold your son,’ and to the disciple, ‘Behold your mother.’ From that hour, this disciple took her into his home.”
Let’s assume the beloved disciple in this instance is John, the son of Zebedee, who fled Gethsemane earlier, abandoning Jesus. In Matthew 13:54-57, we’re presented with the strongest evidence as to why this famous passage in John as it is presently written doesn’t ring true. It reads: “Coming to his hometown, he began teaching the people in their synagogue, and they were amazed. “Where did this man get this wisdom and these miraculous powers?” they asked. “Isn’t this the carpenter’s son? Isn’t his mother’s name Mary, and aren’t his brothers James, Joseph, Simon and Judas? Aren’t all his sisters with us? Where then did this man get all these things?” And they took offense at him. But Jesus said to them, “Only in his hometown and in his own house is a prophet without honor.”
Why would Jesus ask Zebedee’s John, a hot-tempered firebrand against whom the other disciples often grumbled, to take care of his mother Mary, when we know from this passage in Matthew that Jesus had at least four brothers, one of whom being James, who became the head of the church in Jerusalem, and sisters as well? This passage in John is even further made questionable by the possibility that the Virgin Mary was likely the aunt of the apostle John, as we have said, with Mary being the sister of Salome, whose sons were James and John, the sons of Zebedee.
Besides, as we have already stated … once Judas and the Roman soldiers arrive in Gethsemane, James and John, the sons of Zebedee, run for their lives, presumably not to be seen again until the book of Acts, when we learn that James, alas, is martyred, just as Jesus predicted. But what of John? James and John were inseparable. It is highly doubtful that James and John, having been told earlier by Jesus that they would be martyred … it is highly doubtful that they would have suddenly become bold enough to ascend Golgotha and watch Jesus as he was executed. Neither would Peter have been bold enough to ascend to Golgotha. And then of course there is the inescapable fact that John Mark is placed atop Golgotha, having followed as an eye-witness Jesus and Simon of Cyrene (very apparently known to John Mark of Cyrene), who would carry Jesus’ cross.
If the disciple whom Jesus loved in this instance was Zebedee’s John, this passage is odd. It makes sense if John Mark, who is already present at Golgotha, is the disciple whom Jesus loved. What Jesus then appears to be saying when he tells the two to “behold” one another … is not to perceive one another as mother and son anew … but to look after one another in Jesus’ physical absence. And this John Mark does, leaving Paul on the mission field to go home to Jerusalem, which caused the famous rift between Paul and John Mark. You’ll recall that Barnabas, after this fight, sides with John Mark … and they leave for Cyprus. Barnabas was the nephew of Mary, the mother of John Mark. And so Barnabas, too, may well have been an African. We also know that he was wealthy, as John Mark and his mother Mary apparently were.
Let us recap what we’ve said here: This passage, then, along with Mark 14:51-52, is a keystone passage, because it has apparently been tampered with, changing the person Mary, the mother of John Mark, to Mary, the mother of Jesus. John Mark and Mary were Jesus’ benefactors: wealthy Africans and unsung heroes of early Christianity. It is hard to imagine that Jesus’ mother would have wanted to be anywhere near Golgotha to see her son tortured and killed. And, as for John the apostle, he could not possibly be here, neither he nor his James, for they fled and abandoned Jesus in the Garden of Gethsemane; nor is Peter here, he having denied even knowing Jesus. John Mark, as evidenced in Mark 15:21, is the only man named John to be present at Golgotha. And we know this because John Mark in the Gospel of Mark describes Simon of Cyrene, whom John Mark would have known along with Simon’s two sons Rufus and Alexander, because John Mark was himself from Cyrene. Only John Mark witnesses the selection of Simon and accompanies Simon and Jesus to the top of Golgotha.
Granted, we are making some pretty large assumptions here. But we’re being realistic when we say that John Mark was at the cross and Zebedee’s John along with Peter and James very likely were not. The passage makes sense if it is John Mark with his actual mother Mary.
Notably (and interestingly) John Mark is placed at Jesus’ cross despite the statements of Papias that John Mark “neither heard nor accompanied Jesus,” these beliefs of Papias coming on the word of a mysterious man named John, apparently known as Presbyter John.
This explanation makes an odd verse suddenly make sense. Jesus told actual mother and son to “behold” or look out for one another in his physical absence. It is of course possible that John Mark may have been standing with Mary, the mother of Jesus, but if Mary, the mother of Jesus, was John Mark’s aunt … it would make this verse odd. We have to assume that John the apostle never took Jesus’ mother to his home in Galilee to care for her, and so the Virgin Mary would never had gone to Ephesus, as Mary Magdalene is alleged to have done, where both are believed to have lived, died and been buried.
A German nun in 1951 initiated the apparently false rumor that the Virgin Mary lived in Ephesus with John, the son of Zebedee, and died there. But, of course, we have the tomb of the Virgin Mary in Jerusalem to refute that.
It bears noting that if this pair was John the apostle and Mary, the mother of Jesus, verse 27, which indicates they left for the beloved disciple’s home at “that very hour,” would suggest that it would have been very unlikely for John, who lived in Galilee, sixty miles to the north, to make the return trip to Jerusalem to be present at the empty tomb — which offers more validation that our interpretation of these verses is accurate.
FINAL NOTE: The Last Supper, as the painted is interpreted by the Da Vinci Code, we contend perpetrates a lie about the true beloved disciple, John Mark, who actually lived in the home where the actual last supper was held. Recognizing this and recognizing that the patron of The Last Supper was Ludovico Sfroza, a.k.a. “the Moor,” whose “justice,” Leonardo said, “was as black as he himself,” it is at least possible that Ludovico may have known about the biblical controversy over which man named John was the beloved disciple, and that one of them was an African. And we say this because in the painting where there should be a man named John being nudged by Peter there is a woman, whom the Da Vinci Code says is Mary Magdalene. She could be anyone. But is she John? No, we don’t think so, and that is because of the presence of the hand behind Judas’ back with no arm or person attached to it. The painting has obviously to our mind been repainted, and it very likely may have been to paint out Ludovico the Moor’s little joke of including John Mark, the hidden thirteenth disciple about whom we know so little. The painting disintegrated within decades after it was painted, being painted presumably on dry plaster, which would seem to be nothing that the master Leonardo would do in creating a fresco. A fresco is only a fresco if it is painted using wet plaster. The French invasion of Milan in 1499, which sent Ludovico and Leonardo packing, would have given anyone who wished to a chance to repaint the fresco, painting out one John or perhaps two, including John Mark, and also repainting Jesus. It is notable that the figure believed to be Mary Magdalene and Jesus himself are of a lighter pigment and style than the rest of the figures in the painting and their expressions, being demure and detached, do not fit the scene. Are The Last Supper then and the Da Vinci Code part of the coverup, which is like the one which appears in the New Testament gospels to obscure John Mark? And who would be responsible for a coverup going as far back possibly as the first century? Papias’ cryptic statement that “the presbyter John” told him that Mark was not a follower or hearer of Jesus … may be a clue.
The presbyter John of Papias’ day in the second century and/or Prester John, a mythical character about whom fanciful stories were told, are suspicious figures, indeed. But are they both fabrications or are they real? They never found Prester John, and, notably stopped looking for him in the seventeenth century reportedly in Ethiopia. Prester John, an Adamic figure, who was supposed to have been a mystical king and priest overseeing a land rich with gold and exotic animals, may have been subterfuge to convince people that there was nothing resembling Eden to be found in Ethiopia, and science today tells us otherwise.
Race is irrelevant, as God is invisible, spirit, indwelling all things. But as we can conclude from the conclusion we reach, race obviously has been the motivation to hide John Mark, but why? Because he was an African and Jesus’ closest friend? You can draw your own conclusions.
http://tanata.squarespace.com/journal/2009/4/15/arguments-for-john-mark-as-the-beloved-disciple.html |
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